Disclaimer: Dragón Ball y sus personajes no me pertenecen, son del maestro Akira Toriyama. Este fanfic no tiene fines de lucro y es hecho para la entretención de la humilde autora y posibles lectores.
Criminal
Por: Yuki Nekoi
Una sombra se movía rápidamente en dirección a la cabina de seguridad de la mansión. La noche cubría su rastro mientras ella actuaba sigilosamente. Saltar la cerca de seguridad fue fácil para alguien que llevaba un duro entrenamiento y una vida como la de ella. Robarle al Coronel Black, segundo al mando de la Patrulla Roja, se suponía que sería un trabajo difícil, ellos la matarían si su plan no funcionaba. Uno de los guardias creyó escuchar un ruido y salió del cuarto a hacer una ronda, mientras que el otro guardia se quedó vigilando las pantallas frente a él que mostraban lo que grababan las cámaras de seguridad. Todo se veía tranquilo, no tenía que sentir miedo, Parvati, el ladrón, no los atacaría. La sombra aprovechó el momento de soledad del hombre y con un pañuelo empapado en cloroformo, durmió al guardia que tomaba su café frente a las pantallas. La sombra desconectó el sistema de seguridad con cuidado, apagando las cámaras, y se dirigió sigilosamente a la habitación que contenía su premio. Dobló a la izquierda y se encontró con la espalda del otro guardia. "Maldición, tendré que usar mis manos". El hombre sólo sintió un pequeño dolor en su hombro antes de perder el conocimiento, sin alcanzar a ver a su atacante. Parvati siguió corriendo hacia su objetivo, encontrándose con una puerta con clave se seguridad. El Coronel Black era listo, pero su seguridad no era perfecta y menos para Parvati. Sacó de su bolso su encriptador y esperó la luz verde que indicaba que estaba listo el descifrado de la clave. Ingresó a un cuarto con variados objetos valiosos, él que ella buscaba no se encontraba muy oculto, Black aun no conocía su uso, por lo que no tenía mayor protección. Lo tomó con cuidado y salió del lugar corriendo antes que se activará la alarma. Esa era la parte en que la adrenalina la apoderaba.
Un joven muchacho alto de cabellos negros caminaba pensativo por las calles de la Capital del Oeste. Su mirada mostraba una preocupación permanente, siendo demasiada para un joven de tan sólo 18 años. Desde que su padre murió asesinado hace 7 años por un misterioso ladrón, Gohan decidió que combatiría el crimen, entrando a una prestigiosa academia de detectives a su corta edad de 11 años, siendo el estudiante más joven del lugar debido a sus calificaciones y su talento, aunque también ayudó en su ingreso el hecho que su padre había sido amigo del director de la academia, Muten Roshi. Dentro de la academia había sorprendido a todos por sus habilidades, ganándose un lugar propio y se había graduado con honores a los 16 años. Complementó sus estudios en la academia con las clases que su madre, Chichi, una profesora retirada, le daba en casa. En la actualidad Gohan trabajaba ayudando a la policía de la ciudad, quienes mantenían su identidad en secreto, petición hecha por el muchacho para proteger a su familia, no quería volver a ver a uno de sus parientes morir. Su último caso, descubrir a una banda que falsificaba billetes, no le había dado la satisfacción que buscaba. Cada día su trabajo le parecía más fácil y aburrido, sin encontrar un reto que le emocionase.
Gohan se detuvo frente a un quisco de diarios que quedaba a las afueras de la oficina de su contacto con la policía, ya que no le gustaba tratar con los policías directamente y además de esta manera se facilitaba la protección de su identidad. Sólo su contacto sabía quién era. El resto de los policías pensaban que era un sobrino lejano de su contacto con sueños de ingresar a su institución.
En primera plana de todos los diarios se podía ver en grandes letras de titulares la noticia de la semana en todos los medios de comunicación social y que tenía al cuerpo de policía como inútiles a ojos de la población. Un nuevo robo perpetrado por el ladrón de moda, esta vez a un conocido coleccionador que poseía un extraño artefacto cuya función muy pocos conocían. Ese sería un gran reto para su carrera, descubrir quién era el delincuente que se hacía llamar Parvati. Siguió su camino a la oficina de Krillin, un antiguo amigo de juventud de su padre, y su contacto dentro de la Policía Mundial en la Capital del Oeste. Krillin era un hombre ya retirado de la actividad, desde que se enamoró años antes e inició una familia. Ahora era un policía de escritorio que no quería poner en peligro su vida por el bien de su esposa e hija.
