Dark Guardian
By Goddess Rhiannon

Capítulo Uno: Premonición

Santuario, Grecia

Era un día como todos en el Santuario, a excepción de que algunos santos dorados no estaban allí por ahora. Camus había regresado a Rusia con Crystal y Katya, no quería perder de vista a su familia recién encontrada, Katy feliz y Crystal no lo admitiría mucho pero también estaba contenta de tenerlo de nuevo para sí.

Mu se había ido con Lei Li y Kiki a Jamil, quería mostrarle el lugar a su chica, tenía lugares muy bonitos en la montaña que ellos solamente sabían como llegar.

Shaka no había regresado de la India, ya que se había quedado con Kai, suponemos que regresará algún día... si Kai le deja, claro.

Milo había ido a China con Ling Shu, ya que ella tenía permiso al fin de regresar a su aldea a ver a su abuela... no era que a Milo le hiciera chiste regresar a ese infierno, pero por Ling Shu hacía cualquier cosa.

O sea, quedaban pocos santos, Aioria, Saga, Aldebaran, Máscara, Shura y Afrodita. Querida Saori no estaba muy conforme con las bajas entre sus filas, pero no podía negarles irse a algunos de ellos si era necesario, especialmente a Camus, pues él tenía una hija de la que ocuparse. Al menos aún tenía a las amazonas en el Santuario... no era que Vera y Marin le hicieran mucho caso que digamos, pues no tenían muy buena opinión sobre la malcriadez de su diosa. Kalani no tenía problemas, ya que era demasiado buena e ingenua la mayor parte del tiempo; por eso podía llevarse bien con Saga, ya que este santo era algo dominante con sus congéneres.

Nadie pensaría que las cosas pudieran cambiar... otra vez ¿pero desde cuando estos pobres chicos viven en paz?

Rusia

"Papi, papi, papi, papi," Dijo una vocecita tan conocida por todos al pobre santo que intentaba leer el periódico en paz.

"Que, que, que, que" Dijo Camus, mirando a su pequeña hija. Katy le sonrió ampliamente y Camus se preparó para un ataque de Katy.

"¿Cuándo vamos a ir a ver a mis 'tíos'? Me aburro aquí" Dijo Katy, con ojos implorantes, Camus suspiró, era la cuarta vez que le preguntaba eso... en media hora.

"Hace apenas un mes que estamos aquí ¿para qué quieres regresar tan pronto? Podremos ir a verlos cuando tenga que regresar, ya que es mi trabajo ser caballero, pero por ahora déjame descansar de tus 'tíos' ¿sí?" Le dijo él, tratando de convencerla por enésima vez, Katy movió la cabeza negativamente, haciendo que sus adorables bucles danzaran a su alrededor.

"Pero, papi..." Dijo ella, tratando a su vez de convencerlo de lo contrario, Crystal se acercó por detrás de Camus, viendo como él trataba de lidiar con ella, después de un rato se compadeció de él y le vino a dar una mano, Camus no podía decirle que no a Katy, y ella comprendía a la perfección eso.

"Katy, si tu papá dice que por ahora no, es no" Dijo Crystal, con una voz que no admitía una negativa, la niña la miró un poco enfadada y se sentó a los pies de su papá, ya seguiría importunándolo cuando su mami estuviera lejos.

Camus miró agradecido a su mujer y ella le sonrió a su vez, acercándose y abrazándolo por el cuello desde atrás.

"Mercy, ma chére, que haría sin tí " Dijo Camus, tomándo su mano y dándole un beso en el dorso, Crystal, le dio a su vez un beso en la mejilla y se separó de él.

"Vamos, Katya, es hora de tu baño" Dijo Crystal, Katy la miró horrorizada.

"Pero si ya me bañé... ayer" Dijo la pequeña. Crystal sabía que a ella no le gustaba bañarse mucho que digamos, y era una batalla campal siempre que lo hacía. Camus fue esta vez el que ayudó a Crystal.

"Yo la bañaré ¿tú no serás mala conmigo ¿verdad, ma petit?" Le dijo Camus, levantándose de su sillón y tomando a su pequeña hija en brazos, Katy suspiró, era una pelea injusta, no podía resistirse a su papá, menos cuando le hablaba en francés. Crystal sonrió al ver la capitulación de su hija al encanto de su padre, no la culpaba, a ella misma le costaba resistirse también, es más, el 99 por ciento de las veces perdía miserablemente.

