Hola chicas, aquí les dejo una nueva historia. Espero que les guste.
Y como saben los personajes no me pertenecen, sola la historia es de mi propiedad.
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CAPÍTULO 1 - MENTIRA PIADOSA
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Darien se encontraba en su oficina, sepultado en un mar de papeles que revisar, como siempre desde que se había hecho cargo de la administración de la empresa de su padre en esa ciudad.
Hace más de un año que se había trasladado hasta Tokio para hacerse cargo de aquellas oficinas, que estaban generando bastantes problemas y ahora tenía todo bajo control, claro que eso incluía un trabajo bastante duro y cero vida social.
A sus treinta años, Darien era un hombre bastante atractivo y a pesar de haber tenido algunos encuentros románticos nunca había pasado más allá de dos citas, en pate por la falta de tiempo y dedicación por completo al trabajo y quizás por no haber encontrado aún a la "elegida" como solía llamarla.
Señor Chiba – Irrumpió de pronto su asistente a la oficina – Su padre lo espera en la sala de juntas.
Gracias, iré enseguida, espera, dijiste… ¡¿Mi padre? – Exclamó el pelinegro mientras dejaba de lado el papeleo y se ponía rápidamente de pie.
Sí señor, su padre acaba de llegar de improviso, no sabía de su llegada – Agregó la asistente mientras salía del lugar.
Demonios, que querrá ahora – Se dijo en un suspiro de resignación mientras se encaminaba a la sala de junta.
Darien rara vez se veía con sus padres, a decir verdad Artemis Chiba era un hombre difícil que con lo único que soñaba era con tener un heredero, por lo que por supuesto ponía a Darien en una situación difícil, no es que jamás pensara en tener hijos, pero esa idea aún la veía lejana al igual que el matrimonio.
Dada la insistencia de su padre y las incontables citas organizadas por su madre Luna los últimos años, había aceptado gustoso irse a Tokio a hacerse cargo de las oficinas, por lo menos de esta manera nadie lo molestaba, o eso creía.
¡Hijo, que alegría verte! – Saludó el padre mientras señalaba al joven donde sentarse.
¡Qué sorpresa tenerte aquí! Dime padre, que es lo que necesitas – Agregó Darien en tono despreocupado.
He venido por ti, como sabes tu hermana Rei está comprometida y esta semana comienza la celebración – Contestó el hombre.
¡¿Qué Rei qué? No puede ser que ya vaya a casarse – Exclamó el pelinegro.
Así es, y con tu madre queremos que vayas a la casa de verano este lunes junto a tu novia, ya sabes a pasar la semana y para que la conozcamos al fin – Agregó Artemis con alegría en su voz.
¡Demonios ¿Mi novia? – Pensaba el pelinegro con nerviosismo, una mentira piadosa que les dijo a sus padres algunos meses atrás.
- Flash Back -
¡Demonios papá! ¡¿Me sacaste de una junta par eso? – Exclamó Darien con furia.
¡Aunque estuvieras con el mismo papa te sacaría igual el tema! Estoy harto de que rehúyas del tema – Exclamó con la misma exaltación Artemis.
Si te refieres a una esposa y a un hijo, creo que ese tema ya está claro y no tenemos la necesidad de volver a discutirlo – Contestó el joven con seriedad.
Lo discutiremos hasta que por fin entres en razón, hijo yo ya estoy muy viejo y voy a retirarme pronto y tu heredaras este imperio que he construido, pero me preocupa que aún no me des un heredero, tu hermana tiene una relación y pronto a a casarse y tu sabes que cuando eso suceda se irá lejos con su esposo, por lo que me única esperanza eres tú, quiero un heredero tuyo. – Repuso el hombre.
No necesito tener un hijo para darte a cambio de esta empresa padre y te recuerdo que si hoy es un imperio también se debe a mi trabajo aquí – Agregó con molestia.
De todas formas quiero asegurar descendencia ¡Acaso no te gustan las mujeres o algo así! Mis amigos están empezando a hablar de que quizás seas raro – Señaló con molestia.
¡Cómo mierda dices algo así! – Contestó furioso el pelinegro.
No me faltes el respeto que mucha paciencia te he tenido ya, o te casas pronto o te quito todo, no solo te desheredare, sino que moveré mis influencias y no podrás trabajar con nadie nunca, todas las puertas estarán cerradas, me escuchaste – Arremetió con furia.
Darien lo observó desafiante y agregó casi sin pensar – Si te lo digo es solo porque me has obligado, porque no pensaba entilar mi vida privada, pero la verdad es que estoy saliendo con una hermosa chica hace algún tiempo y he pensado en formalizar con ella.
¿Es en serio? – Preguntó su padre con ilusión.
¡¿Por qué mierda dije eso? – Pensó, e intentó remediar su mentira, pero la cara de ilusión de su padre se lo impidió – Así es, pero no quería decirles porque iban a meterse en mi relación y quizás hasta la ahuyentaban.
Hijo me has hecho el padre más feliz del mundo, espera que se lo cuente a tu madre. – Señaló Artemis con alegría.