El adolescente golpeó la puerta del apartamento que funcionaba como oficina secreta del agente Krillin y al escuchar la voz del propietario indicándole que podía pasar, ingresó al lugar.
- Bienvenido detective – decía un pequeño hombre cuyas primeras canas delataban que comenzaba a hacerse mayor – pasa y siéntate, ¡ Tanto tiempo sin verte!.
- Gracias Krillin – contestó el joven – Me alegra verte también. Iré directo al grano , ¿Qué necesita la policía de la ciudad que investigue por ellos?
- Gohan – habló Krillin – imagino que estás enterado de la complicada situación de la Policía Mundial por los robos de un ladrón de guante blanco que ha estado haciendo de las suyas el último tiempo, el apodado Parvati según sus tarjetas de presentación – entregándole una al muchacho.
- Krillin – dijo el joven de cabello negro mientras veía la tarjeta de Parvati – me conoces bien, tú sabes que llevo siguiendo la noticia desde algún tiempo.
- Estás enterado entonces que sus métodos son impecables – mencionó decepcionado el policía – no deja ninguna huella en el lugar y las cámaras de seguridad no lo han captado jamás.
- Al parecer, la policía estará en aprietos – dijo riendo Gohan, de manera irónica.
- No te imaginas cuanto – suspiró Krillin – por eso necesitamos tu ayuda.
- Cuenten conmigo – decía Gohan mientras estrechaba la mano de Krillin – y me quedaré con la tarjeta, le pediré a Bulma que perfeccione mi equipo para poder analizarla.
- ¡Estúpidos! – Gritaba un alto hombre moreno a dos personas que a su lado se veían como hormigas - ¡¿Cómo permitieron que Parvati me robara?
- Señor – habló uno de los hombrecitos a su lado con temor – Parvati nos dejó inconscientes e inutilizó el sistema de seguridad, no había nada que pudiésemos hacer.
- ¡Ustedes son dos! Imposible que no tuviesen nada que hacer – continuaba gritando el hombre masajeando su sien – deberían agradecer que en la Armada de la Patrulla Roja somos piadosos y sólo estarán en el calabozo dos meses.
- Si señor – dijeron los guardias que Parvati había dejado inconscientes la noche anterior.
- Coronel Black – habló un hombre que entró a la habitación – Parvati sólo se llevó el scouter, el resto de artefactos están en su lugar.
- Bastante extraño – mencionó el Coronel – debe de conocer sus habilidades… Escucha Capitán Yellow, quiero que todos en el mundo sepan que quiero a Parvati, con vida y que ofrezco 1.000.000 de zenis a la persona que me la traiga.
- Sí señor. Me encargaré de hacerlo saber – dijo el Capitán antes de salir de la habitación en que se encontraba el Coronel.
La muchacha corría velozmente por las calles de la Capital del Norte. Su último trabajo especial había sido bastante arriesgado, pero a mayor peligro, mayor era la adrenalina que experimentaba en cada misión. El Coronel Black, conocido coleccionista de artículos robados, tenía entre sus pertenencias un artefacto que según las investigaciones que realizó, permitía detectar la fuerza vital de las personas, indicando su posición aun cuando no pudiese verlas. Este misterioso artefacto, denominado scouter, valía arriesgar su vida para poder conseguirlo. Demoró sólo dos semanas en perfeccionar su plan. Su madre la había instruido desde pequeña en los trabajos que ella misma realizaba desde su juventud y su padre, que desconocía la vida secreta de las dos mujeres de su familia, le había enseñado artes marciales mientras él se entrenaba para ser el próximo campeón del mundo. Su madre había muerto cuando ella tenía 15 años. El recuerdo de su madre inundó sus ojos con lágrimas, pero no por ello dejaba de correr. Tenía el scouter en sus manos y debía huir del lugar antes de ser descubierta. Dobló a la derecha y encontró su moto, subiendo rápidamente y escapando con el premio en sus manos.
La Corporación Capsula era una empresa reconocida a nivel mundial. Partió como un experimento personal del Dr. Briefs, quien soñaba con poder comprimir las cosas en capsulas diminutas de no más de tres centímetros y así poder aprovechar mejor los espacios. Su experimento fue un éxito y poco a poco se hizo parte de la vida cotidiana de la población. En una pequeña caja podías guardar tus capsulas que contenían autos, naves, aviones personales, cocinas, refrigeradores, todo lo que pudieses imaginar. La empresa creció de manera considerable con los años. La hija del Dr. Briefs, Bulma, era una joven científica heredera de todo el talento e inteligencia de su padre. De joven Bulma se dedicó a viajar y conocer el mundo. Luego de varios años en que vivió de la aventura, encontró un hombre con el cual tuvo su primer hijo y se convirtió en la presidenta de la Corporación a la muerte de su padre. Su política expansiva permitió explorar nuevos campos de la ciencia en pro del desarrollo mundial. Su más reciente trabajo era un proyecto ultra secreto financiado por el Gobierno Mundial, del que sólo se sabía su nombre "Proyecto Dragón Ball" entre la comunidad científica.