Jamil

Lei Li estaba observando todo a su alrededor maravillada, nunca había visto algo tan bonito. Se acercó al parche de verdor en medio de un crater formado naturalmente por el paso del tiempo, estaba cubierto de flores silvestres, especialmente lilas de la montaña, le encantaban esas flores, pero eran raras de ver fuera de su habitat natural. Mu sonrió al verla acercarse y sentarse en medio de esa verde laguna, Kiki se había quedado en la torre, por orden de Mu, ya que al pequeño le parecía muy divertido fastidiar a su maestro metiendose en medio de él y Lei Li cuando Mu iba a darle un beso o algo, Lei Li sólo sonreía al pequeño, a ella le causaba gracia ver a Mu queriendo hacer desaparecer a su pequeño discípulo.

Mu se sentó a su lado y le pasó un brazo por su estrecha cintura, Lei Li le sonrió y le dio un pequeño beso en los labios.

"¡Mu, esto es precioso!" Dijo ella, encantada.

"Lo sé, sabía que te gustaría, pero es difícil encontrar lugares así en el Santuario, estoy seguro que Aioria debe conocer alguno en el bosque, pero nunca nos dice en donde está" Dijo Mu.

"Supongo que debe reservarlos para Vera, a ella también le gustan las flores" Dijo Lei Li, tomando algunas para armar un ramillete. Mu tomó una flor y se la puso en el cabello. Lei Li siguió juntando sus flores sin haberse percatado.

China, Aldea Amazona

Milo iba con Ling Shu a través de esa aldea de locas que lo miraban demasiado, el pobre santo no soltaba la mano de su novia ni que su vida dependiera de eso, en un sentido, su aún soltería pendía de un hilo si Ling Shu lo dejaba atrás. Ella le miró sonriendole y apretó su mano para asegurarle a su chico que todo estaba bien, pero la mirada de espanto de Milo no cedió ni un ápice, por lo que Ling Shu trató de contener la risa hasta que llegaron a la cabaña de su abuela.

"¡Nihao, abuela!" Saludó Ling Shu, a la anciana que estaba machacando algunas hierbas sentada en una mecedora.

"¡Ling Shu, viniste!" Dijo Ming Yue, levantándose para recibir a su bienamada nieta, Ling Shu enseguida corrió a abrazarla, dejando a Milo sólo por un segundo, el santo no tardó en cerrar la puerta y quedarse apoyado en contra de ella como si la fueran a derribar. Ming Yue miró sonriente a su 'nieto' el pobre estaba traumado al extremo.

"Milo, no te asustes, nadie reclamará nada sabiendo que tú le perteneces a mi nieta" Le dijo la anciana, acercándose a darle un abrazo también, Milo le sonrió, tenso y también le abrazó.

"Lo siento, 'abuela', pero como dicen en el Santuario 'Desconfía y acertarás' " Dijo Milo, relajándose un poco, Ling Shu se empezó a reír sin poderse contener más, lo que le valió una molesta mirada de 'Ojos de Cielo'

India

Shaka observaba con atención a Kai, que estaba recogiendo moras en una canasta, el árbol era enorme, ya que tenía muchos años, era viejo cuando ambos habían nacido, así que figúrense.

Kai parecía ignorar la mirada de su 'otra mitad' pero no era cierto, era imposible no sentir su precencia cuando lo tenía cerca, aunque el concepto de 'cerca' fuera a más de un kilómetro de distancia. Shaka sabía que ella lo ignoraba a propósito, le encantaba hacerle eso, no era que a Shaka le molestara en absoluto, porque la pretendida indiferencia total era imposible entre ellos dos. Y sabía que Kai lo sabía. Por eso optó por acercárcele despacio por detrás.

Kai se estiró para alcanzar un racimo de moras, pero ella era baja, y no lo conseguiría a menos que se trepara hasta la rama, Shaka la tomó de la cintura y la subió en uno de sus hombros, Kai ni se sorprendió, pero ahora sí que llegaba muy bien, es más, llegaba más alto y bajó más moras maduras que definitivamente estaban antes muy fuera de su alcanze.

"¿Cuánto tiempo pensabas dejarme saltar para llegar a esa rama?" Dijo Kai, embocando las moras en la canasta que ahora estaba a los pies de Shaka.

"No sé, hasta que intentaras romperte el cuello trepando las ramas que son demasiado finas para soportar tu peso" Dijo Shaka, sabiendo que con eso de seguro la molestaría. Kai le sonrió dulcemente, deshizo un par de moras entre sus delicados dedos y se los pasó a Shaka por la mejilla, Shaka protestó por eso y la bajó enseguida.

"¡Kai, no era para que me dejaras como un piel roja americano!" Dijo Shaka, tratándo de lipiarse la cara con el dorso de su mano, Kai se echó a reír, cuanto más trataba de sacarse el color morado, más se esparcía. Shaka la miró con una mueca y se le acercó para tomar revancha por eso, pero Kai salió corriendo sin dejar de reírse.

