Hola, ¿como andamos? Yo bien, aquí ando con otro fik, de otra parejas xD. Es un poco rebuscado la verdad, pero creo que les agradara. Me tomé un respiró con el fik de "Novela" para hacer este fik, intentaré colgar los capis cada viernes o martes. Espero que sean indulgéntes con mis faltar de ortografía ( se que hay, aunque haya corregido) y dramática . Aviso: Naruto ni sus personajes me pertencen...la trama de la historia esta si xD. Y bueno, no tengo más que decir. Espero que les gusten y que me digan que tal.

ciao.

Boda entre tres

Prologo:

Si hubiera podido decidir de quien enamorarme antes de casarme, seguramente no tendría que pasar por esto. Estar donde estaba sola, sin nadie que me pudiera ayudar y sumamente dolida. Era normal, pagar el daño que has hecho con a misma moneda. No tenía porque sorprenderme, pero después de aquellas palabras, de aquellos besos… ¿cómo podía creérmelo?

1- Encadenamiento:

Estaba lloviendo totalmente y yo me había perdido, así que si quería coger un constipado podía seguir vagueando por la calle y encontrar el camino de vuelta a casa, pero corría el peligro que al llegar a mi casa recibir la reprobación de el gran amo y señor, ósea mi padre. Así que no tuve más remedio que meterme en una gran mansión totalmente desconocida y esperar a que la lluvia parara. No tenía ninguna intención de entrar, solo con refugiarme en el techito del portón me bastaría. Pero el constipado seguro que me lo llevaría, estado empapada como lo estaba…¿cómo no lo iba a coger?

Esperé y esperé pero el agua seguía cayendo. El celular me vibro en el bolsillo, una gota de sudor me paso por la frente al ver de quien era la llamada.

- ¿Diga?- dije con la voz temblorosa-

- ¿Dónde estas?- pregunto la voz fuerte de mi padre en la línea telefónica.

- Ummm...…en un bar- mentí- esta lloviendo mucho y estoy esperando a que escampe…

-¿Te voy a buscar?- la voz se suavizo.

- N-no, no te preocupes…ya volveré tranquilo.

Durante unos instante insistió pero al final logré conseguir que se quedara en casa. Cuando guardé el celular me sentía observada. Tuve miedo de que fuera el propietario de la casa y comenzara a chillar y a reprochar mi estancia ahí. Pero para mi alegría era una mujer de largos cabellos negros y un delantal en la ropa. Suspiré tranquil. Era la cocinera.

- ¿Te encuentras bien bonita?- preguntó asustada al verme pálida y totalmente mojada.

- Si…-volví a mentir- ahora me iré, estoy esperando a que termine de llover…¿ le molesta?

No pude reprochar nada y me encontraba paseando por los grandes pasillos de esa enorme mansión. Tenía una toalla en la cabeza y una camisa y pantalones prestados de la señora. Dijo que fuera al salón y me pusiera cómoda, me sorprendió que la cocinera de esa casa tuviera tanta confianza para dejar a una niña perdida en la casa de la señora de su casa. Así que con la toalla en la cabeza me puse en busca de la sala. Abrí varias puertas pero ninguna me convencía que fuera la sala.

Estaba en un enorme pasillo, muy bien cuidado y había una puerta enorme, supuse que había llegado al fin al salón. Así que al abrir la puerta me supuse que me encontraría un salón lujoso, pero el Chow fue, que al abrir una ola de vapor me cubrió la cabeza y acalorada me eché para atrás. Cuando el vapor se fue, sentí una vergüenza que me cubría todo el cuerpo. Ahí se encontraba un hombre de unos 24 años, aproximadamente, de cabellos largos negros ojos oscuros y unas marcas en la cara que le daban aspecto de mayor. Pero su cuerpo no era de persona mayor.

- P-perdón…- al fin dije tirada en el suelo temblando como una maraca- p-pensé que esté era el el…el…el…

Hiperventile. El hombre sexy se aproximo a mi con la toalla en la cintura y el pelo chorreando, me ofreció la mano para que me levantara. Sonrió y cerró las puertas del baño atrás suyo. Aún sujetándome la mano me condujo por más pasillos desconocidos hasta llegar al salón. La cocinera se encontraba con una cara desconcertada al verme totalmente roja y llevada por un hombre en toalla. Supuse que ahora se pondría a disculparse al señor de la falta de tacto. Pero fue todo lo contrario, se rió con gusto.

