Nota: los personajes de SCC no me pertenecen son del grupo Clamp, a excepción de otros que vayan apareciendo en la historia que si son de mi pertenecía.

Importante: la historia puede llegar a contener lenguaje no moderado y un poco pesado que podría caerle mal a alguien y un poco de violencia, si eres menor de edad abstente a leerla, también puede llegar a contener experiencias personales o vividas en el entorno. Esta historia tendrá un poco de todo, desde el drama, humor, romance y tragedia, por lo cual lo pondré como general.

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¿Vida color de rosa? Ja

Capitulo 1

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Alguna vez te has preguntado de que color ha sido tu vida, bueno creo que es una basura que se pregunta todo el mundo. Desde que tengo uso de conciencia todo a mí alrededor se define en los colores desde el rosa hasta el mas intenso negro, lo que me lleva a la conclusión de que la vida es una basura o una farsa que una vive día tras día. Lo siento por aquellos que siguen creyendo que la vida es color rosa, que ilusos son, o es que acaso no quieren abrir lo ojos y ver en realidad lo que tienen frente a ustedes.

¡Lastima!, yo me di cuenta a temprana edad, se podría decir que no tuve la infancia de ensueño, si llegue a creer en castillos y princesas también con la vida soñada de toda niña, pero todo se fue al caño en un abrir y cerrar de ojos.

Se preguntaran quien soy, bueno me llamo Sakura Amamiya, bueno hasta hace 11 años me llame así, ahora soy Kinomoto Sakura, ¿curioso no?, pues para mi no. Amamiya es el apellido de soltera de mi madre, me tubo a temprana edad, para ser exactos a los 16 años, ¿si pensó que el mundo se iba acabar?, no, no lo pensó, solo que otra mas de esas ingenuas que se dejo engatusar por un desgraciado hijo de su madre, se la llevo a la cama bajándole estrellas y lunas y pues aquí me tienen. Bueno ya basta de charadas de cómo mi madre se dejo engatusar por el desgraciado de mi progenitor, eso se lo diré mientras avance. Como les decía no tuve una infancia de lindos ponis rosas y ositos que vivían detrás de el arcoíris, por dios que basura es esa que le mente en la cabeza a los niños.

Bueno de mi infancia no tengo muchos recuerdos, solo se que la mitad me la pase de Tokio- Tomoeda, Tomoeda-Tokio, y así hasta que mi madre por fin decidió quedarse en tomoeda, mas o menos cuando cumplí los 9 años de edad, hay empezó mi infierno, cuando a mi madre se le ocurrió la brillante idea de inscribirme en la escuela publica de Tomoeda, tengo vagos recuerdos de ella, pero ninguno gratos, y mas a las desgraciadas de comité de bienvenida, quien diría, apenas con temprana edad y ya las mocosas eran todas unas bestias, recuerdo el primer día de clases, como olvidarlo.

- Bueno niños, todos a callar- el aula no le hacia mucho caso al maestro de turno, hasta que se le prendió el bombillo y les amenazo- Bueno si no quieren prestar atención a mi clase, la daré por vista y con examen para la próxima semana- todo el salón quedo callado, quien lo diría que tan difícil podría ser el examen que todos guardaron silencio- Bueno como les iba diciendo, el día de hoy tendremos una alumna nueva, ella viene de la capital, por favor sean amables con ella- el profesor deja de mirar a la clase y se dirige a una pequeña de 9 años que esta parada junto a el- Por favor preséntate a tus compañeros.

- Hola, mucho gusto, soy Amamiya Sakura- en cierto sentido ansiosa y emocionada, nerviosa pero al ver las caras se podría decir diabólicas de mis compañeras de las primera fila, los nervios empezaron atacarme-Por favor sean buenos conmigo…

- Bueno señorita Amamiya, se sentara detrás de la alumna Kaboto.

Sin muchos ánimos ya, me dirigí al puesto mencionado, el cual quedaba casi al final del salón, cuando llegue a mi puesto, propuse a sentarme y buscar mis cosa en mi mochila que ya en ese momento estaba puesto en el suelo a un lado mío, al enderezarme y sentarme correctamente para prestar atención a la clase, un rostro repúgnate estaba frente de mi, pues mi compañera que se sentaba frente a mi puesto estaba girada sobre su asiento observándome con cala de querer matarme, su rostro parecida a la de un monstro por el montón de granos que le rodeaba y sus dientes tan amarillentos se veían opacos con lo brillantes de sus frenillos- "Guau, acaso no conoce el cepillo de dientes y la pasta dental"-fue lo que pensé, mientras la chica seguía viéndome con cara de asesina hasta que decidió hablar

- Con que de la capital he, claro que te trataremos bien, solo espera a la salida y veras lo bien que te vamos a tratar.

