Por más que llore, grite y patalee, Inuyasha no me pertenece, pero todavía sueño que Rumiko tenga la generosidad de regalarmelo para mi cumpleaños -soñar no cuesta nada- ¬¬-
Disfruten, ¡nos leemos al final :D!
~#.Sυρєєєя Mσѕqυιιtαα.#~
"Inuyasha...¿qué mierda te pasa?", eso pensé antes de irme a dormir, ese chico odioso, idiota y desesperante me iba a volver loca.
Sonó el despertador, ¡oh genial! llegando tarde cómo siempre, me levanté, me dí una ducha, me vestí y traté de hacer algo decente con lo que se supone es mi pelo.
Al llegar al colegio ví que todos habían entrado, así que corrí hacia el salón de clases, y por suerte estaba Sango en la puerta y todos mis otros compañeros de clases, lo que significa qué: no había llegado el odioso profe de inglés.
— Ésta vez te salvaste Kag.
— ¡Bueno! me acosté tarde.
— Siempre igual, qué cosa contigo — dijo Sango, poniendo los ojos en blanco.
Entramos a clases y nos sentamos en nuestro lugar, adelante de nosotras estaban Inuyasha y Miroku. Hace días que Inuyasha me mira extraño... bueno, para simplificar: me mira, y me pongo nerviosa y no sé que hacer -estúpidas hormonas-.
— Hola preciosas.
— ¿Ya empezamos Miroku — Inuyasha, venía saliendo del salón. Hola chicas — dijo a continuación, saludándonos a cada una con su sonrisa irresistible, ¿qué decir? era todo un galán.
— Hola chicos — ¿era mi imaginación o Sango babeaba?.
— Hola .
Y otra vez Inuyasha me miraba así...no comprendo, sinceramente no lo entiendo ¿tengo algo en la cara?, ¿vendo caramelos?, esto ya se estaba poniendo extraño, mi amiga solo reia y Miroku sonreia mirando a Sango.
Llegué a mi casa, saludé a mi madre, a mi abuelo y a Sota, ese pequeño demonio de mi hermanito menor.
Le escribí una estúpida carta a Inuyasha, a ver que pasaba conmigo, cuál era su maldito problema, yo no soportaba mas esto, me daban ganas de comerle la boca, así, de una.
A la mañana siguiente me fui al colegio tarde -como siempre-, y en el recreo tenía pensado darle la carta. Sonó el timbre. Caminaba nerviosa, con Sango a mi lado, y tenía esa vocecita en mi cabeza que decía "Kag, estás loca, andate, corré antes de que te vean y quedes pegada". Como se dieron cuenta, esa voz está al pedo, porque no ayuda
— Tomá — le dije, seca, mirando a otro lado.
— ¿qué es?—
— Leelo y punto.
Él sólo me miró, entre confundido y divertido, con sus amigos amontonados atrás.
"Inuyasha: no entiendo por qué mierda me mirás asi, no sabés lo que soy capaz de hacerte, no te estoy amenazando, te estoy advirtiendo, seguís mirándome así y te como la boca, de una, yo te lo dije... asi que tené cuidado: Kagome."
Mientras la leía yo estaba en la otra punta del pasillo, mirándolo nerrviosa, él solo sonrío, se aceró a mi y susurró:
— Hacé lo que quieras —
Yo me sonrojé inmediatamente y el siguió diciendo:
— Feh!, lo sabía, era puro cuento... —
Y de repente sentí su boca junto a la mía, ¡oh deos, me estaba besando! y era tan...tan...uego nos separamos, recordé que no sería muy lindo dar semejante espectáculo en el medio del colegio, igual, estaban casi todos mirando.
Aclaración: Por si no se dieron cuenta, me faltó una parte, ya está, lo arreglé, no me quedó como lo que había puesto pero bueno, lo otro se borró ¬¬...
Emm -no sabe que decir- no tengo ni idea que fue eso -por lo menos te dignaste a escribir algo u.u- siii :D (?
Espero que les haya gustado esto...que no tengo ni idea que fue :).
Me despido, besotines mosquiteros para todos! (?
~#.Sυρєєєя Mσѕqυιιtαα.#~