La sonrisa en su rostro delataba la satisfacción de conseguir su objetivo. El baño de espuma que estaba tomando la relajaba y permitía que sus tensos músculos tuviesen un descanso. Moretones y pequeñas cicatrices cubrían el cuerpo de la muchacha, delatando su vida de entrenamiento. Se levantó de la tina y cubrió su cuerpo con una toalla. Salió del baño en dirección a su dormitorio. No tenía un gran departamento, ya que a pesar de ser hija del campeón del mundo, no le gustaba sobresalir por temor a que su doble vida fuese descubierta.
La contestadora estaba llena y decidió escuchar sus mensajes mientras se vestía. La mayoría eran de su padre recriminándola por no visitarla o su eterno pretendiente Shapner que seguía insistiendo en conseguir una cita pero uno de los mensajes la sorprendió. Era de su amiga Erasa, que vivía en la Capital del Oeste, invitándola a su boda. Sintió nostalgia de no ver a su amiga desde hace seis meses recordando momentos de su gran amistad, la mayoría siendo Erasa tratando de ligarla a un chico comentando que su mejor amiga es la hija del campeón del mundo. Tenía otro mensaje, esta vez de Shapner, invitándola a que fuese su pareja en la boda de su amiga en común. Su mejor amiga se casaba, así que viajaría a la Capital del Oeste y aprovecharía de llevar a cabo una de sus misiones más peligrosas, el robo de los planos del "Proyecto Dragón Ball" que la Corporación Capsula llevaba a cabo.
Videl tomó su teléfono celular marcando el número de su mejor amiga. Viajaría ahora mismo a la Capital y así en seis meses tendría los planos bajo su poder. Investigaría el funcionamiento y la seguridad de la Corporación y no dejaría de realizar pequeños robos a coleccionistas o museos cercanos. Empacó sus cosas mientras felicitaba a Erasa por la boda.
Su hermano Goten lo había citado al centro comercial de la Capital con la intención de distraerlo de su trabajo e incluso conociese a una chica. Goten jamás había conocido a alguna novia de su hermano y cada día lo veía más y más inmerso en su trabajo. Su amigo Trunks le había explicado que los hombres eran felices cuando conseguían novia, aunque Goten nunca vio feliz a Vegeta, el papá de Trunks.
El pequeño de sólo 7 años no tenía ningún plan concreto, estaba decidido a improvisar y fue lo que hizo cuando se toparon con una muchacha de corto cabello rubio muy guapa que pasó a su lado.
- ¡Pero que niño tan lindo! – dijo la femenina rubia que en el momento de ver a Goten poner su irresistible cara de angelito inocente.
- Muchas gracias señorita – intentó decir Goten mientras la rubia apretaba sus mejillas – soy Goten y él es mi hermano Gohan – habló mostrando a su hermano mayor.
- Hola Goten, hola Gohan – dijo la joven – mi nombre es Erasa, mucho gusto.
- El gusto es mío Erasa – mencionó Gohan estrechando su mano – lamento si mi hermano te ha molestado.
- No te preocupes – dijo riendo la muchacha – tienes un hermano muy adorable.
- No lo conoces realmente – habló Gohan con una pequeña risita a la chica para después ver a su hermano - Ahora Goten debemos irnos, debo seguir con mi trabajo.
- Pero hermano – gruñó molesto el niño – no quiero irme aún – miró a la joven rubia que seguía a su lado – señorita Erasa ¿Le gustaría ir a tomarse un helado conmigo y mi hermano?.
- Sería muy entretenido – comentó la rubia – pero mi mejor amiga llegará hoy desde la Capital de Norte para venir a mi boda, lo que me recuerda… - abrió su bolso buscando un sobre en su interior que entregó a Gohan – Toma, estas cordialmente invitado a mi matrimonio con tu hermano y quien quieran – dijo con una gran sonrisa la rubia – será dentro de un mes.
- Ehh… - dudó Gohan – ¡Pero recién nos conocemos! – mencionó sorprendido.
- No te preocupes por eso, ven a pasar un rato agradable – rió fuertemente Erasa - ¿Tienes novia Gohan?