Esas palabras provocaron que un miedo mas intenso del que tenia se apoderara de mi corazón, por dios pero quien demonios se les ocurrió inventar las escuelas publicas, o por lo menos que se le paso a mi madre a inscribirme en esta que todos parecían querer matarte, por lo menos los de mi salón.

Y así fue, después de terminar las clases la chica monstro me acorralo con otras dos mas el triple de robusta que ellas, me encerraron en lo baños y empezaron a golpearme sin ninguna razón, cuando se cansaron me dejaron allí, yo lo que hacia era sollozar, solo era una niña de 9 años y esas tipas parecían que llevaban siglos en la escuela, acaso las malditas escuelas no tiene un limite de edad para sus estudiantes, por que a partir de allí empezó mi pesadilla y me di cuenta que la vida no es color rosa, si, malditas mocosas de los mil demonios, las desgraciadas hicieron mi infancia un infierno en toda la primaria, y la idiota de la directora, una vieja rechoncha sin gracia alguna, parecía que tuviera alguna clase de enfermedad mental, ya que cada vez que se llevaba una queja lo que hacia era reír como idiota y decir que teníamos una mente amplia de imaginación como niños que eran, maldita vieja, ese fue mi primer pensamiento malo, y lo sigo diciendo, era una maldita, gracias a los dioses que la jubilaron, ahora el director es el profesor Terada, el que me daba la clases, a pesar de todo es buen sujeto y la escuela a mejorado mucho, lo se por que mi sobrino mas pequeño estudia en ese lugar.

Bueno en realidad no es mi sobrino de sangre, es el hijo de mi mejor amiga, la muy canuja se dejo embarazar en el ultimo año de la preparatoria, y el muy desgraciado cuando se entero le dijo desde zorra hasta del mal que se va a morir y negó al pequeño alegando que no era el padre, otro motivo para aplicar a mi teoría de que la vida apesta, la preparatoria. También me acuerdo de mis días "felices" de la prepararía, aunque allí conocí a mi amiga del alma, de eso no me puedo que quejar, y también tuve mi primer amor, si, aunque se que la vida como la pintan es pura porquería y creo en el amor, yo lo viví, pero por motivos ajenos a el tuvimos que terminar, lo hicimos en buenos términos, además que hoy en día también es un buen amigo, siempre estamos en contacto.

Bueno de mis días "felices" de preparatoria, allí conocí a la ya mencionada mi mejor amiga Tomoyo Daidouji, pues en su primer día de clases quisieron hacer lo mismo con ella, ya que la muy imbesiles de la escuela que siempre me jodian, también estaban en esa preparatoria, pero yo ya no era la misma, lo golpes me enseñaron a endurecer mi carácter, pase de ser la niña dulce y amable que todos adoraban, a la fría y sin emoción he insensible, bueno al caso resulta que esos gorilas mutantes la habían acorralado en los baños, pero lo que no sabia es que yo estaba en uno de los cubículos, no tengo que explicar haciendo que, el caso es que estaba allí y punto, cuando escuche los ruidos salí y allí estaba Kaboto y su jauría de bestias sobrenaturales amenazando a Tomoyo lo recuerdo perfectamente.

-miren chicas carnada fresca- decía una chica de cara deformada a causa de los barros en su rostro y ahora con unas gafas redondas puestas en el puente de su nariz la cual es tan ancha como la de un cochino, detrás de ella tres chicas mas la cuales parecían que estaba en la competencia de fisicoculturismo, pues de féminas no tenían absolutamente nada, las muy desgraciadas tenían acorralada a una chica que acababa de entrar a esa preparatoria y ya le iban hacer la vida un infierno, cuando le iban a propinar el primer golpe, abrí mi cubículo de un solo golpe el cual hizo un sonido seco al chocar contra los azulejos de la pared, Salí como si de un robot se tratase, llegue a los lavados y abrí el grifo para lavar mis manos, todas se me habían quedado mirando, no les hice caso me hice la autónoma, pues lo que iba a pasar no era mi problema y me llevo muchos años que Kaboto me dejara en paz, aunque seguía insultándome y poniéndome sobrenombres, pero no le hacia caso, la chica que estaba en el suelo estaba temblando y mirándome con suplica saliendo de sus enormes amatistas, lo note ya que eche un vistazo de reojo, tan solo pude soltar un suspiro de resignación y negar con mi cabeza en forma de cansancio, así que me decidí. Tenia que ayudar a la chica de alguna manera, por sus facciones se nota que es de clase aparte de que su contextura a leguas se podía comparar con una muñeca de porcelana, un solo golpe de la gorimutante esa y la llevaría directo al hospital.