"¡Ven aca, ya verás cuando te atrape!" Le decía Shaka, sin perderle el rastro.

"¡Eso te pasa por insinuar que soy torpe trepando!" Le dijo ella, recuperándo el aliento detrás de un árbol bastante grueso. Shaka empezó a rodear el árbol, pero cuanto más se acercaba, más iba Kai para el otro lado, siguieron así un buen rato hasta que Shaka cambió de táctica retirándose. Kai le observó irse, desconfiando de él, pero cuando él despareció de su vista, trató sigilosamente de regresar por su canasta. Shaka estaba tranquilamente trepado a un árbol cercano, esperando a que su presa pasara por debajo de él, cuando la pequeña rubia se dio cuanta de su presencia ya era demasiado tarde, Shaka ya la tenía atrapada en su regazo arriba del árbol.

"¡Eso es jugar sucio!" Dijo Kai, Shaka le sonrió simplemente y se encogió de hombros.

"Eso lo aprendí de Aioria, él siempre prefiere estar a una altura mayor que su víctima. Bien, ahora vas a compensarme por llenarme la cara de mora" Le dijo él. Kai le miró, incrédula. Suspiró y sacó un pañuelo, limpiando el resto de la fruta.

"Lástima, quedabas bien como casique" Dijo ella, sonriéndole, Shaka la cercó hacia él plantándole un gran beso en la mejilla.

"¡Auch! ¡Eso es tramposo!" Dijo ella, tratando de alejarse de él, no podía dejar que Shaka la desarmara de esa manera, pero él no le dio importancia a esa queja y siguió por su cuello, Kai no pudo resistírsele por mucho tiempo más.

Santuario... otra vez.

El sol se estaba poniendo, pero aún habría un par de horas más de luz, Saga miraba desde su templo el horizonte, había algo que lo perturbaba, como un presentimiento, Kalani le miró extrañada ante su silencio y le tomó la mano, Saga la observó, ablandando su mirada perceptiblemente, esa mirada era sólo para Kalani, nadie más tenía el privilegio de conocerla. Ella le sonrió y Saga la estrechó a su flanco, mirando pensativo el horizonte otra vez.

"¿Qué te pasa, Saga, algo te preocupa?" Dijo ella, tratando de ver más allá del extraño estado pensativo de su pareja, Saga movió su cabeza negativamente.

"No es nada" Dijo Saga, tratando de tranquilizar a Kalani, lo último que quería era preocuparla.

Templo de Leo

Aioria estaba en un estado parecido al de Saga, sólo que lo demostraba caminando nervioso de un lado al otro, Vera arqueó una ceja interrogante pero ya se había cansado de preguntarle que le preocupaba, ya que ni el mismo león sabía por que se sentía inquieto.

"Aioria, ya ven a sentarte, me pones nerviosa" Le dijo ella, Aioria la miró y suspiró, Vera tenía razón, de nada le servía formar un surco en el piso. Ella le acarició el rostro con una mano y él se la tomó, apretándola suavemente, como tratándo de que ella no se preocupara... y para calmarse él mismo.

Máscara se acercó al templo de Géminis, para corroborar si el sentimiento era compartido o paranoía suya, Saga le miró y asintió, ambos, junto con Kalani, fueron en busca de Aioria y Shura, pues Aldebaran estaba en el pueblo y Afrodita ya estaba en Leo cuando ellos llegaron.

"¿Qué creen?" Dijo Aioria a sus compañeros, todos se miraron unos a otros, desconcertados, Kalani y Vera se habían quedado un poco más adelante del tamplo para dejarlos hablar tranquilos.

"Algo les preocupa, Vera, pero no saben que" Dijo Kalani, sentada al lado de su amiga.

"Lo sé, hasta yo siento que la atmósfera está muy rara, pero no quise decírselo a Aioria para que no se preocupara más de lo que está" Le contestó ella, luego ambas vieron que los santos habían decidido ir a hablar con Atena sobre esto y hacia allí se encaminaron.

Holaaaaa!! Tanto tiempo! Ven, para que vean que estoy de buenas, estoy escribiendo dos fics a la vez, aunque aviso que voy a relegar este un poco, así que no pidan super rápidas updates, primero voy a terminar el de Hilda y Sigfried en inglés, luego retomaré este. Tiene una trama un poco mezclada con otras cosas que a mí me encantan, sino les gusta, lo entenderé. Este fic está dedicado a mi amiga del alma Marilin, que siempre me da buenos consejos e ideas