A/N: Hola chicos

Esta es una nueva historia que estoy traduciendo al mismo tiempo que "She Runs...", para los que esperan capítulo de esa historia debo decirles que ahora estoy bajo un horario y subiré capítulo el 15 de Junio. Mientras tanto espero que lean esta historia y que les guste tanto como a mi.

DISCLAIMER: No soy dueña de Les Misérables, ni de la canción de Bonnie & Clyde, ni de Singing in the Rain. La historia le pertenece a la maravillosa soundslikepeanuts.


Éponine Thénardier observó la escena que ocurría frente a ella con disgusto. Apenas eran las 11 y media de la noche y ella estaba de pie detrás de la barra de la taberna de sus padres en París, limpiando un vaso con un trapo que tenía aspecto de haber sido pescado del Sena después de varios años en el lodo. A su alrededor peleas se estaban empezando, borrachos se caían de los destartalados taburetes y unas cuantas prostitutas trataban desesperadamente de conseguir clientes.

Así que, en general, era una noche típica para Éponine. Sólo se alegraba de que esta vez estaba trabajando en la barra y no en el cuarto trasero.

"'Ey, q'es esto? 'As estado regalando esta mierda?" Se dio la vuelta para mirar a su padre sosteniendo el contenido de la caja en sus puños con una mirada furiosa en su rostro, dirigida a ella.

"Claro que no, ha sido una noche tranquila, eso es todo. Siempre lo es los jueves, que quieres que haga?!" Éponine se maldijo en silencio. Esa era una pregunta que no querías preguntarle a Thénardier cuando estaba corto de dinero.

"Me importa una mierda lo que hagas, quiero otros 100 euros en la caja antes de cerrar o desearás nunca haber nacido."

"Más que de costumbre?" le espetó ella.

Él la tomó del cabello y la arrastró hacia él. "100 euros" le gruñó, antes de empujarla hacia la barra, causando que se golpeara contra ella, apenas manteniéndose en pie. Éponine miró desafiante pero él ya había desaparecido hacia la parte de atrás. 'Esa fue una cosa muy estúpida, idiota' pensó para sus adentros y luego miró el reloj con un suspiro. Las ultimas órdenes eran en 25 minutos y sabía que su padre hablaba en serio acerca del dinero.

"ZELMA!" gritó hacia la parte de atrás. Su hermana menor Azelma apareció, sus ojos marrones muy abiertos en su demacrado y desnutrido rostro. Azelma hubiera sido bonita de haber llevado una vida diferente, su descolorido cabello castaño colgaba suelto sobre su rostro y su diminuto cuerpo se opacaba por la gigante sudadera que usaba para mantenerse abrigada. "Vigilas la barra por mi? Voy a tratar de conseguir más clientes"

Su hermana menor comprendió de inmediato. "Cuánto quiere?" preguntó Azelma. "100 euros.". Azelma lentamente exhaló una gran cantidad de aire. "Cobraré un pequeño extra por cada pinta."

Éponine sonrió ligeramente en agradecimiento, luego cruzó el bar hacia el pequeño escenario en la equina junto a la rocola, donde se encontraba un viejo micrófono. Si había algo que parecía hacer que la gente bebiera más, era una o dos canciones de Éponine, entre más sugestiva mejor. Era un extraño fenómeno, pero funcionaba a su favor. Lo único que tenía que hacer era imaginar que estaba en el Café Musain –donde pasaba la mayor parte de sus días– cantándole a Marius, el amor de su vida. Los idiotas a su alrededor pensaban que les cantaba a ellos y compraban más bebidas.

Echó una moneda en la rocola y seleccionó 'How 'Bout A Dance' del musical Bonnie & Clyde. Algunos ebrios vítores se escucharon mientras el intro llenaba la sala y ella se dirigió al escenario.

Éponine cerró los ojos y soñó mientras comenzaba a cantar.

'How 'bout a dance?
What do you say?
I got some moves that I'd love to show ya
Let's find a spot and dance the night away...'

Los hombres estaban lo suficientemente ebrios para que la seductora voz y las finas caderas de Éponine balanceándose al ritmo de la musica en sus viejos y andrajosos pantalones entubados fueran suficiente para que la desearan.

'How 'bout a dance?
It's always fun
Come over here, let me get to know ya
Can't beat a band to lift your spirits high... You look so handsome!

Podía verlo ahora, Marius sonriéndole desde la barra, sus ojos llenos de amor, listo para llevársela de la taberna para siempre.

How 'bout a dance?
Let's make a start
Music like this can really throw ya
You'll lose the blues
And you may lose your heart.

Tonight is the night I've been waiting for.
Even the moon looks just right.
I'm sure the crowd will make room on the floor.
When they see you look like you do.

So how 'bout a dance?
Let's make a start
Music like this can really throw ya
You'll lose the blues
And you may lose your heart.

You'll lose the blues, and you may lose your heart.

La canción terminó y Éponine regresó a la barra entre porras y silbidos de los hombres a su alrededor. Ella sonrió con los dientes apretados e ignoró sus miradas lascivas mientras ellos vaciaban sus bolsillos por cervezas y bebidas rebajadas con agua. Hicieron 100 euros y más, así que Éponine dividió el dinero extra con Azelma y cerró el bar. Tal vez podría comprarle un pan de dulce a Gavroche mañana cuando lo llevara a la escuela.


A/N(de nuevo): Enjolras aparecerá en el siguiente capítulo, lo prometo.

Por favor haganme saber lo que piensan y también si tienen dudas sobre la otra historia pueden mandarme un mensaje y preguntar todo lo que quieran.

Próximo capítulo la siguiente semana. Los quiero a montones.

Bren