-Guau, Kaboto se nota que no tienes nada mejor que hacer- hable con simpleza mirándome al espejo.

- No te metas Kinomoto, si no quieres una paliza también- si ya me habían cambiado el apellido a Kinomoto, justamente a los 13 años, lo cuales tenia en ese momento. Mi madre se caso con un arqueólogo, Fujitaka Kinomoto, en muy poco tiempo se gano el amor de mi madre y el mío, lo quería como mi verdadero padre y el me quería como su hija.

- Me sorprendes, creo que la clase de léxico de la señorita mikki te esta haciendo efecto, tu vocabulario a mejorado- mis labios se curvaron en una sonrisa irónica y a la vez divertida por la cara que puso la gorila, nadie sabia de eso, ni siquiera su pandilla, pero yo si, la habían obligado a tomar clases para mejorar su vocabulario, ya que a pesar de que estaba en una escuela publica sus padres son de la alta sociedad, y lo que me había enterado es que al salir de la preparatoria, que aun no me explico como llego a ella, seria presentada en sociedad y como hija única tendría que encargarse de la empresa de su padre, si supiera el idiota la clase de zorra que tiene por hija, pobre de lo empleados, crea que la desgracia pondría una sala de castigos en su oficina para el que no quisiera acatar sus absurdas condiciones o en tal caso por que se le antojaba golpearlos hasta dejarlos mas allá de que acá.

- Por que mejor no vas a jugar a la familia feliz, con la nueva adquisición de tu madre y dejas de meterte en donde no te llaman, fresita- ok eso fue un golpe bajo, la muy hija de su madre si sabia como lastimar sin ser golpeada, la mire con odio absoluto pero decidí no seguir metiéndome, con tal ellas son tres enormes y voluptuosos monstros, y yo, solo era yo, así que me encamine a la salida, cuando pase por al lado de ellas, mi falda fue jalada con fuerza, me gire para ver cual fue la causante de mi salida por salvar mi vida, y hay estaba la causante, la chica de ojos amatista de los cuales salían gruesas lagrimas y me miraba como cachorrito perdido pidiendo protección y comida, volví a soltar un suspiro, y me dedique a encarar a Kaboto que ya estaba frente de mi.

- ya déjala Kaboto, por que no te busca a otra a quien hacerle la vida miserable, se nota que la chica no es de por aquí.

- OH SANTA KINOMOTO, protectora de los desamparadas, esa es tu nueva tarea, que paso con la no me importa los demás que se defiendan como puedan.

- Es diferente, se nota que en cualquier momento se desmaya del susto, por que no vas a joder para otro lado, o a cazar al novio de otra, que lo sabes hacer muy bien, aunque no se como pueden mirarte a la cara, si yo fuera hombre me darías asco, de verdad que debes hacérselos muy bien, para que los muy idiotas te busquen- ok me había pasado, pero la verdad es que ya tenia el apellido revuelto desde el momento que se metió con mi madre, mi mirada estaba clavada en la de ella la cual me miraban como asesina en serie, y yo con una sonrisa tonta en los labios, "Ja toma zorra a ver si te sigues metiendo con los demás", pensé, pero de un momento a otro vi como un puño se dirigía hacia mi rostro, y no se como ni cuando una mano nívea detuvo el ataque, pues entre Kaboto y yo se encontraba la chica a la que supuestamente yo estaba defendiendo, y tenia sujeto el puño de la gorila, mientras de su boca salía palabras tímidas, pero decididas.

- Ya… te … di…dijo que no…nos dejaras en paz…paz- Guau con la chica de un momento a otro ya estaba frente de mi y en su mirada se notaba una chispa que hace momentos no vi.

- Tu cállate perra- de un manotazo se deshizo del agarre de la nívea la cual por el impulso fue a dar contra el lavado detrás de ella golpeándose la columna vertebral, viendo como hacia una mueca ante el dolor y llevando una de sus manos a la parte golpeada.

- Ahora si que te pasaste bruja- dije don tanta rabia que sentía mis orejas arder y mis ojos chispeantes, de un momento a otro me vi encima de la imbécil esa, mientras mis uñas que en ese momento estaban largas, las clavaba en su feo rostro haciéndole unos rasguños en sus regordetes cachetes que empezaron a sangrar por tal acto de mi parte. Cuando me separe de ella, mire al suelo la chica seguía quejándose del dolor me agache a su lado- No es momento de llorar, es momento de correr- la tome de una mano y mientras me levantaba la jale conmigo a que se pusiera de pie, es increíble que las otras dos matonas no han hecho nada por defender a su jefa, estaba allí paradas con la boca abierta de la sorpresa, aproveche para salir de los baños corriendo llevándome a rastra a la chica, que con esfuerzo me seguía los pasos, corrimos por los pasillos de la preparatoria, sin querer me lleve a unos cuantos por el medio, pero necesitaba esconderme, por lo menos hasta final de las clases, que mi hermanastro viniera a buscarme. Como escuchan, al mi madre casarse con Fujitaka este venia con un paquete extra el cual no se podía regresar por tener fallas, el cual si las tenia, pues el chico dos años mayor que yo era todo un chicle pegajoso que no se quitaba ni con aceite.