- No – respondió en forma brusca el detective. La pregunta de la chica petrificó a Gohan quien pensaba en como esa chica tendría tanta personalidad.
- Perfecto – "Le conseguí una cita a Videl para el matrimonio" - ¿Te molestaría ir con mi mejor amiga? No tiene con quien ir.
- Ehh… - el nerviosismo que sentía era evidente – pero no conozco a tu amiga, tal vez yo no le agrade.
- Ella es muy amable – mintió - , así que es un problema solucionado – Erasa no dejaría escapar un hombre así para su amiga – mañana a las 8 nos vemos en Dr. Slump, es un buen restaurant, ahí podrán conocerse mejor y congeniar. Aquí tienes mi número – le anotó el teléfono en un papel y se lo entregó – ¡te esperaremos! ¡Adiós Goten, te veré en la boda! – dijo mientras se alejaba del lugar.
- Esa chica es bastante rara – murmuro Gohan mientras se fijaba en la gran sonrisa de Goten.
Goten estaba feliz. Tal vez la chica rubia no se interesó en Gohan, pero tenía una amiga que podía fijarse en su hermano y devolverle su alegría robada.
Los hermanos salieron del centro comercial y se dirigieron a la Corporación Capsula. Gohan debía hablar con Bulma, la dueña de aquel imperio y amiga de la niñez de su padre, para que mejorase su equipo. Necesitaba además un disfraz, no estaba siendo seguro que lo viesen tan seguido en escenas del crimen en compañía de la policía. Además debía encontrar a Parvati, el misterioso ladrón que nadie podía encontrar. El más grande desafío de su joven carrera.
Goten corrió hacia la entrada de la Corporación Capsula. Vio entre unos arbustos una cabeza lila, perteneciente a su mejor amigo Trunks, quien al ver a su amigo se escondió. Gohan rio ante la escena y golpeó la puerta de la mansión. Una mujer de cabello azul abrió y saludo a Gohan con un abrazo.
- Gohan – Bulma seguía sin soltar su abrazo – te iba a llamar para que vinieras, necesito tu ayuda.
- ¿Qué ocurre Bulma? – preguntó el adolescente a la amiga de su padre.
- Parvati – dijo la científica, ante el asombro del joven – tenemos serias sospechas que aparecerá muy pronto por la empresa - mencionó la peliazul mirando al cielo – hay rumores muy fuertes que indican que estaría detrás del "Plan Dragón Ball", aunque no sería la única persona interesada según mis contactos.
- Es por ella que también estoy aquí – comentó el detective – me han encomendado descubrir su identidad.
- Eso quiere decir que necesitaras mi ayuda y yo de la tuya si los rumores resultan ser ciertos.
- Así es – contestó Gohan – por ello necesito que hagas unas mejoras a mi equipo de investigación.
- No habrá problema con eso – contestó Bulma.
- También necesito que me ayudes con un disfraz – comentó Gohan con su rostro rojo –, Parvati es un personaje que la prensa ha hecho muy conocido y si estaré tras sus pasos, debo proteger aún más mi verdadera identidad.
- Puedo ayudarte con el traje y también un transformador de voz – dijo con una sonrisa Bulma.
- Muchas gracias Bulma – Gohan aun sentía su rostro avergonzado – lamento quitarte tu tiempo con esto.
- No te preocupes Gohan, sólo me tomará una hora, mientras los chicos juegan.
- Disculpa que te pregunte Bulma, pero no he visto a Vegeta ¿Se encuentra entrenando? – preguntó el muchacho
- Tú sabes, aún sin tu padre, Vegeta sigue intentando ser Vegeta – mencionó la mujer melancólica.
Luego de una hora, Gohan se encontró con un reloj que Bulma construyó para él y que colocó en su muñeca. Bulma le indicó que si apretaba el botón rojo ubicado al lado derecho, un traje verde cubriría su cuerpo, con una capa roja y un casco que distorsionaba su voz para evitar que fuese reconocido. El botón azul a su lado volvía sus ropas a la normalidad. Gohan agradeció a la amiga de su padre y fue a dejar a su hermano a la casa de su madre. La noche comenzaba y él seguiría su rutina, ir a los bares para algún día encontrar al asesino de su padre.
Videl se encontró con Erasa en el aeropuerto de la Capital del Oeste. Su amiga no hablaba de otra cosa que no fuese de su matrimonio con un hombre mayor, un beisbolista que conoció en una fiesta, de nombre Yamcha. Después de un rápido romance el hombre le propuso matrimonio y ella no dudo en aceptar. Erasa hablaba acerca de lo bien que le hacía estar enamorada a su vida y de lo feliz que era ahora. Videl no entendía como Erasa tenía esa necesidad por estar con alguien cuando ella estando sola se sentía perfecta. Tenía la libertad para continuar con el legado de su madre, algo que ninguna persona podría entender.