-Ya veo que conoces a mi hijo…- tenía en los ojos lágrimas de la risa- ¿Te perdiste?- me pregunto cuando ponía la toalla en mi cabeza y me la secaba.

- S-si…¿e-es su hijo?- al fin pregunte.

- Si.

Antes de las presentaciones me sentó en el sofá, esperó a que su hijo se vistiera y en pocos minutos, volvió con una ropa de andar por casa con el pelo secado y una sonrisa graciosa.

- Me llamo Itachi Uchiha- me ofreció la mano.

- S-soy H-hinata Hyuga…- conteste sofocada.

- Supongo que eres nueva aquí ¿no?- pregunto la cocinera mientras seguía secándome el pelo.

- S-si…m-me perdí…

Nuevamente se rieron todos con gusto. Con la risa supe que la cocinera era la señora de la casa. Lo que tenía por afición cocinar, esa tarde estaba haciendo un pastel que con gusto me ofrecieron. Ella se llamaba Nadesico Uchiha, su marido Abara Uchiha estaba trabajando y su hijo pequeño Sasuke Uchiha se encontraba en la universidad.

Yo les comenté que hacía poco tiempo que nos habíamos mudado a estas residencias, que mi padre llevaba una gran empresa de telas y le habían destinado aquí. Le comenté que comenzaría la universidad el trimestre siguiente y ese día había decidido investigar cuando de golpe comenzó a llover y por la densa lluvia me perdí. Aquello les dio tanta gracia que no pararon de reír.

La lluvia había parado y se había hecho bastante tarde, así que me disculpe para retirarme. Por obligación Itachi-san me acompaño hasta la puerta.

- ¿Podrás volver sola?- pregunto mientras señalaba una moto roja- Te puedo acompañar…si quieres claro.

No dude en absoluto ya que sabía que me iba a perder si iba sola. Así que me puse un casco, con ayuda suya subí a la moto y esperé a que el subiera. Avergonzada sujeté un poco de su cintura para que el riera y me hiciera sujetarle totalmente todo el torso.

Llegué a mi casa antes de lo esperado. Bajé de la moto un tanto aturdía y me despedí contenta de mi nuevo amigo. Antes de retirarme me sujetó la mano y me la beso. Aquello destrozo totalmente mi tranquilidad. Rápidamente llegué a mi casa, fui tirando todas las cosas y esquivando cajas para llegar a la habitación y gritar a pleno pulmón. Mi padre un tanto aturdido corrió hasta donde estaba yo para preguntar por mi estado. Le sonreí y le abracé diciéndole que el sitió me gustaba mucho. En realidad, me encantaba.

Al fin después de quitar las cajas y ordenar había decidido salir a dar una vuelta. Esta vez con un mapa. Todo fue hermoso hasta llegar al parque donde me volví a perder. Como no sabía por donde regresar me quedé sentada en un banco observando mi lioso mapa.

-Si te dejo sola vete a saber que te ocurre…- esa voz tan poco familiar revoloteó por mis oídos y las tripas se me revolvieron.

- ¿Itachi-san?- dije contenta- ¿Me ayudas a volver a casa?

Se rió y encantado trazamos en el mapa un camino. Volví a mi casa totalmente contenta siendo acompañada por mi nuevo compañero.

El sol se había decidido ocultar antes de llegar a mi casa. Itachi se disculpó y se fue por otro camino ya que debía hacer unos recados. Así que al llegar a la casa encontré todo demasiado tranquilo. Entré en el despacho de mi padre como estaba acostumbrada hacer cada vez que volvía de un paseo. Esté se encontraba con el ceño fruncido observando unos papeles bastante preocupados…

-¿Qué ocurre papi?- pregunte un tanto infantil.

- Hija… ¿aún te gusta aquel chaval?- pregunto un tanto compujido.

- ¿Naruto-kun?- me sonrojé un poco pero no pude evitar sonreír- No, estuvimos un tiempo juntos, pero ya sabes que no funciono…

- Bien- suspiró y firmo aquel papel- hija, no me odies por esto ¿vale? Odia a tu madre…no a mi.

Entonces me entregó un papel que cambió totalmente mi vida.


¿Qué les ha parecido? Espero que me lo comuniquen.

besos