Aquí llega una nueva historia de nuestros Heroes favoritos. Puede parecer una locura, pero espero que os guste a todos esta escuela para gente que ha desarrollado poderes y de la que se encangan todos los protagonista de la serie. El director, como no, Nathan Petrelli, pero la genial idea de su hermano y de Mohinder.
Por aquí van a pasar todos los personajes, vivos hasta el momento claro, es decir al terminar la segunda temporada, incluyendo a Nathan, que no estoy dispuesta a que lo maten.
Peter había entrado en su despacho hacía más de dos horas y Nathan todavía no se podía creer que su hermano le estuviera hablando en serio sobre aquella idea tan descabellada, ni que alguien como Mohinder Suresh y que parecía tan sensato estuviera de acuerdo con él y formara parte de su proyecto o mejor dicho, lo hubieran diseñado juntos.
"¿Qué me dices Nathan?" Peter se había sentado sobre la mesa de su hermano y lo miraba sonriente. Le había llenado la mesa de papeles, informes de distintas personas y planos de lo que quería hacer.
Nada más entrar en su despacho, Peter le había soltado la bomba sin más. "Nathan, Mohinder y yo hemos pensado abrir una escuela para gente que está desarrollando su poderes, para ayudarles con ellos."
Nathan rió un momento, pero al ver que su hermano y el profesor se mantenían serios, recuperó la compostura.
"Peter, no puedo creer que vayas en serio con esto." Nathan se pasó la mano por el pelo, sin quitarle los ojos de encima a su hermano pequeño. "Creo que leíste demasiados comics cuando eras pequeño."
"Nathan, piénsalo bien. Es por el bien de la próxima generación. ¿O es que ya no te acuerdas cuanto tardamos tu y yo en dominar nuestros poderes, en entenderlos y llegar a la conclusión de que podíamos usarlos para algo bueno?"
Peter se sentó frente a su hermano y le mostró dos fotos. "Son tus hijos Nathan, ya están comenzando a desarrollar sus poderes. ¿Por qué no echarles una mano a ellos y al resto de gente que esta descubriendo sus habilidades? Quien mejor que nosotros para hacerlo."
"¿Por qué siempre tenemos que ser nosotros los que arreglemos el mundo, porque no intentar ser normales por una vez?"
"Porque no somos normales Nathan. En el mismo momento en el que volaste por primera vez o cuando me di cuenta que podía copiar poderes, supimos que no éramos normales y que el destino nos deparaba otras cosas." Peter dejó que su hermano asimilara sus palabras mientras se volvió hacia Mohinder, que en silencio le miraba sonriendo.
"Tal vez fuera esto lo que teníamos que hacer, evitar que la siguiente generación sufra lo mismo que nosotros, ser un poco responsables y ayudarles a serlo a ellos también cuando llegue el momento."
Por más que lo había intentado durante toda su vida, Nathan nunca había conseguido averiguar de donde provenía la capacidad persuasoria de su hermano, aunque ahora ya sabía que también contaba con esa habilidad, que sabía perfectamente que nunca usaría con él.
Desde que era pequeño podía conseguir que su hermano mayor hiciera todo lo que él quisiera con tan sólo mirarle con aquella mirada triste y desvalida. Nathan siempre estaba dispuesto ayudar a Peter en todo lo que necesitara; era su hermano pequeño y sabía que tenía que echarle un cable cuando hiciera falta, incluso cuando la idea en cuestión le pareciera de lo más descabellada.
Sin embargo, ahora no sólo se trataba de una de las raras ideas de su hermano, porque de algún modo sabía que tenía razón. Se trataba de sus propios hijos, que tan sólo dos semanas antes acababan de descubrir sus nuevas habilidades.
Simon se había despertado varias noches flotando sobre su cama o había conseguido despegar los pies unos pocos centímetros del suelo cuando se sentía frustrado o cabreado, mientras que Monty había descubierto su capacidad para ver a través de los objetos, al haberse encontrado en el instituto, siendo capaz de ver a las chicas en su propio vestuario a través de las paredes.
No estaban siendo unos días fáciles para ninguno de los dos chicos, pero teniendo a su padre cerca les estaba ayudando a comprender que no era nada malo tener esa habilidad.
¿Pero que pasaba con la gente que descubría, como él, de repente, que tenía alguna habilidad única, tenían que esconderse, hacer como si no existiera o tal vez utilizarla de una forma poco apropiada como había sucedido con Sylar?
