Ciaossu:3

Bien, esta es solo otra de mis raras historias. Un tanto común y cliché.

Advertencias:

-Alto contenido de genderbender. (Mucho, demasiado en ¡Extremo!)

-Estupideces cursis.

-Palabrerío sin sentido.

-Drama.

Están advertidos…


Hijo de Cielo y Tierra

Objetivo 1

Yo quiero ayudarte

"Porque te amo aunque tú no me ames."


-¿Estás seguro de esto, Tsuna-kun?

Él la miró con cautela, pensando cuidadosamente todo lo que habían planeado días atrás.

¿Estaba bien lo que iban a hacer?

¿Eran capaces de mentir de una manera tan pérfida a sus amigos y seres queridos?

¿Estaba bien involucrar de una manera tan cruel a su mejor amiga, la persona que mejor lo entendía en el mundo?

Él sabía que eso no era correcto. Que estaba mal desde cualquier punto de vista social, político y religioso. ¡Esto era un vil pecado! Pero no le importaba, ya había esperado mucho tiempo, y no encontraba alguna manera de que ella, Sasagawa Kyoko-chan, hiciera caso de su inútil persona. Mares de años eran los que llevaba esperando por poder tener una oportunidad con esa chica. La ídolo de su escuela. Esa chica le había robado el aliento desde el primer día en que la vio. Simplemente se había enamorado de ella. Sin profundidades o íntimos sentimentalismos.

Tsuna no contestó a su pregunta.

Solo se quedó en silencio, pensando y sobre pensando. Notó que quería decir algo, pero las palabras no lograban salir de su boca, solo se quedaban estancadas en su garganta. El empezó a emitir un aura depresiva, melancólica. Entonces, lo miró, y logró ver la ambivalencia que sucumbía a su afligido corazón. Aflicción que solo podía ser causada por un amor no correspondido. Enma sentía pena por su mejor amigo y por ella misma, ambos pasaban por la misma terrible situación. Ambos eran seres inexistentes e insignificantes para la persona que amaban. La misma tristeza de él comenzó a embargarla, sintió como su corazón y el de Tsuna se entrelazaban en el mismo amargo y despiadado sentimiento.

Ellos dos eran débiles y frágiles hojas de papel, maltratadas por el destino, mientras que el infortunio y la desgracia eran un fuego oprimente y avasallador, ese fuego los consumía en carne viva en ese momento. Los consumía sin pena ni culpa. Los consumía dolorosamente mientras se burlaba de su pena y desdicha.

Ambos eran unos inútiles con corazones rotos y endebles esperanzas.

Sentía que ella podía aliviar la pena de Tsuna, aliviarla por lo menos un poco. Ella tenía la respuesta para mitigar el roto y destrozado corazón de Tsunayoshi. Amaba demasiado a ese chico de deslumbrante sonrisa y dulce presencia como para que pasara por lo mismo que ella.

Amor no correspondido.

Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para que el dejara de sufrir, incluso si eso significaba sacrificar su propia felicidad. Él ya había hecho mucho por ella, más de lo que cualquier otra persona en el mundo había hecho. De alguna manera tenía que regresarle todo, y esta era la forma en la que podía mostrar su gratitud hacia a él…

-Tsuna-kun…

Su voz sonaba insegura pero decidida. La pelirroja sabía que esta decisión le traería la más grande de las calamidades, pero no estaba actuando por su bien propio. Actuaba por el "bien" de Tsuna.

Actuaba como toda una joven enamorada. Capaz de hacer cualquier cosa por el chico que ama.

Él pareció salir de su trance, un tanto perdido y perturbado pero logró enfocar su vista en su acompañante. La miró una vez más, dispuesta a hacer lo que él le pidiera, ella no merecía eso. No, a ella nunca podría dañarla de esa forma. Nunca podría ser capaz de lastimar a su mejor amiga.