- Y lo más importante – decía Erasa emocionada – es que como sé que no tienes pareja para mi matrimonio ya que no iras con Shapner, te he conseguido una cita.
- ¡¿Qué? – Gritó la pelinegra - ¡¿Por qué hiciste eso?
- Videl – su tono de voz tranquilo y comprensivo salió a la luz – todos tenemos un alma gemela esperando por nosotros en algún sitio, no te niegues a encontrarla.
- Yo no me niego a encontrarla – respondió Videl – porque yo no tengo alma gemela.
- Todos las tenemos y quizás sea el chico que invite para ti – contestó finalmente la rubia giñando un ojo a su amiga – mañana cenaremos con él, permítete conocerlo.
En casa de Erasa, Videl dejó sus maletas en la habitación que su amiga reservó para ella y decidió ir a tomar un trago, después de todo, mañana empezaría a hacer su trabajo. Un hombre llamado Pilaf poseía parte de la colección de las esferas del Dragón, artículo de gran valor que se creía que al tener la colección completa, un deseo que tuvieses se haría realidad. Videl no creía en la leyenda, sin embargo estaba decidida a dar su golpe dentro de las próximas semanas para entretenerse antes de su robo a la Corporación Capsula.
El bar Shenlong era conocido entre la gente de la Capital del Oeste. La mayoría de los jóvenes iban ahí en sus noches de diversión. El dueño del local y barman del mismo, Piccolo, había sido parte de la mafia y se retiró unos 15 años atrás. Alcanzó a conocer al padre de Gohan antes de su muerte, por lo que ayudaba al muchacho en su búsqueda de información por el bajo mundo. Piccolo sabía que como todos los jueves, Gohan iría a verlo. No había conseguido mucha información. Vio llegar al muchacho alto y sentarse en la barra, como cada jueves.
- Señor Piccolo – saludo Gohan al dueño del bar - ¿Tiene algo para mí? – la pregunta se repetía todas las semanas.
- No mucho me temo joven Gohan – la respuesta de Piccolo varío esta semana dando esperanza al joven, ya que no era un nada como las veces anteriores – he averiguado que quien mató a su padre es la misma persona que mató a la anterior Parvati.
- ¿Anterior Parvati? ¿Ha existido más de una? – preguntó incrédulo Gohan.
- Las Parvati provienen de unos 200 o 300 años atrás – contó Piccolo – las madres entrenan a las hijas para que sigan la tradición familiar. La Parvati anterior murió asesinada hace 3 años y se cree que por la misma persona que mató a tu padre. Es probable que la Parvati actual tenga información del asesino.
- Parvati jamás me ayudaría a encontrar al asesino – se lamentó Gohan bajando la vista.
- No pierdas la esperanza aún – dijo el hombre de piel verde mientras servía una copa.
Ante las palabras de Piccolo, Gohan levantó su vista y vio hacía la entrada del pub y lo que vio lo dejo atónito. Una hermosa mujer de grandes ojos azules y largo cabello negro ingresaba al lugar y se dirigió a la barra. Vestía un vestido azul que combinaba a la perfección con su mirar. Sus movimientos suaves al caminar tenían a Gohan impresionado. La muchacha se sentó a su lado y pidió un Martini, mientras miraba a su alrededor como buscando una señal. A Gohan le basto ver sus ojos para encontrar en ellos la señal que él buscaba. Jamás podría sacar de su mente esos ojos azules.
hola! siento que ha pasado mucho tiempo desde que no estoy por estos lados... De hecho, este capítulo estaba casi listo hace tres semanas, pero como me queme mi mano derecha no había podido escribir, tenía unas vendas gigantes que envolvían mis manitos. Ahora estoy de vuelta! y a los lectores de Mnemosine, mañana estará el último capítulo!.
Espero les guste este fic, ya que es diferente a la romántica Mnemosine, son capítulos más largos y con más acción. Quise probar a una Videl que en vez de chica justiciera, fuese una ladrona profesional que con el tiempo cambiara (para bien o para mal chan chan!) y un Gohan encargado de perseguirla, invirtiendo los papeles en que ella lo perseguía. Cualquier crítica, sugerencia o lo que sea, es bienvenido :D. Este fic además se demorará más en subir y será más largo, espero estar cada dos o tres semanas actualizando.
Gracias a quienes leeran este fic.