- Fin Flash Back-
Y lo que había comenzado como una simple mentira piadosa, se había convertido en todo un acontecimiento en la familia, llevaba meses fingiendo llevar una relación seria, gracias a la distancia con la que vivían había logrado ocultar la verdad, pero… ¿Qué haría ahora?
Vamos hijo, no me digas que ahora eres tímido, ya sé, mañana reunámonos en el café Moon y me la presentas ¿Qué te parece? – Preguntó Artemis sacándolo de sus pensamientos.
Tengo que hablarlo con ella primero, también tendrá cosas que hacer, te confirmo más tarde ¿Ok? – Fue la tímida respuesta de Darien.
Claro hijo, estaré esperando ansioso tu llamado – Agregó el padre mientras se despedía y se retiraba del lugar.
¡Demonios, este hombre no tiene remedio! – Se dijo mientras golpeaba con furia el escritorio lanzando a metros los papeles que había sobre él.
Hermano ¿Qué sucede? ¿Por qué el mal humor? – Interrumpió su furia de pronto Andrew, su amigo de la infancia y quien trabajaba en el departamento de informática.
El mismo dilema de siempre con mi padre – Contestó el pelinegro desparramándose en su asiento.
Ya veo… Hijos y matrimonio ¿O me equivoco? – Preguntó el rubio con sonrisa burlona – Pero no te preocupes, siempre es lo mismo y luego se le pasa.
Bueno la verdad es que el problema es algo mayor, hace un par de meses le dije a mis padres que tenía una linda novia y toda la cosa y resulta que ahora la quieren conocer – Agregó sumamente deprimido.
Pero Darien ¿Para qué fuiste a inventar algo así? Ahora así que se te complicó la cosa – Reprochó el rubio amigo.
Es que el viejo, me ha amenazado con quitarme todo y mover sus influencias para que nadie se atreva a contratarme nunca si no hago lo que quiere, lo peor es que está corriendo el rumor de que soy homosexual – Agregó el pelinegro con molestia.
Andrew no pudo evitar las carcajadas ante el comentario de su amigo.
Disculpa hermano, pero es que es muy gracioso – Agregó el rubio tratando contener la risa ante la mirada asesina que le otorgaba su amigo.
No le encuentro el chiste, ahora resulta que porque no tengo novia soy gay, si no tengo es porque no quiero y no porque no me gusten, además tampoco me dedico a pasear mis conquistas por todos lados – Agregó haciéndose el ofendido.
No te preocupes Darien que yo no estoy dudando de tu condición sexual, solo me da risa que piensen lo contrario, pero olvídate un momento de tu padre y los rumores. Es más salgamos a tomarnos algo por ahí para pasar los malos ratos y pensar cómo solucionar tu problema ¿Te parece? – Propuso el joven.
En realidad estoy tapado en trabajo, pero necesito despejar mi mente, te tomo la palabra, vamos – Contestó Darien mientras se ponía su chaqueta y ambos salían del despacho.
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Me dijeron que este lugar está de lujo y que las mujeres… ¡Uf! – Comentó Andrew mientras estacionaba el coche.
¿Mujeres? ¿A qué lugar me trajiste? – Preguntó el pelinegro algo confundido.
A… este es el night club Milenio, donde tienen a las mejores bailarinas de la ciudad, según me han contado – Contestó mientras ambos entraban al exclusivo club.
¿Me trajiste a un club de desnudistas? Creo que de verdad quieres comprobar que no soy gay – Contestó el pelinegro con cierto enfado.
No hermano para nada, yo se que estos lugares no son tu estilo, pero de verdad que tenía curiosidad con venir y con quien mejor que contigo, anímate y disfrutemos de un buen rato – Contestó el rubio sonriente mientras saludaban al guardia del lugar y se dirigían al interior del club.
El lugar estaba a media luz, dando un aspecto enigmático y seductor, su decoración era sobria, de colores blancos y negros, un gran escenario al medio del salón donde resaltaban los espejos y un gran caño en el centro para ser ocupado por las bailarinas por supuesto, rodeado por varias mesas.
Un bar en una esquina, y varios ambientes que se describían como "privados" para estar a solas con las chicas.
Ambos tomaron asiento mientras una hermosa joven se acercaba a tomar su pedido, Darien pidió whisky y Andrew tequila.
Entre charlas y risas el tiempo fue pasando, hasta que comenzaba el show, hermosas jóvenes bailaban al ritmo de la alegre música, mientras los varones asistentes aplaudían y vociferaban diferentes cosas a las sexys chicas, quienes se mostraban con diminutos atuendos.
Y ahora el momento que todos estaban esperando… - Anunció de pronto el animador ya bastante avanzada la noche – Nuestras bellas scout lideradas por supuesto por la increíble y hermosa princesa de la luna están listas para salir a escena.
El público enloqueció en ese momento, y todos comenzaron a gritar frenéticos.
Vaya, esta muchacha sí que es popular – Comentó el pelinegro mientras volteaba al escenario.
Si, debe de ser buenísima – Agregó Andrew al tiempo que dirigía su mirada al escenario.
