PARTE UNO


I -Vidia- 3.1k
II -Tink- 1k
III -Vidia- 6.9k
IV -Light- 0.2k
V -Vidia- 0.2k
VI -Sled- 17.2k
VII -Vidia- 10.0k
VIII -Sled- 5.2k


(I) [Vidia]

"Pero todavía no entiendo para qué sirve ese cable que hace chispas… ¡Eh! ¡A lo mejor el carruaje funciona con relámpagos!" por los ocho vientos, se me va a hacer el camino interminable. Intentaba volar pero aún tenía las alas demasiado mojadas para hacerlo "oh… ¿te siguen molestando las alas mojadas? Espera Vidia, deja que te ayude" no tiene remedio…

—Ha… Tinkerbell, tal vez si pasaras menos tiempo causando desastres, no tendrías que… ayudar tanto a todo el mundo—

"Oh, uala…" por fin se da cuenta.

—Hm, la verdad duele ¿no es así?—

"¡Mira! Nos vendrán bien en el campamento" me ignoró al ver estúpidas cosas perdidas por el suelo. No me lo puedo creer, no me hace ni la más mínima pizca de caso, ¿cómo se atreve a pasar de mí de esa forma? "Vaya, son perfectos para el nuevo prototipo de carromato en el que estoy trabajando. Toma, seguro que si cojo dos o tres botones y los ato podré fabricar una rueda muy fuerte" iba pasándome los botones a la vez que los dejaba en el suelo otra vez. ¿Se cree que soy una rata de esas que llevan cosas? ¿A caso tengo bigotes en la cara? "Ah, qué bien que vayamos a pie, si no, no los habríamos visto… Vidia, ¿y los botones?"

—Tinkerbell, no pienso llevar estos trastos humanos al cam…pamento— me quedé de piedra al ver una pequeña casa adornada con flores y hojas, tenía hasta un puente para cruzar. Teníamos que salir de allí de inmediato, era indudablemente sospechoso.

"¡Vamos!"
—¡Vamos!— salí corriendo de allí pero la infinitamente curiosa Tinkerbell se acercó a la casa para verla de cerca. Tiene que estar de broma —Tinkerbell, ¡se supone que no debemos acercarnos a casas humanas!— no era tan difícil entenderlo.

"Esta no es una casa humana, sus casas son mucho más grandes, además, ese cartel dice bienvenidas hadas"

—¿Y quién crees que lo ha escrito? ¡Un humano!— ¿cómo puede ser tan inconsciente? Se va a meter en un lío, otro lío —Tinkerbell, no entres ahí—

"Ah, y hay un buzón de correos para hadas"

—Por favor dime que no vas a entrar…— ni caso —Ha entrado— en serio, me está sacando de quicio. Las alas se me están sacando, podría volver al campamento y olvidarme de ella de una vez…

"Aivá…" la vi coger una especie de caramelo gigante con intención de comérselo. ¡No podía dejarla sola!

—Tinkerbell, no te comas eso puede ser una trampa— por esas cosas los tintineadores deberían quedarse en Pixie Hollow.

"Oh, vamos Vidia estamos a salvo" está claro que no, nos hemos metido de lleno en la boca del lobo, venga ya. Tengo que darle una lección, a ver si aprende.

—Oh, ¿en serio?— cerré la puerta de un golpe con una ráfaga de viento que hizo temblar toda la casa.

"Oh Vidia…"

—Hm, ¿ahora no estás tan a salvo eh?—

"Muy bueno Vidia, pero no me asustas. Caray, esto es increíble…" suspiré sin remedio.

—No sabes cuándo parar ¿verdad?— si sigue con esta actitud se va a meter en serios problemas tarde o tem…pra…no… Me giré al oír un ruido y vi a esa niña humana que escuchamos antes. Mierda, va directa hacia aquí —Oh no, ¡Tink! Viene alguien— intenté abrir para sacarla de allí cuanto antes, pero no pude —¡la puerta está atrancada!—

"Vamos Vidia, no sigas que no cuela…"

—Tink ¡Tink! Va en serio, ¡sal de ahí!— pero no me hizo ni caso, la niña ya estaba a pocos metros de allí y tuve que esconderme para que no me viera. Sin duda, aquello era una trampa y ella había caído de cuatro alas.

"…¿Vidia? Vidia anda abre la puerta" ahora es demasiado tarde, maldita sea "Ya te has pasado, no me dejes aquí dentro"

—Ai, no. ¿Qué he hecho?— mierda mierda ¡mierda! ahora está encerrada ahí por mi culpa.

"¡Vidia! ¡Vale, ya no me hace gracia!" lo siento Tink.

"¡Oh! Un hada… Es un hada de verdad" cogió la casa entera con sus enormes manos y se la llevó corriendo hasta su casa. Si me hubieras hecho caso a la primera no habría pasado nada de esto. Fui detrás de ella manteniendo distancia para que no me viera, pero entonces me cerró la puerta en las narices y no pude entrar.

—¡Mierda!—

Me acerqué a una ventana y vi a la niña con la caseta, dentro había su padre con un libro. Sal de ahí Tink, por favor. Me quedé sin respiración cuando vi una colección de mariposas colgadas en la pared y con las alas pinchadas, muertas. Horroricé.

"Papá, papá ¡papá!" su padre debía ser un psicópata.

"¿Sí Lizzy?"

"No vas a creer lo que he encontrado"

"L-luego me lo enseñas Lizzy"

"Pero papá, papá, papá, papá, papá" Tink sal de ahí maldita sea, ¡destroza la puerta!

"Espera un momento cielo, estoy ocupado con mi proyecto" tengo que encontrar una forma de entrar ahí, sea como sea.

"Sí, pero papá, papá" voy a dar una vuelta a la casa.

Volé rápidamente por los alrededores pero todas las puertas y ventanas estaban cerradas. Volví a la ventana para ver qué pasaba con Tinkerbell, quizás ya había salido.

La niña, ¿Lizzy? se quedó pasmada viendo a una pobre mariposa dentro de un frasco, Tink iba a acabar igual si no hacía algo al respecto.

"Es… la mariposa que hemos visto antes"

"Sí, un excelente ejemplar ¿verdad?"

"No irás a llevártela a Londres ¿verdad?" ¿a Londres? Esto se está complicando, piensa Vidia piensa.

"Sí, por supuesto, los miembros de la junta no me creerían si no la vieran con sus propios ojos. Además como miembro de la comunidad científica, tengo la obligación de compartir los hallazgos más importantes como este con mis colegas. Sé que es una lástima para la mariposa pero sinceramente, no hay otra solución. Bueno cielo, ¿qué querías enseñarme?"

"Eh… no importa" bien, se ha alejado de ese monstruo. Eso me dará tiempo. Volé hacia la ventana de lo que parecía su habitación y al ver que cerró la puerta me quedé sin forma de entrar ahí. Dichosas ventanas de cristal… Quise destrozarlo con viento pero no se iba a romper fácilmente. La humana iba mirando la caseta detenidamente en busca de su nuevo juguete.

No puedo salir a buscar ayuda y dejarla sola aquí, tengo que hacer algo, lo que sea. Y como fue lo único que se me ocurrió, lancé un tornado de viento contra la ventana para que retumbara, con la esperanza de que la niña la abriera y pudiera sacar a Tink de ahí.

Se sorprendió y con la caseta en mano se acercó a la ventana.

"Qué extraño…" me escondí para que no me viera y esperé a que la abriera, pero eso no ocurrió. Si saliera de la caseta estoy segura de que ella podría abrirla desde dentro… "eh, ¡espera!" ¿qué ha pasado?

Volví a mirar y el tejado de la caseta estaba en el suelo, había conseguido escapar. ¡Bien, eso es! Pude verla en lo alto del techo para que no la alcanzara, estaba muy asustada.

—¡Tink! ¡Estoy aquí! ¡Tienes que abrir la ventana!— al gritar esa niña me descubrió y abrió la ventana para dejarme entrar. Es nuestro momento.

"Una amiga tuya ha venido a verte, pasa a dentro, venga" claro, en eso estaba pensando yo ahora.

—Vamos Tink, ¡sal de ahí!— reaccionó y aprovechó para salir de esa casa de locos. A la niña no le pareció bien, pero a saber qué nos hubieran hecho ahí dentro. Menos mal que todo quedó en un susto…

Cuando volamos unos metros de esa casa me paré para darle un buen bofetón a Tink.

—¿¡Ves lo que pasa por no hacerme caso!? Podrías haber muerto ahí, es más, ¡ibas a morir ahí! ¿¡Has visto esas mariposas!? ¿Entiendes ahora por qué no nos dejan acercarnos a los humanos?— quizás fui demasiado dura con ella.

Después de lo que pasó lo último que quería era recibir una bronca, pero tenía que hacerle abrir los ojos, tenía que aprender.

"L-lo siento… yo… no pensé que…" y rompió a llorar. Lo que me faltaba. Pensé en consolarla pero no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo, así que la cogí del brazo y nos largamos hacia el campamento.

Sus amigas se encargarán de ella, yo sólo…

Al girarme para ver por última vez esa casa vi a esa odiosa niña corriendo hacia nosotras.

—Mierda Tink, ¡espabila! A ese ritmo nos va a alcanzar y se va a poner a llover de un momento a otro. ¡Vamos!—

Un trueno nos hizo entrar en pánico, si se nos mojaban las alas estaríamos perdidas, somos absurdamente lentas corriendo. Si hubiera ido sola ya estaría en el campamento, pero Tink vuela muy despacio. Qué fastidio, tendré que hacerlo… La cogí en brazos sin pensarlo y volé lo más rápido que pude.

"V-Vidia… gracias" me descolocó un poco que me diera las gracias, no lo estaba haciendo precisamente por gusto.

—L-lo hago porque no me queda otra ¿de acuerdo?— espero que nos podamos olvidar de esto como si nunca hubiera pasado. Se acurrucó en mis brazos cogiéndome con fuerza.

A falta de varios metros para llegar al campamento empezaron a caer las primeras gotas. Aún podía ver a la niña de lejos corriendo, pero ella debía de ser incapaz de vernos desde allí, así que descendí al suelo y nos pusimos a correr antes de que las gotas me derribaran. Al llegar por fin, me senté apoyada en el tronco del árbol, cerca de la entrada, para descansar y tranquilizarme mientras veía a esa niña de fondo dando vueltas sin sentido.

Menos mal… Nunca lo había pasado tan mal como en ese momento.

"Vidia, lo de antes fue…"

—¡Shh! Olvídalo ¿vale? Vete con tus amigas y déjame tranquila— tenía la cabeza a punto de estallar, quería estar sola, como de costumbre, pensar en mis cosas.

"Está… bien" bueno, por fin me hace caso en algo. Me quedé sentada viendo como llovía, calmada al ver que esa niña desistió, y pensando el todo lo que le podría haber pasado a Tinkerbell si yo no hubiera estado allí. Ya basta, no pensaré más en ello, eso forma parte del pasado ahora, ¡olvídalo! Cerré los ojos pero la paz y tranquilidad no duró mucho.

"Por todas las rosas espinadas, ¿es cierto lo que dice Tink?" no me lo puedo creer. Vi a Rosetta, Tinkerbell, Silvermist, Fawn, Iridessa, Bobble y Clank delante de mis narices para hablar del tema.

La pesadilla aún no había terminado.

"¿De verdad la sacaste de esa casa de los humanos? ¡Qué pasada!" dijo Fawn emocionada.

"Lo que hiciste fue muy tierno por tu parte, la llevaste en brazos hasta aquí y todo…" lo que dijo Silvermist me puso realmente de los nervios.

—¿Tenías que contarles todo lo que pasó? En serio Tinkerbell…— bocazas. Me levanté para huir de ahí y de todas las chorradas de sus empalagosas amigas.

"Espera Vidia, cuéntanos lo que pasó desde tu punto de vista" pero qué pesados, son peor que Tink.

—Mira Bobble, todos, ya tuve suficiente por hoy. Dejadme tranquila ¿vale? Os agradecería que os perdierais por ahí y me dejarais en paz—

"Pero Vidia, eres mi héroe" mi cabeza dio un chispazo al escuchar eso.

—Escucha Tink, yo no soy el héroe de nadie, sólo hice lo que tenía que hacer y punto. Olvídalo de una vez y déjame en paz, no quiero saber nada más de ti— no se tomó muy bien lo que dije, pero tras hacerlo me fui volando rápidamente a mi casa para dar punto final a esa historia. Estaba siendo el peor verano de mi vida y tan solo era el primer día.

Dejé que ella se encargara de informar a los scouts y responsables, yo quería olvidarlo cuanto antes.

Comí algo y me tumbé en la cama. No dejó de llover en toda la tarde, tenía muchas ganas de salir a volar a toda velocidad por ahí, pero la dichosa lluvia me lo impedía. Era lo que más odiaba de Tierra Firme, en Pixie Hollow puedo salir a volar siempre que quiero.

Para colmo, no podía dejar de pensar en todo lo que ocurrió en esa casa y el momento en que Tink dijo 'Vidia… gracias', se me repetía una y otra vez en mi cabeza, estaba enfermando. No recuerdo la última vez que alguien me dio las gracias por algo y es que yo no era de esa clase de hadas que hace cosas por los demás, pero no tuve otra opción, me sentía culpable por lo que pasó, aunque si me hubiera hecho caso desde el principio nada de esto habría pasado.

Estaba de lo más inquieta, y estar encerrada ahí era lo peor que podía hacer, me estaba asfixiando.

—¡Argh! ¡Maldita sea!— ¿qué pasa conmigo? ¿Me estoy volviendo loca? Tenía la extraña sensación de no querer estar sola, de volver a ver a Tinkerbell y hablar con ella, me sentía mal después de decirle que no quería saber nada de ella. Seguro que si duermo se me pasa, sí… seguro.

Traté de descansar y no pensar en nada, pero se me hizo imposible. Luego noté unos muy ligeros temblores, normalmente solían ser animales que pasaban por ahí, pero esta vez era diferente, era…

Los scouts no tardaron mucho en dar la alarma con sus caracolas. ¡Mierda no!

"¡Un humano!" Tink. Ella fue lo primero que se me pasó por la mente. Mi cuerpo se activó de repente y salí de casa disparada. Al final la dichosa niña nos había encontrado "entren todos en casa, ¡escondeos!"

Era la primera vez que ocurría algo así, todo el campamento estaba en peligro y si nos descubría tendríamos que irnos de allí cuanto antes. Tengo que hacer algo, ¿podría devolverla a casa de un golpe de viento?

Salí despacio del campamento ignorando las órdenes de los scouts, la humana estaba a diez pasos de encontrarnos, y sentía que yo era la responsable. Corrí bajo la lluvia con el objetivo de despistarla y hacerle creer que estábamos en otro lugar. Cuando estuve a unos metros del campamento conseguí captar su atención. Ahora llevaba un chubasquero amarillo para protegerse de la lluvia.

No sé cómo tuve el valor de hacerlo, pero lo hice, por la seguridad del campamento, por… ella.

—¡Eh! ¡Tú! ¡Estoy aquí! ¡Hola!— cuando me vio salí corriendo con todas mis fuerzas lejos de allí para que se alejara del campamento. Busqué un sitio para esconderme o despistarla de alguna forma pero por allí no había prácticamente nada más que césped. Era un plan suicida pero como no tenía nada que perder me arriesgué.

"Espera hada, no corras tanto, no quiero hacerte daño" sí claro, seguro que seremos muy buenas amigas, venga ya "¡ven aquí!"

Tras cinco minutos corriendo con todas mis fuerzas lejos del campamento y esquivando sus manos, me quedé sin fuerzas en las piernas. No estaba para nada acostumbrada a correr, y menos aún por ese terreno fangoso. Al final, como era de esperar, terminó atrapándome, agarrándome con fuerza.

"Oh, mírate, estás toda sucia" por un momento creí que me iba a comer "Te llevaré a mi casa para limpiarte, tengo una bañera perfecta para ti" tienes que estar de coña.

Al ponerse de pié pude ver a Tink fuera del campamento, no muy lejos de allí. ¿Es que no aprende nunca esa tintineadora? Métete en el campamento antes de que te vea.

Por suerte al tenerme a mí se olvidó de lo demás y fue corriendo hasta la gran casa. Me temía lo peor, pensé en todas esas pobres mariposas muertas colgadas en esos cuadros y en aquella encerrada en el bote sin poder salir. No quería terminar como ellas pero era una posibilidad y tenía que hacer lo posible para que eso no pasara.

Tengo que aprovechar mi talento.

Al llegar a casa, me llevó hasta su habitación y me metió en una gran jaula. Mi corazón ganó todas las carreras. Estoy perdida, nunca saldré de aquí con vida, ¡joder! ¿Cómo se me ocurre salir de esa forma del campamento? Buscaba una respuesta a esa pregunta, y me negaba a aceptar que lo hice para protegerla. Soy estúpida, eso es todo.

"Espera aquí, voy a traer unas cosas…" ¿es que a caso tengo otra opción? ¿Cómo se abrirá esta cosa…? Seguro que Tink lo sabría. Hice lo que pude para abrirla pero no lo conseguí, entonces intenté secarme las alas, pero no hubo manera, estaban bien empapadas de agua y barro.

Pensé detenidamente en lo que había pasado y llegué a la conclusión de que había hecho la mayor estupidez de mi vida, si no me hubiera acercado los scouts se habrían encargado de ella. Ahora seguro que sabrá dónde se encuentra el campamento o al menos tendrá una ligera idea, cuando termine conmigo irá a por más. Tienen que evacuarlo cuanto antes, espero que haya alguien con dos dedos de frente que haya pensado en eso. Entonces una terrible imagen de paredes llenas de cuadros con hadas y duendes muertos se me pasó por la cabeza y por poco vomito.

Tengo que salir de aquí para avisarles. Empujé la jaula pero era demasiada pesada y no podía volar para empujarla desde arriba, tampoco servía de nada usar mi talento, estaba bien atrapada.

Luego volvió la niña con algo de comida y cosas extrañas de los humanos. Bueno, no veo nada puede matarme, de momento.

"Ya estoy aquí, perdón por hacerte esperar, no suelo recibir visitas" esta niña está fatal. Intenté abrir la puerta de la jaula para que me sacara de allí. No tenía muchas esperanzas de que lo hiciera pero me sorprendió "¿dónde están mis modales? Venga, sal" qué raro… quizás dice la verdad y no quiere hacerme daño… Tengo que desaparecer de aquí sin que se dé cuenta.

Salí y mantuve una distancia prudencial de un metro en su enorme cama, seguía sin poder volar.

"No te preocupes, me encantan las hadas ¿ves? Todos esos dibujos los he hecho yo…" me quedé enormemente confundida al verlos. ¿En el comedor hay mariposas muertas y aquí dibujos de hadas? ¿Es una trampa? Seguro que es una trampa.

Entonces escuché el maullido de un gato y cuando me di la vuelta ya lo tenía encima. No me dio tiempo de reaccionar.

"¡Tiquismiquis no!" me soltó un zarpazo en la cara que me la dejó hecha un mapa. Me lo sacó de encima y al tocarme la cara me quedó la mano llena de sangre. El dolor apareció de golpe, azotando mi mente sin piedad.

No sé si fue por ver mi propia sangre o por la presión que llevaba encima, pero no pude más y me desmayé, perdí la consciencia en el peor de los sitios.

Cuando me recuperé, lo primero que vi fue a Tinkerbell. ¿Tink? ¿qué haces aquí?


(II) [Tink ~ horas antes]

"¡Un humano! Entren todos en casa, ¡escondeos!" oh dios mío, ¿será Lizzy? Todos dejamos lo que estábamos haciendo y nos escondimos pero yo me dirigí hacia la salida. Eso tengo que verlo.

"¡Tink! ¿A dónde vas?" todo el mundo estaba alterado e Iridessa era sin duda la que más.

—No te preocupes Des, ahora vuelvo— quiso detenerme, pero al final no lo hizo, por miedo supongo. Cuando salí fuera aún llovía con fuerza y vi a Lizzy bastante cerca del campamento, con un chubasquero amarillo. Supongo que si no nos ve pasará de largo y… espera ¿esa es Vidia? ¿a dónde va?

Me mantuve callada para no llamar la atención y me quedé escondida en la entrada. ¿Qué pretende? Cuando estaba a unos metros del campamento se descubrió a propósito.

"¡Eh! ¡Tú! ¡Estoy aquí! ¡Hola!" al verla se echó a correr como el viento hacia la dirección opuesta al campamento. Oh cielos, la está alejando de aquí, nos está protegiendo a todos. Mi héroe…

En un momento la perdí de vista, estaba muy preocupada por ella, sin poder volar no aguantaría mucho antes de que la atrapara. Conforme Lizzy iba alejándose del campamento me acerqué a ella para ver qué pasaba con Vidia hasta que al final. Inevitablemente la atrapó.

—¡Vidia!— no puedo verla marchar sin hacer nada, tengo que ir a ayudarla, no me lo perdonaría que le pasara algo por mi culpa. Y sin pensarlo dos veces, me puse a correr hacia la casa. En un momento desaparecieron de mi vista, pero confié en que recordaría el camino.

Llueve, no puedo volar, el suelo está encharcado, la casa muy lejos y es muy probable que me pierda, genial, estoy haciendo una locura. Si Vidia fue capaz de arriesgar su vida para sacarme de esa habitación yo también puedo, como mínimo tengo que devolverle el favor. Me gustaría volverla a ver, maldita sea.

Y corrí, corrí, luego me puse a andar rápido y terminé andando con dificultad porque mis piernas ya no podían más. Podría haber construido un barco y navegar por estos riachuelos… con esos botones… que no tengo…

Hacía bastante frío, no tardaría en anochecer y cada vez todo estaba más oscuro. Al menos podía seguir el rastro de ruedas que dejó ese carruaje que se movía por sí solo, así que no iba a perderme.

Hehe… espero que no haya animales peligrosos por aquí… Se hizo totalmente de noche y era la primera vez que estaba en el campamento, no sabía casi nada de ese sitio y me empecé a asustar.

Entonces pasó otro carruaje a toda velocidad salpicándome y dejándome llena de barro. Genial, lo que me faltaba, espero que Vidia no lo esté pasando peor que yo… Deseé con todas mis fuerzas que dejara de llover y así poder volar, pero el temporal no estaba de mi parte y no paró ni un momento.

Al final, cuando ya creí que me había perdido, vi la casa al fondo ahora con dos carruajes. Me puse a correr con las últimas fuerzas que me quedaban y finalmente llegué a la puerta principal de la casa. Fue todo un alivio que ya no me cayeran gotas de lluvia encima pero la operación rescate no había hecho más que empezar.

Muy bien, primero, necesito abrir la puerta. Hmm… si fuéramos más podríamos subir unos encima de los otros y usar el pomo pero como cómo estoy sola… Tiene que haber alguna otra forma de entrar a la casa sin pasar por la puerta, a ver…

Rodeé toda la casa en busca de algún hueco o agujero por dónde pasar, pero nada. Tendré que esperar a que se me sequen las alas y buscar por el tejado. Esperé un rato y luego escuché la voz de su padre y la de alguien más.