-Enma-chan, creo que sería mejor que no…

Puso una mano sobre su hombro y lo miró directamente a los ojos. Con decisión y firmeza. Sin vacilaciones. Se sorprendió, nunca había visto esa mirada tan decidida por parte de ella, y ya llevaban bastante tiempo de conocerse. En su mente, se conocían de toda una vida.

-Tsuna… ¿a ti te gusta esa chica, no?

No comprendía a donde quería llegar Enma realmente, pero aun así contestó con un leve asentimiento de cabeza. Enma solo sintió como su corazón se quebraba una vez más.

-Entonces si es así…no tienes por qué sentirte culpable por lo que vamos a hacer.-quitó la mano de su hombro y se dirigió a la ventana de la habitación de Tsuna, observando como sus guardianes y los de Tsuna, además de todos sus aliados, comenzaban a llegar.-yo prometí que te ayudaría con esto, y es una promesa que pienso cumplir, Tsuna-kun. Enserio…-se mordió un poco el labio por la impotencia.-…no tienes por qué preocuparte por mí.

-Enma-chan, pero…esto es demasiado. En verdad, no tienes que hacerlo.-dijo acercándose a su lado.-no quiero que esto dañe nuestra amistad. ¡Esto no es cualquier cosa!

La sola idea de que esto pudiera crear una herida o incluso que destruyera su amistad con la jefa de los Shimon. Su relación amistosa más fuerte, extraordinaria e importante, le aterrorizaba. Le asustaba y torturaba demasiado perder a Enma.

¿Y si él y Enma ya no se veían de la misma manera después de esto?

¿Y si nunca podían volver a tenerse la confianza que se tenían ahora?

¿Y si nunca volvían a hablarse?

¿Y si nunca volvían a ser mejores amigos?

Entonces… ¿Qué sería de él, Sawada Tsunayoshi?

Se conmovió por las palabras de su amigo. Aun así, esas palabras tuvieron el efecto contrario al que deseaba el Vongola. En lugar de hacer retroceder a Enma, de hacerla desistir de su lunático plan, la hicieron convencerse más de que debía ayudarlo.

Él se preocupaba una vez más por ella, y ella pagaría esa amabilidad.

-Nuestra amistad no se dañará.-Tsuna puso especial atención a la chica.-más bien se fortalecerá. Yo mejor que nadie se lo que se siente tener cerca a la persona que amas y no poder hacer nada, y eso, te hace sentir impotente...frustrado.-miró directo a los ojos chocolate una vez más.-No quiero que sigas sufriendo por eso, Tsuna-kun…si hacemos esto, Kyoko-san se fijara en ti, te lo aseguro. Además, los "inútiles" debemos ayudarnos entre nosotros.-dijo sonriéndole de forma noble y sincera.

-Enma-chan…-la cálida sonrisa de Enma le había dado la confianza que necesitaba para poder seguir con el plan que anteriormente estaba pensando en abandonar.-…gracias. Muchas gracias.

-No tienes nada que agradecer.

-¡Pero claro que sí! Gracias a ti podré…

El sonido de la puerta interrumpió las palabras del Vongola. Bastaron solo unos cuantos golpes para que después Gokudera mostrara su cabeza por un pequeño espacio entre la pared y la puerta.

-Juudaime, lamento interrumpirlo, pero todos han llegado ya, y lo esperan a usted y a Enma en la sala.

-Gokudera-kun, dile a todos que bajaremos en unos minutos.

La tormenta solo hizo un leve gesto y bajo para acatar la orden del capo.

El momento había llegado, y ambos jefes lo sabían. La hora de ejecutar su plan por fin había llegado. Se miraban un tanto incomodos y avergonzados por lo que a continuación tendrían que hacer y decir frente a sus amigos. Ninguno tenía experiencia en esos temas, así que por lo tanto, llevar a cabo su plan sería un tanto difícil y complicado.

-Creo que deberíamos de bajar ya, Tsuna-kun. Todos nos esperan.-se dirigió a la puerta sin esperar respuesta de Tsuna.

