N/A con algunos avisos
Drabble sobre el Dojinshi KidxLaw llamado Rapunzel, publicado hace unos años. (Dependiendo de la popularidad que tenga me planteo alargarlo a algo así como un One-Shot, así que está en vuestras manos, seguidlo y dejad reviews si os interesa).
Desconozco si se han hecho otras versiones por aquí, pero me gustaría crear mi final para satisfacer la llorera que pillé al leerlo.
Narra Kid, al llegar al Archipiélago de Sabaody.
Me di la vuelta y me marché, alejándome de él sin pronunciar palabra alguna. Tuve que irme antes de que mis lágrimas comenzasen a brotar, sosteniendo mi corazón en un puño para no romperme en mil pedazos. Fingía odiar ser feliz, pretendiendo ser fuerte. Dejó escapar el futuro entre sus manos, rezando por mi bienestar para protegerme del hombre que le utilizaba cual objeto. Sus labios pedían que los recuerdos volviesen a latir dentro nuestro, no podía verle, pero estaba seguro de ello.
El mundo es grandioso y él sigue retenido en esa jaula, entre esos barrotes que arranqué para liberarlo, pero no quiso tomar mi mano. Han pasado muchos años desde entonces, cada segundo sin Trafalgar parece una eternidad en el infierno, pero me prometió surcar los mares con Doflamingo solo para verme a mi. ¿Acaso no tengo permitido soñar con ese hecho? Aunque fuesen mentiras, seguía creyendo en ellas.
Nunca recuperaré tus deseos, pecando por cada error y borrándome de tu memoria. ¿Me recuerdas aún? No, no lo creo.
Caprichoso el destino, que busca una respuesta a su curiosidad, entrelazando de nuevo los caminos que debían permanecer en el olvido. Fue entonces cuando te vi, un extraño sombrero y unos tatuajes adornaban tu cuerpo que anteriormente parecía tan frágil. Dichosos los ojos, ese niño que se creía médico rompió su coraza.. o quizá solo la reparó en mi ausencia.
¿Conseguiste la libertad que no anhelabas, rompiste el sello? ¿Tus manos querrán sanar mis heridas de nuevo, o tu presencia en este lugar no lleva mi nombre? Qué arrogante puedo llegar a ser, si ni tan siquiera recuerdas mis historias.
Me detuve, detuve mi mundo sólo para observarte una vez más antes de jurarte promesas imposibles. Giraste tu rostro, chocando con esa mirada gris llena de dolor. ¿Qué te hicieron, Trafalgar? Noté una punzada en mi pecho, esperando oír tu voz una vez más antes de morir en mi tormento.
"¿Eustass-ya?" pronunciaste, sonriendo de la misma forma que el día en que te regalé aquel juguete. Contraje mi respiración sólo para extender mi brazo, mostrando mi mano de nuevo. Y esta vez... esta vez la tomaste con seguridad.