"Muy bien señora Perkins, quedamos así entonces" perfecto, esta es mi oportunidad, tengo que ser rápida. Se abrió la puerta y con un movimiento ágil conseguí meterme dentro sin ser vista. Bien, no se han dado cuenta.

"Es un placer para mí cuidar de su hijita…" ahora… ¿dónde están las escaleras…? ¡por ahí! Ya falta poco Vidia, voy a por ti.

Como los escalones no eran muy altos pude escalarlos de uno en uno sin muchos problemas. Por suerte la puerta de su habitación estaba abierta y pude entrar.

—¡Vidia! ¿¡Dónde estás!?— eché a perder toda la discreción y el cuidado con mis gritos, fui un poco descuidada. Lizzy me vio de inmediato y me mostró a Vidia en sus manos, inconsciente y con una herida en su cara. Vidia…

"¿Puedes ayudarla? Mi gato le ha hecho daño y ahora…" oh cielos…

La cogí en brazos y la tumbé en el suelo para verla de cerca. Sin duda aquella herida era causada por un arañazo pero por suerte no era muy profunda, sólo le había alcanzado la mejilla y un poco la nariz.

—¿Porqué está inconsciente? ¿Qué ha pasado?— parecía dormida.

"Eh… lo siento, no sé qué dices" ah, ya, que los humanos no nos entienden… ¿cómo me comunico con ella? ¿Mímica?

Me puse a hacer gestos y a señalarla con la esperanza de que me entendiera.

"Ah, ¿quieres saber lo que le ha pasado?" asentí con la cabeza "estábamos en mi cama, le iba a preparar un baño para limpiarla y de repente tiquismiquis, mi gato, se le echó encima y le dio un zarpazo, es un gato muy malo. Luego se desmayó de repente, lleva así unas horas, ¿está viva verdad? Aún respira…" volví a asentir con la cabeza. En ese momento la humana no me pareció ningún peligro para nosotras.

Vamos Vid, reacciona. Le toqué la frente y noté que estaba un poco caliente, debía de tener fiebre y seguía con la ropa sucia. Tengo que hacer algo al respecto.

Con mucho esfuerzo, conseguí que me entendiera y preparara ese baño que prometió para limpiarla. Me dio una ropa que tenía de una muñeca de un tamaño similar y la vestí. Poco después y gracias a la segunda estrella, despertó.

—Buenos días dormilona~—


(III) [Vidia]

Lo primero que vi al abrir los ojos fue la cara de Tink, muy cerca de mí, y me abrazó con fuerza sin dejar que me situara. ¿Qué hace ella aquí? ¡La niña está aquí! La aparté y alterada, le cogí la mano para correr y escapar de ella. Entonces noté que me dolía un poco la cabeza, pero no era momento de ponerse enferma.

"Tranquila Vidia, ahora estamos a salvo" se había hecho de noche, aún llovía y Tink estaba allí llena de barro. Espera, qué esa cosa que llevo encima, ¿qué ha pasado con mi ropa?

—Eh… ¿esto…?— señalé mi nueva, fea e incómoda ropa.

"Nos lo ha prestado Lizzy, te ha estado cuidando todo este rato, no tienes que tener miedo de ella" no entiendo nada, ¿me encierra en una jaula y se supone que no tengo que tener miedo de ella? ¿Qué pasa con las mariposas de abajo? No podía fiarme de ella, seguí agarrando a Tink con fuerza para mantenerla a salvo.

—Espera, ¿me has desnudado?— no respondió, pero por su tímida expresión deduje que sí. Vale, esto se está volviendo demasiado raro. Tenemos que salir de aquí cuanto antes.

"Pero ahora estás bien, eso es lo que importa" me toqué la herida de la cara, dolía pero por el tacto supe que no era grave.

—Tink, tenemos que irnos. Todos estarán preocupados por nosotras— ¿cómo diablos habrá terminado aquí? ¿por qué?

"Pero Vidia, fuera está lloviendo. No quiero ni puedo volver andando" entonces los sonidos de unos pasos subiendo las escaleras me obligaron a llevarla debajo de la cama, escondiéndonos de ese horrible monstruo asesina-mariposas.

"Lizzy…" era su padre, estaba a punto de abrir la puerta. Tink me miraba sin saber por qué nos escondíamos "Lizzy, ya es tarde, ya es hora de irse a la cama"

"¡Papá! No te lo vas a creer, han venido dos hadas a visitarme. Te dije que existían de verdad"

"Oh cielos, ¿aún estás con eso? Te he dicho mil veces que…"

"¡Es verdad! Están debajo de la cama. Salid pequeñas" Tink iba a hacerle caso pero la detuve agarrándole el brazo como si me fuera la vida.

—No Tink. Ese psicópata no es como esa niña—

"No te preocupes tanto Vidia, Lizzy nos protegerá, venga" me arrastró confiando en que tendría razón y entonces apareció su cara asomándose, descubriéndonos.

"¡Por todos los santos! Eso es… eso, son hadas de verdad, t-tenías razón. ¡E-esto va a ser el descubrimiento del siglo!" nos mostró la mano para que subiéramos, pero no lo hicimos. Se quedó pasmado observándonos.

"¿Ves Vidia? No va a hacernos daño" ¿descubrimiento del siglo? Eso no ha sonado bien.

"Tengo que llevarlas ahora mismo con los miembros de la junta. Estas pequeñas van a hacerme ascender en la comunidad científica" tengo un muy mal presentimiento.

—Tink, tenemos que huir ¡ya!—

"Pero si no…" empecé a correr llevándomela pero entonces con su otra mano nos cogió rápidamente a las dos y salió de la habitación ignorando a su hija. Quedamos pegadas cuerpo a cuerpo sin poder movernos. Sabía que esto no iba a terminar bien.

"Espera papá, no te las puedes llevar, ¡son mis amigas!"

"Lo siento Lizzy, tengo que llegar al museo antes de las nueve. Sé buena y espera aquí ¿de acuerdo?" en el comedor nos echó en un bote de cristal y nos encerró allí.

"¿Qué está pasando Vidia? ¿Qué es esto?"

—¿Ahora recuerdas esas mariposas de la pared? Reza para que no terminemos como ellas—

"¿Qué mariposas de la pared?"

—¡Esas mariposas! ¿no las viste antes? Joder Tink…— la hice entrar en pánico y eso no era para nada bueno, ni siquiera podía articular palabras.

Nos llevó fuera y terminamos en el asiento del carruaje.

—Al menos el campamento está a salvo…— cuando esa cosa se puso en marcha, reaccionó.

"V-vamos, ¿¡v-vamos a morir!?" dijo balbuceando "¡tenemos que salir de aquí ahora mismo! ¡Vidia!" sí, ahora corremos todos ¿no? Me enfadé con ella.

—Es que para empezar, ¿¡qué diablos haces aquí!? Deberías estar en el campamento maldita sea ¿En qué estabas pensando?—

"N-no quería dejarte sola…" dijo abrazándome, lloriqueando. Ya está otra vez.

—¿Podrías dejar de hacer eso? Me incomoda y no nos ayuda a salir de aquí, céntrate por una vez—

"L-lo siento… Pensaré en algo…" me senté en el cristal para calmar los nervios "A ver, si hacemos rodar empujando las dos a la vez quizás podremos echar esto al suelo y con suerte…" cada segundo cuenta, no me vengas con historias.

—¡Hagámoslo! Una, dos y ¡tres!— lo movimos y por poco conseguimos caer del asiento, pero se dio cuenta y nos frenó con su mano —¿Alguna otra idea?— se quedó mirando el tapón, sin muy buena cara.

"No, pero si nos quedamos aquí mucho rato nos vamos a quedar sin oxígeno… esto está cerrado herméticamente" mierda, no me había dado cuenta, tiene razón.

—Vale, respira lo más despacio que puedas, tenemos que aprovechar todo el oxígeno que podamos—

"¡No puedo respirar despacio! ¡Estoy muy alterada!"

—¡Pues cálmate! Haz lo que quieras pero relájate ¿vale?— y me volvió a abrazar. ¿Es que no aprende nunca esa tintineadora? Todo lo que le digo entra por un oído y sale por el otro.

"Eso me ayuda a tranquilizarme" no estaba de acuerdo con ella, pero tras unos segundos yo también me sentí más tranquila y nuestros corazones se calmaron. Cuando nos separamos nos sentamos cara a cara y nos quedamos mirándonos en silencio, ruborizándome. Me separé de golpe de ella.

¿Cómo puede meterse en tantos problemas? No tardó ni una semana en arruinar la primavera, aunque yo tuve parte de culpa… y ahora ¿viene hasta esa casa andando para que yo no esté sola? Eso no tiene ni pies ni cabeza… No, no puedo pensar en eso ahora, tenemos que encontrar una forma de salir de aquí.

—La tapa, ¿cómo se abre?—

"Oh, creo que va con rosca, hay que girarla pero desde dentro es físicamente imposible. Tenemos que esperar a que se dé cuenta y nos deje salir"

—No nos va a dejar salir así como así. ¿Sabes cuánto tardaríamos en llegar a Londres? Creo que lo mejor sería avisarlo de que no podemos respirar, quizás con suerte no nos quiera muertas, aún— pero si nos ha encerrado así a propósito ya nos podemos ir despidiendo.

"Entonces… ¡Eh! ¡papá de Lizzy! ¡Nos quedamos sin aire!" gritó golpeando el cristal, el cual ya se estaba empañando.

—No te va a oír y mucho menos entender. Golpear el cristal es lo único que dará resultadonos pusimos a dar golpes desesperadamente y tras un par de minutos echó la vista hacia nosotras.

Con un número impresionante de mímica por parte de Tink, paró el carruaje y dijo algo pero no lo escuchamos. Luego sacó una navaja y nos hizo unos magníficos agujeros para poder respirar que renovaron el aire. Menos mal que ha funcionado. Nos volvimos a poner en camino y al fijarme en los agujeros pensé en algo.

—Oye, ¿crees que podríamos girar la tapa usando los agujeros?— ahora teníamos las alas secas y había dejado de llover, si podíamos abrir el bote escaparíamos sin problemas.

"Bueno, teóricamente sí, pero la tapa está hecha de aluminio y es muy afilado. Nos cortaríamos las manos con solo rozarlo" me acerqué para verlo de cerca y sí, sin duda nos íbamos a cortar las manos al intentar abrirlo. Resoplé al quedarme sin ideas e impotente, me senté "tranquila, ya se nos ocurrirá algo. Saldremos de aquí ya verás"

—Ojalá tengas razón…— nos quedamos en silencio el resto del camino, no tenía ni idea de lo que nos esperaba ahora. Lo único que quería es que abriera esa maldita tapa y pudiéramos huir de allí, no quería convertirme en decoración para sus paredes.

El trasto se detuvo y cogió nuestro pequeño bote de cristal para salir corriendo hacia un gran edificio, sin mucho cuidado. Tuvimos que agarrarnos bien a las paredes del bote para no sufrir golpes. Tras mucho zarandeo, llegamos a una pequeña sala y el humano se detuvo escondiéndonos en su espalda.

Tink me miró asustada, aterrada incluso.

"Respetables miembros de la junta, pido disculpas de antemano por irrumpir aquí de esa forma tan inoportuna, pero lo que tengo entre manos será sin duda el mayor descubrimiento científico del siglo. Díganme, ¿creen en las hadas?" todos se echaron a reír, menuda panda de imbéciles.

"Por un momento pensé que hablabas en serio, ¡ha!, hadas dice… esto es un centro de científicos" dijo seriamente un señor.

"Ver para creer ¿no es eso lo que dicen?" nos mostró ante los demás, eran seis y se sorprendieron un montón.

"¡Por todas las criaturas!"

"Imposible…"

"Acércalas, déjanos ver" nos dejó en la mesa y todos los ojos se clavaron en nosotras.

—Saluda Tink, ahora somos famosas… a la que abran la tapa salimos volando ¿vale?—

"S-sí" me cogía con fuerza, hasta temblaba un poco y no era de extrañar, esos viejos eran de lo más asquerosos. Esperamos ansiosas a que lo hicieran, pero por desgracia nos dejaron ahí encerradas.

"Fijaos en la proporción de la cabeza… y sus alas, son parecidas a las de la apoidea o a las de la odonata…"

"Debe de ser una especie de mutación evolutiva. ¿De dónde las has sacado?"

"Al parecer se hicieron amigas de mi hijita y estaban en su cuarto como si nada"

"Huh, pues mucho me temo que tu hija se va a pasar una larga temporada sin sus amigas" y se echaron a reír. A mí no me hace ni puta gracia.

"Eh… Vidia, ¿qué ha querido decir con una larga temporada? ¿Significa que nos dejarán volver?" qué optimista…

—Tranquila, no va a acabar con nostras. Y si lo intentan no lo voy a permitir— ¿qué clase de mal padre hace eso a su propia hija?

Esos hombres se quedaron observándonos y anotando cosas durante unas buenas dos horas. Llegó un momento en el que ya ignoré lo que decían y comentaban, tampoco es que pudiera entender mucho lo que decían. Tink se quedó dormida apoyada en mi hombro, debía de estar agotada de la pateada que se pegó al ir del campamento a la casa.

Tengo que estar alerta, si nos quedamos las dos dormidas, no quiero ni saber dónde nos despertaremos, si es que nos despertamos. Pasaron otras dos horas y empezaron a irse uno a uno, poco a poco hasta que quedó el psicópata que nos puso allí.

"Muy bien pequeñas, os habéis portado muy bien. Ahora os toca dormir en vuestro nuevo hogar…" ay dios, ¿dónde nos lleva ahora?

—Tink, Tink despierta, nos movemos—

"¿Qué…? Oh" nos llevó al otro lado de la mesa y nos metió en un cajón, cerrado con llave. Todo se quedó completamente oscuro y empezaba a estar harta de estar encerrada allí, el cristal no era precisamente muy cómoda. Los pasos se alejaron y nos quedamos solas en esa pequeña sala.

—Bueno, no sé tú, pero yo voy a salir de aquí aunque tenga que reventar el cristal o termine con las manos ensangrentadas—

"No creo que sea muy buena idea…" a ver, el cristal no se va a romper fácilmente pero sí que puedo abrir la tapa del bote. No era fácil hacerlo sin ver nada, nada más posar las manos en ella me corté un poco "Vidia, para, te vas a hacer daño" sí… es verdad, necesito algo para que me proteja las manos. Cómo el vestido que llevaba era lo único que tenía me lo quité y me protegí las manos. A oscuras no me importaba mucho estar desnuda.

Al estar hecho de tela, resistió mucho y pude hacer toda la fuerza que pude sin hacerme daño.

—Lo voy a abrir, no te preocupes— oh vamos, no lo cerró tan fuerte, ¿porqué no puedo abrirlo? Ah, ya sé. Lo giré hacia el otro lado y se abrió después de usar toda mi fuerza —¡Sí!—

"¡Vidia! ¡Lo has conseguido! ¿Y tus manos?"

—Están bien, usé el vestido para protegerlas. Soy un genio ¿a que sí?—

"¡Genial!" me abrazó por cuarta vez hoy pero esta vez no llevaba nada de ropa.

—Tink, ¿podrías hacer el favor de apartarte? Gracias— si algo me gusta menos que los abrazos, son los abrazos cuando yo estoy desnuda. Salí disparada del bote y me di un cabezazo con la pared del cajón. Era agobiante estar encerradas ahí a oscuras, pero al menos ya no estábamos entre cristales. Me vestí con la ropa rasgada y pensé en un plan.

"El cajón está cerrado con llave… y no hay nada para poder abrirlo"

—Sí, lo sé y tengo una idea para salir de aquí. Mañana por la mañana, esos humanos van a volver y abrirán el cajón pensando que aún estamos en el bote. Haremos turnos para dormir y de esa forma una de las dos estará despierta, así sabremos si viene alguien y podremos prepararnos para salir disparadas de aquí antes de que se den cuenta. ¿Qué te parece?—

"Perfecto, no hay forma de que pueda salir mal, ¡estamos salvadas!" eso espero. La frené antes de que me diera otro abrazo.

—Bien, lo haremos así. ¿Te parece si dentro de unas horas te despierto para hacer el relevo? Te veo muy cansada—

"Sí, vale" al menos podremos dormir mejor fuera del bote "buenas noches Vidia, eres mi héroe" ¿otra vez con eso? Qué fastidio…

—Duérmete anda— no esperaba a que viniera nadie a media noche pero tenía que quedarme despierta por si a caso.

Ya debía ser las dos o las tres de la madrugada y empezaba a sentirme adormilada. Los ligeros ronquidos de Tink no ayudaban demasiado. No quería despertarla, creí que por ella podría quedarme toda la noche en vela pero el sueño pudo conmigo.

Tengo que mantenerme despierta por el bien de las dos, si me duermo… si me duermo… si me… Cerré un momento los ojos inconscientemente y me quedé dormida apoyada en la pared del cajón.

Escuché un ruido pensando que estaba en mi casa. ¿Quién está tocando a la puerta…? Oh mierda, me he quedado dormida. El ruido era la llave dando la vuelta a la cerradura. Vi a Tink durmiendo aún, estirada y tapada con un papel.

—¡Tink! ¡Despier-— el cajón se abrió de golpe cuando me estaba levantando y rodé terminando en el fondo —¡Tink!—

"¿Cómo os habéis escapado? Venid aquí…" vi como la cogía con su mano y la sacaba de allí. No, ella no "¿dónde está tu amiga?" abrió el cajón del todo y salí volando de allí. Mis alas me lo agradecieron.

"¡V-Vidia! ¿Qué ha pasado?" si no me hubiera quedado dormida… Me quedé viendo la situación revoloteando desde un par de metros de distancia. Con mi velocidad era imposible que me atrapara, pero Tink estaba en serios problemas y tenía que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde.

"Oh vamos, ¿no vas a dejar a tu amiga sola verdad?" sacó el bote del cajón y lo puso encima de la mesa "hagamos un trato, tú te metes aquí dentro y yo no le hago nada a tu amiguita, ¿qué te parece?" maldito hijo de… Me tenía hasta las narices, me estaba poniendo de lo más furiosa.

"¡No le hagas caso Vidia! Acabaremos igual que antes" no puedo dejar que le haga daño a Tink, no se lo merece. Tengo que pensar en algo. Me acerqué al bote muy lentamente para que me diera tiempo de hacer un plan, pero cada vez estaba más cerca y seguía sin saber cómo sacarla de allí "¡Vidia!" tengo que aprovechar mi talento, ¿pero cómo?

Cuando estaba a un par de centímetros del bote apareció mi lado agresivo y sin pensarlo puse el bote en horizontal con un golpe de viento y con todas mis fuerzas lo lancé con una corriente de aire directo hacia su cabeza. Fue toda una pena que lo esquivara por los pelos y terminara rompiéndose contra la pared, tenía unas ganas enormes de ver como se rompía en toda su frente.

"Eso no ha estado nada bien, no no no…" joder, qué poco a faltado… "vamos a ver" entonces con su otra mano la cogió de las alas superiores y la dejó colgando cruelmente, algo que nunca se debía hacer, podía dañar seriamente sus alas y me horroricé viéndolo.

La cara de dolor de Tink me estaba destrozando por dentro, si ese degenerado la dejaba sin poder volar no me lo iba a perdonar nunca. Yo, mejor que nadie sabe lo importantes y preciadas que son las alas para nosotras.

"¿Qué tal si le corto las alas? Me facilitaría mucho el trabajo" mierda, mierda, mierda, ¡NO!

Descendí hasta la mesa y me arrodillé con las manos detrás de la espalda. Agaché la cabeza y cerré los ojos por un momento. Esto no puede terminar así, no mientras pueda hacer algo para evitarlo, ¿pero qué hago?

"¡Vidia! ¿¡Qué demonios haces!?" mi corazón latía a mil por hora, la sangre me hervía y apenas podía pensar con claridad, pero aún así intenté centrarme dejando el miedo a parte.

"Veo que ahora nos entendemos. Ni se te ocurra mover un dedo" noté que acercó su mano para cogerme y con mucho cuidado y concentración, fui recogiendo polvo de la mesa y estanterías con un ligero e imperceptible viento. Esa vez no podía fallar.

Cuando estaba a punto de cogerme abrí los ojos y saqué mis manos de detrás de mi espalda para echarle todo ese polvo directamente a sus ojos haciendo un arco con mis brazos. No me extrañaría que después de eso no pudiera volver a ver nunca más.

La soltó para frotarse los ojos y tuve que reaccionar rápido para coger a Tink al vuelo, se iba directa al suelo.

"¡Argh! ¡Maldito bicho! Encontraré vuestro escondite y ¡me haré con vosotras!"

—Larguémonos de aquí ahora mismo— aún cogiéndola en brazos, conseguí abrir la puerta con una ráfaga de viento y salimos rápidamente de ahí. La puerta principal estaba abierta y conseguimos huir de ese edificio del demonio de una vez por todas. Qué alivio…

Quise creer que sus alas estaban bien, no fui capaz de preguntarle por miedo a su respuesta.

La llevé hasta un alto tejado donde no correríamos peligro y esperé a que me soltara, me estaba cogiendo con mucha fuerza.

Me abrazó y se echó a llorar con toda su alma, me destrozó verla así. Dime que no estás llorando por tus alas, por favor.

—¿Crees que puedes… volar?— di que sí por lo que más quieras.

"Tenía mucho miedo" respiré aliviada y la rodeé con mis brazos. No quería soltarla, sentí que si lo hacía desaparecería para siempre. No pude aguantar mis lágrimas, y eso que no era de llorar.

Tras unos minutos, sus sollozos fueron calmándose. Nos separamos y le volví a preguntar, más seria.

—¿Cómo están tus alas?— tras secarse las lágrimas dio un pequeño salto y pudo conseguir volar con algo de dificultad.

"Creo… que están bien. Podré llegar al campamento sin problemas" menos mal… estamos bien después de todo "tienes… el vestido hecho polvo" ni me acordaba, aquél horroroso vestido quedó rasgado al abrir la tapa del bote y con algo de sangre de mis manos.

—El vestido es lo que menos importa ahora. ¿Volvemos? Tienen que estar todos como locos buscándonos— asintió con la cabeza y volamos de regreso a casa.

Por el camino pensé en las últimas palabras que dijo ese humano. ¿Realmente nos buscará? No tiene ni idea de dónde estamos, pero su hija sí lo sabe. Si investiga un poco creo que dará con el campamento…

—Tink, tenemos que desalojar el campamento cuanto antes— no había otra opción, teníamos que ser precavidos.

"¿Qué? ¿Porqué?"

—Si ese tío le pregunta a su hija dónde nos ha encontrado dará con el campamento y no me gustaría tener que salir por alas de allí—

"Es… verdad. Ahora por mi culpa tienen que irse todos del campamento, y solo el segundo día que estoy aquí. Tenías razón, no debería haber venido…" empezó a ponerse triste otra vez.

