Holo! Esta es la primera historia de Naruto que publico. Con todo esto de que ahora mi otp es canon, tenía que hacerlo! Esta vez, trata sobre algunas citas de Naruto y Hinata.
Disclaimer: NARUTO es propiedad de Kishimoto.
Golden Time
Chapter 1: Dates
By Megumi Kurosaki
Uno, dos, tres, cuatro... y así es como el ninja seguía contando los segundos que pasaban desde que había llegado al punto de encuentro que tenía planeado con Hinata Hyūga. El rubio se sentía nervioso y no dejaba de dar vueltas de un lado para el otro mirando hacia el suelo.
De pronto se quedó parado en el mismo lugar que al principio y se acomodó su bufanda roja, ya que todavía el clima era algo frío.
— Naruto-kun — escuchó a unos pocos metros. Se trataba de la chica que estaba esperando y sonrío al verla. Era su primera cita.
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Ya el frío había pasado bastante, por lo cual el joven Uzumaki pensó en volver a invitar a Hinata a una cita, pero esta vez tenía planeado llevarla a su lugar favorito en todo el mundo: Ichiraku's Ramen. No era el lugar más romántico de la aldea, pero era suficiente para ambos.
El chico pasó a recoger a la Hyūga a su casa, no sin antes recibir un par de advertencias por parte de Hiashi, el padre de Hinata y Hanabi. Al estar ya los dos solos por las calles de Konoha, el rubio le dijo a donde planeaba invitarla, lo hizo con un poco de vergüenza, ya que en el fondo pensaba que tal vez a ella no le apetecía esa idea.
Pero, claro, todos conocemos a la dulce Hinata y obviamente su respuesta sería un suave y tímido sí. Para Naruto esa cena fue una de las mejores, no solo por el hecho de comer su delicioso ramen, sino por estar en compañía de la chica.
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¡Que día tan lluvioso! Y justo ese día Hinata había invitado a Naruto a la mansión Hyūga a tomar el té. Él acepto al enterarse que Hiashi no estaría ese día.
A medida que la lluvia continuaba, la peliazul creía que haber invitado al Jinchuriki no era la mejor idea... podría pasarle algo. ¡Ay, no! ¿Y si se perdió?¿Y si se enferma en el camino? El corazón de la dulce chica estaba latiendo rápidamente por el susto. Decidió ir a la puerta de su casa, junto a un paraguas violeta.
Tres minutos después, llego un Naruto empapado y cansado. Un minuto después, ambos se encontraban dentro de la casa; él secándose y ella preparando el té. Diez minutos después, estaban bebiendo y comiendo con tranquilidad. Veinte minutos después siguieron conversando a pesar de la falta de té y comida. Tres horas después, Naruto se despidió de Hinata con un beso en los labios.
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El Uzumaki y la Hyūga se encontraban ahora por las calles de Konoha, charlando, riendo y sonriendo. Era un día perfecto.
En un momento, el joven toma la mano de su compañera, lo que la sorprende.
— Hinata, ¿puedo preguntarte algo? —inquirió con nervios.
— ¿Quieres... eh... quieres ser mi novia? — ella detuvo el paso para contemplar la ahora sonrojada cara de su cita — ¡Por favor, di que si!
— Naruto-kun... — dijo conmovida — Sí, quiero.
¡Él casi se pone a saltar al escuchar eso! Pero no podía ser tan escandaloso, así que solo le quedó abrazar con fuerza a esa chica, que lo hacía tan feliz.
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¿La comida? Lista. ¿Las bebidas? Listas. ¿Su cabello? Eh... no tan listo como lo anterior. Hinata estuvo todo el día en casa de Naruto preparándole una deliciosa cena para cuando volviera de su última misión. Ahora que eran pareja, ella estaba bastante tiempo en casa de él. Algo que a su padre le molestaba un poco.
El ruido de la puerta acompañando por un "¡Tadaima!" La despertó de sus pensamientos. Él ya había llegado.
— Okaeri, Naruto-kun — dijo ella al verlo. Una enorme sonrisa apareció en el rostro del hijo de Kushina cuando observo a la chica que ama junto a la comida que ama.
— ¿Todo esto es para mi? — preguntó. La Hyūga asintió y, después de disculparse por como se encontraba su cabello azulado (algo que Naruto dijo que no importaba, ya que se veía bien de todas formas), se sentaron los dos a comer un delicioso ramen casero y se convertía, desde ahora, en el preferido de él.
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Era de tarde ya y las dos hermanas Hyūga se encontraban fuera de la Academia Ninja. Hinata había ido a recoger a Hanabi y ahora las dos estaban esperando a alguien mas: a Naruto Uzumaki.
Él, al escuchar por parte de su novia que iría a buscar hoy a su hermana menor, tuvo la idea de ir a verlas a ambas allí, ya que tenía algo importante que hacer en la mansión Hyūga.
— ¿Y por qué tenemos que esperarlo, nee-sama? — preguntó la ya cansada niña.
— Porque Naruto-kun tiene algo importante que hablar con otou-sama — le contestó.
Los ojitos perla de Hanabi brillaron con esplendor.
— ¿Va a pedir tu mano? — Hinata casi se cae ante este comentario.
— No, no — dijo con mucho color rojo en su rostro — pero otou-sama todavía no sabe que Naruto-kun y yo somos pareja, así que...
— Ah, así que se lo dirá él. ¡Que novio tan valiente! —expresó la menor. La mayor suspiró. — mira quien esta ahí.
En efecto, al ver para donde señalaba su hermana, la peliazul vio al chico de sus sueños sonriéndole.
— Lamento la tardanza —dijo al acercarse — ¿Quieren ir por un helado antes, para compensar?
Hanabi grito con alegría, por lo que los tres, tomados de las manos, se dirigieron en camino a comprar unos deliciosos helados.
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Ellos podían escuchar los fuegos artificiales de esa noche, pero no les importaba, ya que estaban en un tarea bien dulce. Tanto Naruto como Hinata habían ido ese día a un festival para ver los fuegos... ¿Qué pasó? Pues, ambos se quedaron demasiado ocupados entre besos y besos.
Primero se besaban con lentitud, al ser el primer contacto. Después, aumentaban la pasión y velocidad, juntándose ahora sus lenguas en un bello baile. Luego, volvían a besarse lentamente, disfrutando de cada caricia. Y por ultimo, se separaban unos pocos centímetros, para verse a los ojos y sonreír como lo hacen los enamorados.
— Naruto-kun — susurró suavemente la chica al sentir como su joven novio volvía a acerca sus rostros, para volver a besarse.
Después de todo, en momentos así, ¿a quién le importan los fuegos artificiales?
Fin.
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Esto fue muy tierno! Espero que les haya gustado. Plz, dejen review.
Bye!
