No, los personajes no son míos (ojalá yo hubiera tenido la imaginación para crear la genialidad que fue OTH), yo solamente construí esta historia. Brookas, ellos, enamorados, in love.
In Love.
La música resonaba en las paredes blancas del gimnasio. Lucas ajustó la mirada, y vio que en el centro de la pista, su hermano y su cuñada bailaban abrazados. Rió al notar la panza de embarazada de Hales en el medio, y cómo el cuerpo de Nathan se acomodaba al de ella.
Su mirada siguió recorriendo el salón, buscando a alguien que no encontraba. Sabía qué hacía mal en buscarla (otra vez), ya que la chica se negaba rotundamente a dirigirle la palabra. La última vez que habían hablado, ella le había tirado con una botella de agua por la cabeza, después de que la hiciera enojar con sus reiterados pedidos de disculpa.
Los pasillos del colegio estaban vacíos, pero sabía que había un lugar donde podía encontrarla. Ella amaba ese lugar. Recorrió las aulas, pasó por la biblioteca y cuando salió por la puerta principal vio a una chica morocha sentada en las escalinatas del colegio.
Ni lo intentes, imbécil. – La voz ronca de Brooke Davis lo tomó por sorpresa. Lucas entornó los ojos. Había vuelto a romper el record de hacerla enojar. Ni 2 segundos.
Solo pensaba que era raro que B. Davis, la reina de la fiesta esté se acá sola, sentada en las escalinatas, en vez de estar bailando en la pista principal.-
JA – Contestó la chica con ironía.- Más raro es que el mayor de los hermanos Scott esté intentando ligar con una chica. Oh, no! Cierto que es tu especialidad…-
"No, no se había olvidado", pensó Lucas mientras se sentaba a su lado y levantaba las manos como en son de paz. Quería aunque sea hablar por lo menos 5 minutos sin pelear con la chica que hasta hacía un mes había sido su novia. Pero ella no lo hacía nada fácil.
¿No se puede estar un segundo tranquilo en este colegio? ¿O es algún propósito que tenés vos de no dejarme estar conmigo misma un rato? – Lucas rió al ver a la chica fruncir los labios. Amaba cuando hacía eso.
Podemos estar tranquilos igual, ¿o no?. No voy a irme Brooke, estoy cansado de pelear. Realmente quería hablar con vos de lo que pasó.-
La joven largó una sonora carcajada. Lucas no le encontraba la gracia a lo que había dicho, así que la miró pidiendo explicaciones.
Ai, disculpa darlin'. La verdad es pensé que no necesitaba más explicaciones. Realmente no quiero saber cómo llegaste a estar encima de esa… - Pero no llegó a terminar la frase porque el rubio la había callado de un beso.
Él sintió como un escalofrío recorría su cuerpo, y el hecho de que ella no lo hubiera empujado, lo había animado un poco. La verdad es que la porrista estaba sorprendida de lo que estaba pasando, y su mente todavía no había reaccionado. Tenía la cabeza totalmente en blanco, y solo podía sentir la presión de los labios de joven sobre los de ella.
No. No, no, no. LUCAS! –
Shhhh, es que. No... Yo no… Quise… Perdón! Realmente….-
Pero no pudo seguir hablando, porque una fuerza invisible había empujado el cuerpo de Brooke sobre el de él, y ahora era ella quien estaba besándolo. Notó algo húmedo que le mojaba el rostro, y pudo ver cómo a la chica se le caían unas lágrimas casi invisibles.
Prometeme que nunca más Lucas. No lo soportaría. –
Lo prometo –
Y que la próxima vez me vas a contar. O a hablar. O a dejarme pegarle –
Lo prometo –
Y jurame que estás enamorado. Porque si otra vez me rompes el corazón…-
Lo juro, lo juro. – Dijo el chico sonriendo, y trayendo el rostro de su novia sobre el de él. No podía negar que esa chica lo volvía loco, que era ella quien cambiaría su historia.
Y mientras tanto, la noche entera los rodeaba. Dentro del colegio la gente seguía bailando, disfrutando de la fiesta, ajenos a los dos enamorados que volvían a encontrarse.