—Para— me frené en seco para dejar las cosas claras —tú no eres la culpable de que pasara todo esto ¿me oyes? Todos sabemos que eres una experta en meterte en líos pero ésta vez, no ha sido culpa tuya—

"Pero-"

—Sht, no hay peros que valgan aquí. Si alguien tiene la culpa es ese psicópata que casi…— suspiré, decidí no terminar la frase y continuar con nuestro camino. Tink se quedó un poco por detrás de mí —eh, ¿qué ocurre?— noté que se iba a poner a llorar de un momento a otro.

"Siempre meto la pata en todo, soy un desastre, no dejo de fastidiarlo todo, la primavera, la piedra lunar… no me merezco estar con vosotros y encima me duelen las alas… Debí de haber terminado en una vitrina como las mariposas" lo que dijo me dolió hasta a mí, Tink se estaba desmoronando por momentos, no podía permitirlo.

—Ven aquí pequeña— la abracé para que dejara de batir sus alas —eres quizás la hada más importante de todo Pixie Hollow, todos te echarían de menos si te fueras. Tienes un talento increíble con el que has creado todo tipo de inventos impresionantes e incluso gracias a ti tenemos polvo de hada azul para todo un siglo. No te vuelvas a menospreciar de esa forma ¿de acuerdo? ¿Dónde están esos ojitos azules?— me sorprendí a mi misma de mis propias palabras, era la primera vez que decía algo así a otra hada.

"G-gracias…" dijo entre sollozos, mirándome con ternura.

—Te llevaré en brazos, no puedes forzar las alas, son muy delicadas. ¿Por qué no me dijiste que te dolían?— la cogí en brazos por el poco camino que nos quedaba y cerró los ojos cogiéndome con fuerza. No tienes remedio.

A los dos minutos rompió el silencio.

"Sabía que tenías un buen corazón después de todo… gracias Vidia" normalmente me hubiera incomodado ese tipo de comentario, pero esa vez fue diferente. Sentí calidez en mi corazón, esas palabras de Tink llenaron un pequeño vacío que tenía desde hace mucho tiempo, prácticamente desde que nací.

Sentí un nostálgico y cálido recuerdo, tuve una extraña sensación, como si hubiera perdido a alguien y lo acababa de encontrar justo ahora.

Fui un poco más despacio para disfrutar de nuestros últimos momentos a solas hasta que llegamos al campamento.

—Ya estamos aquí~— la dejé en el suelo con cuidado y no quise separarme de ella.

"¡Mirad! ¡Tinkerbell y Vidia están aquí!" gritó un scout que vigilaba la entrada. Empezaron a salir hadas y duendes del campamento para darnos la bienvenida, pero no había tiempo para reencuentros.

"Vaya Vidia, pero qué vestido más-" me puse seria de golpe.

—Rosetta, no estoy de humor para tus estúpidos comentarios. Tink tiene las alas dañadas, llevadla con las hadas sanadoras ahora mismo—

"Oh cielos…" después de dejarla con las demás con un ligero dolor en el pecho, fui a hablar con el scout para contarle la situación en la que nos encontrábamos.

"Bien, desalojaremos el campamento lo antes posible. ¿De cuantas horas disponemos?"

—Unas tres o quizás cuatro. El humano tardará en volver a su casa—

"Entonces nos iremos en dos horas, gracias por todo, Pixie Hollow está en deuda contigo" se fue rápidamente y me dirigí a casa para quitarme ese trapo sucio que llevaba.

Al fin un poco de tranquilidad… Preparé con calma todas mis cosas para irme y tras comer algo me tumbé en la cama, estaba agotada, física y mentalmente. Quería dormir, pero no había tiempo para eso.

Al cabo de una hora pensando en mis cosas y escuchando a scouts repitiendo una y otra vez que preparáramos las cosas para irnos, nos pidieron que nos reuniéramos en la plaza del centro. Me pregunto a qué campamento iremos ahora… Pasé a recoger el polvo de hada para el viaje que nos esperaba y me dirigí hacia la plaza.

Al llegar con mis cosas vi a Tink junto a sus amigas y decidí no acercarme para no molestar, pero como siempre consigue llevarme la contraria vino hacia mí al verme y sus amigas fueron persiguieron su sombra.

"¡Vidia! Eh… ¿estás lista para partir?" ¿ha venido para preguntarme eso?

—¿Tú qué crees?— no pude evitar sonar tajante al estar con sus amigas. Quería preguntarle cómo estaban sus alas, cómo se encontraba, qué pensaba… pero no me atreví, yo no era así, nunca me preocupaba de nadie salvo de mí.

"Te estamos muy agradecidas por haber cuidado a Tink de esa forma. Has sido muy valiente" dijo Silvermist con dulzura.

"¡Sí! Cuenta con nosotras si necesitas algo" dijo Fawn.

Esas palabras de agradecimiento a las que no estaba acostumbrada me descolocaron. Me estaba abochornando, no sabía cómo reaccionar ni qué decir.

"Cuando nos dividan en campamentos ¿vendrás con nosotras?" ni siquiera había pensado en que nos iban a repartir en campamentos. No pude negarme ante la inocente petición de Tink, mi yo interior pedía estar con ella.

—S-sí, por qué no…— aunque la idea de tener a sus amigas cerca no me terminaba de gustar, pero ya no había marcha atrás. Esa decisión fue la que definitivamente iba a cambiarlo todo.

"¡Silencio por favor! Ahora que ya estamos todos, vamos a proceder a dividiros en cinco grupos que irán a los campamentos del norte, noreste, sureste, sur y oeste. En cada grupo no pueden haber más de cuatro hadas y duendes del mismo talento, repito, no más de cuatro" por suerte éramos pocas hadas de vuelo veloz y podía decidir en qué grupo ir.

Después de pocos minutos y con un ambiente de preocupación general, empezamos a salir por grupos sin demorarnos. Quise adelantarme con las demás hadas de vuelo veloz, pero por alguna razón, no lo hice.

Me pasé todo el largo camino al lado de Tink y sus amigas comentando nuestra trágica aventura. No quería hablar mucho del tema, pero tampoco es que pudiera olvidarme de eso fácilmente. Al estar tanto rato con ellas las fui conociéndolas un poco. La inocente amabilidad de Silvermist, la obsesionada de la belleza Rosetta, la miedosa Iridessa, la hiperactiva Fawn y para terminar Tink, la cual se pegaba a mí sin dejar de repetir que era un héroe. No me gustaba esa palabra.

En el fondo no era un grupo de amigas tan malo como llegué a pensar, incluso me reí en algún que otro momento. Pensé que no podía ser tan malo al fin y al cabo. ¿Eso es lo que se siente al tener amigos? Preocuparse por los demás… ayudarlos…

Llegamos al campamento tras unas dos horas que se me pasaron muy rápidas y nos recibió Viola para enseñarnos el lugar. Era parecido al nuestro, quizás un poco más grande.

Empezamos con la visita guiada y pude ver a Elwood de refilón, el duende de vuelo veloz al que menos odiaba. Bueno, puede que haya sido un buen cambio de campamento. Espero que no esté Terence por aquí, es lo más odioso que he conocido nunca.

Aleteaba agotada y mi cuerpo pedía cama urgentemente a lo que me surgió una incógnita. ¿Dónde vamos a dormir? Éramos unas cincuenta y dudaba mucho que hubiera camas para todas.

Al terminar con la visita guiada, Viola nos enseñó la zona donde íbamos a dejar nuestras cosas y algunas camas muy improvisadas que hicieron los tintineadores para nosotros en las que aún estaban trabajando.

"Nos avisaron con poca antelación, así que esto es lo que hemos podido hacer. Ésta noche podréis dormir sin problemas, hasta entonces, disfrutad de nuestro humilde campamento" ¿no podré dormir hasta la noche? No voy a aguantar, necesito echar una cabezadita.

"¡Qué bien! Vamos a dormir todas juntas" la emoción de Tink me hizo aplazar el problema del sueño. Espera, ¿vamos a dormir juntas? No tendré una casa sola para mí, ¿tendré que pasar el verano entero viviendo todos con todos? No puede ser verdad. Fui a hablar con Viola para aclarar el tema "¿Vidia? ¿A dónde vas?"

—Tengo que hablar con Viola de una cosa, quédate con las demás— no quería que me escuchara quejarme de la idea de dormir todos juntos.

Yo necesitaba mi espacio, mi privacidad, me gustaba vivir sola apartado de los demás.

—Eh, hola soy Vidia y tengo una pregunta… ¿Nos vamos a pasar el verano entero durmiendo unos junto a otros como animales?—

"Oh, bueno, al menos los primeros días antes de que hagamos casas nuevas. Es una suerte que tengamos los inventos de Tinkerbell, con ellos disponemos de más personal para hacerlo. Si nos hubieran avisado antes podríamos haber hecho más, pero con tan poco tiempo…" supongo que ahora Tink es conocida por todos lados.

—No, ya, claro. Está bien… ¿Puedo dormir en algún sitio por ahora? Estoy realmente agotada… no sabes el día que llevo—

"Sí claro, sígueme" me giré para ver a Tink antes de irme y la seguí hasta que entramos en una hermosa casa en una zona tranquila "este es mi hogar, puedes dormir aquí, si necesitas cualquier cosa estaré con los recién llegados" qué amable… me ofrece su casa sin ni siquiera conocerme.

—G-gracias. Si ves a Tink, ¿puedes decirle que estoy aquí?— conociéndola seguro que estará preocupada o buscándome por ahí.

"Claro, ningún problema" se fue y me dejó sola en su casa. Por fin podía descansar tranquilamente.

Caí rendida en la cama y no tardé nada en quedarme dormida.

Estábamos en esa sala pequeña y polvorienta, el humano sujetaba a Tink por las alas, riéndose con maldad. Yo, sin poder moverme, vi horrorizada como se las arrancaba sin piedad mientras ella chillaba de dolor y terminaba echándola al suelo con desprecio como si fuera un trapo sucio.

—¡Tink!— desperté de esa horrorosa pesadilla acalorada y sudorosa, con el corazón a mil por hora y aterrada por lo que acababa de soñar. Hasta me temblaban las manos. Joder, por un momento creí que era real.

Volví a tumbarme para tranquilizarme. Sin duda sería incapaz de volverme a dormir, pero me quedé estirada tratando de dejar la mente en blanco. Aún estaba cansada y necesitaba recuperarme.

Después de pasar una odiosa media hora sin poder dejar de pensar en esa maldita pesadilla, escuché unas voces que se acercaban.

"…sí, lo sé, yo también lo creo" ¿esa no es…?

"Bueno, es aquí. ¿Os dejo solas?" esta sin duda es la voz de Viola pero…

"Sí, mejor, Vidia no es de las que le gusta estar en grupo…" sí, es Tink "gracias por todo"

"A ti, es un placer teneros por aquí" oí abrir la puerta y me hice la dormida para ver qué pasaba. Espero que no venga a despertarme, no quiero salir de aquí.

Tras cerrarla escuché el ruido de una silla acercándose a la cama. ¿No me va a despertar? ¿Qué hace? El silencio me estaba empezando a inquietar.

"Vidia…" dijo en voz baja "¿sigues durmiendo…?" si abro los ojos ahora voy a quedar mal "supongo que ayer no dormiste mucho… estaré a tu lado hasta que despiertes. Te debo mucho ¿sabes?" al cabo de un rato me giré hacia su lado haciéndome la dormida y me cogió la mano. Sorprendiendo mi cuerpo.

Fue muy agradable, me sentía a gusto a su lado, sentir su mano con esa tranquilidad fue algo muy íntimo para mí.

No sé cuanto rato nos pasamos así, pero llegó un momento en que el hambre pudo conmigo y tuve que despertarme. Fingí despertarme lentamente y vi los azules ojos de Tink clavados en mí. Fue el mejor falso despertar de mi vida.

"Buenos días campeona. ¿Has dormido bien?" mejor que nunca.

—Hm~— asentí con la cabeza y estiré mi espalda —Qué cómoda es esta cama…—

"A ver" se tumbó conmigo sin aviso y cuando me di cuenta la tenía muy cerca de mí "sí que lo es, ¿nos la llevamos? Las otras dejan mucho que desear" eso fue nuevo para mí, estar tan cerca junto a otra hada… me sentí muy extraña.

—Creo que se darían cuenta de que nos la hemos llevado…—

"Siempre la podríamos cambiar por una de las nuestras" en ese preciso instante, viendo su contagiosa sonrisa, caí en cuentas de que Tink se había convertido en mi mejor amiga.

—¿V-vamos a comer?— tenía que levantarme de la cama como fuera, me estaba poniendo estúpidamente nerviosa.

"¡Vamos!" saltó de la cama y después de poner la silla en su sitio nos pusimos en marcha "Viola me dijo que pasáramos a recoger la comida en nuestro refugio. ¡Oh! Y te he guardado una cama al lado de la mía, espero que no te importe, como te fuiste nada más llegar…"

—Gracias, me gusta estar contigo— espera, ¿eso lo dije en voz alta? Sonrió y nos quedamos en un incómodo silencio hasta que llegamos al refugio de los recién llegados.

Había muchas hadas por ahí, y al vernos se pusieron todos a aplaudir. ¿Qué pasa aquí?

"Am… Sí, creo que eso es cosa de Viola, le conté lo que pasó y me dijo que haría algo…" ¿Qué? ¿Nos están aplaudiendo a nosotras? Apareció la culpable de eso para decir unas palabras.

"¡Aquí la tenemos! El hada de vuelo veloz más valiente y con más coraje de Pixie Hollow, ¡Vidia!" y aplaudieron con más fuerza. Me quedé con la boca abierta y los ojos como platos "Démosle las gracias por arriesgar su vida para salvar a Tinkerbell de los humanos y poner a salvo al campamento del éste"

—¿Todo esto es por mí?— no salía de mi asombro, todas esas hadas y duendes me estaban aclamando, me había convertido en el centro de atención, se me erizó toda la piel de golpe.

"Pues claro que sí, gracias por salvarme la vida Vidia" mis ojos se llenaron de lágrimas, no esperaba para nada algo así. Hasta entonces había llevado una vida solitaria y discreta pero ahora todos me estaban aplaudiendo… fue muy impactante para mí.

—V-vale… vale, ya basta, me vais a poner roja de vergüenza— si es que no lo estoy ya.

"Todo el campamento está muy orgulloso de ti, lo que has hecho no tiene precio. En nombre de todos, te doy las gracias Vidia" dijo Viola con una reverencia.

—D-de nada… supongo. Estamos un poco hambrientas ahora así que…— no podía aguantar más esa situación, era demasiado surrealista.

"Por supuesto, venid conmigo" todos me miraban, me sentía como una ministra, no sabía ni cómo ponerme.

Nos llevó cerca del refugio, donde había unas mesas improvisadas y las chicas, esperándonos para comer juntas.

"Mira quién por fin aparece por aquí" dijo Rosetta.

"¡Aquí llegó la heroína!" dijo Fawn. Dejad de llamarme así

"¿Cómo te sientes Vidia?" la pregunta de Silvermist me sorprendió, no sabía cómo describir todas las emociones que correteaban por mi mente.

—B-bien…— y eso fue lo único que se me ocurrió decir.

Nos sentamos con ellas y nos pusimos a comer lo que nos habían preparado. Al parecer ahora todo el campamento sabía lo ocurrido, y todos estaban agradecidos por lo que hice. Poco a poco volví a poner los suelos en la tierra y asimilé todo lo que había pasado.

Cada vez me sentía como una más del grupo, y eso me hacía sentir bien. Pensé que quizás había llegado la hora de dejar de pretender ser alguien superior a los demás y empezar a disfrutar un poco de la compañía de otras hadas.

Todos y cada uno de los momentos que pasé con Tink me hicieron abrir los ojos y darme cuenta que la soledad era increíblemente aburrida. Era como si antes viviera la vida en blanco y negro y ahora, la estuviera viviendo en colores. Comer con otras hadas no tenía nada que ver con comer sola, era cientos de veces mejor, incluso aprendía cosas que jamás pensé que aprendería.

Después de comer surgió la idea de jugar al corre que te pillo por ahí. La idea no me gustó al principio, hacía muchísimo que no jugaba a ese juego, pero era perfecto ya que nadie se conocía ese campamento. Tenía que soltarme y divertirme de una vez sin pensar en lo que dijeran los demás. Y entonces, como si fuéramos amigas de toda la vida, nos pusimos a jugar.

Muchas veces las veía por Pixie Hollow revoloteando por ahí y pasándoselo en grande pero nunca pensé que terminaría divirtiéndome con ellas. Hacía mucho tiempo que no reía tanto en una tarde, la cual se evaporó en unos parpadeos. Cuando dejamos de jugar me quedé alucinada al ver que ya era casi de noche. ¿Cómo ha pasado el tiempo tan rápido?

Volvimos al refugio para ir a buscar unas cosas y me quedé sentada en la cama delante de Tink.

"¿Qué tal? ¿Te lo has pasado bien?" era más que innecesario responder, pero lo hice igualmente.

—Mejor que nunca Tink— qué corto que se me va a hacer el verano, va a ser el mejor de todos.

"Me alegro, estoy muy contenta de que diviertas con nosotras" me entraron unas ganas terribles de abrazarla y echarla en la cama, pero por supuesto no lo hice.

—Y yo de que me dejéis estar con vosotras. Sobre todo después de lo mal que me porté con todas…—

"Sí, hehe. Me costó un poco hacerles creer que habías cambiado, pero ya lo vieron con sus propios ojos" ¿he… cambiado? He cambiado, ya no soy como antes, la Vidia del pasado ya no está. Me sentía muy optimista por el cambio que había hecho, necesitaba ese cambio.

Me quedé observándola, y noté algo raro en sus alas. Dijo que no se habían dañado, que podía volar sin problemas.

—Un momento, ¿qué tienes ahí? Date la vuelta— parecía como si la tuviera un poco doblada, sin duda no era simétrica con la otra.

"Hmm, supongo que se nota al fin y al cabo… Los dedos de aquél humano me dañaron un poco el ala izquierda, pero las hadas sanadoras dijeron que puedo volar sin problemas, así que no te preocupes" cielos… ¿cómo no me había dado cuenta antes?

—L-lo siento Tink… ¿te dijeron si se iba a poner bien?— aunque sabía la respuesta, pregunté igualmente.

"Al parecer las alas no se pueden curar así como así, pero da igual, estoy bien y puedo volar, eso es lo que importa" aún así, seguro que no puedes volar al cien por cien… maldita sea. Me dolió que después de todo, le hubiera hecho daño, y para siempre "Venga, no pongas esa cara. Vayamos a cenar con las chicas"

—Sí…— me deprimí un poco por el tema del ala, pero no duró mucho. Tuvimos una fantástica cena con las chicas entre carcajadas y las tonterías de Fawn. Éste era claramente el mejor remedio contra la tristeza, y no salir a volar con rápidez.

El próximo día teníamos que empezar con nuestras labores para traer el verano a Tierra Firme, y eso significaba pasar menos tiempo con Tink. Quería aprovechar todos los momentos al máximo, con mi primera mejor amiga.

Después de cenar le pedí a Tink que saliera a dar un paseo conmigo a solas por fuera del campamento y aceptó con gusto. No tenía ningún objetivo en especial, sólo quería estar con ella sin sus amigas y ver cómo eran las afueras del campamento por la noche.

—¿Estás segura de que no te molestan las alas?—

"Que sí, deja mis alas en paz" dijo tras una risa despreocupada. Aún así veía que de vez en cuando se le descompensaban un poco.

En aquella noche de Junio se respiraba tranquilidad, en aquella zona había unos interminables campos y las únicas luces que se veían eran las de las estrellas, la luna y las luciérnagas. Esa imagen quedaría guardada en mi cabeza para siempre.

"Es precioso… ¿habías estado aquí antes?"

—No, es la primera vez. Quizás te suene extraño, pero éste es posiblemente el mejor día de mi vida— no dijo nada, se quedó a mi lado y me cogió la mano, mirando ese hermoso paisaje.

Nos quedamos unos minutos embobadas hasta que el lejano sonido de un pájaro nos hizo volver en sí.

"Será mejor que volvamos"

—Sí, ya nos hemos metido en suficientes problemas— y sin soltarnos de la mano volamos juntas hasta el campamento.

"Oye, ¿soy yo o te brillan las alas?"

—No digas tonterías— me las miré un momento y realmente tenían algo parecido a un resquicio de brillo, pero las alas no podían brillar, debía de ser algún reflejo o algo. Dejaron de hacerlo al momento.

Intentamos no hacer mucho ruido al volver, algunos ya estaban durmiendo, descansando para los largos días que nos deparaban. Nosotras teníamos que hacer lo mismo.

Llegamos a nuestras camas y sólo había Iridessa durmiendo, quién sabe qué estarían haciendo las demás.

Nos tumbamos en nuestras camas cara a cara y nos preparamos para poner fin a ese caótico día.

—Supongo que es hora de darnos las buenas noches—

"Tendríamos que haber cogido esa cama cuando pudimos, estas son como piedras" me reí ante su comentario, me gustaban sus ideas disparatadas.

—Mañana vamos y nos la llevamos. ¿Cogemos la silla también?— nos reímos sin hacer mucho ruido para no molestar a nadie.

"Claro hehe… Buenas noches Vidia, que duermas bien" espero no tener otra vez aquella horrible pesadilla…

—Sueña con angelitos ¿vale? Y ni te se ocurra salir del campamento otra vez—

"Que sí~ Nada de humanos" cerró despacio los ojos y me quedé un buen rato observándola hasta que finalmente, me quedé agradablemente dormida.


(IV) [Light ~ minutos antes]

La vi pasar, no estaba alucinando, la había visto, era ella, después de tantos años pude verla otra vez. Su pelo era más largo y con la oscuridad y la distancia no pude apreciarla del todo, pero estaba seguro de que ella era mi hermana, pude sentirlo. Por fin había encontrado el campamento al que iba, pero no me dejaban entrar.

Odié haber enmudecido, quizás si hubiera gritado su nombre hubiera descendido y podría haber convencido a los scouts que me dejaran volver con ellos. Me dio mucha rabia, tanta, que me eché a llorar allí mismo.

No tenía alas, las perdí cuando un halcón me desterró a Tierra Firme, por lo que los estúpidos de los scouts no me querían ver ni en pintura. Entendía que como duende de vuelo veloz perdiera toda utilidad, pero no tenían por qué ser tan crueles, incluso me dijeron que ella se había olvidado completamente de mí, que no existía para ella, pero no me lo creí, no podía ser cierto.

Al menos, me sentí aliviado sabiendo que ella estaba bien, eso significaba que tarde o temprano volvería a estar con ella, estaba convencido.