-Oh, sí. Claro, bajemos ahora.-comenzó a seguirla mientras un leve y pequeño sonrojo se formaba en ambos chicos. Sabían que cuando dieran la noticia a sus guardianes y a todos los demás, se los comería la vergüenza.

-Enma-chan, apropósito… ¿a ti también te gusta alguien, verdad?-preguntó tímidamente, rascándose una mejilla y esquivando la mirada de su amiga. En realidad hace tiempo que quería hacerle esa pregunta a la pelirroja. Siempre la veía sonrojándose y suspirando soñadoramente cuando miraba al cielo, e incluso, su propia Súper Intuición se lo decía. Además, Enma se lo había confirmado inconscientemente solo hace unos minutos.- "Yo mejor que nadie se lo que se siente tener cerca a la persona que amas y no poder hacer nada".

Ella se congeló.

¿La habían descubierto?

-¿Eh?-fue inevitable que la sangre se acumulara en sus mejillas-¡Por supuesto que no!-su cara se tornó tan roja como su cabello. Tsuna hizo una mueca que indicaba que no le creía.

-Enma-chan…-soltó suavemente mientras se acercaba.-No tienes por qué escondérmelo. Yo…yo sé que a ti te gusta alguien, tu misma lo dijiste hace unos minutos…

Quería y deseaba golpearse por ser tan dame. Ella sola se había delatado ante él, Sawada Tsunayoshi-kun, el amor de su vida.

¿Por qué tenía que ser tan idiota?

-Enma-chan…sé que este debe de ser un tema bastante penoso para ti. Bueno, incluso para mí lo es. Pero aun así, quiero que sepas que no tienes que mentirme a mí sobre esto. Tú mejor que nadie sabe sobre mis sentimientos hacia Kyoko-chan.-una herida más fue directo al corazón de Enma, una herida que la ataco sin compasión, ni piedad.-y es por eso que también me gustaría que me tuvieras la confianza para decirme quien es ese chico al que tanto amas.

Tsunayoshi no mentía, enserio tenía un real y sugestivo interés por saber quién era el hombre que hacia suspirar con tanta ternura y devoción a su mejor amiga.

-Tal vez…yo también pudiera ayudarte, ya sabes, así como tú me ayudarás a mí.-ofreció tímidamente.

Su ritmo cardiaco se aceleró al máximo. Casi podía sentir como el corazón se le salía del pecho. Tsuna solo la miraba tranquilo, expectante a una respuesta por parte de ella.

Tan solo le diría la verdad. El silencio comenzaba a hacerse incómodo para ambos.

-Yo ya no puedo hacer eso, Tsuna-kun.-la voz de Enma sonó demasiado dolida. Él lo notó.-él ya tiene a alguien más en su vida. Bueno, más bien, pronto la tendrá.-susurro para ella misma lo último, mientras le daba la espalda.-Simplemente yo ya no tengo oportunidad con él, Tsuna-kun. En realidad, nunca la tuve…

Tsuna sintió que nunca debió haber abierto la boca. Ahora había hecho sentir mal a una de las personas más especiales y valiosas de su vida.

Y simplemente, no sabía que decirle. El dolor de la Shimon lo había dejado helado. Estoico y de piedra.

-Enma-chan…yo, lo lamento…

-Yo también.-dijo abriendo la puerta.

Y así, dieron por finalizada su conversación. Ya no había más cosas que decir, todo estaba aclarado y bien calculado. Solo les quedaba ejecutar su "malicioso" plan.

Todos abajo esperaban con interés la noticia que el dúo-hyper les tenía.

Todos se encontraban en la acogedora sala de estar del Décimo Vongola. Él cielo les había pedido hacía un par de días que se reunieran en su casa, tenía la intención de darles una importante noticia junto a la líder de los Shimon.

Habían pasado varios años desde la batalla de la maldición de los Arcobaleno. Exactamente, cuatro años. Esos últimos años habían sido realmente tranquilos y pacíficos para la suerte y alegría de Tsuna. No es que no hubiera peleas o disputas con otras familias o grupos, pero simplemente, no eran tan fuertes como las otras familias con las que habían tenido que lidiar en el pasado. Por lo tanto, no eran rival para la mafia más poderosa del mundo. La Familia Vongola.