"Muy bien, vosotros ganáis. Contarme la idea completa." Nathan suspiró nada más terminar de hablar, porque sin saber exactamente porque, por mucho que sabía que su hermano tenía razón, algo le decía que a partir de ese momento, las cosas no iban a ser nada fáciles para ninguno de ellos.
"No te arrepentirás." Dijo Peter visiblemente emocionado. De una nueva carpeta, Peter sacó otro montón de papeles. "Creo que esto deberías contárselo tu, al fin y al cabo, fue tu idea."
Mohinder se acercó a ellos y se sentó al lado de Peter. "La cuestión es que queríamos ofrecerte algo, Nathan. Creo que serías el candidato más apropiado para ejercer de director de esta escuela."
Nathan los miró a los dos con los ojos muy abiertos y completamente sorprendido por su repentina propuesta. "Si hubieras continuado con tu carrera política hubieras llegado muy alto. Podrías hacer mucho aquí con nosotros." Volvió a intervenir Peter al ver la sorpresa en el rostro de su hermano.
"Bueno, no se que decir, sinceramente no me esperaba que me dijerais eso, pero supongo que no veo por que no hacerlo." Nathan sabía perfectamente que llevarle la contraría a su hermano no serviría de nada, pero decir ahora que aceptaba su oferta, resultaba algo completamente sincero, porque después de pensarlo un poco, llegó a la conclusión de que no era tan mala idea. "¿En quien más habíais pensado para entrar en vuestra escuela?"
"Nuestra escuela, Nathan, tu también formas parte de ella ahora." Nathan asintió esperando que Peter continuara hablando. "Mohinder ya ha hablado con Matt, que estaría encantado de proporcionarnos la seguridad necesaria. No es el único policía con cierta habilidad especial y sus compañeros también quieren unirse a nosotros."
Peter fue ha decir algo pero Nathan se le adelantó. "Déjame adivinar. Ya habéis hablado con Hiro y ha dicho que si." Peter sonrió y afirmó. "Y supongo que Claire también está incluida en el saco." Peter volvió a asentir.
Nathan se levantó y comenzó a pasear por la habitación. "Nathan esto es algo grande, mucho y necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir y quien mejor que Claire para decirles a esos chicos que no son unos bichos raros y que pueden tener una vida normal y corriente aunque sean capaces de hacer cosas completamente increíbles con sus poderes."
"¿Y que quieres que haga allí dentro, ser la jefa de animadoras?"
"Muy gracioso, pero no, supongo que sabrás tan bien como yo que Claire es ahora diplomada en historia del arte." Nathan miró con cierta seriedad a su hermano, había escuchado perfectamente el retintín con el que había dicho aquello. Sabía perfectamente que nunca había tenido la relación perfecta con su hija de veintitrés años, pero al menos sabía lo que había hecho con su vida. "Creo que podría ofrecerles un poco de cultura."
"Muy bien, muy bien." Dijo finalmente Nathan. "Continua."
"El otro día hablé con Nikki. Después de la muerte de DL quería hacer algo distinto con su vida, así que le propuse que se encargara de la educación física de los chicos." Dijo Mohinder mientras continuaba mirando los papeles y las fotos con las que contaba. "Luego también está Monica, prima de Nikki, también acaba de terminar la carrera, en su caso de psicología y todavía no ha encontrado trabajo, se alegró mucho cuando le invité a que formara parte del colegio."
Colegio. Le parecía algo tan remoto e imposible a Nathan, viendo tan sólo los papeles de su hermano y del profesor que no se podía creer todavía que realmente fueran en serio con aquello. Mientras tanto Peter continuaba hablando sobre la gente con la que contaban.
"Casi me olvidaba de él. ¿Te acuerdas de Ando, el amigo de Hiro? No tiene ningún poder, pero se ha ofrecido a llevar las cuentas, aunque se que lo hace porque Hiro ha dicho que si, supongo que después de tanto tiempo tratando de salvar al mundo no querrá perderse esto."
"¿Qué hay del gobierno, de la prensa y de la gente, habéis pensando lo que dirá el mundo sobre todo esto?" Nathan volvió a sentarse mientras miraba el periódico que estaba encima de la mesa. En el aparecían un par de noticias relacionadas con gente con poderes, sobre como eran discriminados.