A partir de aquél día me pasé todas las noches escondido en ese lugar, hasta que los scouts me descubrieron y me echaron de allí, llevándome lejos, otra vez. Quizás no lo consiguiera este año, quizás el siguiente tampoco, pero insistiría las veces que hiciera falta para que me dejaran volver, por ella.


(V) [Vidia ~ días después]

Los siguientes días tuve que trabajar para traer el verano a Tierra Firme pero eso era pan comido para mí, tenía un talento natural para hacerlo y encima disfrutaba de ello. Era muy feliz, me volví más amable y simpática y mi compañero Elwood se dio cuenta de ello. Aunque lo mejor venía cuando regresaba al campamento para estar con las chicas, me lo pasaba genial.

Pasaron los días de parpadeo en parpadeo, no me lo podía ni creer. El verano que creí que se haría eterno ya estaba por terminar y en nada tendríamos que volver a Pixie Hollow.

Estaba un poco preocupada por ello ya que los demás compañeros de mi talento no sabían nada del cambio que había hecho, pero Elwood me ayudó a afrontarlo, despreocupándome. Se había convertido en un buen amigo y Tink me animó a hacer más amistades para cuando volviera a Pixie Hollow.

Siempre le estaré agradecida por apoyarme y ayudarme a superar mis problemas, se convirtió en mucho más que una increíble tintineadora, se convirtió en mi mejor amiga y nunca me iba a separar de ella.


(VI) [Sled ~ cuatro meses después]

Por fin llegó la hora de plegar. ¿Por qué será tan difícil adiestrar búhos? Faltaban dos días para la recogida de los cestos del lado cálido y había un novato al cual no se le daba demasiado bien volar.

"Espera Sled no te vayas" ¿qué querrá ahora…? "¿Crees que estarán todos listos para la recogida?"

—Sí, confía en mí, para mañana los tendré listos y preparados— la verdad es que no tenía muchas esperanzas en ese búho, iba a ser muy difícil entrenarlo en tan poco tiempo.

"Eso espero, seguro que lo harás bien. Descansa ¿me oyes?" tenía tantas ganas de huir de ahí que me fui sin decir nada más. Lo último que quería era echarme a hablar con mi supervisora. Qué ganas tengo de ir a la cama…

Volví a casa cansado tras ese largo día de trabajo, hoy me quedé hasta tarde para tener a todos los búhos preparados y estaba destrozado, era casi un castigo pasar tantas horas practicando una y otra vez.

Para mi sorpresa me encontré a Periwinkle, sola, cerca de mi casa, esperando. Qué raro no verla con las chicas, ¿qué querrá?

Mi relación con ella era un tanto peliaguda, no me caía mal y nos veíamos de vez en cuando pero no me llevaba muy bien con Gliss y mucho menos con Spike. Si no fuera por Peri nunca más volvería a ver a esas dos.

—Buenas noches, ¿qué te trae por aquí?— la noto extraña, ¿se habrá peleado con sus amigas? Espero que sí.

"S-Sled… te he estado esperando…" parece nerviosa, espero que haya dejado de ser amiga de Spike.

—¿Quieres pasar? Aquí fuera apenas se ve nad-—

"¡N-no! Aquí está bien" me intrigó, eché una mirada rápida alrededor por si se trataba de algún tipo de broma o algo, pero no vi nada fuera de lo normal a parte de ella.

—¿Qué ocurre Peri? Me estás asustando— parecía que iba a contarme algo gordo, sólo esperé que no se hubiera metido en algún lío y que me dejara dormir.

"P-pues…" me acerqué a ella para escucharla mejor, hablaba bajo y mirando hacia el suelo, también era más bajita que yo "quería decirte que… m-me gustas" me miró intermitentemente "Estoy enamorada de ti y… q-quisiera salir contigo" oh cielos…

Eso sí que no me lo esperaba, pensé que después de todo podría ser una broma de mal gusto, pero Peri tenía la cara roja por la vergüenza y los ojos cerrados con fuerza. Vale, esto va en serio, tengo que decir algo.

Ya había salido con unas cuantas hadas antes y había montones que se me había declarado, pero no podía ni quería rechazar a Peri. Nuestra amistad, aunque un tanto puntual, la valoraba mucho y no quería herirla, me parecía frágil, de cristal. Nunca la vi como una novia potencial pero la mentí para que no se lo tomara mal.

—Has sido muy valiente al decirme eso… Seré sincero contigo ya que tú lo has sido conmigo" abrió tímidamente un ojo para ver qué decía "a mí también me gustas Peri. Pensé que si te lo decía dejaríamos de ser amigos pero veo que tú también…— eso seguro que funciona.

"¡¿En serio?!" nunca falla "¿t-te gusto?" ahora un halago y…

—¿Cómo no podría gustarme un hada tan preciosa como a tú?— la cogí de las manos, noté como le temblaban de los nervios y vi como sus ojos le brillaban por las lágrimas.

"¡Sled!" me abrazó y por poco me deja sin respiración. Ni Peri puede resistirse a mis encantos.

—Bueno, ¿quieres pasar ahora? Es un poco tarde pero aún…— no me apetecía mucho, pero prometía ser divertido.

"No" ¿no? "M-me iré a casa. Nos vemos mañana por la tarde ¿vale?" me extrañó que dijera que no, pero no quise insistir ya que estaba bastante cansado.

—Claro, sí, como quieras. Espero con ansias volver a verte— se puso de puntillas y me dio un beso en la mejilla. Después de eso y una dulce sonrisa se fue sin decir nada. Qué dulce…

Lo cierto es que me iba bastante mal quedar mañana por la tarde, me gustaría pasar más tiempo con ese dichoso búho para que estuviera entrenado pero no podía decirle que no.

Estoy deseando ver la cara que ponen esas dos cuando se enteren.

Comí algo antes de ir a dormir pensando en la declaración de Peri y en cómo podría terminar eso, sin duda iba aprovecharlo para vengarme de Spike. Me eché en la cama recordando los odiosos momentos que pasé con ella, por suerte ya no me molestaba de esa forma pero sentía que aún tenía que compensar la balanza, tenía que vengarme.

Ahora que lo pienso, no sé si sabrá lo que pasó entre Spike y yo… supongo que se lo habrá contado pero aún así… en fin, mañana va a ser un día muy largo y espero que entretenido.

Tardé más de lo habitual en dormirme, y eso que estaba agotado.

Empecé el día terriblemente mal. Me levanté algo cansado y dos horas más tarde de lo habitual.

—¡Mierda!— ¡ya debería de estar con los búhos, ¿cómo me he podido quedar dormido?!

Fui disparado hacia el acantilado de las aves sin apenas haber comido nada, se me había echado el trabajo encima y se me complicaba la cita con Peri.

"Mira quién por fin aparece. ¿Es que acaso estuviste de fiesta anoche?" no sería la primera vez, pero hoy no fue por eso.

—No, es que me crucé con una amiga y bueno…—

"No hace falta que entres en detalles. Ponte a entrenar a esos búhos cuanto antes o tendrás que quedarte hasta tarde como ayer" lo sé.

—Voy…— y así lo hice, me dejé la piel para que estuvieran preparados, pero ese maldito búho no aprendía de ninguna manera. Me estaba poniendo de muy mal humor, pero cuando se trata de animales, siempre hay que poner buena cara y eso era quizás lo que más odiaba de tratar con animales.

Tenía tanta rabia acumulada que iba a explotar de un momento a otro. Ya casi era mediodía y mis esfuerzos no dieron muchos resultados, estaba hambriento, no podía más.

Me senté para descansar un poco, tenía que centrarme. A este ritmo no podré quedar con Peri ni mañana.

"¿Ya estás cansado Sled? Pero si acabas de llegar" la miré con cara de pocos amigos, estaba muy agobiado y sus típicos comentarios no me ayudaban para nada "¿qué pasa? ¿no consigues que ese búho te haga caso? Venga, que te echo una mano" anda, pero si a parte de dar órdenes y chinchar sabe ayudar

—Gracias, ya no sé qué hacer— ella sin duda tenía mucha más experiencia que yo, pero aún así nos costó lo nuestro adiestrarlo. Paramos un poco para la tan esperada comida y continuamos dándolo todo.

Con su ayuda ya casi estaba listo para que fuera con los demás y trajera el cesto sin cometer errores.

"Venga, volvamos a hacer todo el procedimiento otra vez, a ver si lo ha entendido" otra vez no… ya perdí la cuenta de las veces que lo hicimos pero entonces, como si fuera un ángel descendiendo del cielo para salvarme de ese infierno, apareció Peri.

"Sle~ed. ¿Aún estás trabajando?"

—Ah, hola. Sí, hay un búho que se nos está resistiendo. Supongo que no tardaremos mucho en…— me giré para echarle la mirada a mi supervisora deseando que se ocupara ella y me dejara marchar.

"Sí, ahora terminaremos Periwinkle, danos diez minutos" bien, sólo diez minutos más.

"Bueno, no quisiera molestar, si estáis trabajando…"

—Tú nunca molestas, en diez minutos termino y nos vamos— tenía tantas ganas de olvidarme de ese búho de una vez por todas que me iría con el mismísimo Yeti si hiciera falta.

Cada minuto se hacía largo y pesado, pero cuando oí las palabras mágicas de 'Ya puedes irte, pásalo bien' me sentí libre como un fénix.

"Ah, recuerda que mañana por la mañana tendremos que recibir a los animales del lado cálido"

—Lo sé— trabajo, trabajo y más trabajo. Dentro de poco teníamos que traer el Invierno a Tierra Firme y esos días no parábamos quietos. Al fin me largué de ese dolor de cabeza, era el momento de pasarlo bien con mi nueva novia.

"¿Es mañana? ¿Van a cruzar la frontera mañana?"

—Sí Peri, y me toca guiarlos hacia el Invierno. Estos días tenemos mucho trabajo— a veces envidiaba a las hadas de los otros talentos, el nuestro era de lejos el que más trabajo daba.

"¡Qué ganas tengo de verlo! el año pasado no fui y me lo perdí… ¿Irás conmigo?"

—Lo siento pero no podré quedarme en la frontera, ve con tus amigas si quieres—

"Oh qué lástima, entonces cuando termines de trabajar te cuento cómo ha sido ¿vale?" ¿es que no practicas nunca en el bosque de la escarcha?

—Muy bien. Los conejos te van a encantar, sobre todo cuando se ponen el pelaje de Invierno, es muy bonito—

"¿Cuando terminarás de trabajar mañana?"

—Casi al mediodía, cuando los búhos traigan todos los cestos del lado cálido— entonces me cogió la mano tímidamente.

"¿Nunca… has querido ir al lado cálido?" ¿para qué? Pero si allí no podemos ir…

—¿A qué viene esto? ¿Se te ha quedado pequeño el Invierno o qué?—

"No es eso, es que… me gustaría saber cómo es, y lo que hay… todo es tan diferente allí…"

—No te obsesiones con eso, yo también tuve curiosidad al principio pero lo fui olvidando. Es un sitio donde no podemos estar, con solo cruzar se nos derrite la piel y las alas por el calor, lo sabes ¿no?—

"Sí… lo leí en un libro de Dewey. Pero ¿por qué es así? ¿por qué estamos hechos así? ¿no crees que es muy injusto?" qué preguntas más raras, pero ¿qué se le pasa por la cabeza?

—No lo sé pero olvídalo, el mundo es así y lo seguirá siendo, punto— al tomar el camino hacia el valle de los escarchadores supuse que íbamos a su casa —¿me llevas a tu casa? No esperaba que fueras tan lanzada…—

"¿Q-q-qué? N-no, bueno sí. Es que quería enseñarte una cosa de mí que no sabes y quiero que sepas… Ahora que somos n-novios tienes que saberlo" eso ha sonado un poco mal, pero viniendo de ella seguro que no ha sido en ese sentido.

—¿Qué quieres enseñarme?—

"Es un secreto que solo lo sabe quien quiero que lo sepa" ¿qué será?

—No me lo vas a decir hasta que lleguemos ¿verdad?— negó con la cabeza sonriendo. No tenía ni la más mínima idea de con qué me sorprendería, solo esperaba que no fuera algo raro.

"Ya casi llegamos"

—Lo sé, sé dónde vives Peri— ya había venido antes, pero no recuerdo bien cuando ni por qué. Abrió la puerta y nos dirigimos a una mesita en su habitación.

"¿Estás preparado?" la última vez que un hada me enseñó algo de un cajón así fueron consoladores, me estaba poniendo nervioso por saber qué tenía ahí.

—Ábrelo de una vez— cuando lo hizo y vi un montón de… trastos, por no llamarlos basura. Me quedé sin palabras.

"Las llamo cosas encontradas, son objetos que vienen de Tierra Firme. La primera vez que vi una, no pude evitar ponerme a coleccionarlas, son de lo más curiosas. ¿Qué te pare…ce?" cuando vio mi cara su emoción cayó al suelo.

—Emm…— no supe qué decir, me podía esperar muchas cosas pero esto no, me pareció muy absurdo e inútil.

"Crees que es estúpido ¿no?" estúpido es una muy buena palabra para definirlo "No debí haberle hecho caso a Spike…" dijo entre dientes.

—N-no me parece estúpido para nada, es… original. ¿Spike te dijo que me lo enseñaras?— veo que nuestra guerra aún no ha terminado.

"S-sí… ahora pensarás que soy rara" bueno, eso ya lo pensaba antes.

—No digas tonterías, me gustas tal como eres, ven aquí— la rodeé entre mis brazos y cerré el cajón con mi cadera para olvidarnos del tema. Tengo que devolverle el golpe, esto no se va a quedar así.

"¿Qué pasa entre Spike y tú? Siempre noté que había cierta… distancia entre vosotros pero nunca me atreví a preguntar" pues al final no lo sabe… bien, muy bien, no puedo dejar escapar esta oportunidad. Nos separamos y me preparé para pegarme la inventada del siglo.

—¿No te lo ha contado? Bueno, no me extraña la verdad, con lo que pasó… Verás, antes de que nacieras, a Spike le gustaban mucho los animales y se pasaba mucho tiempo con las hadas de mi talento. Se enamoró de mí y un día se confesó, pero en ese entonces yo ya tenía novia y ella lo sabía muy bien—

"¿Cómo se llamaba?" argh, a ver, una ex que a la ella que no conozca…

—Qana, del talento de copo de nieve. El caso es que Spike no se dio por vencida después de que la rechazara y le hizo algo muy feo a Qana para que dejara de salir con ella…—

"Oh cielos… lo siento… ¿qué le hizo?" será mejor no entrar en detalles para que la historia suene más verdadera.

—Ahora mismo… no quiero hablar del tema, me pondría a llorar así que… dejémoslo en que hizo algo horrible e imperdonable—

"L-lo siento, no pensé que… no debí preguntar" perfecto, ahora Peri verá a Spike con otros ojos.

—No te preocupes, entiendo que tuvieras curiosidad. Eso forma parte del pasado ahora, no le des más vueltas ¿vale?— asintió con la cabeza y al ver que no dejaba de pensar en eso la miré a sus azules ojos —eh, estoy contigo ahora y soy muy feliz. Eres lo único que me importa— aquella sonrisa volvió a dibujarse ante mí, se enterneció hasta tal punto que me volví loco por besarla.

"¿Cuánto me quieres Sled?" su inesperada pregunta era la oportunidad perfecta para lucirme.

—Te quiero más que nada en este mundo, por ti cruzaría el lado cálido para traerte unas rosas— noté como jadeaba, tragaba saliva y el corazón le iba a cien por hora. Cuando se mordió el labio inferior no pude aguantar más.

Me acerqué lentamente a ella y al ponerme a su altura, sus ojos se cerraron a la vez que los míos. Le acaricié la mejilla y nuestros labios se encontraron, haciéndole soltar un ligero gemido. Fue agradable, Peri era muy receptiva y al ver cómo se estaba poniendo me excité.

Intensifiqué poco a poco los besos y al tambalearnos por estar de pié nos sentamos en su cama sin despegarnos. La tumbé para ponerme encima de ella, estaba acalorada y despeinada, me gustaba verla así. Mi miembro se despertó en ese momento, quería arrancarle el vestido y desnudarla para devorarla, pero por desgracia las voces de sus amigas nos cortaron el rollo en décimas de segundo.

"¡Peri! ¿Estás en casa?" ¿no se cansarán nunca de joderme la vida?

"Mierda, es Gliss" iba a detenerla para decirle que hiciéramos como que no estábamos pero no me dio tiempo.

Fui detrás de ella para ver qué querían. Tas arreglarse un poco el pelo abrió la puerta.

"Hola chicas, ¿qué pasa?"

"U~uh, eso digo yo. ¿Qué estabas haciendo Peri? Hola Sled…" me saludó con frialdad.

—Gliss— Spike y yo pasamos de saludarnos, por la cara de odio que me echaba estaba seguro de que no le gustaba mucho la idea de que saliera con Peri.

"N-nada, sólo estábamos hablando"

"Pues qué conversación más excitante ¿no Sled?" echó un rápido vistazo a mi paquete, me delató por completo. Fui descuidado.

—Voy a… por agua…— si seguía con ellas me iba a meter en problemas fijo, además quería que Peri hablara con ellas y las echara rápido para que pudiéramos seguir con lo nuestro.

Agudicé el oído para enterarme de lo que decían pero habían momentos en qué hablaban muy flojo, sobreentendí que se trataba sobre lo que estábamos haciendo. Al oír entrar a Spike me paré en seco, dijo algo de que quería hablar conmigo a solas y se me acercó. Aquí viene la fiera…

"Sled Sled Sled…" dijo a cada paso, chasqueando los dientes "No tengo ni la más remota idea de lo que habrá visto Peri en ti, pero te juro que si le haces si quiera un dos por ciento de lo que me hiciste a mí, te arrancaré esas alas que tienes con mis dientes"

—¿Ah sí? ¿vas a morderme como la última vez, gatita? No seas ridícula. Ocúpate de tus asuntos y déjanos en paz ¿quieres?— disfrutaba viendo como la sacaba de quicio.

"Quedas avisado" solté una pequeña carcajada a propósito al darse la vuelta "¿te parece gracioso? ¿crees que estoy de broma?"

—No, qué va… sólo estaba pensando, ¿cómo se te ocurre decirle que me enseñe sus…? ¿cómo lo llamó? Ah sí, basura encontrada. ¿En serio creíste que sería una buena idea?—

"¡Serás insensible! No te mereces estar con ella y lo sabes, terminarás solo y despreciado"

—Mira quién habla, la que está con… a ver… ¿nadie? Avísame cuando consigas un novio que te aguante más de una semana— casi siempre terminábamos así las pocas veces que teníamos la oportunidad de hablar, y no voy a mentir, me divertía.

"Qué te den, no te vas a salir con la tuya" se dio la vuelta enfadadísima y se largó de casa sin más.

"Spike, ¿dónde vas? ¡Spike!" Peri me miró en busca de una respuesta. Gliss sí que sabía lo que realmente pasó entre nosotros, y caí en la cuenta de que si se lo decía a Peri me delataría. Tenía que pensar en algo rápido.

—No hay forma de que nos llevemos bien… y eso que lo intento. Me parece que no le gusta la idea de que salgamos juntas—

"¿Tú crees?" dijo Gliss irónicamente.

"Quizás… siga enamorada de ti" mierda Peri, no podías haber escogido peor las palabras.

"¿¡Perdona!? ¿Cómo has dicho?" obviamente Gliss se quedó flipando, eso no tenía ni pies ni cabeza teniendo en cuenta lo que realmente pasó.

—E-el caso es que no nos llevamos bien y punto. ¿A qué habíais venido?— intenté cambiar de tema pero la mirada que me echó Gliss no me dio muy buena espina.

"Sí… habíamos venido a contarle a Peri… lo que pasó entre Spike y tú" joder, ahora sí que lo tengo crudo.

"¿Ah sí? Justamente me lo ha contado antes, ¿porqué no me lo ocultasteis?"

—Sí, eso, ¿porqué? Creí que erais buenas amigas— iba haciéndole señas a Gliss para que parara la conversación.

"Porque… no queríamos que… ¿sabes? Mejor hablamos más tarde de esto, voy a por Spike. Pasadlo bien juntos" algo me decía que no esto no iba a terminar bien.

"Vale, nos vemos Gliss"

—Adiós— uff, por qué poco. Tarde o temprano me van a pillar, espero que no sospeche nada por ahora.

"Jopé, ahora me he quedado con las ganas de saber por qué no me dijeron nada… ¿Tan grave fue?"

—Olvídalo ¿quieres? Es agua pasada, no vale la pena que le demos vueltas al tema—

"Ya… ¿pero por qué Gliss se sorprendió tanto cuando dije que Spike podría seguir enamorada de ti? Es algo probable ¿no?" maldita sea, qué insistente es… De golpe se me iluminó la cabeza, era el momento de mover ficha.

—¿Sabes qué es lo que creo? Que Spike le contó una mentira para no quedar como la mala de la historia y se lo inventó todo, seguro que Gliss piensa que hice algo malo— bien, con esto quedará la palabra de Spike contra la mía.

"Oh, claro. Eso tiene sentido… pero ¿tan fuerte fue lo que pasó?"

—Algún día te lo contaré, pero hoy no ¿vale? ¿Dónde lo habíamos dejado…?—

"Pero ¿porqué no podéis ser amigos?" por la reina de las nieves, qué pesada "Os escuché discutir un poco antes… ¿podrías intentar hacer las paces con ella? Por mí…" resoplé al ver que no dejaba el tema aparcado.

—Mañana hablaremos del tema, como dijo Gliss será mejor que lo hablemos más tarde—

"Está bien…" no parecía muy convencida así que le di un beso en los labios para que dejara de darle vueltas.

—¿Jugamos?— se rió y me cogió la mano para llevarme a su habitación. Por fin nos olvidamos del tema. me echó en la cama y se puso encima de mí para devorarme los labios. Me puse a besarle el cuello y me incorporé para que quedara sentada en mis muslos. La abracé con fuerza para sentirla y adentrar la lengua en su boca.

Se le escapó una risita al notar mi miembro viril. Me quité la camiseta esperando a que ella hiciera lo mismo, pero en vez de eso se quedó tocando mis abdominales. El talento animal requería de fuerza física e intentaba mantenerme en forma siempre que podía.

Pensé que quizás se obsesionaría al compararme con ella así que le solté un halago.

—Tienes un cuerpo estupendo— noté que se relajó —levanta los brazos— le quité la parte de arriba del vestido y me puse a recorrer su cuerpo con la boca. El contraste de su cada vez más caliente cuerpo y mis fríos labios le hacían caer en un abismo de placer con el que cada vez disfrutábamos más.

Terminé irguiendo sus pezones con mi lengua entre algún que otro gemido y me puse como una moto, mi cuerpo pedía cada vez más así que, abrazándola, rodé hacia un lado para ponerme encima de ella. Me dispuse a quitarle la parte de abajo del vestido para dejarla completamente desnuda pero me paró con su mano.

"N-no… aún no estoy… preparada" ¿cómo que no? Tu cuerpo lo está pidiendo incluso más que el mío.