En cuatro años habían pasado muchas cosas;

Debido a que los Arcobaleno habían recuperado sus cuerpos, Lal y Colonnello habían decidido casarse inmediatamente, mientras que el resto había decidido seguir con su vida justo como era antes de la Maldición. Iemitsu pasaba más tiempo con su hijo y esposa. Dino y Bianchi se habían unido en matrimonio después de que el escorpión venenoso descubriera sus sentimientos por el líder de la familia Cavallone, y ahora tenían un pequeño niño de casi dos años idéntico a Dino, al cual, llamaron Marco. Reborn seguía siendo el tutor de Tsuna, después de todo, el castaño aún no tomaba el mando de la familia, pero eso sí, sus entrenamientos ahora eran mucho más espartanos y rudos que antes para la mala suerte de Tsuna. Xanxus había aprendido a convivir un poco con Tsuna, por petición del Noveno, y en consecuencia, los guardianes de Tsuna y Los Varia ahora tenían una relación más cordial. Lambo e I-pin habían comenzado asistir a la primaria y por imposible que pareciera, Lambo había dejado de usar su traje de vaca. Fuuta se había convertido en un apuesto adolescente de 14 años, pero aún seguía jugando con los niños a pesar de su edad. Ryohei había comenzado una relación de hace más de dos años con Kurokawa Hana, la cual terminó en un joven matrimonio. Haru había superado a Tsuna hacía varios años, entendiendo que su amor por el castaño era solo una infantil admiración, incluso, ahora tenía una relación de tres años con el guardián más fuerte, Hibari Kyoya, quien ya no era más el prefecto de la secundaria Namimori, pero que aún seguía mordiendo hasta la muerte a los herbívoros que se atrevían a perturbar la calma de su bella y amada ciudad. La nube había cambiado un poco con los años, seguía odiando el amontonamiento de herbívoros, y seguía resistiéndose a ir a las reuniones con los Vongola, pero por amor a su novia, aceptaba ir aunque no fuera algo de su agrado. Amaba demasiado a esa herbívora que a veces tenía pequeños episodios de carnívora. La suerte para los Shimon había cambiado, muchos fuertes y poderosos mafiosos habían decidido unírseles, y debido a esto, el grupo crecía más y más. La familia Shimon volvía a tener el renombre y popularidad que tenía en los tiempos de primo. Fama que siempre debió tener. Mukuro seguía con sus compañeros de Kokuyo, pero prestaba su fuerza a Vongola cuando era necesario, y aunque suene apresurado, y a pesar de ser bastante joven, se había casado con Chrome, no deseaba a volver a separarse de la pelimorado. Irie Shoichi y Spanner se habían unido más a la familia de Tsunayoshi, ocupando ambos un importante puesto en Vongola y en el grupo de amigos de Tsuna. Byakuran y su grupo, junto con Yuni y el Giglio Nero, seguían teniendo una fuerte relación entre ellos al igual que con Vongola. Y el suceso más increíble, pero que al final todos se esperaban, era el reciente noviazgo de Gokudera y Yamamoto. Todos sabían que esos dos a pesar de sus diferencias iban a terminar juntos.

-Tsuna-san y Enma-chan ya tardaron demasiado. ¿No creen?

La noticia le tenía demasiado ansiosa. ¿Qué era tan importante para que reunieran a todos? Ella tenía una idea, pero no quería sacar conclusiones apresuradas. Aun no quería emocionarse.

Gokudera en ese momento entró a la habitación.-Juudaime dijo que bajarían en unos minutos.-contó mientras tomaba un lugar junto a su novia.

-Ese dame-Tsuna. ¿Qué se cree para tardarse así y hacerme perder mi valioso tiempo?-y por sorprendente que esto fuera, ni siquiera Reborn. El mejor hitman del mundo y el más fuerte de los ex arcobaleno, sabía lo que su alumno y mejor amiga traían entre manos.