Disfruten a la hermosa, la inigualable, la sexy, nuestra exquisita fantasía, caballeros, dejo en el escenario a… ¡Sailor Moon y las Sailor Scout!
Los asistentes se pusieron de pie frenéticos, al parecer la joven era la atracción del lugar.
La "Famosa Sailor Moon" apareció con un ceñido traje de marinera, la que incluía solo una pequeñísima falda plisada y un antifaz que cubría parte de su rostro, pero no así sus profundos ojos azules, llevaba el cabello suelto y algo desparramado de un dorado tan intenso como el sol.
La música comenzó a sonar mientras la chica comenzaba a mecerse de manera atrevida al compás de esta. Bailaba de una forma única y magistral, adueñando se por completo del escenario, mientras se quitaba con sensualidad única cada prenda de su traje, quedando luego de unos momentos con un pequeño bikini, que aunque no dejaba mucho para la imaginación, impedía ver con totalidad las exquisitas partes de la rubia.
Darien se encontraba con la boca abierta, completamente hipnotizado por cada movimiento de la escultural muchacha.
Las cuatro chicas restantes vestían de igual manera que la rubia, solo que sus trajes eran de colores diferentes, su baile era igual de atrevido y sensual, pero sin duda quien se robaba la película era Sailor Moon y no era para menos, la chica se movía como nadie y tenía el cuerpo de una diosa.
Finalizó su baile haciendo unos ligeros movimientos en el tubo que parecía haber nacido con ella. El bailó finalizó por completo, la chica hizo una especie de reverencia y salió del lugar en completo silencio mientras el público masculino no paraba de silbar y suplicar porque regresara.
¡Qué mujer viejo! – Exclamó Andrew devolviendo su mirada a Darien, quien aún no lograba cerrar su boca.
Totalmente… - Balbuceo apenas el pelinegro devolviendo la vista hacia su amigo.
¿Desean algo más para beber? – Interrumpió la mesera.
Si, tráigame otro tequila y ¿Tu Darien? – Preguntó el rubio a su amigo que aún permanecía algo embobado.
Esa chica… ¿Quién es? – Preguntó el pelinegro a la mesera.
Ella es Sailor Moon, su identidad es un secreto… - Respondió la chica con una sonrisa, estaba acostumbrada a que todos los asistentes intentaran averiguar algo más de ella después de sus excelentes bailes – Pero si gusta y tiene el dinero suficiente, podemos arreglar un encuentro en privado, usted me entiende – Agregó guiñándole un ojo.
Darien bajó el cabeza algo avergonzado, ni siquiera sabía porque había preguntado por ella.
Claro, claro, arregle el encuentro, nosotros pagamos lo que cueste – Contestó Andrew risueño, al ver la enrojecida cara de su amigo.
Por supuesto, vengo en un minuto – Respondió la chica y se alejó del lugar.
Andrew ¿Por qué hiciste eso? – Increpó a su amigo el pelinegro.
Vamos viejo no es para tanto, además se nota que la tal Sailor Moon te dejó loquito, creo que será bastante bueno verla de más cerquita ¿No crees? – Preguntó el rubio con mirada pícara.
Darien se disponía a contestar cuando la mesera se acercó hasta ellos.
Sailor Moon lo espera en el salón Milenio, déjeme guiarlo – Señaló la chica.
¡Suerte tigre! – Exclamó entre risas el rubio mientras Darien seguía a la chica totalmente avergonzado.
Debe ser otro viejo verde con dinero – Se decía a sí misma la rubia mientras esperaba en el salón – Bueno, cada vez falta menos, así que deberé resistir, después de todo solo son un par de bailes.
Es aquí, pase por favor, se le recuerda que Sailor Moon "solo bailará" para usted – Indicó la chica mientras se retiraba.
Bueno… Ya estoy aquí, así que ni modo – Se dijo así mismo el pelinegro mientras aspiraba hondo y cruzaba las insinuantes cortinas que cubrían la habitación.
La joven se encontraba de piernas cruzadas, sentada en el amplio sillón, vestía un sugerente vestido ceñido al cuerpo en color negro metalizado, que le llegaba a la mitad del muslo.
Su cabello rubio impecable suelto al igual que durante el baile y aún conservaba la máscara que cubría su rostro.
Pasa cariño, que yo no hago daño – Señaló la joven mientras indicaba al pelinegro que se sentara junto a ella. Este por supuesto obedeció inmediatamente.
Vaya, que hombre más guapo – Pensó la rubia, mientras le ofrecía algo para beber.
Darien era un hombre atractivo, de tez blanca y hermosos ojos azules, cabello corto negro como el azabache, alto y de cuerpo bien formado.
¿Siempre usas el antifaz? - Preguntó aún algo tímido el pelinegro.
Así es, puedes pedirme lo que quieras, menos que me quite la máscara, cariño – Contestó la chica mientras se levantaba de su lugar y se dirigía sugerente hasta el pelinegro.
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Bueno chicas, aquí está el primer capítulo, espero que les haya gustado y ya saben cualquier comentario, critica o sugerencia, espero sus rw.
¡Besos y nos leemos!