—Tranquila, te haré sentir bien—

"No, es que… soy…" no me digas que…

—¿Eres virgen?— esa idea me puso más cachondo aún.

"S-sí…" creí que había salido con Slush hace un tiempo…

—Entonces iré despacio, no es la primera vez que hago esto— me quité la ropa y le besé el cuello mientras le pellizcaba los pezones para encenderla como un incendio, se puso a gemir al entretenerme en su oreja.

Le llevé su mano hacia mi erección para que empezara a hacerse a la idea de que iba a terminar dentro de ella. Poco después y con su respiración agitada, accedió.

"Vale… hagámoslo…" perfecto.

Descendí para dejarla desnuda y besé la parte interior de los muslos para acercarme poco a poco a su placer. Ya estaba bastante húmeda y si me ponía a lamerlo iba a correrse en seguida, así que le abrí las piernas y me preparé para penetrarla.

—¿Estás lista?— asintió con algo de miedo pero nuestros cuerpos eran incapaces de poner freno —al principio te dolerá un poco pero luego sentirás placer, avísame si quieres que pare— con ayuda de mi mano comencé a insertarla muy despacio —¿Bien?—

"Ajá…" casi llevaba la mitad y cerró sus ojos con fuerza para contener el dolor. Era un hada fuerte después de todo. Cuando su cuerpo se acostumbró fue maravilloso, al menos durante unos cuarenta segundos. Le hice sentir tan bien que se corrió en seguida, su cuerpo desbordaba placer.

"Woah… eso estuvo… genial…" dijo aún recuperando la respiración. No quise decirle que fue bastante corto ya que era su primera vez.

—Sí, te dije que te gustaría— pero yo seguía con mi miembro ardiendo, no me había corrido pero al ver lo cansada que estaba Peri no se lo comenté y tuve que reprimir mis ganas —Mañana será mejor, ya lo verás—

Nos quedamos en la cama mirándonos hasta que Peri cerró los ojos y se quedó dormida. No me puedo creer que se haya quedado dormida… es la primera vez que me pasa algo así.

Me levanté y me vestí despacio para que no despertarla, busqué algo en la cocina para preparar la cena. Ya se había hecho de noche y me estaba entrando hambre.

Cogí una plata al terminar para llevársela a la cama y abrió los ojos al oler la comida.

—Tienes hambre ¿eh?—

"¿Me he quedado… dormida?" me pareció muy tierna recién levantada, despeinada y fregándose los ojos con una sonrisa de felicidad.

—Eso me temo, vamos a comer algo—

"Gracias, eres muy amable" la comida sabía mucho mejor en la cama, sobretodo estando con ella desnuda. Al terminar dejó los platos en el suelo y me tumbé en la cama para estar con ella "te quiero Sled" la rodeé entre mis brazos y cerró los ojos para acurrucarse dulcemente conmigo. No esperaba que me dijera eso tan pronto, no muchas me lo llegaban a decir.

—Y yo a ti…— y así, nos quedamos dulcemente dormidos, con el tacto de nuestros relajados cuerpos. Fue un buen día después de todo aunque me preocupaba un poco Spike, no lograba quitármela de la cabeza.

Desperté, era temprano pero no lo suficiente como para seguir durmiendo. Mi brazo estaba más que dormido por haber estado aplastado toda la noche y al quitarlo con suavidad para no despertar a Peri me volvió a correr la sangre. Odiaba esa sensación, era tan incómodo… por suerte se pasó en seguida. Me quedé un momento en la cama, pensativo.

Sonreí al recordar el día anterior, por lo bien que lo pasé con Peri en aquella cama y por lo mucho que hice enfadar a Spike. Espero que hoy sea otro gran día.

Tenía que serlo, prepararlo todo para la llegada de los animales del lado cálido y guiar a los búhos eran tareas que confiaba en que iban a salir bien, pero lo que más quería era divertirme con ella. Después de lo de anoche me hizo creer que podría llegar a quererla de verdad.

Le di un beso en la frente aún dormida y después de ponerme los calzoncillos fui a la cocina para preparar el desayuno. A los dos minutos escuché que se levantaba y se acercaba. Continué con el desayuno fingiendo no haberla oído y me abrazó por detrás.

"Buenos días Sled" dijo cariñosamente. Estaba desnuda y sentí sus pequeños pechos en mi espalda. Qué agradable, daría lo que fuera para que cada mañana fuera así.

—Buenos días guapa, ¿has dormido bien?— asintió con un gruñido sin dejar de abrazarme —¿te lo pasaste bien ayer, pequeña?— volvió a asentir de la misma forma —¿te gustaría repetirlo?— le pregunté ahora con un tono más grave. Se separó y se puso delante de mí.

"¿Ahora?" su reacción derritió mi cerebro, quise dejar el desayuno a medias y echarle un polvo allí mismo. Su delgado y precioso cuerpo desnudo me hacía perder la cabeza.

La besé impacientemente una y otra vez, recorriendo su suave piel. Dos días atrás no habría pensado que terminaría así, ni siquiera se me pasó por la mente la posibilidad de enrollarme con ella pero ahí estaba. Mierda, creo que me estoy enamorando de ella, aún con sus extraños gustos.

Con mucho esfuerzo conseguí parar y centrarme en el desayuno, si lo dejaba a medias se echaría a perder.

—Deja que termine esto y seguimos ¿vale?— me miró con sus poderosos ojos azules penetrándome con la mirada, me pedía más, estaba llena de deseo pero terminó cediendo.

"Vale… voy a vestirme" no me terminó de gustar mucho esa idea, pero la dejé marchar y me puse a pensar en el trabajo de hoy. Ojalá ese dichoso búho no me deje en ridículo, podría arruinar la buena reputación que tengo entre los compañeros…

Volvió a la cocina ahora vestida cuando ya estaba terminando de preparar el desayuno. No se me daba mal cocinar, aprendí mucho de todas las hadas con las que salí hasta entonces.

"Huele bien…" sin duda, la dejaría impresionada con ese plato.

—Tú hueles mejor, ¿me dejas probar un poco?— me miró extrañada un par de segundos hasta que sonrió y me besó. Peri era dulzura en estado puro, se me erizó la piel al descubrirlo.

"Eres un cielo" no podría habérmelo dejado más en bandeja.

—Y tú mi ángel, preciosa— se le escapó una inocente risa, su felicidad me deslumbraba —¿comemos?—

"Espera, que bajo de las nubes" qué mona… El día no podía haber empezado mejor, se respiraba paz y amor en esa casa.

—¿Qué vas a hacer hoy?—

"Iré a ver a los animales cruzar la frontera, ya te lo dije. ¿A qué hora pasaran?"

—Bueno, eso depende un poco de las hadas de los animales del lado cálido, pero en principio poco antes del mediodía—

"Tengo muchas ganas de verlos, ojalá pudieras venir…" me sentía mal y todo por no poder ir, realmente ella quería verlos conmigo.

—El trabajo es el trabajo. A la que termine te iré a buscar— todo era perfecto hasta que surgió un tema que no debería de haber surgido.

"He pensado… que después podríamos quedar con las chicas para-"

—Espera, ¿las chicas? ¿Spike y Gliss? Vale que sean tus amigas pero te aseguro que lo último que quiero es estar con ellas— el ambiente cambió de repente, pero no podía permitir que me encajonara a Spike.

"Pero quiero que te lleves bien con ellas, son mis mejores amigas" respiré hondo para pensar en cómo dirigir la conversación.

—Mira Peri, para evitarnos un follón será mejor que olvides la idea de quedar los cuatro. Queda con ellas si quieres, pero yo no voy a estar a tu lado— le decepcionaron mis palabras, pero no quería tener que soportar a esa arpía de pelo negro.

"Pero Sled…"

—Ya viste como discutí con Spike nada más llegó a tu casa ¿verdad? No puedo estar ni en la misma habitación que ella sin que terminemos así—

"¿Pero porqué? Haced las paces y solucionadlo de una vez, no creo que sea tan complicado"

—Pues sí, lo es. Nunca le perdonaré lo que me hizo, lo que le hizo a Qana— me miró con una cara triste.

"Hazlo por mí, por favor. No quiero que haya mal rollo entre vosotros. Spike no es mala, su personalidad es un poco… difícil, pero en el fondo es una buena amiga" pues será muy en el fondo.

—Peri, no. Lo siento pero no puedo hacer eso y punto, no hay más que hablar— tengo que terminar con esta conversación ya.

"¿Crees… que algún día podrás perdonarla?" lo dudo, lo dudo muchísimo. No se lo merece.

—Quién sabe…— ya nos habíamos terminado el desayuno pero seguimos hablando —no pongas esa cara, no te queda para nada bien, ponte otra— sentí un ligero dolor en el pecho al verla así.

"Pero es que… No acepto que tenga que escoger entre mis amigas o tú" mira que es cabezona… "¿No podrías-?"

—¿Estaba bueno el desayuno?— me levanté de la mesa y recogí los platos ignorándola, ya había dicho todo lo que tenía que decir.

"S-sí… Perdona por ser tan pesada, pero entiéndeme…" al levantarse para decir eso me puse delante de ella.

—Peri, no quiero estropear lo nuestro por culpa de Spike ¿me oyes? Nos veremos después, tengo que irme ya— consiguió esbozar media sonrisa y me dio un beso de despedida.

"Vale, está bien. Hasta luego" no quedé muy convencido con ese 'está bien', pero tenía que ir ya al acantilado de las aves, hoy no podía llegar tarde.

Pensé en Spike por el camino, chincharla era una de las razones por la que decidí salir con Peri, pero ahora sentía que ella tenía el poder de acabar con nuestra relación y eso me aterraba, no quería que lo hiciera. Si le cuenta lo que en realidad pasó entre nosotros dos me dará un par de ostias, una por lo que hice y otra por haberle mentido.

Quizás sea el momento de pedirle perdón y arreglar lo nuestro pero… no soy capaz, solo de pensarlo… se me hace un nudo en la garganta… Mierda Peri, ¿porqué tenías que empezar a gustarme?

Tenía que tomar una decisión, pero aún no, ahora era el momento de la recogida de los cestos y tenía que concentrarme.

"Buenos días Sled. Ayer te perdiste una agradable y fantástica tarde de adiestro" menos mal que apareció Peri para sacarme de allí.

—No lo dudo, ¿todo bien?—

"Sí, aunque el novato aún comete algún que otro error pero no te preocupes, todo saldrá bien" eso espero.

—Muy bien, gracias por tu ayuda— fui a ver a los búhos y vi que el novato estaba muy nervioso —eh, me han dicho que ayer lo hiciste muy bien. Con todo lo que has practicado seguro que lo harás perfecto, ya verás—

"No te olvides de escribir la nota, recuerda que necesitamos veinte cestos más para mañana. Espero que sean capaces de conseguirlo esos tintineadores, las hadas de los copos de nieve son muy estrictos" por poco me olvido. Escribí la nota en uno de los paneles de hielo que teníamos preparados y se lo encargué al búho que tenía una pequeña herida en la pata.

Comprobé que todos estaban listos y preparados para salir y les hice la señal para que se pusieran en marcha. Los primeros eran los veteranos que llevaban varios años transportando cosas de todo tipo y el último era el novato, su primera vez. Los acompañé hasta la frontera y esperé que volvieran todos. Vamos chicos, no me decepcionéis.

A los cinco minutos los vi aparecer, todos con sus respectivos cestos y sin problemas. Bien, perfecto.

Los guié hasta la zona de recepción donde nos estaban esperando las hadas de los copos de nieve y ayudé un poco al novato para que descendiera en el momento justo y soltara el cesto sin causar un desastre.

Todo salió bien.

—Aquí están, veinte cestos bien calientes del lado cálido— crucé la mirada con Qana y se largó. Me llevaba un poco mal con ella después de que me dejara por haberle puesto los cuernos. Cosas que pasan.

"Muy bien, buen trabajo Sled. Mañana a la misma hora, veinte cestos más ¿entendido?"

—Sí, ningún problema. Os dejo que tengo mucho trabajo— quise ir a saludar a un hada que me estaba echando el ojo esos últimos días, pero al pensar en Peri decidí irme sin más.

Volví al acantilado para felicitar a los búhos por su trabajo bien hecho, sobretodo el del novato, el cual estaba muy contento y orgulloso.

"Bueno, ¿qué tal ha ido?"

—Perfecto, bueno, el novato aún no clava las curvas llevando el cesto, pero ya aprenderá—

"Bien, bien. En unas horas cruzarán los animales, así que ve con los demás a prepararles su hogar"

—Voy— la imagen de Peri volvió a pasar por mi cabeza. Me permití un pequeño rato libre después de ese éxito rotundo. Como no la vi en la frontera, seguramente aún estaría en casa o quizás esté en el bosque de la escarcha con las chicas. No recuerdo que hubiera dicho que iría con ellas… A ver si la encuentro.

Volé hacia su casa pero no estaba. Mierda, ¿estará en la frontera? Con las ganas que tenía no me extrañaría que ya los estuviera esperando. Si está allí espero que no esté con sus amigas, aunque es lo más probable…

Por suerte me la encontré en la frontera, sola, haciendo muñequitos de nieve. Le daré un susto. Me acerqué a ella despacio, estaba muy concentrada con esos muñecos así que pude acercarme hasta quedarme justo detrás de ella.

Le clavé mis uñas en sus hombros y por poco le da un infarto.

"¡¿S-Sled?!" no pude evitar reírme con la cara que puso.

—Qué muñequitos más chulos. ¿Los has hecho tú?— la respuesta era más que obvia, pero se lo pregunté igualmente y se avergonzó un poco.

"S-sí… ¿qué haces aquí? Pensé que estarías trabajando"

—Aún falta un rato para que crucen los animales, quería pasar a verte—

"Ah… qué bien, me alegro mucho. ¡Pero no me des esos sustos!" reí ante su indignación. Le di un beso con esa cara un tanto roja por el enfado y la vergüenza.

—Bueno, no te asustaré más entonces. ¿Quieres dar una vuelta por la frontera? Aún falta un buen rato para que crucen los animales— no me apetecía quedarme allí haciendo muñequitos de nieve.

"¡Sí!" sabía que le gustaría la idea, el lado cálido la tenía hipnotizada, no apartaba la vista de ahí.

—¿Sabes? Hubo un tiempo en el que las hadas cálidas podían venir al Invierno, se abrigaban y venían a ver nuestra estación—

"Sí, ya lo sabía" argh, y yo que quería impresionarla "¿Pudiste verlo?"

—No, Lord Milori impuso la regla antes de que yo naciera. Pero Dewey sí y estoy seguro de que-—

"¡Sí! Siempre me cuenta historias y anécdotas sobre las hadas cálidas. Ojalá quitaran esa estúpida norma"

—Bueno, está para protegerlas, no creo que sea una regla estúpida. Su sitio está allí y no podemos cambiar eso—

"Buu, eres muy aburrido" ¿me ha llamado aburrido? "yo quiero ir al lado cálido y tengo la esperanza de que algún día podré ir"

—Cuando eso pase me avisas, me gustaría verlo—

"Pues vale" ¿se ha enfadado por lo que le dicho? Pero si no existe ninguna forma de estar allí sin que nos derritamos. Tiene que bajar de las nubes.

—Peri, debes olvidarte del lado cálido. No sé por qué te empeñas en querer ir allí— se quedó un momento en silencio para pensar su respuesta.

"No lo sé… hay algo allí que me… atrae. Es como si… no sé, me gusta ese sitio ¿vale? ¿qué tiene de malo?"

—N-no es que sea malo es solo que es… inútil. Perdona pero es lo que pienso— ya la he hecho enfadar, pero qué cabezona es…

"¿Cuándo van a cruzar los animales?"

—En una hora o así, quizás menos—

"¿Y no tienes que trabajar?" ¿me está pidiendo que me largue?

—Sí, debería irme ya pero no quiero dejarte sola—

"Estoy bien, vete" claramente me está echando "Si no te gusta el lado cálido no sé qué haces en la frontera" no puedo irme y dejar las cosas así.

—Estoy aquí por ti, no puedo dejar de pensar en ti. Me gustas mucho y acepto que hagas muñecos de nieve, que colecciones cosas perdidas-—
"Cosas encontradas"

—Eso, y que te guste el lado cálido. Me parece estupendo, si es lo que te gusta pues adelante con ello. Yo también tengo mis gustos y cosillas—

"¿Ah sí? ¿Qué cosillas?" bien, he conseguido desviar el tema.

—¿Quieres saberlo?—

"Claro"

—Te lo diré a cambio de un beso— me besó rápidamente y esperó impaciente, su curiosidad era su punto débil —¿eso ha sido un beso?— puso los ojos en blanco con un suspiro y me cogió de la camiseta para darme un muy buen beso.

"Ahora dímelo" le respondí con una sonrisa.

—Te dije que te lo diría, pero no cuando. Nos vemos luego preciosa—

"¿Me vas a dejar con las ganas?"

—Yo también te quiero~—

"Qué malo eres…" me arriesgué un poco al irme así, pero creo que se lo tomó bastante bien.

Fui con mis compañeros hacia los hogares de los animales para terminar de preparar algunas cosas que faltaban para los animales que iban a llegar. No tenía muchas ganas de hacer nada, me puse a cuestionarme si la relación que había empezado con Peri tendría mucho futuro o sería otra hada que pasó por mi vida y eso no me motivó mucho a trabajar.

Tampoco es que supiera muy bien lo que quería, una relación seria con ella comportaría hacer las paces con Spike y eso no era una opción para mí, pero si no lo hacía Peri terminaría obligándome. Tarde o temprano tendría que tomar una decisión, y tenía que ser cuanto antes mejor.

Maldita seas Spike, después de tanto tiempo y sigues jodiéndome la vida… ¿Por qué tienes que ser tan complicada?

Pasaron unos tres cuartos de hora y empezaron a aparecer los primeros animales. Las dos comadrejas eran de las más activas. Luego llegaron cuatro interesantes conejos y al final, tras unos cuantos minutos, una marmota.

"¿Está todo a punto para que pueda hibernar?"

—¿Eh? Ah, sí. Ya me encargo yo…— estaba muy desconcentrado, no dejaba de pensar en mi relación con Peri e indirectamente, con Spike.

"¿Mañana los llevas tú a la ladera norte?" claro, sí, ¿por qué no? Como no tengo nada mejor que hacer…

—Por supuesto, ningún problema— y más trabajo, qué horror, quiero que pase el Invierno ya.

Cuando terminamos ya era casi mediodía y me dirigí hacia casa de Peri para pasar una buena tarde. ¿Habrá sido buena y me habrá hecho algo de comer? No tengo ganas de cocinar.

Llegué a la puerta de su casa y me desanimé al escuchar la inconfundible voz hiperactiva de Gliss. Espero que no esté Spike.

—¿Hola? ¿Peri?—

"¡Sled!" se lanzó a mí como una avalancha "tú seguro que me crees, ven" me cogió de la mano y me llevó dentro sin poder mediar palabra.

Y ahí estaba Spike, echándome esa mirada suya de odio a la cual le correspondí de la misma forma.

"¡Antes! cuando estaba en la frontera viendo cruzar a los animales ¡se me pusieron a brillar las alas! Fue impresionante, nunca había visto algo así" ¿qué? ¿alas brillando? Miré a Gliss para que me diera una explicación pero respondió encogiendo los hombros.

—Em… ¿dices que te han brillado las alas?—

"¡Sí! Sólo fueron unos segundos pero estaban brillando, te lo juro" es una caja de sorpresas, ¿de dónde sacará esas bobadas?

—Las alas no brillan Peri. Lo que dices no tiene sentido—

"¿Verdad qué no? Pero se empeña en decir eso" por una vez, Spike y yo pensábamos lo mismo. Qué extraña sensación.

"Pensé que tú sí que me creerías…" qué hada más complicada, por la segunda estrella.

—Bueno, a ver. ¿Cómo ha ocurrido? ¿Qué ha pasado exactamente?—

"Pues verás, estaba viendo como cruzaban los conejos y saltaban hacia el Invierno cuando de repente, tuve una sensación extraña dentro de mí y se pusieron a brillar las alas poco a poco, con un tono increíble. Fueron unos cinco o diez segundos, ¡pero lo vi! ¡Creedme!" Gliss se quedó pensando en busca de alguna explicación.

—En fin, si lo has visto con tus propios ojos será cierto, pero aún así… lo que dices es raro— para variar.

"¡Lo sé! Es como si fuera algún tipo de señal del lado cálido o algo…" ya estamos otra vez con el lado cálido.

"Quizás tenga alguna relación con los conejos" venga ya Gliss, como si los conejos pudieran hacer algo así.

—¿Habéis ido a las hadas sanadoras?— si alguien sabe de alas, son las hadas sanadoras.

"Sí… y tampoco se lo creen, dicen que fue cosa de un reflejo o algo así. Tengo que volver ahí, quizás vuelva a pasar" bueno, si con eso deja de darle vueltas al tema…

—Muy bien, pues vamos entonces— Peri salió rápidamente para no perder tiempo. Gliss seguía pensando en qué podría ser y Spike continuaba con su habitual mirada de odio.

Fuimos a la frontera, era la tercera vez que iba en el mismo día, estaba un poco harto ya pero tenía que hacerlo por Peri.

"Mirad, fue aquí. Estaba aquí ¡y se pusieron a brillar sin más!" no había absolutamente nada en especial en ese sitio, nos quedamos mirándola incrédulos unos segundos hasta que su ilusión se desmoronó "No os lo creéis ¿verdad? ¿pensáis que estoy loca?" bueno, quizás un poco.

—Peri, déjalo. No sacaremos nada de darle vueltas al tema, tus alas se pusieron a brillar por qué sí, vale. Eso es todo, olvídalo—

"Pero… no puede ser, tienen que haber brillado por algo" si es que han brillado.

"Creo que Sled tiene razón, no le des más vueltas ¿vale?" Gliss estaba de acuerdo conmigo, era la opción más acertada, no sacaríamos nada de darle vueltas a eso.

Entonces ella y Peri se pusieron a casi discutir y Spike me dirigió unas amables palabras.

"¿Cómo se te ocurre? maldito desgraciado. No pasó ni un día joder, ¿es que no tienes vergüenza?" me costaron cinco segundos para entender que se refería al sexo.

—Ah, por eso me mirabas con esa cara de odio. Ah no espera, que eso lo haces siempre—

"No desvíes el tema. ¿Es que no puedes guardarte tu mierdecilla de pene ni unos días?"

—Yo no hice nada malo, fue ella quien me lo pidió, se puso a gritar 'fóllame, fóllame Sled' y ¿qué querías que hiciera?—

"Desgraciado, estamos hablando de tu novia" me lanzó algo de escarcha a la cara "¿Es que acaso estás con ella sólo para cabrearme?"

