DIGILOCURAS

Ni Digimon ni sus personajes me pertenecen

CAP.1 LA APUESTA

-Taichi no se te olvide ir por Hikari a casa de Miyaco – dijo su madre mientras tomaba un paraguas en su mano.

-Aja – contesto el moreno absorto en la TV.

-¿Qué es lo que haces? – pregunto su amigo rubio y de ojos azules como el cielo llegando a sentarse en el sillón con gran plato de cereal on azúcar (a pesar que este tenía demasiada), miel y chocolate.

-Juego videojuegos que estoy a punto de pasar este nivel – respondió Yagami aun con los ojos en la pantalla

=2 horas más tarde=

-Hola – saludo una pequeña castaña de 13 años llegando toda empapada hasta los pies.

-¡Ah! – saludaron los 2 adolescentes sin saber a quién se lo decían o más bien que era lo que decían.

-Dije hola – enfadada y poniéndose frente a la televisión para llamar la atención de los chicos.

-Hey, todavía no lo aplasto – protesto su hermano mayor quien intentaba ver algo del juego.

-Oye estas mojada - dijo Yama quien ahora comía una dona de chocolate.

La castaña lo vio con una mirada fulminante – no me digas, y ¿tú porqué rayos no fuiste por mí? – pregunto ahora dirigiéndose a su hermano.

-Estaba jugando que no ves – aún intentando ver algo de la pantalla.

Hikari ya no aguanto más la rabia y apago la Tv, y para desgracia del Yagami mayor el juego no se guardo.

-Hikari ¿qué te sucede? – pregunto alarmado su hermano volviendo a prender el aparato a ver si un milagro sucedía lo cual no sucedió.

Como respuesta recibió una gran mojada de su hermanita.

-Ja, Ja – rió el rubio a carcajada limpia que hasta el momento solo había estado presenciado la pelea de los hermanos Yagami. Lo que no se esperaba es que el también recibiría un gran empapón.

-Y no creas que saldrás ileso de esto – amenazo la pequeña castaña dirigiéndose a su cuarto demasiado enojada, mientras su hermano lloraba por su juego perdido.

...

..

.

-No puedo creer que no hayas ido por tú hermana – dijo una jovencita pelirroja y de ojos rubíes junto a su mejor amigo y novio quienes estaban en la cafetería.

-Ya te dije que estaba jugando – se defendió el moreno y haciendo un puchero - ¿por cierto que es esto? – observando la comida de la cafetería, la cual no se veía nada apetitosa.

-Si muy importante – dijo con un tono claro de sarcasmo – y a lo de la comida ni yo tengo idea observando también la comida. Y porque no le pedías a Yama que fuera por ella – esto último lo dijo viendo a su novio.

- A mi ni me mires – respondió el rubio viendo aún la comida decidiendo si comerla o no – además ella ni es mi hermana – Sora negó con la cabeza.

-Chicos – había dicho un pelirrojo de ojos negros no muy alto y en ese momento no de muy buen aspecto.

-Koshiro, te ves…- empezó Taichi con el tono más sereno que podía.

-Terrible lo se comí de eso – señalando la comida – es por eso que vine avisarles que no comieran, debo irme – cubriéndose la boca para no vomitar

Los demás digielegidos alejaron su plato con cara de asco.

-Yamatto – llamando Taichi interrumpió su amigo moreno la plática con Takenochi.

-¿Qué quieres? – enojado por a ver interrumpido esa platica con su novia.

-Hagamos una apuesta

-¿Una apuesta? – pregunto el rubio un poco confundido.

-Si es cuando tienes que cumplir un reto…

-Sé lo que es, me refiero de que.

-Yo dejare de jugar videojuegos y tú dejarás de comer cosas dulces el que llegué a perder se pintara de el cabello de un color extravagante y será el esclavo del ganador.

-De acuerdo acepto – apretando la mano del castaño – pero como sabremos que el otro no a perdido mientras estamos cada quien en su casa.