"Precisamente lo hacemos por eso, para demostrarle al mundo que no somos peligrosos, que no queremos hacer daño a nadie, que por mucho que haya gente como Sylar por ahí, no todos queremos dominar el mundo."
Nathan se mantuvo un momento en silencio, tenía que reconocer que toda aquella locura no era tan mala como había pensado en un primer momento, si con la escuela o como quisieran llamarlo, conseguían que la gente se olvidara de gente como sus padres, como Sylar o como Adam, habrían conseguido un gran avance.
"Muy bien, entonces ¿Cuándo pensáis abrir la escuela?"
"Tan pronto como sea posible, en cuanto consigamos el dinero, para lo cual necesitaremos tu ayuda." Nathan sonrió, sabiendo que en algún momento iban a llegar a eso. "Mantienes amigos influyentes de tu época en la política. Incluso tu mismo eres alguien bastante influyente."
"Queréis que consiga el dinero para financiarla." Peter asintió.
"No queremos que se trate de una escuela elitista, no queremos que chicos como Molly," Dijo Peter volviéndose hacia Mohinder. "no puedan entrar por falta de los medios económicos."
"Muy bien pues, vosotros terminar de reclutar a la gente, que del dinero y de dar a conocer la escuela me encargo yo."
"Nathan¿estás absolutamente seguro de entrar en esto?" Peter miró a su hermano igual que lo había hecho siempre que realmente quería conseguir algo de su hermano mayor.
"Si, tal vez sea difícil." Dijo pensando en lo que tramaría su madre en cuanto se enterara de lo que estaban preparando o en Sylar o Adam, de los que hacía mucho tiempo que no sabían nada. "Pero estoy con vosotros en que será una buena oportunidad para muchos chicos."
- o -
Peter y Mohinder se despidieron de Nathan y lo volvieron a dejar sólo. Le habían dicho que tenían muchas cosas que preparar y gente a la que llamar. Aún les faltaban por hacer un par de llamadas, Claire les había dado el teléfono de un antiguo novio que también tenía la habilidad de volar y Bennett, que ahora trabajaba con el gobierno y los estaba protegiendo con el proyecto de la escucha, les había proporcionado el número del Haitiano y Peter había conseguido encontrar a Ellen en un bar de Atlantic City.
Desde luego quedaban muchas cosas por hacer y el tiempo se les evaporaba entre los dedos. Nathan vio como su hermano y el profesor salían de su despacho y una vez a solas se paró a pensar sobre donde se acababa de meter y lo que le esperaba por delante.
No sabía donde le llevaría la idea de su hermano, pero desde luego no podía dudar que era una buena idea, aunque sumamente difícil y peligrosa, con toda la gente que trataría de hacerse, de alguna forma, con el control.
Sin más, la imagen de su madre, a la que no había visto durante los últimos meses y de la que temía lo que pudiera llegar a estar preparando, después de haber tratado de destruir la ciudad de New York junto con Linderman o de haber tratado de matarle a él cuando quiso descubrir sus poderes al mundo. Temía de lo que fuera capaz.
Alguien llamó a la puerta y Heidi entró con una taza de café en la mano. "Me acabo de encontrar con tu hermano y con Mohinder y me acaban de contar su idea. Supongo que estarás de acuerdo con ellos."
Nathan la miró sonrió y le cogió la taza de la mano. "Ya te ha convencido a ti también ¿verdad? Si, he aceptado su oferta de dirigir la escuela, así que supongo que si, estoy de acuerdo con ellos."
Heidi se marchó. "Director. ¿Cómo he terminado metido en todo esto? Cuando me he levantado sólo pensaba en volver a presentarme otra vez a las elecciones y ahora resulta que voy a ser director de la escuenla de "Charles Xavier" para jóvenes con poderes. ¿Acabaré siendo un tío calvo y en silla de ruedas con superpoderes mentales?"
Nathan rió para si mismo y un momento después volvió a mirar los papeles que le había dejado Peter. Suspiró al ver todo el trabajo que se les venía encima, pero se sintió feliz a poder trabajar al lado de su hermano.
Ya lo habéis visto, acabo de comenzar una de las ideas más locas que se me habían podido ocurrir. ¿quereís ver a algún personaje en concreto dando clases de algo? vosotros decidlo, las ideas siempre son bienvenidas y si queréis que alguno de los villanos trate de hacer alguna de sus maldades, también decidlo, pero sobre todo, dejad vuestras reviews, vuestras opiniones siempre son buenas.