—¿Y si eso fuera cierto?— la había visto muchas veces cabreada, pero en ese momento creí que me iba a dar un puñetazo con todas sus fuerzas. Ojalá lo hiciera, así podría hacerme la víctima y Peri dejaría de ser su amiga —¿Vas a morderme gatita?— ellas dos seguían hablando de lo suyo, pero justo cuando Spike explotó, se callaron.

"¡Aargh! Eres ¡escoria! ¡repugnante! ¡imbécil! ¡capullo! ¡TE ODIO! ¡No sé cómo pude estar colada por ti!" me quedé petrificado, ella huyó, como solía hacer en esos momentos, pero yo apenas podía articular palabra después de lo que dijo. ¿C-colada por mí? ¿E-ella?

Todo este tiempo nos hemos estado peleado y resulta que después de todo ¿ella estuvo enamorada de mí? No me lo puedo creer.

"No… lo sabías ¿verdad?" Gliss apareció ante mí. A Peri le sorprendió más mi reacción que lo que dijo Spike.

—P-Peri, ¿puedes dejarnos a-a solas?—

"¡No! A mí también me interesa. Spike es mi amiga…" le eché una mirada que no podía ignorar, necesitaba hablar con Gliss inmediatamente para aclarar eso, sabía algo de Spike que yo desconocía "v-vale, os dejo solos…" maldita sea, no puede ser cierto.

"Sled… seguramente ahora estarás… alucinando un poco"

—¿Sí? No~, ¿tú crees? ¿Va en serio? O-o sea, ¿es cierto?— asintió con pesadez —¿Es que algún día pensaba decírmelo?—

"Pues… no, la verdad. No sé qué le habrás hecho para que te diga, es bastante raro…" se quedó extrañada, pero para extrañado yo, que pensaba que llevaba odiándome a muerte desde el primer día que nos conocimos.

—Esto no importa ahora, ¿me estás diciendo que todo lo que pasó fue porque ella estaba enamorada de mí? ¿estás de coña?—

"Bueno… más o menos. Spike es un poquitín complicada con el tema del amor hehe…"

—¡¿Complicada?! ¿A eso lo llamas tú ¡complicada!? Ostia puta Gliss…—

"Bueno, pero no era necesario que llegaras tan lejos. Por tu culpa lo estropeaste todo"

—¿Qué yo lo estropeé? ¿Fue mi culpa? Venga ya, no me jodas, ponte en mi situación, ¿qué habrías hecho? ¿acaso hubieras pensado que lo que hacía era por amor?—

"No lo sé, pero es así, sé que ahora te parece una locura pero… Si tan solo se hubiera confesado desde un principio… Pero no quiso hacerme caso, no sé por qué, es muy complicada con estos temas…"

—Tengo que hablar con ella. Ahora. ¿Dónde está? ¿En su casa?— le sorprendí.

"¿Estás seguro? Cuando ella huye de esa forma…"

—¡Sí! ¿Ha ido a su casa verdad?—

"N-no, cuando se pone así se va al bosque de la escarcha, en un rincón que hay al fondo de todo, en la pared derecha"

—Dile a Peri que he ido a hacer las paces con Spike— y me fui rápidamente hacia allí. Tenía que aclarar las cosas con ella de una vez, por mi novia y por ella misma.

Llegué al bosque de la escarcha, hacía muchísimo que no me pasaba por ahí y todo parecía muy cambiado.

Fui hasta el fondo del bosque y la encontré llorando sentada en el suelo escondiendo la cabeza entre sus piernas.

—¡Maldita seas Spike! ¿Cómo se te ocurre decirme eso e irte como si nada?— levantó la cabeza lentamente y se cubrió de escarcha para aislarse de todo —¡vamos Spike!—

Traté de destrozar la capa de escarcha a golpes y puñetazos para poder hablar con ella pero me echó escarcha en la cara y la reforzó. Me quedé en el suelo con un leve dolor y me senté a su lado entendiendo que no podría sacarla a la fuerza. Hablar con ella siempre había sido todo un reto por lo que ahora sería toda una misión imposible. Aún así y sin saber si me escuchaba o no, empecé a hablarle.

—Si eso es cierto… joder, me siento fatal por lo que te hice… yo no… no pensé que te afectaría tanto, creí que eras diferente, que me odiabas por alguna razón. No sabía que me molestabas porque querías estar conmigo. ¡Joder lo siento mucho Spike!—

Me quedé sentado a su lado unos veinte minutos. Fui un estúpido al pensar que después de todo, con una simple disculpa iba a perdonarme. Maldije que hubiera dicho esas palabras, prefería seguir picándome con ella a estar así. Me sentí hecho una mierda, ahora entendía todo el odio y la rabia que enviaba hacia mí.

—Spike, no me iré hasta que salgas de ahí y te puedo asegurar que me muero de ganas de estar con Peri— sin respuesta, nada, seguía allí encerrada. Empezaba a creer que no me escuchaba o que se había asfixiado ahí dentro.

Tras una larga hora sintiéndome culpable por lo que pasó y reflexionando sobre el tema, empecé a escuchar el sonido de la escarcha rompiéndose.

—¿Spike? ¿E-estás bien?— salió de allí hecha polvo, cualquiera lo estaría al pasar tanto tiempo ahí dentro. Me levanté y lo primero que hizo fue abrazarme, casi sin fuerzas —Spike…—

El choque de emociones hizo que nos pusiéramos a llorar, y eso que yo no lloraba fácilmente.

No dijo nada, sólo nos quedamos abrazados durante un buen rato, sintiendo nuestros cuerpos. No sé cómo lo hizo, pero instaló un sentimiento en mí muy difícil de ignorar.

Tras mucho silencio, se separó de mí.

"Sé… feliz con Peri ¿me oyes?" miró al suelo con una expresión muy diferente a la que estaba acostumbrado, me pareció muy frágil, muy dolida por el amor no correspondido.

—Spike… joder Spike no me hagas esto…— dio unos pasos para irse y la cogí del brazo automáticamente. Se giró y vi en sus ojos llorosos una mirada nostálgica que hacía mucho tiempo que no veía en ella, esa misma mirada que me puso cuando la pegué de aquella forma. No quería herirte, ni antes, ni ahora.

"Supongo… que ya estamos en paz" un fuerte dolor devastó mi pecho para hacerse conmigo cruelmente, esas palabras fueron muy duras para mí, significaba el fin de la poca relación que teníamos y no quería perderla, ahora menos que nunca. Nuestro odio nos mantenía juntos, no podía aceptar lo que dijo, no lo iba a aceptar más bien. Pero se fue y me dejó ahí solo, con un tremendo dolor, semejante pero no tan fuerte como el que debió de sentir ella.

¿Por qué me haces esto? ¿Ésta es tu forma de vengarte? Eres muy cruel Spike, muy, muy cruel

Me quedé en aquél rincón un buen rato, no quería ver a nadie, quería entender su dolor, su tristeza.

Al final apareció Gliss.

"Eh, venga Sled, no hagas esperar a Peri… ¿Sled? oye ¿qué te pasa?" la abracé al verla y me puse a llorar sin poder soportar el dolor dentro de mí.

—No lo sé…—

"Estás… ¿llorando? Oh vamos, pero si tú nunca lloras… Spike me ha dicho que habías hecho las paces"

—S-sí… pero no…— me miró esperando alguna explicación —No sé qué hacer— con mi mirada lo dije todo.

"Oh dios mío, espera no me digas que… en el fondo tú…" cerré los ojos esperando que no dijera esas duras palabras y por suerte no las dijo "¿y qué pasa con Peri?" Peri… mierda, Peri… tengo que… estar con ella. Recordé que me dijo que fuera feliz con ella, pero no lo veía posible, ahora no.

—¿Dónde… está?—

"Fuera, esperándote cabeza hueca. No la hagas preocupar más, venga, espabila" me sequé las lágrimas tratando de recomponerme.

—S-sí…— salimos del bosque de la escarcha y Peri me miró con una cara enfadada que borró al verme.

"Sled, ¿estás bien?" no estaba para nada bien pero asentí con la cabeza. Pensé que para solucionar las cosas tenía que empezar desde el principio.

—Peri, tengo que contarte lo que pasó entre Spike y yo—

"Gliss me lo ha contado todo. ¿¡Cómo se te ocurre mentirme!? ¿Pensabas que no me iba a enterar tarde o temprano? Estúpido" cerré los ojos intentando olvidar a Spike y pensar algo para responderle, pero no pude. Estaba bloqueado.

"Peri, dale un momento. Ha sido duro para él" me senté ahí mismo en la entrada y me quedé mirando a la nada, intentando organizar mis sentimientos, ignorando todo lo demás.

"¿Pero no habían hecho las paces? ¿Qué es este mal rollo?"

—Lo siento… Spike tenía razón, eres demasiada buena para mí— mi absurdo intento por hacer que me olvidara no sirvió de nada.

"No… no digas eso vamos. Eh, mírame. Sled oye" se puso a mi altura y me alzó el rostro, pero no pude ser capaz de mirarla a los ojos "Sled…" me dio un beso al cual no correspondí.

"Peri, será mejor que lo dejemos solo, vamos…"

"¡No! No voy a dejarlo así, quiero ayudarlo" Peri y su cabezonería… "vamos Sled, levanta" me tiró del brazo y consiguió ponerme en pié. Tenía más fuerza de la que pensaba "Te llevaré a casa, vamos"

No tenía ganas de moverme, no quería dar ni un aleteo pero la tozudez de Peri pudo conmigo y me llevaron a mi casa. Me sentía como si me hubieran quitado un pedazo de mí, sentí un vacío muy doloroso que me dejaba sin espíritu.

"Peri, tengo que hablar con cierta persona" miré a Gliss sabiendo que iba a ver a Spike y ese dolor se intensificó.

"Vale, déjamelo a mí" me arrastró literalmente a mi cama y me tumbó para que descansara. Se estiró a mi lado sin decir palabra, intentando adivinar lo que pasaba por mi mente. Cerré los ojos y se me cayó una lágrima. Entonces ella me la quitó con un beso "Ahora ya sé más cosas de ti. Tenías que habérmelo contado"

La miré y con mucho esfuerzo conseguí echarle una sonrisa que apenas duró un par de segundos.

—Spike es más… importante para mí… de lo que pensé—

"Lo sé, y me alegro de escuchar eso. Te dije que en el fondo no era tan mala" quería meterme en un agujero en la nieve y enterrarme ahí para no salir nunca más, pero en vez de eso tenía a Peri delante de mí y no podía escapar.

Se sentó encima de mí y puso sus pequeñas manos en mi tórax. No estaba de humor para tener sexo y mucho menos con ella.

"¿Jugamos?" eso fue lo que le dije yo ayer en su casa "vayamos a patinar o bajemos con los trineos. No, ya sé, ¿qué tal una guerra de bolas de nieve?" sin duda, Peri seguía siendo una caja de sorpresas, no esperaba que dijera eso.

—Peri, no quiero hacer nada. No tengo ganas ni de dormir— aunque sí que estaba hambriento, con la tontería de las alas brillantes no comí nada.

"¿En serio? ¿Ni siquiera con las chicas?" me moría de ganas de decir que sí, pero si lo hacía Peri sospecharía que quiero ver a Spike y no quiero tener problemas con ella.

—Déjame ¿vale? Quiero estar solo—

"Hmm, pues qué mal… Deben de estar a punto de llegar…" por un momento creí que podría ser cierto, pero era imposible.

—Sé cuando mientes—

"Vale, me has pillado, pero te gustaría. ¿Quieres que vaya a por ella verdad?"

—No, déjame en paz—

"Yo también sé cuando mientes. Ahora vuelvo" se bajó de la cama y se dirigió hacia fuera.

—¿¡Qué!? ¡Espera! ¡Peri!— fui tras ella y se paró en seco justo en la puerta de casa.

"¿Ahora sí que te levantas no?" su tranquila expresión desapareció por completo "¿Qué coño pasa con vosotros dos? ¿Antes os odiabais y ahora os queréis? ¿Esto es un juego para ti? ¿eh? ¡dime!" me asustó verla tan enfadada, pero no era para menos, ella estaba en una situación muy delicada, justo entre nosotros dos.

No sabía qué decirle, mentirle no me iba a llevar a ninguna parte pero si le decía la verdad la perdería y sería ella quién me odiaría entonces. Estaba atado de pies y manos.

—No quiero perderos a las dos… en el mismo día—

"¿Q-qué…?"

—Para ti hacer las paces significa que nos llevaremos bien, pero para nosotros significa que no nos volveremos ni a hablar. Dudo que Spike vuelva a dirigirme la palabra a partir de hoy. Lo último que me dijo fue que fuera feliz contigo, pero no creo que pueda, lo siento. Pasaron muchas cosas entre Spike y yo, muchas más de las que te contó Gliss y… simplemente no puedo aceptar que nuestra relación se termine. Prefiero mil veces pelearme con ella que estar así—

"¿Pero tú…?" se quedó unos segundos alucinando "¿Sabes lo mal que lo pasa Spike cuando se pelea contigo? ¿Sabes lo mal que te portaste con ella? Si todo lo que me dijo Gliss es cierto… e-eres un monstruo, no deberías ni acercarte a ella"

—Sí… tienes razón. No te merezco a Spike ni a ti, pero no sé qué haría sin vosotras… No me dejes Peri, por favor. No te vayas— era lo único que me quedaba y no quería quedarme solo.

"Bff eres un maldito dolor de cabeza… Te quiero pero con lo que ha pasado ya no sé qué pensar de ti. Dame tiempo ¿vale?"

—N-no te vayas…— y se fue, la perdí la vista en unos segundos y aquél insufrible dolor se volvió insoportable.

¡Jodeeer!lo que daría por una puta máquina del tiempo. No quería quedarme en casa pero tampoco quería salir, no quería estar solo pero tampoco quería ver a nadie. Por un momento creí que mi cabeza dejaría de funcionar por el tremendo colapso que tenía. Al final fui al único sitio donde podría pensar en paz.

Llegué al bosque de la escarcha y fui directo al fondo, sin ni siquiera fijarme quién había por ahí. Me senté justo donde antes estaba Spike, donde había un poco de escarcha que aún aguantaba y me encogí para cerrar los ojos y así poder aislarme de todo.

Por mi mente pasó varias veces la idea de cruzar al lado cálido y derretirme para siempre, y así acabar con ese tan merecido dolor, pero si lo hacía terminaría expandiendo ese sufrimiento a los que me rodean, y no se merecen más dolor del que ya sufrieron.

Tengo que desaparecer unos días para estar solo y así no hacer daño a nadie más, tengo que estar sólo. Estoy harto joder, no puedo más con todo esto, a la mierda con todo. Lo siento Peri.

Estaba hambriento pero lo ignoré, incómodo pero aguanté, me estaba poniendo enfermo pero decidí quedarme ahí pese a todo para que de alguna forma, compensar todo lo que hice. Y así, tras unas horas de auto-sufrimiento, me desmayé o quedé dormido, no lo sé.

Por la madrugada, un dolor de barriga me sacó del sueño, me moría de hambre. Me movía con dificultad, estaba tumbado en el suelo y me dolía el cuerpo, estaba destrozado física y mentalmente.

Necesito comer algo… joder. Recordé lo que pasó ayer y segundo tras segundo fui sintiéndome peor y peor, llegó un momento en el que ya dejé de sentir emociones por el colapso de estas. Salí de aquél oscuro bosque lenta y torpemente, y me dirigí a casa para ingerir algo de comida.

La oscura y desolada noche reflejaban a la perfección mi estado. Había sido abandonado, torturado, desechado como un gusano inútil al que no quería nadie. Mi vida es una mierda.

Al llegar ni me digné a preparar nada, comí lo primero que encontré, lo justo y necesario para pasar el hambre y me tiré en la cama, que nunca me había parecido tan cómoda. Fue imposible evitar recordar a Peri, quería que estuviera conmigo, necesitaba estar con ella, necesitaba un poco de su amor.

Estaba cansado pero aún así no conseguí dormir nada, mi mente me castigaba y no me dejaba descansar. Era un tormento continuo, un bucle de pensamientos tristes que nublaban mi mente.

Insufriblemente, vi como poco a poco se iba haciendo de día y recordé que tenía que trabajar por la mañana. Eso fue lo único bueno que iba a pasar en ese día, los animales eran mi única compañía ahora. Era triste pero cierto, sentí que estaba destinado a vivir solo para no herir a nadie, todas las flores que tocaba terminaban marchitándose.

Lloré. No me atreví a pedirle ayuda a Gliss, la única que podía salvarme entonces, tenía miedo de que dijera que todo estaba perdido. Lo sabía perfectamente y era consciente de ello, pero no quería que me lo dijera con sus propias palabras, reafirmándolo.

Cuando llegó el momento, salí hacia la ladera norte para reunir a los nuevos animales. Les enseñé su nuevo hogar y les expliqué cuatro cosillas que debían de saber para evitarnos problemas. Vosotros sí que tenéis suerte, no tenéis que preocuparos por estos dolores de cabeza.

Al terminar, fui hacia el acantilado de las aves. Por suerte no me encontré a mi supervisora, al menos no nada más llegar. Justo cuando íbamos a salir apareció.

"Hey Sled, buenos días. Por poco no llego a tiempo"

—Ya nos vamos— no sabía si quería decirme algo, pero me importaba bien poco.

"Ui, te noto un poco serio, ¿ocurre alg…?" no tenía ganas de hablar con ella ni con nadie. Salí sin decir nada, ignorándola por completo.

—Vamos búhos, hacedlo bien por lo que más queráis— sólo me faltaría que lo hicieran mal para terminar de destrozar mi vida…

Cruzaron la frontera, la cual me recordó otra vez a Peri. Era una tortura cada vez que pensaba en ella, pero lo era aún más cuando pensaba en Spike.

Tras cinco minutos aparecieron y los guié al igual que hice ayer. Nos acercamos a la zona de entrega y ayudé un poco al novato.

—¿Preparado para descargar? Venga, ya lo hiciste ayer, te saldrá genial. De acuerdo vamos allá— pero justo cuando iban a descender al novato se le resbaló el cesto de una pata y por poco termina en la copa de un árbol. Al final, milagrosamente, terminó en su sitio, pero de una forma un tanto brusca y tirando al suelo otros cestos ya cargados.

Genial, ¿algo más podría salir mal? Ah sí, que Qana se burlada de mí por eso y todos se rieran…

—Eh… p-perdón hehe… En seguida lo recogemos todo— les ayudé a reponer los cestos e intenté que no se notara mi estado de ánimo. En eso tenía algo de práctica al tratar con animales.

El muy característico sonido del búho de Milori me puso de los nervios, justamente pasaba por ahí y no tenía muchas ganas de hablar con él.

—Lord Milori…—

"¿Qué ha pasado aquí?" seguramente se lo tomará bien, como es un novato… estas cosas pasan.

—Eh… un aterrizaje ligeramente forzoso, solo es su segunda descarga— dije rascándome la cabeza.

"Ya que el cesto ha llegado en condiciones yo diría que lo ha hecho, perfecto" bien, al menos me he salvado de una bronca "¿Qué tal el cruce?"

—Cuatro conejos, dos comadrejas y una marmota—

"¿Han cruzado todos bien?" entonces recordé el estúpido brillo de las alas de Peri, seguro que si se lo contaba se echaría unas carcajadas.

—Sí, me he reunido con ellos en la ladera norte— asintió con la cabeza y se puso a observar un copo de nieve.

"A los copos de nieve se les ve fantásticos" ¿puedo irme ya?

"No hay dos iguales, estamos investigando nuevos dibujos. Creemos que podemos sacar quinientos más haciendo combinaciones recursivas" cómo no, siempre tan exigentes…

"Muy ambicioso" entonces un libro se deslizó hacia los pies de Milori. ¿de dónde ha salido esto? "Hmm, esto es muy extraño. Han debido olvidárselo en el cesto seguramente. Dáselo al guardián, él lo devolverá al lado cálido con su próximo envío" se subió al búho y se marchó "Arriba" maldita sea, ¿por qué tengo que hacerlo yo todo? Tampoco es que tuviera muchas cosas que hacer, pero me molestaba que me dieran trabajo con el humor de mierda que llevaba.

Sin dirigir palabra a las hadas de los copos de nieve, me fui con el libro para entregárselo al guardián. Ni me digné a mirarlas, sólo quería entregar ese libro y volver a casa. Por el camino sentí que alguien me seguía, pero seguramente fueran imaginaciones mías.

Al llegar a la biblioteca de Dewey lo encontré entre libros como de costumbre, no quise molestarle ni tenía ganas de hacerlo, así que fui al grano.

—Guardián, al parecer con la entrega de hoy un hada del lado cálido olvidó este libro en uno de los cestos—

"Ah, sí, vale ya lo enviaré de vuelta. Déjalo por aquí" se lo dejé encima de un montón de libros y salí de ahí.

—Gracias— ahora tendría que ir al acantilado con los búhos, pero pasé de largo y fui hacia mi casa, no quería más problemas aunque eso me garantizaba una pequeña bronca por cortesía de mi supervisora. Necesito dormir, tengo que olvidarme de todo.

Me tumbé en la cama y ahora, sin más obligaciones ni trabajo, me quedé dormido. Me imaginé abriendo los ojos y viendo a las chicas en mi casa pasándolo bien, pero necesitaría unos cuantos milagros para que eso sucediera.

Dormí más de lo que esperaba, ya pasó el mediodía y me preparé algo rápido para comer. ¿Qué demonios hago esta tarde? No tengo a dónde ir, pero si me quedo en casa me voy a morir de aburrimiento… da igual, mejor aburrirme en casa que aburrirme fuera.

Y me puse a releer un libro que tenía por casa de los animales. Inconscientemente terminé en el capítulo de los animales del lado cálido y eso me sentó como una patada en los huevos. No me olvidaría de Peri fácilmente.

"Sled, ¡Sled! No te lo vas a creer" pegué un salto del susto al escuchar a Gliss. Me quedé inmóvil esperando que se fuera, aunque en el fondo no quería que lo hiciera "¡Sled!"

Al final entró en casa, debí de haber cerrado la puerta con seguro. Me hice el dormido pero no sirvió de mucho.

"¡Sled! ¡Peri tiene una hermana!" ¿qué cojones? No podía ser más extraño, me esperaba cualquier cosa menos eso. ¿Una hermana?

—¿C-cómo que una hermana? ¿Qué dices?— menudo disparate…

"¡Sí! Se llama Tinkerbell y es una tintineadora del lado cálido" tiene que ser una broma ¿no? ¿El lado cálido? ¿Será otra tontería de Peri? "Al parecer sus alas brillan cuando se acercan y ¡son idénticas! Son como dos gotas de agua" no me creía nada de lo que me decía, simplemente no tenía sentido.

—¿Se supone que es algún truco para que vaya a ver a Peri o algo y pedirle disculpas? ¿Esperas que me crea una tontería como esta?—

"¿¡Qué!? ¡No! Es cierto, en serio. Se han ido a patinar, tienes que verla" seguía sin creérmelo, así que desvié el tema para que me dejara solo.