Pensativo – que tal si una semana tú te quedas en mi casa y yo en la siguiente en la tuya hasta declararse un ganador.

….

..

.

Las semanas pasaron rápidamente y ni Yamatto ni Taichi daban su brazo a torcer, a pesar que Yamatto se levantara todas las noches acariciar sus dulces como si fueran lo más preciado para él y valla que lo eran, y para Taichi el futbol podía funcionarle de distracción hasta que en una de sus prácticas un compañero llevo consigo una nueva consola que no saldría hasta dentro de unos cuantos meses que hacía que el moreno no pudiera resistirse pero siempre llegaba a controlarse. Obviamente los que más disfrutaban de este espectáculo eran sus pequeños hermanos.

Una noche en casa de los Ishida el rubio Yamatto y el moreno Taichi dormían plácidamente hasta que el rubio se levanto para revisar sus preciados dulces.

-Au – exclamo el rubio quien se había pegado contra una mesita que tenía en su cuarto haciendo que Taichi se despertara de su sueño.

-¿Qué, que paso? Los extraterrestres nos invaden – pregunto somnoliento y sosteniendo un bate -¿Yamatto? – mirándole a la cara

-¿Qué? – pregunto molesto mientras se sobaba el pie por el golpe

-Tú cara

-¿Qué tiene mi cara? – pregunto en tono preocupado puesto que además de su cabello su cara era muy importante para el adolescente y dejando de sobarse el pie fue directo a un espejo a mirarse.

Al mirarse en el espejo Ishida puso el grito en el cielo haciendo que varios vecinos se levantaran inclusive una viejecilla que vivía sola con un par de gatos fuera a callar a los muchachos recibiendo un bastonazo cada uno en la cabeza.

Taichi no desaprovecho el momento y se rio a carcajadas de su amigo.

En clase de Biología.

-Ninguna parte del cuerpo humano es asquerosa – decía la maestra al ver la expresión de sus amigos al enseñarle un ojo – Señor Ishida quítese ese libro de su cara inmediatamente.

Al momento en que Ishida se quita el libro la maestra lo ve y sale corriendo.

-Ahora si te pasaste Yama mira que asustar a una pobre maestra – menciona Taichi quien estaba a lado suyo. El rubio le dedico una mirada asesina para que cerrara su boca.

..

.

En dos lugares al mismo tiempo

-Esto no puede seguir así – Taichi/Yamatto

-¿De qué hablas? – Hikari/Takeru

-De la estúpida apuesta necesito jugar videojuegos/comer dulces

-¿Y porqué o lo haces? – preguntaron los dos pequeños como si fuera lo más normal.

-Acaso estás loco/a

-Ok, entonces provócalo.

-Provocarlo

-Si has que se rinda - esto dejo muy intrigado a los dos mayores.

.

Era otro día normal en el colegio a excepción porque dos de ellos se encontrarían con una gran sorpresa.

-¿Qué es todo esto? – Pregunto Ishida demasiado sorprendido por ver todo el salón de clases como si fuera la casita de Hansel y Gretel - ¿Taichi? - el moreno que estaba a su lado solo unos segundos antes ahora estaba un poco más lejos vestido como Willy Wonka - ¿Desde cuándo traes eso puesto?

Taichi lo ignoró y empezó a degustar los deliciosos chocolates enfrente de la nariz de Yamatto.

-Así – sacando un control de videojuego inalámbrico – sabes, yo también puedo jugar sucio.

Después de un gran rato de riña y que ninguno se rindiera, obviamente todo esto o estaban viendo los alumnos y los maestros que ya estaban ahí ya los habían castigado. Al final ambos cambiaron de puestos haciendo que los dos perdieran.

….

..

"Ja,ja" era lo que se oía por todo el Instituto al ver a Yagami e Ishida de un color realmente extravagante además de ir cargando las mochilas de sus queridísimos hermanitos.