LA MAGIA DE LA VIDA
Hola a todos esta es una historia loca que se me ocurrió y no me dejaba dormir en paz si no salia a la luz, así que la plasme en unas hojas y ahora esta ante ustedes, espero la disfruten, nota especial no se confundan, para nada es una historia yaoi aunque en este primer capitulo lo parezca.
Disclaimer; las tortugas ninjas no me pertenecen, yo solo soy dueña de los Fics... ¡POR QUE!
En la gran manzana, por sus oscuras calles, la vida tomaba su curso normal… o cuando menos casi no había señales de ataques, bombas, colisiones o algo así; los Dragones Púrpuras se habían puesto a jugar naipes con los del Clan del Pie, cansados de esperar a que sus enemigos aparecieran para que cayeran en su trampa, en un instante un celular vibró.
― Si alguien toca mis cartas, perderá la mano, ¿queda entendido? ― fue la advertencia de Karai antes de levantarse para responder la llamada.
― ¿Si, padre?
― ¿Puedo saber porque tardan tanto?, hasta un niño puede hacer caer fácilmente a cualquiera en esta trampa ― decía Shredder desde el celular.
― Tenemos complicaciones.
― A menos que se hayan dejado descubrir yo no veo ninguna complicación.
― La complicación es que ellos no han aparecido.
― ¿Qué dices?
Mientras tanto en las alcantarillas, más precisamente en la guarida de los jóvenes héroes, una tortuga de piel verde esmeralda caminaba de un lado a otro con una actitud entre incrédula, molesta y nerviosa.
― Rafael, ¿podrías parar ya?, nos estás mareando ―, le recriminó el de bandana morada.
― Donnie tiene razón, unas vueltas más y regresaré toda mi comida y postres de la semana ―, reclamó el menor de las tortugas, quien estaba en todos los tonos de verde excepto el que le correspondía.
― Si eso pasa vas a tener que limpiar todos sus desechos, cabezotas ― advirtió Casey, Mikey respiró profundo al recordar algo importante.
― Oigan, ¿no les parece que nos estamos quejando demasiado?, después de todo no ayudamos mucho a Leo con nuestro comportamiento.
― Mikey tiene razón, nuestra actitud no ayuda en nada, sobre todo la tuya Rafa ― regañó Abril al quelonio de rojo.
― Pero es que es una tontería ― dijo Rafael deteniéndose al fin ― una total y soberana tontería, no sé cómo convencieron a Leo de siquiera pensarlo.
― Pero si fuiste tú quien lo convenció de hacerlo, él ni siquiera creía en ello ― le recordó Casey, lo que hizo avergonzar al de bandana roja.
― Ya no podemos hacer más que esperar, amenazaste a Leo con no salir de ahí sin un resultado positivo o negativo ― habló Leatherhead, haciendo que el segundo al mando sintiera que le caían un montón de ladrillos en la cabeza.
― Bueno, esto será una de esas cosas de las que podremos reírnos después… ― se quiso zafar Rafael de la situación.
― Pero mientras tanto sería mejor que apaciguaras la tormenta que tienes dentro ― lo reprendió Splinter, viendo el actuar de su segundo hijo y como esta actitud ponía en peligro la cordura de los demás.
― Hai, Sensei ― se rindió el de rojo, en ese momento se abrió la puerta del baño saliendo de ahí un pálido Leonardo que se sujetaba de la pared como si un alma en condena hubiera aparecido.
― ¿Leo?, ¿pero qué…? ― antes de que Abril pudiera terminar su pregunta, Leo depositó un objeto en su mano que provocó un grito ahogado en la pelirroja ― esto no puede ser posible ― al escucharla todos se acercaron a ver el objeto en su mano.
― ¡No puede ser, es imposible! ― grito Rafael.
― ¡Esto está fuera de todos los parámetros de lógica! ― fue la opinión de Donatelo.
― M…me hice esta prueba… con todos los dispositivos que trajeron Abril y Casey… todos dieron el mismo resultado ― apenas podía explicarse Leonardo mientras Splinter le ayudaba a sostenerse.
― Donatelo, ¿podrías explicar esto? ― preguntó la anciana rata, que no entendía lo que pasaba, de hecho, nadie ahí lo hacía.
― No sensei, no sin pruebas médicas.
― ¡¿Y por qué no comenzamos ahí desde un principio?! ― se molestó Rafa, si es que se podía molestar más.
― Porque tú encerraste a Leo, antes de que yo le pidiera que me dejara hacerle las pruebas pertinentes ― contestó tranquilamente Donnie, bajándole de golpe el coraje a su mayor.
― Donatelo, prepara todo para los exámenes médicos ― ordenó Splinter, a lo que el joven genio asintió ― Señorita Abril, Leatherhead, agradecería que apoyaran a Donatelo ― por respuesta ellos asintieron y se fueron tras del genio.
― Miguel Ángel, por favor, prepárale un té a tu hermano para calmar sus nervios.
― Mejor que sea para toda la familia ―, respondió el menor con un suspiro encaminándose a la cocina.
― Señor Jones, Rafael, ayúdenme a llevar a Leonardo a la sala mientras preparan el laboratorio para las pruebas.
Mientras Splinter daba órdenes, Leo observaba el objeto que Abril había dejado en la carrera sobre una mesita, se trataba de una prueba de embarazo, una de tantas que sus amigos humanos habían conseguido, al principio solo la hizo porque Rafael lo había obligado pero al ver el primer resultado sintió un hueco en el estómago, se hizo la segunda prueba, y la tercera y así siguió con las demás pero todas dieron con lo mismo.
― "Una tortuga macho no podía dar a luz, esa regla se aplicaba en todos los seres vivos del planeta, ¿verdad?" ― pensaba Leo observando el aparato que indicaba que Leo traería una vida nueva al planeta.
Espero les guste haya gustado este fic man denme sus Review con sus comentarios que yo los estaré esperando con gusto