Corrimos, y corrimos, por varios minutos hasta llegar a las canchas de futbol, me detuve y vi hacia atrás para ver si nos perseguían, lo cual no había sucedido, di un suspiro largo por el cansancio y el desahogo de saber que no nos seguían, hasta que escuche que al parecer me hablaban, gire sobre mis talones y allí estaba la chica, la examine bien, es de contextura delgada y alta todo una modelo, busto exuberante, lo que hacia que la camisa le quedara como pegada como guante, eso hizo que me cohibiera, no es que yo sea plana ni nada de eso, pero mi cuerpo es de una adolecente, el de ella de toda una mujer, sus cabellos negros grisáceos llegaban hasta su cintura lo cuales terminaban en unas ondas con las que el viento jugaba, yo en cambio mis cabellos castaños llegaban un poco mas debajo de mis orejas, rosando un poco los hombros y mi estatura es media de acuerdo a mi edad, ella por lo menos me llegaba uno o dos centímetros mas, sus ojos color azules intensos con unos toques violisaceos que podrían llegar a compararse con la amatista, en los cuales todavía tenia la chispa que vi encenderse en los lavados, ahora que me fijaba bien, también tenia un toque misterioso y algo de picardía en ellos, lo cual me llevo a la conclusión que esa chica seria mi dolor de cabeza de ahora en adelante, y no estaba muy lejos de la verdad.

- Muchas gracias por ayudarme en los lavados- decía la chica mientras me miraba con esa chispa en sus ojos, el cual de repente me entro un miedo, sintiendo como los pelitos de todo el cuerpo se me erizaban.

- D... de nada- logre articular nerviosa, si que me ponía nerviosa, por que rayos le tuve que ayudar.

- Mi nombre es Daidouji Tomoyo, encantada de conocerte.

- Kinomoto, Kinomoto Sakura- entonces fue un flash, de un momento a otro la chica había sacado de su pequeño bolso una cámara de video diminuta, y empezó a grabarme mientras giraba alrededor mío, diciendo algo así de que yo era su ángel de guarda, y que había encontrado su musa, una gota recorrió mi nuca- "o si, esta chica me traerá desgracias".

Pero que equivocada estaba, ella se convirtió en mi mas grande amiga, luego de lo sucedido en los lavados, fuimos inseparables, y la zorra de la Kaboto cada vez que me veía salía corriendo del susto, quien lo diría, ahora yo era la mas temible de la escuela, jajajajajajaja, las marcas que le hice a la desgraciada tardaron en curarse, nunca supe por que no fui llamada a rectoría, eso siempre fue un misterio, pero bueno, bien merecido se lo tenia la muy hija de su madre, desde ese momento solo se dedicaba a robarles las novias a los demás chicas, que no entendía como se podían acostar con ella, hoy en día solo en pensar en su espantosa cara me revuelve el estomago, de verdad que tenia que ser muy buena haciendo cualquier tipo de cochinada que le fascina a los hombres en plena adolescencia con sus hormonas alborotadas. Y justamente eso fue lo que llevo a mi amiga a un embarazo precoz, en el ultimo año se enamoro perdidamente de un maldito infeliz del cual no me acuerdo su nombre, solo me acuerdo que es un jiripollas extranjero, jajajaja, así le llamaba Touya cada vez que lo veía, o le decía maldito Baka ingles, nunca entendí por le lo odiaba tanto, aunque mis pequeñas sospechas tenia, pero a la final tenia razón, ya que el muy desgraciado cuando Tomoyo le dijo que estaba embarazada la trato muy mal, eso destrozo a mi amiga, el había sido su primer hombre si acaso el lo era después de todo lo que le dijo en plena cafetería de la escuela.

- A ni no me vengas a encaletar el mocoso, sabrá dios con cuantos te abras acostado que ahora no sabes quienes el padre del engendro- todos en la cafetería estaban con la boca abierta, unos espantados, otros sorprendidos y otros con burla, entre ellos el grupito del idiota y mas allá Kaboto y su jauría de amorfos.

- N…No digas e..eso, sabes q..que no es ver…verdad- se defendía mi amiga llorando por lo que le estaban haciendo pasar.

