Es tan débil, tan frágil... que quiero romperla, llevarla hasta el cielo y dejarla caer en la desesperación.

Quiero abrazarla, hacerla depender de mi, y entonces... abandonarla.

—Kyoya, es necesario que contraigas nupcias con alguien para aparentar una vida de empresario en el mundo. Escondiendo los verdaderos negocios de los Vongola —. El aludido frunció sus cejas.

—No necesito esconderme como los débiles herbívoros. Las mujeres son molestas —recalcó. Dino suspiró casi derrotado.

—Es por eso que ella es la perfecta elección —la miró de reojo, y volvió a suspirar. Sentía lástima por la chica.

Hibari enarcó una ceja.

—¿Por qué la herbívora de Sawada? —. Ni siquiera la había tratado, no que le importara, pero al menos sabía una cosa. Esa mujer, era ruidosa y molesta. Muy diferente a él.

Cavallone observó a la joven, posteriormente al que una vez fue su alumno.

—Ella no te molestará —. Al entender la mirada de Kyoya, empezó a explicar. —Las mujeres son innecesarias para ti, nunca has buscado una pareja o relación sentimental. Por eso ella es la indicada.

—¿Y? ¿Qué tiene esa herbívora que no tenga otra? —. Bien, llegaban al punto importante. Dino sonrió, y con suma seriedad afirmó.

—Ella ama a Tsuna, nunca se fijaría en otro hombre —Hibari le observó escéptico. Ya había sufrido varios acosos de mujeres, por ello, las herbívoras terminaban en el hospital o en el psiquiatra.

—¿Y el punto es…?

—Ella no te ama, ni lo hará jamás. Es la perfecta pareja para ti, una persona que cubra las apariencias, pero que te deje ser libre sin ataduras ni que pida algo de ti.

El japonés miró a la muchacha, está con una mirada cargada de solitud y decepción, asintió. Todo era por su familia.

El ex-prefecto cerró sus ojos. Lentamente los abrió y sin emoción alguna, respondió.

—Bien, que ella sea mi esposa.

Cavallone se relajó, había conseguido un buen trato para guardar las apariencias, y sin violencia ni sangre como había anticipado. Hibari caminó a la salida de aquella sala, observó de perfil a la mujer que bajaba su vista, soltó un gruñido.

—No estorbes en mi camino herbívora. Esto será un simple contrato —. Salió sereno y calmo. Dino rió nervioso.

—Lo siento, Haru. Hibari es…—. La chica levantó la vista, mostrando sus ojos chocolate cargados de tristeza, pero determinación.

—Mn. No se preocupe Dino-san. Sí esta es la mejor decisión para el bien de Tsuna-san y la Familia, Haru será el ama de llaves de Hibari-san desu~ —fingió sonreír. Eso sería, no una esposa, sino una persona que se encargaba de la limpieza, y los quehaceres del hogar.

El blondo con el rostro prudente, evitando fruncir las cejas, soltó un suspiró frustrado. ¿Cómo podían hacer esto?

Todos los guardianes están a la cabeza de empresas, o asociaciones de beneficencia —habló Reborn. Dino y Tsuna se mostraron algo incómodos, sabían a dónde quería llegar el arcobaleno.

Hibari es alguien que debe de tomar esa responsabilidad y casarse con una mujer para mantener la apariencia "legal" de los negocios Vongola —afirmó de facto.

¡Pero, Reborn! —exclamó el Vongola —Hibari-san no querrá atarse a una persona, menos obedecer órdenes. No podemos obligarlo.

El arcobaleno le observó serio.

Aún eres Dame-Tsuna —aseveró.

¿Por qué? ¿Quién se haría responsable de ser la esclava de un sádico e independiente ser como Hibari? ¿Además de un cero en la vida de él? ¿Quién podría estar con él sin estarlo? ¡Esa persona no existe! —gritó lo último desesperado. No había nadie que lidiará con la nube, nadie que fuera una esposa perfecta en apariencias, nadie que supiera de la mafia e hiciera su mejor esfuerzo en mantener los negocios legales.

Esa persona existe —aseguró el bebe, ocultando su vista bajo el sombrero.

N-No creo que alguien así pueda existir, no es fácil lidiar con Kyoya —esta vez, expuso Dino.

Miura Haru —. Tanto Vongola como Cavallone expandieron sus ojos sin mesura.

¡Reborn! —reprochó Sawada.

¡E-Espera! Ella ama a Tsuna, todo el mundo lo sabe —intentó explicar, haciendo entender a su tutor que esa era una idea más allá de la locura. El arcobaleno sonrió.

