Si tú bailas, yo bailo.

CAPÍTULO 1: La entrevista.

Corría rápidamente, incluso yo me sorprendí por lo rápido que se movían mis pies, esquivaba todo lo que interponía en mi camino, tenía que llegar. Cuando vi el edificio enfrente de mí, mi corazón se acelero, ese era el momento, mostraría lo que Lucy Hearphillia podía lograr. Me adentre al edificio, era grande, elegante, con muebles clásicos, y un gran espejo alado de la puerta. Me observe a mí misma, despeinada, sucia, mal maquillada y aun con esas ojeras que dejaron todas esas noches de entrenamiento duro. Agarre mi bolsa café que traía conmigo, y saque un peine, comencé a cepillarme el cabello y arreglarme lo mas que podía, hasta que moví mi mirada hacia un chico que estaba atrás de mi observaba, me gire para observarlo mejor. Pelo rosado, pantalón negro con camisa roja, se veía algo arrogante por la mirada que me daba.

¿Y tú eres…?

Amm… Lucy… Lucy Hearphillia- dije con voz tímida, su mirada fija ante mi me hacía sentir incomoda.

¿Lucy Hearphillia? Ah… la principiante.

Puse una mueca y me gire para agarrar mi bolsa y meter todo de nuevo adentro, ese chico, ¿Quién era? ¿Cómo se atrevía a llamarme principiante? Yo soy una gran bailarina, según me han dicho, por eso estoy aquí. Voltee y seguía ahí observándome.

Umm ¿Y tú quien eres?

Natsu Dragneel- dijo desinteresado, observándome todavía, ¿había algo que no le gustaba de mí? ¿Porqué me observaba tanto? Un momento… ¿Natsu Dragneel? Hijo de Igneel, el hombre que me mando a llamar para un contrato.

Dragneel…- Susurre para mis adentros.

Si, lose, hijo de Igneel. Supongo que tu eres la nueva chica que va a contratar ¿no?- dijo con aburrimiento en su voz- Si, lo llamare enseguida, espera aquí.

No dije nada, pues el chico se fue dejándome con la palabra en la boca, no lo pude evitar e hice un puchero. ¿Tanto esfuerzo para esto? La noche anterior no había dormido casi nada, estuve practicando con mi novio Sting, que por cierto, se enojo porque me fui tan temprano, pero fue mi culpa, nunca le dije la hora de la entrevista. Suspire. ¿Por qué todo me sale mal? ¿Por qué no puedo ser perfecta como mi amiga Erza? Erza es una de mis mejores amigas, pero, aunque no sepa bailar, sino cantar, es perfecta, sus calificaciones son altas, tiene un novio perfecto y cariñoso llamado Jellal, que la apoya en todo. Ella si tiene su vida organizada, y yo, yo no puedo bailar y escribir mi novela, sin que mi novio se enoje y mis calificaciones bajen. Escuche unos pasos hacía mi que interrumpieron mis pensamientos, voltee hacia arriba, pues tenía la vista agachada, y para mi sorpresa estaba Igneel, enfrente de mí, se veía algo enfadado pues al parecer lo estaba ignorando.

Igneel-sama gomenasai- dije haciendo una reverencia, estaba muy apenada, pero lo que escuche cambio todo, el estaba riéndose de mí, cosa que me dolió, pues pensé que no había cumplido sus expectativas, pero cuando voltee a verlo, no era él, el que reía, sino su molesto hijo Natsu Dragneel, que se burlaba de mi por estar tan apenada.

No se preocupe señorita Hearphillia- dijo molestando a Natsu, que hizo una mueca.

Yo voltee a ver a Natsu dándole una mirada de burla, cosa que noto e iba a replicar, de no ser que Igneel lo interrumpió.

Perdone a mi inmaduro hijo, venga, tenemos asuntos que resolver en mi oficina- dijo molestando a Natsu de nuevo.

No se preocupe Igneel-sama- dije educadamente.

Solo Igneel, por favor- dijo avanzando hacia una puerta enorme, muy lujosa, con muebles de madera, un escritorio café obscuro con un sillón enfrente de él, y del otro lado una silla muy lujosa, dando a entender que ese era su lugar. Tenía la foto de una mujer con un bebe en sus brazos, y él a un lado de ambos sonriendo. Y tenía también un cuadro de un dragón rojo en una de sus paredes.

Oh…- dije alabando su elegante oficina del hombre de cabellos rojos, alto, de piel blanca, ojos rojos y sonrisa perfecta, de ella sobresalían unos colmillos afilados.

Tome asiento señorita Hearphillia, lo que voy a proponerle es algo muy extraño.-Dijo dirigiéndose directo al punto.

¿Qué sucede? Cuando escuche que el gran Igneel, me mando a llamar, supuse que sería algo grande para mi.- Dije tratando de sonar calmada y seria, pero mi emoción me delato haciéndome parecer inmadura, cosa que Igneel noto, pues me observo extrañado, por mi gran cambio de personalidad, de una chica seria y educada, a una emocionada e inmadura. Me di una bofetada mental, para tratar de calmarme, pero no podía, mis manos temblaban igual que mis piernas, tenía al hombre más importante de toda Magnolia enfrente de mí, y lo mejor, el me había escogido a mí, entre miles de chicas.

Lo que sucede es que, supe que usted es una gran bailarina, y lo que le solicito es unas clases de baile- dijo sin expresiones en su rostro.

¿Clases de baile? ¿A Igneel-sama?- dije imaginándome a mí y a Igneel bailando, cosa de la que me arrepentí pues me causo un poco de risa, y me hizo lucir más inmadura, y se podía decir que me estaba burlando de él.

No, a mi no- dijo con molestia, estaba claro que se molesto por reírme- sino a mi hijo Natsu.

¿A Natsu?- eso si me cayó de sorpresa, ¿enseñar a un arrogante chico a bailar? ¿Qué estaba pensando ese hombre?- pero…- dije queriéndome negar, pues eso era algo imposible para ella, pero de nuevo fue interrumpida.

Le daré lo que pida.- Dijo con algo de suplica en su voz.

¿Qué hago? Está claro que necesito dinero para sobrevivir, por eso me emocione tanto, me imagine que me ofrecería empleo, pero ¿Enseñarle a bailar a un chico? Y no solo un chico, sino, su hijo. Hace mucho que escape de casa, para cumplir mis sueños, y encontré una escuela especial donde conocí a is grandes amigos, pero, escuche unos rumores sobre mi padre y su bancarrota, quiero ayudarlo, pero no tengo nada de dinero. Necesito ese dinero y ahora está más que claro para mí, pero, ¿Podre hacerlo? Digo, ese chico se ve muy inmaduro pero podre intentarlo ¿Cierto?

Le daré 100, 000, 000 jewells – dijo el hombre haciendo que me ahogara con mi propia saliva.

¿A-Ah?- fue lo único que alcance a decir, era demasiado, pero debía aceptar a la fuerza, por lo que me tranquilice y dije mi respuesta.- Esta bien.

Trato hecho, desde ahora todos sus gastos serán pagados por mi y le dará clases todos los días a las 5:00 ¿está bien?

Si, a las 5:00 está bien.

Lo que ninguno de los dos sabían es que un chico de cabellos rosados, escuchaba atentamente la conversación entre su padre y la chica. ¿Qué estaba pensando ese viejo? Yo sé bailar a mi modo. Suspire. Será una pena por la chica, pero, me niego a tomar esas clases solo porque el viejo me obliga. Lucy Hearphillia, serás destruida totalmente por Natsu Dragneel.