- Ahora soy mentiroso- dice con una burla en el rostro lo que hacia que mi sangre hirviera a cada segundo- No me vengas con esas, mas de uno me ha dicho que te has dado un buen revolcón con ellos, hasta mi mejor amigo me conto la gata en celos que eres en la cama, que poca vergüenza tienes Tomoyito, si que eres toda una perra- el grupo de imbesiles empezaron a reír como idiotas que son, mientras mi amiga caía de rodillas llorando y gritando.

- NO ES CIERTO, SABES QUE FUISTES EL PRIMERO- de repente como que una rabia se apodero de la nívea, por que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba de pie otra vez y se acercaba con un puño a lo alto dispuesta a estamparlo en la cara del chico- ERES UN IMBESIL, BASTARDO- pero no logro a darle el puñetazo ya que el le tomo con fuerzas de la manos y la arrojo contra el suelo.

- Ten cuidado con lo que haces fierecilla, por que no guardas esas energías para la cama, A MI NADIE ME TOCA Y MENOS UNA PERRA COMO TU, ANDA A VER A QUIEN LE MONTAS EL MOCOSO POR QUE A MI NO.

Ahora si que se me juntaron los dos apellidos, en dos grandes zancadas llegue hasta el imbécil ese, que estaba hoy con una sonrisa de triunfo que no le iba a durar mucho y en menos de lo que canta un gallo mi puño ya estaba siendo estampado contra su nariz, haciendo que el retrocediera unos cuantos pasos y llevándose sus manos al rostro intentado detener la hemorragia que mi puño le había causado.

- A QUIEN LE LLAMAS PERRA IMBESIL, TU NO TIENES DERECHO PEDAZO DE BASURA, ESCORIA HUMANO, TAN SOLO ERES UN BAKA QUE SE ACUESTA CON UNA QUE OTRA LA DEJA EMBARAZADA Y LUEGO HUYE, SOLO ERES ESCREMENTO QUE NI SIQUIERA LLEGAS A BACTERIA- estaba que me llevaba el diablo, pero que le sucedía a este imbécil.

- Eres una- pero no llego hacerme nada, pues su mano fue detenida por mi lindo novio.

- Ni se te ocurra tocarla, o veras de lo que soy capaz- dijo de una manera tan amenazante que de sus ojos azules lanzaba rayos.

- No entiendo como puedes andar con esas- dijo el imbécil- Siendo el capitán del equipo de la escuela, y todas esas chicas lindas idolatrándote andas con semejantes zorras Miroku.

- Te lo advertí- y de un solo puñetazo fue a dar al otro extremo de la cafetería con la nariz fracturada.

- TOMA BAKA- dije emocionada.

- Ya Sakura saquemos a Tomoyo de aquí- y así lo hicimos, Miroku la cargo en brazos y llegamos hasta el patio de la escuela, sentándonos debajo de un gran cerezo

- Gracias joven Chiba- le dijo Tomoyo, abrazando sus propias piernas que las puso a la altura del pecho y oculto su rostro entre sus rodillas, aun lloroso.

- Para que somos los amigos Daidouji- si éramos los tres mosquiteros todos para uno y uno para todos.

- No se que are, Sakura- dijo ya levantando el rostro- Mi madre no lo sabe aun, y de seguro me hecha de la casa, tengo miedo Sakura, no se que hacer.

- Ya cálmate tommy- le dije atrayéndola a mi y abrazándola mientras acariciaba su espalda en forma cariñosa para que se calmara- Ya veras que conseguiremos una solución, en tal caso que te echen de casa yo tengo unos ahorros, y obligaremos al idiota de Touya a que nos ayude, Miroku también lo hará, cierto amor.

- Claro, creo que mi padre tiene un apartamento en las afuera de Tomoeda, ha de estar abandonado, en tal caso te podrás alojar allí y nosotros cuidaremos de ti.

- A gracias chicos- la nívea se deshizo de mi abrazo y se arrojo contra Miroku en un abrazo fraternal.

Y así sucedió, después de la graduación Tomoyo le confeso a su madre que estaba embarazada de dos meses y medio, no podía seguir ocultándolo, ya se le empezaba a notar su estado, en un arranque sonomi hecho a Tomoyo de la casa, y allí entro la ayuda de Miroku, le comento a su padre lo que estaba pasando y asedió ayudarnos con el paquete que se nos vendría encima, Touya también ayudo y mis padres igual todos ayudamos a Tomoyo con mi pequeño sobrino. Después de eso a los pocos meses Miroku tuvo que irse del país con su padre por motivos ajenos a él, decidimos romper y quedar como amigos ya que no sabíamos si volveríamos a vernos, pero el prometió en seguir ayudando a Tomoyo con la educación de su hijo y hasta el sol de hoy así lo ha hecho, abrió una cuenta bancaria a nombre de Tomoyo y hay le deposita una cantidad generosa todos los meses, desde hace ocho años, siempre estamos en contacto.