—No quiero ver a nadie y mucho menos a Peri, ve tú. Déjame en paz— tampoco sabría qué decirle… ayer se fue muy enfadada.

"¿Peri acaba de conocer a su hermana y tú pasas de ella? Creí que la querías, aunque fuera sólo un poco…" eso me molestó.

—Joder ¡pues claro que la quiero! Pero… ni de coña querrá verme—

"Puede que en eso tengas razón…" ¿entonces? "pero tienes que luchar por ella, pídele perdón, ¡arréglalo maldito!" ¿y terminar igual que Spike? No gracias. ¿Cómo estará?

—Olvídalo ¿vale? Ya está todo dicho. ¿Qué tal está… Spike?— recé para que me diera buenas noticias, pero no me dijo nada útil.

"Bueno… como siempre, es como un libro cerrado, es difícil saber qué piensa y no me ha comentado nada sobre ti… creo que lo tienes crudo con ella" me lo temía. Tengo que terminar con todo esto de una vez y poner punto final a esto.

—¿Sabes? Creo que será mejor que mantengamos las distancias a partir de ahora. Ya he hecho suficiente daño a ti y a tus amigas y no quiero empeorar las cosas. Adiós Gliss, voy a pasarme una temporada solo— la empujé despacio hacia la puerta.

"¿¡Qué dices!? ¿Nos estás dando la espalda? ¿Pretendes huir de tus problemas? No te hacía tan cobarde…" y encima Gliss me llama cobarde, a la mierda. La empujé hacia fuera con rabia.

—¡Gliss, déjalo! ¡Ya basta! estoy harto de todo esto. No quiero hablar más del tema, lárgate de una vez y dejadme en paz— tras gruñir enfadada me dijo unas últimas palabras.

"¡Vale! haz lo que quieras, pero que sepas que Peri es más fuerte que tú" y se fue. ¿Qué ha querido decir con eso? Decidí de tomar una decisión e iba a mantenerme firme. No quería ver a ninguna de las tres.

Me pasé el resto de la tarde en la cama auto-convenciéndome de que había hecho lo correcto. Tengo que encontrar algo que hacer a partir de ahora, hacer nuevas amistades y olvidarme de ellas tres. No debí empezar a salir con Peri para empezar, ¿en qué demonios estaría pensando?

Ya se hizo de noche y fui hacia la cocina para preparar algo de comida. Ese terrible día estaba llegando a su fin y con él había perdido finalmente a Gliss, la única que se dignaba a hablar conmigo ahora mismo.

Me sentía fatal por todo lo que había ocurrido, pero no veía la forma de que esto pudiera solucionarse, así que tristemente acepté mi derrota.

Justo cuando estaba llevando la comida hacia la mesa, la puerta de casa se abrió de golpe y apareció Peri dando un portazo con todo su cabreo. Me pegó tal susto que la comida se me cayó al suelo. Jo-der.

"¡Te lo debía!" dijo señalándome enfadada. ¿Ha venido sólo para pegarme un susto?

—¿Q-qué haces aquí?— me agaché para recoger un poco la comida, pero cuando volví a erguirme me pegó un bofetón que me hizo caer al suelo. Sin duda, Peri enfadada es peor que Spike.

"¿¡Qué es eso de que quieres olvidarte de nosotras!? ¿¡Eh!?" no tenía que haberle dicho nada a Gliss.

—Mira Peri-—

"¡No! No me valen tus excusas de mierda. A pesar de todo aún te quiero y no dejaré que te olvides de nosotras fácilmente ¿¡me oyes!?" una cálida sensación recorrió mi corazón al escuchar sus amorosos gritos de enfado. Qué irónico.

—Peri… lo siento—

"¿Por qué? Sé que tú también me quieres, lo veo en tus ojos… ¿¡Por qué demonios quieres dejarnos de lado!?" se arrodilló para ponerse a mi altura y esperar una respuesta convincente.

—No te voy a mentir. Aún siento algo por Spike y al estar contigo solo puedo pensar en que hicimos las paces y-—

"¡Habla con ella maldita sea! Aclarad vuestras cosas de una puta vez, ¡pero no me dejes aquí colgada! ¡Me estoy hartando de vuestras tonterías!" no quiero hacerte más daño Peri…

—¿Y qué quieres que le diga? Ella aún me odia… no quiero volver a-—

"¡Estamos hablando de Spike! es un jodido rompecabezas, pero no creo que te odie. Al fin y al cabo quiso que fueras feliz conmigo ¿no? Mañana por la mañana hablarás con ella y solucionaréis vuestros problemas ¿¡entendido!? Luego si quieres te largas, pero aún no" ojalá fuera tan fácil.

—No puedo hacer eso—

"¡Pues lo harás! Hemos quedado todos para llevar un bloque de hielo enorme a la frontera y tú vendrás con nosotros" sonó tan segura de sí misma que me quedé pasmado, pensé que si le decía que no me volvería a pegar.

—Vale… ¿Y para qué necesitas llevar un bloque de hielo?

"Gliss ya te lo ha contado. Tengo una hermana en el lado cálido y antes de despedirnos hemos quedado en que hará una máquina de nieve para que pueda ir al lado cálido y necesitamos un bloque de hielo. Así que te ¡obligo! a que nos ayudes" ¿al final es cierto? No puede ser, ¿acaba de decir que irá al lado cálido? Creo que me va a explotar la cabeza.

—Oh cielos… ¿entonces vas a cumplir tu sueño? ¿en serio vas a ir al lado cálido?—

"¡Sí! Y no dejaré que nadie me lo impida" entonces se tiró encima de mí y se puso a besarme en el suelo desordenándome aún más mi alocado cerebro. Simplemente me dejé llevar, necesitaba su cariño y amor para recuperarme un poco "No te dejaré marchar tan fácilmente ¿me oyes?" estaba como una fiera, mi camiseta apenas duró unos segundos. No podía negarme ante nada de lo que hiciera, estaba imparable.

—¿Estás segura?—

"Me adueñaré de tu corazón y dejarás de querer a Spike" esa versión agresiva de Peri me estaba poniendo a cien. Se quedó rápidamente desnuda por completo y me arrastró a la cama. La locura se apoderó de ella y no me desagradó en absoluto.

Terminó de quitarme la ropa y se puso a trabajar mi miembro con su mano mientras me besaba intensamente, hasta me mordió el labio inferior y me dejó más que cachondo, ella ardía de deseo. Mis ganas de poseerla se dispararon y la besé hasta llegar a su uve para darle placer.

Le humedecí y lamí su clítoris hasta quedar satisfecho, la saboreé en círculos de mis dedos y no tardó demasiado en gemir de placer. Sentí su fervor en mi mano, estaba más que encendida, la adrenalina flotaba por toda su piel.

"La quiero… ya… Sled…"

—Sólo un poco más, estoy segura de que aguantarás— gruñó, le agarré las nalgas y la atraje hacia mí para llegar hasta sus más adentros con mi lengua, retorciéndola en placer.

Sus chillidos me motivaban más y más y no paré hasta provocarle un buen orgasmo.

Quedó un poco atontada pero esto no había terminado aún, subí hasta ponernos a la misma altura y me puse a penetrarla.

"S-Sled… no creo que… pueda"

—Claro que sí, confía en mí— estaba bien lista para la acción y lo sabía, ella era fuerte y su cuerpo le pedía más.

Apoyé las manos a los lados de su cabeza y me puse a embestirla fuertemente con la ayuda de la suspensión de la cama. Peri apenas podía mantener la boca cerrada por el placer. La iba penetrando hasta el fondo con toda mi rabia, me estaba desahogando con ella y le encantaba.

Tras un buen rato de dura penetración, mucho de su fluido y alguna que otra gota de sudor, terminé corriéndome dentro de ella muy a gusto. Dejé mi pene para sentir sus espontáneas contracciones mezclándose entre nuestros líquidos.

"Dios… mío… no puedo más…" consiguió decir algo cuando se recuperó un poco. Al separarnos corrió por su sexualidad una mezcla de fluidos vaginales y semen, todo un espectáculo.

—¿Qué tal fue?— respiraba con dificultad y estaba toda roja, pero estaba contenta.

"Mucho placer… pero ahora me duele… todo" creo que me pasé un poco.

La besé suavemente a modo de disculpa y le dije lo mucho que agradecía que hubiera venido.

"Espero que todo salga bien y podáis ser amigos…" ¿Spike y yo siendo amigos? Creo que nunca lo fuimos y dudo que lleguemos a serlo, o todo o nada, ese es su trato, o al menos eso creo.

—Hablaré con ella. Necesito saber qué piensa—

"Está bien… pero tengo miedo Sled" su voz sonó muy preocupada.

—¿De qué?—

"De que te diga que te quiere y me dejes por ella" si eso llega a ocurrir… madre mía, sería… no puedo ni imaginármelo.

—Oh cielo, eso no va a ocurrir, no te preocupes por eso— al fin y al cabo ella no está enamorada de mí, ya no. Tengo que deshacerme de esa idea. Piensa en Peri, piensa en Peri…

"Me alegra saberlo"

—Cambiando de tema… ¿estás segura de que quieres ir al lado cálido? Es decir, claro que quieres pero sabes que es muy peligroso ¿no? Además, ¿cómo se supone que vas a mantenerte fría allí? ¿Te van a meter en ese bloque de hielo?—

"No… bueno, no lo sé, dijeron que harían una maquina de nieve… Tú tranquilo, estaré con mi hermana y sus amigos, todo saldrá bien. Tienes que conocerla, ¿sabías que también colecciona cosas encontradas? Pero ella las llama cosas perdidas, ah y tenemos un montón de cosas en común, hicimos una lista y todo en mi casa, es fantástica" sus ojos se llenaron de un brillo especial al hablar de ella.

—Woah, sois tal para cual—

"Sí, es… perfecta. Ojalá pudiéramos ir todos a visitar el lado cálido…"

—Bueno, yo creo que con que vayas tú será suficiente, ya me contarás como es. Ve con mucho cuidado ¿quieres? Quiero que vuelvas de una pieza—

"Ya sé que me puedo morir de calor, soy consciente del riesgo… ¿Tienes algo para comer? Con todo el lío no he cenado aún"

—Ni yo, deja que prepare algo— me puse los calzoncillos y fui a la cocina para recoger la comida y preparar algo decente. Peri se quedó descansando en la cama y tras unos minutos escuché que alguien tocaba a la puerta. ¿Quién será a estas horas?

Fui hacia la entrada y pregunté quién era sin abrir la puerta, no quería que me saliera mi supervisora por sorpresa y me viera en calzoncillos. Esperé pero no hubo respuesta, simplemente volvió a tocar la puerta de la misma forma y decidí abrirla un poco para ver quién era. ¿Será Gliss?

Cuando vi su inconfundible pelo negro y sus ardientes ojos clavándose en mí en medio de la noche me quedé sin palabras.

—S… Spike…— oí a Peri salir de la habitación. Sus hipnóticos ojos no dejaron de mirarme hasta que Peri se hizo notar.

"Sled, ¿quién es?" entonces salió disparada de ahí sin decir nada, pero no fue necesario que usara palabras, con su mirada lo dijo todo. Quería saber cómo me encontraba, estaba preocupada y eso me alegró, me provocó un choque en mi corazón que no esperaba. Maldije que hubiera venido después de Peri, quería hablar con ella.

—Era… Spike—

"¿Spike? ¿En serio? ¿Qué quería?"

—No me ha dicho nada— dije sonriendo —se ha ido sin decir nada— oh no…

"Vaya… bueno suele hacer esas cosas de vez en cuando. Tiene sus… peculiaridades" sus peculiaridades me traen de cabeza, pero me encantan. ¿Cómo puedes tenerme tan hechizado? "¿En qué piensas Sled?" ¿que en qué pienso? Pienso en que ella aún está colada por mí, en que cuando te ha visto ha entendido que había tomado la decisión de sería feliz contigo pero no es cierto, pienso en que debería dejarte ahora mismo y salir tras ella, pienso que…

—N-nada… voy a terminar de preparar la comida…— ¿cómo puedes ser capaz de hacerme esto con una sola mirada? Mañana tengo que hablar contigo sí o sí.

"Deja que te ayude" me quedé pensativo por lo que había ocurrido y recordando sus preciosos ojos "Sled, ¿qué ocurre? Pareces estar en las nubes…" estoy seguro de que Spike y no yo podemos ser solo amigos… no lo soportaría ni yo ni ella "¿Sled? ¿Me estás escuchando?"

—Eh… sí, solo estaba pensando en…— Spike, Spike, Spike, Spike, maldita seas Spike —tu hermana. ¿Cómo es posible que sea del lado cálido— uff, por qué poco.

"¡Oh! Sí, Dewey nos lo mostró, vimos Tierra Firme y cómo nacimos las dos al poner las alas en la aurora boreal de la biblioteca. Por lo visto una rama y un golpe de viento nos separaron y por eso nacimos en distintas estaciones. Estaba predestinada a nacer en el lado cálido pero por una simple rama nací en Invierno. ¿Te lo puedes creer?"

—Caray… entonces me alegro de que esa rama se interpusiera en tu camino. Si no, no te hubiera conocido— mis palabras no eran del todo sinceras, pero ella no se dio cuenta de ello.

"Tengo muchas ganas de que llegue mañana… Tink me dijo que podré ver mariposas ¿no es genial?" bueno, en el lado cálido hay montones de ellas.

—Veo que te gustan las mariposas—

"¡Me encantan!" tendría que haber ido detrás de Spike, maldita sea.

—Bueno, esto ya está listo, vamos a comer— fuimos a la mesa y seguí pensando en Spike.

"Mañana no tienes que trabajar ¿no?"

—¿Qué? no, pero pasado mañana sí—

"Perfecto. Quédate con Gliss y Spike cuando me vaya, espero que cuando vuelva os llevéis bien"

—Lo intentaré, pero ya sabes lo complicada que es Spike—

"Estoy segura de que todo saldrá bien, ya verás" yo también quiero de ese optimismo que tienes… "le debes una disculpa a Gliss, lo sabes ¿no?"

—Sí, soy un desastre—

"Lo sé, pero eres mi desastre" entonces pensé que tarde o temprano terminaría haciéndole daño y me maldije a mí mismo.

Terminamos de comer hablando de lo maravillosa que es su hermana y de lo bonito que es el lado cálido, y nos fuimos a la cama. Mañana iba a ser un día muy largo y necesitábamos descansar, ya era bastante tarde con la tontería.

Peri no dejó de dar vueltas en la cama, tardé unas horas en dormirme por su culpa pero no me extrañó que le costara dormir, con las ganas que tenía de cruzar seguro que hasta soñaría con el lado cálido. Al final conseguí dormirme antes que ella.

"¡Despierta! ¡despierta! ¡despierta! ¡despierta! ¡ya es de día!" quería seguir durmiendo pero esa no era una opción, Peri no dejaba de saltar encima de mí.

—Voy…— me dio un beso y se fue rápidamente a la cocina. Sabía que tenía ganas de ir al lado cálido, pero no tantas. Me levanté vagamente y recordé que cuando Peri se fuera tendría que hablar con Spike.

¿Cuáles fueron sus intenciones ayer? ¿Y si hubiera esta sólo en casa? Tengo que pensar qué decirle para no volver a perderla y para que no huya.

"Buenos días cariño. Hoy te preparé el desayuno" para mi sorpresa se levantó antes que yo para prepararlo, o quizás se levantó temprano y no pudo volver a dormir, o quizás ni siquiera durmió.

—Dime que hoy has dormido— me preocupaba que se hubiera quedado toda la noche en vela.

"Un par o tres de horas, pero es que no podía dejar de pensar en cosas. ¡Hoy es el gran día!" y volvió a besarme con una alegría que inundaba toda la casa.

La balanza entre Peri y Spike se equilibró en ese momento. Tenía la cabeza hecha un lío. Me gustaba Peri, me encantaba y ahora más que nunca pero por alguna razón no dejaba de recordar los ojos de Spike y las ganas que tenía de estar con ella, de abrazarla, de sentirla. No sabía qué hacer pero tenía que tomar una decisión cuanto antes.

"¿Qué haces aún de pie? ¿No te sientas?" me había quedado en pausa sin darme cuenta.

—S-sí, voy— era la primera vez que hacía el desayuno y no tenía mala pinta —Te ha quedado de maravilla—

"Gracias, lo he preparado con mucho amor. Espero que te guste" joder, qué sonrisa, no puedo romperle el corazón, no seré capaz. Se me complicaban las cosas y la opción fácil de quedarme con ella no era precisamente la que en el fondo quería.

La comida no era la gran cosa, noté algunos fallos de preparación pero aún así estaba bien.

—Ñam, no sabía que eras tan buena cocinera— le hice un poquito más feliz si es que eso era posible.

"¿En serio? ¿Te gusta?" vale, tengo que pensar lo de Spike con detenimiento, y sin ella cerca.

—Sí, está muy bueno. A partir de hoy podrías hacer el desayuno cada día—

"No seas tan cómodo, cocinaré sólo cuando yo quiera" dijo autoritaria y levantando un dedo de una forma graciosa.

—De acuerdo, de acuerdo… cuando tú quieras entonces. ¿Y bien? ¿Qué vas a hacer hoy? ¿Has quedado con alguien?— dije bromeando.

"Hmm… a ver… creo que justamente hoy no tengo nada que hacer, puede que vaya al bosque de la escarcha o… no sé, ¿quizás al lado cálido? ¡No te puedes imaginar las locas ganas que tengo de ir ya! ¿¡Qué hora es!?" yo también tenía ganas de que fuera, podría estar a solas con Spike y saber de una vez por todas lo que le pasa por la cabeza.

—Temprano, ten paciencia— en un momento se terminó el desayuno y yo aún iba por la mitad. En fin, tendré que engullir la comida para ir a su ritmo. No la hice esperar mucho y nos largamos rápidamente hacia casa de Slush para que nos ayudara.

"Espero que esté en casa y no tenga nada que hacer…" nunca tiene nada que hacer, siempre que lo veo está por ahí a su bola.

Llegamos a casa del duende de los glaciares al cual a penas veía y le pedimos ayuda.

"¡Slush! ¡Slush! ¡Slush! ¡Necesitamos tu ayuda, es una cuestión de vida o muerte!" esperamos una mínima reacción de curiosidad por parte de él pero apareció indiferente y nos saludó a su manera.

"Hey nenas, ¿qué os contáis?"

"Necesitamos un bloque de hielo para ¡ya! y tú eres nuestra única esperanza. ¿Nos ayudas porfa? Tiene que ser más o menos como yo de alto" bueno, si nos dice que no, también hay otros duendes…

"¿Un bloque de hielo? Esto está hecho, vamos"

"Vale, ve tú con él, esto es un tema de chicos. Yo iré a buscar a Gliss y Spike. Nos encontraremos en el gran árbol que hay cerca de la frontera ¿vale?" qué remedio "nos vemos mi amor" me dio un piquito y se fue disparada.

—Hasta lue…go— se podría decir que Peri se había hecho con la energía de Gliss. Jo, yo también quería ir con las chicas…

Después de coger las herramientas necesarias, seguí a Slush amablemente hacia los glaciares para hacernos con ese bloque de hielo. No tardó mucho en cortarlo y tras ponerlo encima de una especie de trineo enorme, lo arrastramos hacia el punto de encuentro. Era pesado con ganas pero parecía que a él no le costaba nada llevarlo. Y yo que creía que era fuerte…

Peri se puso a ayudarnos nada más vernos. Me encantaba verla tan emocionada, creo que era la primera vez que la veía más activa que Gliss. Mis ojos se desviaron un momento hacia Spike pero sólo fue un instante.

"¡Ya está! ¡Ya lo tenemos todo! ¿¡Cuánto falta!?" Peri estaba muy impaciente.

—A ver… creo que aún falta media hora o así. No creo que tarden mucho— entonces me puse a imaginar cómo podría ser su hermana. Una Peri con el pelo… no sé, castaño quizá, del lado cálido, con la ropa verde… esto no me lo puedo perder.

"Yo sigo creyendo que es una locura" la voz de Spike que hacía dos días que no oía captó mi atención "¿sabes el calor que hace en el lado cálido?" al verla me puse nervioso pensando en que tendría que quedarme con ella después de que se fuera Peri y para eso sólo quedaban unos escasos minutos. Estábamos en extremos opuestos como de costumbre, pero esa vez no era por odio.

"Oh venga, todo va a salir bien. Tink se ocupará de todo, estoy segura" dijo Gliss con su implacable optimismo.

"Yo lo veo, y subo la apuesta" creo que por eso no tiene muchos amigos, ¿de dónde saca esos comentarios? Aún así Slush era un buen duende después de todo, dispuesto en todo momento.

—Si no lo vemos claro siempre podemos impedir que vaya, pero creo que se enfadará mucho si hacemos eso—

"Ui, sí. Voy a ir aunque me vaya a quemar la piel, me da igual. No he esperado tanto para quedarme a las puertas" su determinación era inquebrantable y me preocupaba, sólo quería que volviera sana y salva.

"Así se habla, dale caña" y hablando entre Slush, Peri y Gliss se me pasó el rato volando y llegó el tan esperado momento. Spike no dijo mucho más, estaba muy callada. Peri se fue hacia el borde de la frontera y esperamos su señal. No sabía muy bien cuál era el objetivo de eso pero no quería llevarle la contraria. Tampoco entendí porque se escondió detrás de un copo de nieve de su tamaño hecho con escarcha, ya era blanca de por sí, no le hacía falta ocultarse en la nieve.

Tras un minuto oímos su silbido y levantamos el pesado bloque de hielo entre los cuatro. Como Gliss era supuestamente la que menos fuerza tenía se quedó al lado de Slush, lo que me dejaba al lado de Spike. Después de mirarla unos segundos, me di cuenta de que teníamos una rama en nuestras narices.

—Cuidado con la rama…— nos chocamos con ella igualmente —más a la derecha…—

"Que conste que… no deberíamos hacer esto" no pude evitar sonreír al ver a Spike sufriendo por hacer tal esfuerzo "lo que sea que estemos haciendo" todo lo que decía era para dar pocas esperanzas a Peri, pero ella no se veía afectada por ello.

—Uff, tal como pediste. Un enorme bloque de hielo— me fijé en Tink y no me esperaba a que fuera así, rubia y con ese moño. Tenía una imagen mental muy diferente de ella.

"Por cortesía de nuestro duende de los glaciares" añadió Gliss a lo que Slush se dejó ver. Era realmente pequeñín.

"Bueno, ¿qué te parece?" dijo Peri intrigada.

"¡Es perfecto!" bueno, al menos nuestra parte del trato la hemos hecho bien.

"¿Estás segura de que esto no es una trampa?" Spike seguía sin fiarse, pero cuando vimos aquella máquina extraña nos quedamos algo más que sorprendidos.

"Oh… es, eh… una de esas… em" dijo Gliss acercándose.

"¿Cosas que no deberíamos hacer?" le susurró Spike a Peri. No me disgustaba la idea de que la incitara a abortar el plan, pero tampoco quería que se quedara en Invierno. Necesitaba estar con ella y sin Peri cerca, por si acaso.