Precisamente por eso —. Ninguno de sus discípulos entendió —. Haru es una persona que desde su adolescencia a decidido ser devota a Tsuna —miró al castaño que trago saliva —pero él escogió a Kyoko —la plática empezaba a ser incomoda nuevamente.

Por eso, ¡esto es una locura! —profesó el blondo italiano.

No del todo —. El arcobaleno continuó su interrumpida explicación —. Para Miura Haru sólo existe Tsuna, aunque él jamás voltee a verla.—El mencionado frunció las cejas—. Para Hibari, únicamente existe Namimori, por eso no ve otra cosa que no sea esta ciudad. Es decir, Ambos tienen sus ojos y están dispuestos a proteger lo que quieren de diferentes formas. Haru daría todo por Tsuna, incluso su libertad y su persona a alguien más sí es para beneficio de este. Por eso, y porque ella jamás se enamorará de otra persona, podemos estar seguros que no molestará a Hibari.

Ya veo, sería un acuerdo que no afecta los intereses de ninguno —meditó en un murmuró Dino. Sawada exclamó indignado.

¡Imposible! ¡Haru sería la sirvienta de Hibari, eso para nada es lo que ella ha soñado! —. El arcobaleno le miró.

¿Puedes darle tú lo que ella quiere? —El Vongola calló, no podía, no la amaba.

Entonces está decidido. El contrato de matrimonio se hará cuanto antes —Reborn se dirigió a su ex-alumno —Dino, te encargas de hablar con Hibari.

—Puedes negarte, aún no firmas los papeles —ofreció Dino. Haru declinó esa opción.

—Esto…—se detuvo, para proseguir —es lo primero que Tsuna-san me pide personalmente —apretó sus manos contra la tela de aquel vestido azul que portaba —. Antes siempre me dejaba atrás, Haru siempre veía la espalda de Tsuna-san. Por eso… —empezaba a llorar silenciosamente, ocultando su mirada —por eso, quiero serle útil. Sí es el deseo de Tsuna-san, entonces Haru será la esposa de uno de los guardianes desu.

No levantó la vista, no podía. Rogaba porque Dino la dejará sola y no dijera más. Tsuna era tan amable y a la vez tan cruel, ¿acaso esta era una forma de deshacerse de ella? ¿de asegurarse en romperle su corazón al decirle que se casara con alguien?.

Haru sabía que Tsuna-san no la amaba, que jamás le correspondería, ¿pero… por qué dolía tanto ser entregada por la persona que amas a la persona que más temes? ¿Por qué ser tan cruel como para sonreír mientras pides a una mujer que se case con alguien por interés? Y aún así..., no podía odiarlo, porque lo amaba.

Amaba al Tsuna gentil, ingenuo. Y era tanto y tan puro su sentimiento, que estaba dispuesta a obedecerle, y no recriminar nada, pues si Tsuna-san lo había pedido, era porque pensaba en el bien de la familia, sí él se había sacrificado varias veces y los chicos también, al menos esto, podía hacerlo ella.

Se casaría con la nube, y la vería desde lo lejos, cuidándole como le pidieron.

Observaría al cielo desde una mayor lejanía, contemplándole con la ilusión de poder alcanzarlo, de levantar su mano para tocarlo, y despertar de aquella utopía a cada instante para darse cuenta que era humana, y jamás le alcanzaría ni tocaría. Después de todo, el cielo ya había escogido estar con la hermana del sol, y ella… Haru era un extra sobrante que acababa de ser asignada a un oscuro lugar, a una zona sin amor ni luz.

Entregada a Hibari Kyoya. La persona más fría de todos los guardianes, y el único que no conocía lo que era el amor.

Su libertad había sido cortada, y en cuanto llegara el día siguiente y firmará los papeles de matrimonio, sus alas serían arrancadas.

Miura Haru, estaba destinada a ser enjaulada.


Disclaimer: KHR! no me pertenece, es de Amano-sensei

Lo sé, tengo fics que actualizar, pero tenía que escribir esto ¬¬

Bien, ahora iré a seguir con mis proyectos n_n

Saben, me encanta el fluff en el 1886. Amo el HibaHaru *O*

Pero... no sé, tenía que escribir algo con angst, sí alguien quiere continuación, preparence; estará fuerte, estará suave, será todo y nada.

Si no quieren saber que sigue, entenderé si no dejan reviews n_n

Rated T, posteriormente M.

Ja ne~! ;)

Saludos a mis lectoras n_n Esperen noticias prontas de mí en "Fallen Angel"