Ya ven por que digo que la vida es una porquería, todo lo que hemos pasado, parece que somos solo unas fichas de ajedrez gigantes que los dioses mueven a su antojo solo por diversión, eso es lo que somos, unos juguetes insignificante para ellos, y lo comprobé el día que llamaron a mi madre diciendo que Fujitaka había muerto, pues el avión en que iba a su ultima excavación en el Cairo, hizo explosión debido a una falla mecánica, en ese momento sentí que me quedaba si madre también ya que el impacto lo dejo en shock durante varios meses, Touya y yo nos hicimos cargo de la casa mientras ella se recuperaba, hoy en día tras su años de su muerte no he visto al latoso de mi hermanastro llorar la perdida de su padre, no es que no le quisiera, yo creo que es esa mentalidad del hombre que no llora y tiene que ser fuerte por los demás, desde ese día su actitud cambio, se volvió mas maduro y dejo de fastidiarme y se volvió un sobre protector conmigo y Tomoyo como con el pequeño Sota.

- SAKURA, APURATE SE TE HACE TARDE- escuche los gritos de mi madre desde la plante baja.

- YA VOY MADRE, -"que latosa se ha vuelto, ya tengo 23 años, por lo dioses"- parándome de mi cama agarro una toalla que esta en la silla de mi tocador he ingresando al baño, si ya tengo 23 años y hoy voy a una entrevista de trabajo, pues estaba desempleada, después de que termine la universidad no conseguí trabajo, me ha ido mal en eso, pero me dedique a ganar dinero trabajando en tiendas, y cuidando niños ya que en las escuelas para impartir clases tenias que tener por lo mínimo dos años de experiencia, como diablos quieren que la tenga si los muy canijas no me dan la oportunidad, pero que tipo de imbesiles hay en las escuela. Si termine estudiando para profesora de literatura, ilógico no, después de que me quejaba tanto de los fracasados profesores, pero en cierto modo quería darles una lección de cómo se podría llegar hacer un buen maestro, pero aun no he tenido la oportunidad, y aquí me tienen alistándome para ir a la capital de nuevo a una entrevista de trabajo en la empresa en donde trabaja Tomoyo, el puesto es de asistente personal de unos de los gerentes, del cual yo no tengo ni la mas mínima remota idea de que es ser asistente, mi amiga me dijo que algo fácil que no me preocupara. Algunas veces creo que Tomoyo sigue siendo la misma ingenua de siempre, pero bueno por lo menos me ayudo y algo es algo.

Al terminar de alistarme baje a la sala donde me esperaba Touya, para llevarme a la estación del tren, para ir a Tokio, solo eran dos horas pero había que madrugar.

- Tomoyo ya se fue, se le hizo tarde esperándote, y así piensas en que te den el trabajo, siendo impuntual.

- Cállate imbécil, además la entrevista es a las nueve, no veo el apuro.

- Mocosa del demonio, mas respeto a tus mayores.

- Yo no veo a ninguno por aquí- dije con burla al ver como en la frente de Touya se empezaba a notar la venita del enfado.

- Sigue burlándote y vamos a ver quien te lleva a la estación, monstro- golpe bajo, el desgraciado se hecho a reír por mi cara que de seguro era de desagrado y asesina al mismo tiempo.

- Ustedes dos ya dejen la pelea, ya esta bastante grandes.

- Buenos días madres, ¿y sota?- todavía estaba en su bata de seda color rosa pálido, son apenas las cinco y media de la mañana, Tomoyo siempre llevaba a sota a esa hora ya que la escuela empieza hasta las ocho y ella tenia que irse a Tokio temprano, mi madre y yo le hacíamos el favor de cuidarlo durante esas horas.

- Esta en la cocina, tomando un vaso con leche.

- Bueno, creo que lo veré en la tarde ya es tarde.

- Suerte hija- me desea mi madre, le dedico una sonrisa en agradecimiento, la tristeza todavía sucumbía sus ojos verdes, mis pensamientos fueron interrumpidos por los insistentes llamados de Touya desde el auto.

- Acaso este imbécil no se cansa de joderme la paciencia- dije soltando un suspiro.

- Sakura, que manera de expresión es esa.

- Si madre, ya, ya, bueno me voy nos vemos en la tarde- sin mas me gire sobre mis talones y Salí de la casa, afuera estaba Touya en el auto tocando corneta como desesperado, baje los pequeños escalones de la entrada y llegue al auto cuando entre, le di un manotazo en la nuca para que dejara de apurarme.

