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Segundos pensamientos.
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1
Desde hace bastante rato que el entrenamiento se había terminado y en ese momento se encontraba caminando solo hasta el Maji, pues Kuroko le había rechazado la invitación de ir con el ya que según esto esa misma tarde se vería con otra persona por lo que no podría acompañarlo. No le tomo mucha importancia y le dijo que estaba bien. Aun que debía de aceptar que tuvo un poco de curiosidad por saber quien era esa persona, pues que el supiera, Kuroko se la pasaba en la escuela y en la casa.
Cuando por fin llego, entro al local y como siempre pidió una cantidad exagerada de hamburguesas -o al menos eso es lo que pensaba la gente- y se sentó en una de las tantas mesitas que estaban ahí. No supo cuanto tiempo le llevo para poder terminase las hamburguesas pero cuando termino, salio para dirigirse directamente a su casa.
Se sentía raro caminando solo, sin la compañía habitual del bajito. Pero tampoco era si hubiera mucha diferencia puesto que aun que se fueran juntos, el silencio en el que iba metido en ese momento era el mismo. Ya casi al llegar a su departamento, vio una cancha que no estaba tan lejos de ahí y aprovechando que traía un balón de basket en sus manos, decidió que seria una buena idea jugar un rato.
O eso pensaba hasta que vio que la cancha ya estaba ocupada por otras dos personas. Ya sera para la otra pensó, siguiendo su camino. Por pura inercia, al llegar al lugar donde estaba la cancha, giro su vista hacia las personas que estaban ahí, encontrándose con nada mas y nada menos que con Kuroko que jugaba con Aomine. O al menos eso intentaba pues cada que conseguía tener el balón, le era arrebatado por el mas alto para luego encestar.
Se detuvo a observar, se le hacia bastante esa extraña escena. Parecía que mantenían una platica mientras jugaban ya que en algunos momentos soltaban una que otra risa provocada por algo dicho por el contrario. Pocas veces veía sonreír de esa manera a Kuroko y aun que Aomine no le agradara en lo absoluto, agradecía que al menos el pudiera hacerlo sonreír y hacer que dejara esa cara de poker por unos minutos. Ya después de un rato el juego termino, y ambos fueron a sentarse en una de las bancas que estaba ahí y empezaron a hablar de nuevo.
Ya decidido a irse, retomo su camino, no sin antes echar un ultimo vistazo. Pero lo que vio le hizo quedarse hecho piedra en su lugar. En el mismo instante que el volteo, vio como el moreno tomaba a Kuroko por el cuello acercándolo hacia el para luego plantarle un beso en la boca. Y el bajito ni siquiera pareció importarle que estuvieran en la calle, pues le devolvió el beso de la misma forma al otro.
Nunca pensó que Kuroko tuviera gustos distintos. Bueno, mas bien pensó que ni siquiera estaba interesado en tener a alguien como pareja, siendo hombre o mujer. No es algo que le molestara de todos modos, había estado viviendo en Estados Unidos por mucho tiempo y estaba bastante acostumbra a encontrar ese tipo de cosas allá. Así que mas que asqueado estaba sorprendido.
Pero aun que lo había visto con sus propios ojos, mañana le preguntaría al peli celeste para asegurarse de que no estaba equivocado.
Sin mas, llego a su casa, se saco los zapatos y camino hasta su cuarto, dejando su mochila a un lado de la cama aun no era muy tarde pero dejándose vencer por el sueño que traía encima, termino durmiéndose minutos después.
….
Al día siguiente, despertado por los insistentes rayos del sol que le daban de lleno en la cara, indicándole que ya tenia que levantarse, y el molesto trinar de los pájaros. Se levanto con movimientos exageradamente lentos, aun con los ojos cerrados, queriendo así autoconvencerse de que aun estaba dormido y eso solo era un sueño. Lamentándose cuando topo contra la pared de su cuarto.
-Maldicion...
Sobándose el área donde se golpeo, abrió la puerta y fue a su baño, dándose una ducha rápida, pues ya era tarde. Cuando termino, se puso el uniforme y partió hacia la escuela. Acordándose en el camino de lo que había visto el día anterior y volviéndose a decir que tenia que preguntarle a Kuroko sobre eso.
Ya llegando, entro a su respectiva aula y sentó en su lugar, percatándose de que el bajito no estaba, solo su mochila. Se le hizo raro ya que siempre estaba leyendo algún libro o algo por el estilo, pero sin prestarle demasiada atención pensó que seria mejor esperarlo.
El peli celeste llego rato después, con su habitual cara de poker, sentándose detrás del pelirrojo. Le pico el hombro con su dedo indice, tratando de esa manera llamar su atención.
-Kagami kun
El mencionado se giro.
-¿Que sucede?
-La entrenadora me pidió que te dijera que hoy no habrá entrenamiento.
Sin necesidad de que el pelirrojo preguntara su pequeña duda obtuvo respuesta con lo dicho por el otro. Y antes de poder voltearse, recordó lo que quería preguntar desde ayer. Aun que la verdad no sabia como preguntarle de un modo correcto, así que lo único que se le ocurrió fue preguntarlo sutilmente.
-Oye Kuroko, ¿Tu y Aomine son pareja?
-¿Eh?
O al menos eso fue lo que pensó el.
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N/A: Hola! :D Hoy me anime a publicar este pequeño prologo de lo que sera mi nueva historia, claro esta que así va a ser si así lo quieren. La historia es un poco simple por así decirlo, pero mientras transcurra la historia verán como todo se empieza a complicar... en muchos aspectos.
Si no es mucho pedir les agradecería que me dejaran aunque sea un pequeño review diciendo "Sigue" o algo por el estilo. Así sabre que cuento con su apoyo. ¡Nos leemos!
-Phadium.