Vaya sorpresa que se llevaría.

Pasaron unos cuantos minutos más antes de que Tsuna y Enma bajaran.

-Kufufufufufu.-la risa de la niebla no se hizo esperar.-Al fin bajan, joven Vongola, Sawada Tsunayoshi. Princesa Shimon, Kozato Enma...

-¡Sawada! ¡¿Para qué nos convocaste aquí?! Espero que sea para que nos des una noticia ¡Extrema!

Ryohei se colocó frente a ellos con llamas en los ojos.

-¡Estúpido cabeza de césped! ¡Deja en paz a Juudaime!

-¡¿Cómo me llamaste?! ¡Cabeza de pulpo!

-Gokudera-kun, Onii-san. No es necesario que peleen... -interfirió.

En pocos minutos todo se volvió un caos.

Lambo se unió a Ryohei, peleando ambos con Gokudera. Yamamoto, Fuuta e I-pin intentaban calmar la pelea de los tres guardianes. Koyo, Julie y Belphegor se burlaban sin pena de la tormenta, del sol y del rayo, mientras que Shittopi-chan ignoraba a todos por sus aros flotantes. Adelheid, Fon, Lal y Basil solo soltaron un largo y cansado suspiro. Kyoko miraba un punto indefinido de la pared. Mukuro y Byakuran solo reían divertidos por la situación. Yuni solo observaba preocupada. A Xanxus y Hibari se les podía ver emanando un aura asesina por él escandalo armado, y a Haru soltando asustada un Hahi al ver a su novio con ganas de morder a alguien hasta la muerte. Lussuria desde su asiento no dejaba de canturrear lo lindo que se veía el guardián del sol enojado, y Shoichi no dejaba de rogarle a Spanner que ayudará a Takeni a calmar a los guardianes de Tsunayoshi.

Un fuerte estruendo se escuchó por todo el lugar…un disparo fue la razón del sonoro estallido.

Reborn sostenía su arma con la mano derecha hacia arriba, seguía presionando fuertemente el gatillo. Sus ojos estaban ligeramente cerrados y su ceño levemente fruncido. Un hoyo se podía apreciar en el techo. Todos al ver al asesino en esa posición decidieron guardar silencio y regresar a sus lugares. No querían volver a hacerlo enojar.

-¿Ya terminaron?

Un silencio sepulcral fue la respuesta.

-Dame-Tsuna, Dame-Enma. Tienen la palabra ahora.-con gracia guardo su pistola y volvió a su asiento.-Aprovéchenla bien.-dictó.

-¡Hai!-fue lo único que dijeron ambos. Asustados y conteniendo sus chillidos por la demoniaca voz.

Enma y Tsuna se miraron entre sí para darse valor el uno al otro. Tomaron un poco de aire hasta llenar bien sus pulmones y luego volvieron a fijar su mirada en el otro. Pensaban lo mismo, Tsuna era el que debía de dar la "gran" y "maravillosa" noticia.

Tsunayoshi se armó de valor, ignorando los fuertes latidos de su corazón y la sangre que comenzaba a acumulársele en sus mejillas. Mirando a todos los presentes y tomando sorpresivamente a Enma de la mano, declaró…

-¡Enma-chan y yo somos novios!

Y la bomba, estalló.

Continuara…


Lo sé, lo sé, lo sé…

Todos deben de estar preguntándose;

¿Por qué rayos está publicando una nueva historia si aún no ha terminado las otras qué tiene? :v

Soy una irresponsable en todos los sentidos, lo sé:c Pero es que cuando me viene la inspiración simplemente no puedo ignorarlo, y lo de haya arriba es lo que salió u.u ¿Y qué les pareció él capítulo?

Pero tengo buenas noticias, (creo). Esperó volver a publicar en mis otras historias entre la semana que viene y la que sigue, (así que estén atentos) cx

Sin nada más que decir, me despido uwu/

¡Sayonara!