- Oye!

- Cállate y arranca que se hace tarde- hizo un gruñido y yo iba con mi sonrisa de triunfo en la cara- "Idiota".

Son las ocho y media de la mañana y me encontraba parada frente a un gran edificio, de ventanales color azul oscuro, pues la estructura lo único que tenia en cemento se podría decir que solamente eran las bases y los pisos, el resto eran puros ventanales, encima de las puertas mecánicas esta un letrero gigante con letras color dorado brillante las cuales decían Corporación Li-Hiraguizawa C.A., no se por que pero el segundo nombre me sonaba familiar, pero no pude acordarme de donde, así que deje el asunto de lado y entre a lo que se veía que es la recepción, en el medio hay un tipo de fuente con jarrones rústicos desde el mas chico, que esta a lo alto y surtir de agua a los que seguían en picada hasta el mas grande. Deje de maravillarme por la imponente fuente y me acerque a la recepción, donde se encuentra una chica de cabellos color castaños oscuro y ojos también, esta detrás de un escritorio en forma de U, de una formica color negro brillante en la parte inferior y en la parte superior color vino tinto igual de brillante, atrás de ella también estaba el mismo letrero de la entrada pero mas chico. La chica esta vestida con una camisa color blanco de tres cuarto de manga, en el cuello de la camisa tiene una especie mascada color vino tinto amarrado en un nudo a nivel de las solapas de la camisa.

- Bueno días, sea bienvenida a la Corporación Li-Hiraguizawa, en que puedo ayudarla- huy tanto dulce me empalago, cuanto le pagaran por eso.

- Si, bueno días, Busco a Daidouji Tomoyo, me espera.

- Espere sentada mientras le aviso por favor- la chica me enseña unos muebles que están a lado izquierdo de la recepción del mismo color que su escritorio y uniforme, negro con vino tinto, sin mas me gire y me dedique a sentarme mientras observaba todo a mi alrededor.

- "Acaso estos sujetos no conocen otros colores, debe de ser que su alma es tan negra y vino como tienen todo pintado"- reí- " De seguro son unos viejitos verdes, daltónicos y solo pueden distinguir estos colores, jajajaja"- y mis lindos pensamientos fueron interrumpidos

- Sakura, menos mal que llegaste- voltee mi mirada y allí estaba, mi mejor amiga con su inseparable sonrisa y su magnifico cuerpo, quien iba a creer que esa chica que tiene cuerpo de modelo Play Boy, tiene un mocoso de ocho años, el cual su uniforme igual a la de la recepcionista del falda un poco mas arriba por encima de la rodilla color negra, su camisa blanca, su mascada, su saco color negro que llega a altura de la cintura en un corte muy femenino, en sus pies unos zaparos de taco de 10 cm igual color negro, le quedan como anillo al dedo, me pare del asiento y fui hasta ella.

- Tranquila Tomoyo, no iba a llegar tarde con la lata de Touya fastidiando.

- Bueno será mejor que subamos, ya esta cerca la hora- me encamine con ella esta vez hacia el lado derecho de la recepción, en lo cuales se alcanza a ver las elegantes puertas de los ascensores, cuando llegamos a ellas Tomoyo apretó en botón a abrirse entramos y volvió a tocar un botón indicando el numero 12, estos por dentro también estaban forrados de formica color vino tinto y negro.

- Oye Tomoyo, ¿acaso estos viejos son daltónicos o que?, todo es vino tinto y negro- dije de manera de burla

- Jajajaja, de donde sacaste eso Sakura.

- ¿Qué?

- ¿de los viejos daltónicos?- me pregunto con gracia.

- ¿Que, acaso lo dueños de semejante compañía no son unos viejos verdes?

- Ya veras los viejos verdes que son amiga- ok de que me perdí, Tomoyo me acaba de poner la cara de yo se algo que tu no y te vas a morir, con su risa irónica grabada en sus labios llegamos al piso doceavo, se abrieron las puertas de el ascensor salimos de el, y me pude percatar de que el es bastante grande, el piso forado en alfombra color vino tinto, a unos cuantos pasos de los ascensores de encuentra una pequeña recepción igual que la de la entrada, allí esta una chica de cabellera marrón que le llega mas debajo de las oreja, me hizo acordar cuando yo lo usaba así, ahora lo tengo por la cintura igual que mi amiga, la chica de tez blanca con unos anteojos en forma circula ocultando su hermosos ojos color marrón claros.

Hacia la derecha de la recepción y a lo largo, se encuentra unas puertas de caoba, cerradas, y a un lado de la puerta un pequeño pero cómodo escritorio de forma cuadrada, con un ordenador ultimo modelo y un teléfono, el puesto se veía desierto, de segura ese es el vacante por el cual Tomoyo me hizo venir, a la izquierda de la recepción, estaban unas puerta iguales que la del otro extremo y también el escritorio, pero ese si esta ocupado por una chica de cabellos color caramelo, y ojos de color terracota, también delgada y blanca, parecía estar haciendo algún trabajo para su jefe ya escribía a millos tecleando y viendo la pantalla de su ordenador.

- Bueno días Naoko- dice mi amiga dirigiéndose a la chica que esta en el escritorio en forma de U.

- Bueno día Tomoyo, que te trae por aquí.

- Traje a mi prima para la entrevista, ya llego el señor- un momento dijo ¿prima?, ¿Qué se traerá Tomoyo?

- No, el llegara mas tarde, la entrevista se la hará el señor Hiraguizawa, pero ahora esta reunido.

- Ok, gracias Naoko- luego se dirige a mi- Sakura, tengo que ir a mi puesto, quédate aquí, cuando Hiraguizawa se desocupe ella te anunciara, no tengas miedo, solo se tu misma, y veras como te dan el puesto.

- Tomoyo sabes muy bien que no se nada de asistente, además por que dijiste que soy tú prima, sabes que eso no es cierto.

- Cálmate, lo dije por que buscaban alguien de confianza, y fue la única manera de que me dejaran traerte, así que para todos eres mi prima segunda, pero nos criamos juntas- solo pude sentir a lo que ella decía- Además de que te llevaras una sorpresa enorme. No solo con lo "viejos" también con otra cosa- ok su intriga ya me afecto, aparte de esa burla que tenia en su rostro.

- Tomoyo ya ni me esta gustando tanto misterio de tu parte, sabes que me revienta todo eso.

- Ya Sakurita, que todo ira bien, bueno te dejo en buenas manos, siéntate en este sillón mientras espera- y sin más se alejo de mí riendo.

- Tomoyo, no me digas SAKURITA, TE ODIO- grite

- Yo también te quiero primis, hasta luego- y sin más se despareció junto a ascensor.

- DESGRACIADA, ME LA PAGARAS- volví a gritar y si mas me deje caer en el sillón que esta en medio de la pequeña recepción, mientras era observada por las otras dos chicas como si estuviese viendo a una criminal en fuga, va me importa un demonio la que piensen, así soy yo y nada me cambiara- "Ya me las pagaras Tomoyito y con creces"- me hundí en mis pensamientos mientras esperaba como borrego al matadero.


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Notas de la autora: Guau esta historia si que me quedo emocionante. En realidad no pensaba en escribir otra hasta que no terminara las otras tres, pero esta me llego como un rayo a mi mente mientras dormía, por que soñé con ella, y me dije tengo que escribirla, y he aquí el primer capitulo. Ahora, por supuesto que seguiré con las otras, el capitulo del Odio al amor lo tengo en proceso, solo que tengo el cerebro un poco tapado con respecto es esa historia, Un nuevo tiempo y una nueva aventura solo tengo que ponerme a transcribir ya que esta la tengo escrita en libreta, he igual que un cuento de hadas no hadas que ya tengo casi el capi nº 3.

Bueno espero que le haya gustado esta nueva historia, voy hacer la prueba, si veo que me critican mucho la quito, como se habrán percatado tiene muchas palabrotas, pero como lo puse en el aviso, esta historia va a ser algo cruda ya que en parte me estoy basando mucho en la vida cotidiana de las personas así como también un poco de imaginación. Por ejemplo el embarazo de Tomoyo a temprana edad e igual el Nadeishko, por lo menos es algo que se ve con frecuencia en mi país, y quise poner un poco de eso, así como también las rivalidades que hay en la escuelas publicas y los abusos.

Bueno ahora con los agradecimientos a mis queridas amigas y seguidoras que me apoyaron.

Gracias a mi amiga cereza oscura, por apoyarme en mi decaída, a mi amiga Aymivr3: si chica resolvi el problema, ; a DeidadSak: gracias por tu apoyo chica, y de verdad me alegra que te guste el trama de mi historia, daré mi mayor esfuerzo, también gracias a flor de cereza oscura por su apoyo, también gracias a mi amiga Kendrix astrix, epero que leas esta historia y me des tu opinión, gracias hivari por tu comentario, y si esa gente solo lo que quiere es desanimarlo a uno. Bueno y gracias a todas aquellas que me brindaron su apoyo,

ESTE FINC ES DEDICADO A TODAS USTEDE AMIGAS, ESPERANDON SUS RESPUESTAS.

Yo aquí seguiré mas fuerte que el odio, jjajajajajaaj.

Hasta la próxima

SAKURITAMOON.