"Es una máquina de nieve" dijo un amigo de Tink.

"Y fabrica… nieve" continuó otro amigo de Tink que apareció de la nada. Muy bien, con el nombre ya me quedó claro su función, no era necesario una explicación.

"Sip, es tu billete para el lado cálido de Pixie Hollow"

"Espera un segundo, ¡es una locura! Aún no sabes si ese trasto funciona" y Spike volvió a la carga para echar atrás a Peri.

"Oh ho ho… ya lo creo que funciona" dijo el amigo de Tink más gordinflón.

"Sí, lo hemos hecho nosotros" es todo un logro que hayan sido capaces de hacerlo los tres en una noche, si funciona les aplaudo.

"Ehe… pues claro" dije Spike con ironía "Vete de aquí…" Peri se la quedó mirando indecisa pero sus ganas no la iban a cambiar de opinión.

"¿Y… cómo funciona?" preguntó interesada.

"Chicos…" Tink se giró y les hizo un gesto a sus amigos.

"Ahora giramos esto…" de alguna forma la máquina empezó a dar la vuelta a sí misma.

"Ehe… quizá convendría que os apartarais un poco…" entonces de esa máquina salió disparado un gancho que se clavó en el hielo. Qué demonios…

—Esto va en serio…— si esa cosa logra hacer nieve, sin duda podré dejarla ir al lado cálido sin objeciones. El bloque de hielo se acercó hasta acoplarse en la máquina y la volvieron a girar con un simple toque. Aún con el pesado bloque y lo menean de esa forma… increíble. Uno de sus amigos se subió en ella para pedalear y empezó a salir nieve de verdad —Aivá…—

"Oh, nieve… lo has conseguido, lo has conseguido de verdad" esos tintineadores son impresionantes.

"Oh, está fría" dijo su hermana al tocarla "¿Y bien?" venga Peri, ¿a qué esperas?

"Vamos vete" dijo Gliss tras un gesto de aprobación de Spike.

"Dale caña" cruzó al lado cálido con esa corriente de nieve y quedó maravillada.

"Bienvenida señorita Winkle" dijo el gordinflón.

"Gracias" espero que todo salga bien.

"Muy bien, la visita comienza en el bosque del otoño. Después haremos una breve parada en la plaza de la primavera, y por último, el árbol de polvo de hada, que como sabes, hace posible la vida de las hadas" continuó.

"Sí, allí es donde conocerás a su majestad, la reina" dijo su amigo, más delgado.

"¿La reina?" ¿la reina? No creo que esa sea una muy buena idea…

"Qué ilusión, va a ver a la reina" Gliss no veía el lado negativo del asunto, ni de ese, ni de ninguno.

"Es muy sabia, y si le decimos que somos hermanas cambiará la norma de Lord Milori" oh, bueno. Podría funcionar.

"¡Qué emocionante! Dile hola de mi parte, o haz una reverencia o lo que haya que hacer… ¡Oh! Y tráeme una bellota, ¡bien grande!" ¿para qué querrá Gliss una bellota?

"Después de ti" le dijo Tink haciéndole una reverencia.

"Gracias" dijo haciendo lo mismo que su hermana "adiós" se despidió con una enorme sonrisa y se adentraron en el lado cálido. Por favor, ten cuidado.

"¡Aaah! ¡No puedo creer que vaya a tener una bellota!" ¿qué tendrán de especial las bellotas?

—¿Qué vas a hacer con ella?—

"Pues jugar con ella. ¡Me encantan! Siempre he querido una, desde que la vi en un dibujo en un libro sobre el lado cálido que he querido hacerme con una y ¡ahora la podré tener!" su inocencia formaba una importante parte de Gliss, sin ella no sería la misma.

"Yo sólo espero que no se meta en ningún lío…" Spike era la que tenía más cabeza en ese momento, por difícil que fuera de creer. Me gustaría decir que la iría a buscar o que la vigilaría por si a caso, pero la frontera me lo impedía.

Después del gran momento de Peri, llegó el mío. El último momento en el que hablamos Spike y yo fue cuando hicimos las paces en el bosque de la escarcha pero quería saber qué significaba esto en realidad y qué pensaba ella de la situación en la que nos encontrábamos. Hasta ahora no me había dirigido la palabra ni echado ni una sola mirada, no sé qué había entre nosotros, pero estaba seguro de que no éramos amigos, ni siquiera se acercaba a eso.

—S-Spike…— ella y Gliss se detuvieron de golpe, pero Slush continuó volando a su rollo y se despidió casualmente. Iba totalmente a su bola, ya no pintaba nada con nosotros así que se fue por su cuenta. No le dimos más importancia, ya sabíamos cómo era.

Gliss me miró a diferencia de Spike, la cual se quedó inmóvil mirando hacia delante esperando a que dijera algo más. Mi corazón iba a cien por hora, no tenía muy claro qué decir y con los nervios, le dije lo primero que se me pasó por la cabeza.

—Peri estará bien, no te preocupes— maldita sea, no era eso lo que quería decir. La cara extrañada de Gliss hizo darme cuenta de que ella estorbaba y no debía estar con nosotros para que yo pudiera hablar con Spike.

"Ajá…" continuamos con nuestro camino y le susurré a Gliss nos dejara solos. Asintió con la cabeza firmemente.

"Esto… voy a mi casa, que tengo que… adiós" ¿tanto costaba inventarte una excusa? Cualquier cosa… Nos detuvimos y Spike al fin me miró, enfadada al quedarnos a solas obviamente por mi culpa.

"¿Qué quieres Sled?" me volví a poner nervioso y no estaba acostumbrado a esa sensación. Respiré hondo y empecé por preguntarle lo de anoche.

—Ayer. ¿Porqué viniste a mi casa y te fuiste sin más?— desvió la mirada y suspiró.

"Eh… Gliss me comentó que… querías olvidarte de todo y de nosotras así que…" hizo una pausa "Me alegro de que estés con Peri" dijo con un toque de indignación. Siguió volando y la acompañé a su lado. ¿Nada más? Me di cuenta que tal vez, el hecho de que ella siguiera enamorada de mí era toda una absurda ilusión y que debería desechar esa idea.

Si quería realmente hacer las paces con Spike, tenía que empezar desde la raíz. No podíamos seguir así con malos rollos para siempre, Peri no lo aprobaría.

—Oye, quiero pedirte disculpas— frunció el ceño ante mis palabras.

"Tú no has hecho nada…" mentira.

—¡Spike!— la cogí del hombro para que se girara hacia mí y nos paramos —Hace tres años, cerca de la ladera norte de la montaña. Lo siento muchísimo. Ni yo mismo puedo perdonarme por haberte hecho daño de esa forma. En serio, lo siento… espero que algún día tú sí puedas perdonarme…— su expresión cambió por completo, sus ojos iban de un lado para otro sin parar y por el brillo noté que se pondría a llorar de un momento a otro.

No esperaba que reaccionara así, esa era una de las pocas reacciones normales que vi en ella desde que la conocí. Me acerqué lentamente para abrazarla y lo conseguí sin que me pegara, ni se fuera volando. Después de que nuestros cuerpos latieran cinco veces, rompió a llorar.

"¿P-porqué me… haces esto?" no sabía a qué se refería. Me agarró de la camiseta con fuerza un momento hasta que me empujó, no muy fuerte, para separarnos "¿¡Qué quieres Sled!?" volvió a preguntar de la misma forma que antes, ahora con lágrimas corriendo por sus mejillas y más enfadada. Era una pregunta difícil de responder principalmente por que no entendía muy bien el contexto, pero la respondí igualmente.

—Quiero… que podamos estar juntos… ¿como amigos?— sus lloros fueron a más y acercarme seguí sin saber qué era lo que le pasaba por la cabeza, no podía permitirlo —Spike, vamos. Dime algo, ¡háblame!—

Se secó las lágrimas como pudo y con una voz difícil de entender consiguió decir unas palabras que resolvieron mis dudas de una vez por todas.

"N-no puedo ofrecerte eso. Simplemente… no puedo. Sé feliz con Peri y olvídame" intenté detenerla al huir como de costumbre, pero no paró de lanzarme escarcha así que tuve que desistir.

—¡Nunca podré olvidarte ¿me oyes?! ¡Nunca!—

Todo salió mal. Mis intentos para acercarme a ella fueron inútiles y ahora sí que no podría ser ni su amigo. Peri me odiaría por esto, pero ya no sabía qué hacer, la única explicación que pude encontrar fue que Spike estaba enamorada de mí y no quería acercarse para que siguiera con Peri. Odioso triángulo amoroso…

Al llegar a ese extremo, me di cuenta de que nunca podría olvidar a Spike. Aún por todo lo que pasamos y estar enamorado de Peri, seguía sin poder dejar de pensar en ella. Estaba realmente obsesionado por estar con ella y yo le había dicho que quería ser su amigo. Me sentí como un imbécil, unas pocas palabras lo jodieron todo.

Pensé una y otra vez en ir a buscarla por todo Invierno y arreglar esto de una vez, pero no me sentía capaz de romper el corazón de Peri. La amaba y cortar con ella no era una opción válida, pero visto lo visto era la única forma de estar con Spike. Al final desistí y fui al sitio exacto donde la pegué tan fuertemente harto de sus crueles bromas que en ese momento, no sabía que estaban teñidas con amor. Si tan solo me hubieras dicho que me querías…

Ya que estaba por ahí fui a ver a los nuevos animales que llegaron del lado cálido para pasar un rato con ellos y olvidarme de todo aquello, aunque fuera un rato. Entonces Lord Milori descendió de su búho para decirnos que el lado cálido estaba en serios problemas y me pidió urgentemente que llevara a todas las hadas de la escarcha que pudiera al lado cálido con los cestos. Al parecer se estaba congelando por alguna razón y teníamos que escarcharlo para no quedarnos sin polvo de hada.

Yo, sorprendido y confuso por la información, le hice caso sin más lo más rápido que pude. No entendía nada, sólo esperaba que a Peri no le hubiera pasado nada, aunque si se estaba congelando el lado cálido, precisamente ella no iba a tener problemas con ello.

Con todo preparado, Lord Milori, Dewey y muchos escarchadores, fuimos hacia el lado cálido. Al cruzar la frontera vi de primera mano que se estaba congelando literalmente, era algo que no había ocurrido nunca y pasó justamente cuando Peri fue a visitar el lado cálido. No podía ser una simple casualidad, me preocupaba que a Peri le hubiera pasado algo, necesitaba saber que estaba bien.

Desde lejos, al acercarnos al gran árbol de polvo de hada, pude verla al fin y me relajé. Parecía estar bien.

"Ah, Lord Milori" dijo.

"Venimos a ayudar"

"No creerías que iba a permitir que lo hicieras todo tu sola ¿no?" dijo Dewey.

"El árbol es nuestra prioridad. Pero las demás hadas deberían escarchar las otras estaciones" está dando órdenes a Milori… ¿mi pequeña Peri se encarga de salvar el lado cálido? ¿Es que nunca dejará de sorprenderme? Se fue y Milori nos dio las órdenes.

"Id a la helada y desplegaos hacia la primavera y el verano" guié a los búhos para ir hacia el verano. Al pasar por delante del árbol de polvo de hada, vi que a un hada cálida le voló su manta y se la recogí antes de que la perdiera.

"Oh… Gracias" era de lo más bella, me extrañó que estuviera con ese par de tintineadores.

"Abrígate" tras dársela seguí con la misión y como perdí a los búhos, guié a otros que estaban en otoño y di la señal para que soltaran los escarchadores en el momento justo.

Era todo un espectáculo, ver el imparable avance del hielo luchar contra las hadas de la escarcha en el lado cálido era algo que no se veía todos los días.

Una vez los cestos quedaron vacíos, nuestro trabajo se terminó, así que volví al árbol de polvo de hadas para ver cómo iban las cosas por allí. Vi que estaba Dewey, Peri, Gliss y Spike entre otras y descendía hasta el lado de Dewey. No quería pensar en Peri y mucho menos en Spike en ese momento. Justo entonces llegó Lord Milori.

"Hadas del Invierno. Haced guardia" la helada se nos echó encima por completo, estaba asustado porque si se alargaba mucho podía acabar con la vegetación y los animales. En ese momento vi a una ardilla en apuros debajo de un árbol en el cuál los escarchadores no llegaron a tiempo y salí a socorrerlo.

Por desgracia, ese no era el único animal que estaba en peligro, pero por suerte no era el único duende de los animales ayudándolos. Me quedé por aquella zona vigilando y cuidando a los animales que habían quedado expuestos a tanto frío hasta que gracias a la segunda estrella, el hielo empezó a derretirse y todo volvió a la normalidad poco a poco.

No tenía ni idea de cómo había pasado todo esto, sólo deseaba que no volviera a ocurrir nunca más. No soportaba ver a los animales sufrir.

Una vez comprobé que todo volvía a la normalidad, volé hacia el árbol de polvo de hada, en el cual cada vez hacía más calor y en el que ya pocas hadas del Invierno quedaban.

Pregunté por Peri pero un hada del lado cálido me dijo ya se habría ido al Invierno así que volví para buscarla, tenía que asegurarme de que estaba bien. Después ya me contarían cómo demonios se había congelado el lado cálido.


(VII) [Vidia ~ horas antes]

Ya habían pasado casi dos estaciones desde que tuvimos aquél percance con los humanos y ahora estaba mejor que nunca. Ya era una más del grupo de amigas incluso gracias a Elwood me empecé a llevar bien con Zephyr, una compañera con la que siempre terminaba peleándome.

En fin, hoy iba a ser un gran día. Después de pasarnos la noche ayudando a Tink a hacer esa increíble máquina de nieve, íbamos a tener que enseñarle nuestro mundo a su hermana Periwinkle. Estaba muy emocionada por verla, era otra Tink a la que conocer y me moría de ganas de que nos la presentara, nos había contado muchísimas cosas buenas sobre ella.

Todo iba bien por aquél entonces, fue hasta divertido ser una tintineadora por un rato, con la ayuda de todos conseguimos terminar la máquina de nieve a tiempo y vaya máquina, impresionaba nada más verla.

Y yo que creía que los tintineadores se pasaban el día haciendo cazos y sartenes… ¡esto es increíble!

En un momento aleatorio, me quedé mirando a Tink y me pareció ver que sus alas estaban bien, me extrañó por que hace apenas dos días seguía con ese ligero pliegue en su ala superior. Comprobé que no me estaba confundiendo de ala pero realmente las dos parecían perfectas.

—Tink, espera. No te muevas, deja las alas quietas un momento— sus nervios le hacían aletear sin parar.

"¿Qué pasa?" me puse detrás de ella para verlas de cerca y efectivamente, estaban perfectas. No había ni rastro del pliegue ni siquiera de desgaste, parecían nuevas recién salidas del diente de león.

—T-tus alas… están impresionantes— no pude evitar contornearlas, eran preciosas.

"M-me haces cosquillas hehe… a ver…" se las miró y todos se acercaron para ver. Era cierto, sus alas se habían recuperado por completo de alguna forma "Ya decía yo que volaba mejor…"

—¿Cómo es posible…? ¿Qué has hecho con tus alas?—

"Pues… no lo sé, nada de especial… ¿ir a Invierno? No sé, pero, eso es bueno ¿no?" ni que lo digas, ahora sin duda podrás volar mejor que nunca. Todas se alegraron por ella y yo seguía buscando una explicación sin llegar a ningún lado, el frío era contraproducente, no podía ser por eso.

Inevitablemente dejamos el tema apartado y terminamos de pulir los últimos detalles de la máquina. Aún faltaba un rato para hacerse de día, así que con la ayuda de un mapa de Pixie Hollow, trazamos una ruta turística para que Periwinkle pudiera disfrutar del lado cálido al máximo.

"Tenemos que pasar por el río, haré un tubo de agua por los que Peri podrá ver a los renacuajos, seguro que le encantará" todas estaban ilusionadas por impresionar a la hermana de Tink.

"¡Oh oh oh! Dijiste que le gustaban las mariposas ¿no? Me llevaré a todas las que encuentre y las haré volar para que vuelan a su alrededor" hmm… ¿qué podría hacer yo?

"Sí, buena idea Fawn, y tú Des podrías hacerle un arcoíris. Estoy segura de que no ha visto ninguno"

"Dalo por hecho" mierda, no se me ocurre nada.

"¿Sabéis lo que sería impresionante de verdad? Pasar por el campo de las flores del desierto y despertarlas todas de golpe, con eso se quedará impresionada"

—Woah, ¿puedes hacer eso Ro?— por ahí hay muchísimas flores.

"Por supuesto, aunque tenemos que ir temprano para que nadie lo haga antes"

"Bien, entonces la ruta sería empezar con el bosque de otoño, después pasar por el río para ver a los renacuajos, al pasar por el campo de girasoles puedes hacer el arcoíris, las flores del desierto… para terminar las mariposas por esa zona que va de paso para el árbol de polvo de hada y así al final podemos ir a ver a la reina. ¿Qué os parece?" jo… yo también quería hacer algo espectacular.

"Perfecto, genial" asintieron todas. Sentí que mi talento no era tan importante después de todo, y yo creí que era el mejor talento de todos, qué ingenua fui.

"Muy bien, va a ser estupendo. ¿A que sí Bobble?" dijo Clank. Y ese par se encargarían de pedalear la máquina de nieve, soy la única que no hace nada. Me sentí un poco excluida en ese momento, pero no se me ocurrió nada que hacer con el talento de vuelo veloz.

"Pues voy a reunir a las mariposas, ¡nos vemos luego!" Fawn salió disparada del taller donde nos encontrábamos.

"Yo tengo que ir a por el tubo de arcoíris"

"Espera, voy contigo, tengo que comprobar que el campo esté listo y avisar a las hadas de jardín" y así, nos quedamos Tink, Sil, Clank, Bobble y yo hablando sobre lo genial que era su hermana, o más que hablar, escuchándola.

Me gustaba mucho Tink y cada día más, nuestra relación se había estrechado mucho las últimas semanas. Era muy apasionada con lo que hacía y siempre nos sacaba a todos una sonrisa. Si no fuera por ella no estaría donde estoy ahora.

—Bueno ya vale, ya nos ha quedado claro lo genial que es tu hermana— se pasó como una media hora hablando de Peri sin parar.

"Lo siento pero es que no puedo dejar de hablar de ella" quizás fue envidia, pero en ese momento quise que la máquina de nieve no funcionara y saliera mal todo el plan. No quería que fueran inseparables y Tink se pasara todo el día en Invierno. Yo también quería estar con ella y me preocupaba que fuera a allí sola, hacía mucho frío. Tenía que conseguir un abrigo para poder ir con ella.

La hora hache se estaba acercando y los nervios de Tink se desbordaron, comprobó mil veces que la máquina de nieve funcionara bien y no dejaba de mirar el reloj que había colgado en la pared.

—Tink, cálmate un poco, ¿es que no vas a dejar de tintinear?—

"Vale ya paro… ¿Queréis repasar el plan otra vez?"

"¡No!" dijimos todos a la vez. El plan ya estaba más que claro.

—Ven aquí y siéntate anda— se sentó a mi lado y le cogí la mano —todo va a salir bien, no te preocupes— su sonrisa era como es postre favorito que comías una vez a la semana, toda una dulzura.

Llegó la hora y nos pusimos en marcha, Tink estaba que se salía y yo amaba verla de esa forma. Sin duda tenía unos amigos muy valiosos incluyéndome a mí, sin intención de echarme flores.

Acordamos en que le daríamos una sorpresa a Peri después de que Fawn soltara a las mariposas así que Tink, Clank y Bobble se fueron a la frontera con la máquina de nieve y nosotras nos preparamos para llevar a cabo nuestro plan. Yo quería estar con Tink para ver a su hermana, pero cedí ante sus órdenes y me fui con las chicas.

Todas estábamos impacientes por verla y yo la que más, pero no quería hacerme notar. Nos escondimos en un árbol cerca del río y esperamos impacientemente su llegada.

—¿Creéis que estarán bien? Tardan mucho… ¿y si la máquina ha fallado? o… las podrían haber pillado—

"Eh Vidia, tranquila. No seas Iridessa" dijo Sil. Pero no podía estar tranquila, quería verlas, a las dos. Siempre me ponía un poco de los nervios cuando no podía estar con Tink.

"Sí, relájate florecilla, deben estar a punto de llegar" y por suerte no tardaron mucho "oh, ¡ya están ahí!"

"Es tan invernal…" Des tenía razón, me decepcioné un poco y todo al ver que no se parecía mucho a Tink a primera vista.

"Es súper emocionante" Sil iba a hacer su numerito pero Fawn la paró.

"Eh eh eh, espera la señal" Tink nos vio y nos dio la señal, tan sonriente "¡Esa es! operación Periwinkle en marcha" y el hada del agua hizo el tubo de agua por encima de Peri para que viera los renacuajos. Iba a ser un hermoso día para ella.

"¿Qué tal me quedó?"

—Perfecto Sil. Vamos, a la siguiente parada— fuimos al campo de girasoles e Iridessa se encargó de hacer un tremendo arcoíris que rodeó toda la máquina de nieve. La hermana de Tink no salía de su asombro.

"Ahora es mi turno" llegamos al campo de las flores del desierto y Rosetta fue capaz de abrir todas y cada una de las flores de una tacada. Eso sí que fue impresionante, no lo había visto nunca y no pensaba que sería capaz de hacerlo, ni yo ni las chicas. Rosetta nos sorprendió a todas.

Sólo faltaba Fawn y sus mariposas para poder darle la sorpresa y presentarnos, estaba ansiosa por hablar con ella. Cuando las mariposas se disiparon nos dejamos ver. Ahí está.

"¡Sorpresa!" gritamos todas. Nos acercamos a ella y pude verla de cerca. Bueno, ahora que la veo bien sí que se parecen.

"Oh, ¿han hecho tus amigas todo esto?"

"Querían darte una sorpresa" todo salió bien al final Tink, sólo tú podrías conseguir algo así "chicas, esta es Periwinkle, mi hermana" bueno, casi todo salió bien, Rosetta se puso a hablar como si fuera de otro planeta.

"Hola, encantada de conocerte. Yo soy Rosetta. Y ellas son-" no fastidies, qué ridículo.

—Ro, es un hada del Invierno no es una marciana—

"Ah, es verdad. Lo sé, lo sé, es que estoy tan nerviosa…"

"Me alegro de conoceros a todas" dijo Peri igualmente. Sus sonrisas eran idénticas.

"¡Es impresionante, las dos sois hermanas!" exclamó Silvermist, sin duda tener una hermana era algo muy poco común. No pude aguantar mis ganas de hablar con ella.

—Sí, un consejito de hada a hada— apoyé el brazo en Tink y le susurré —algunas veces cuesta un poco llevarse bien con Tink—

"Ya… mira quién fue a hablar" esa es mi Tink. Su hermana se rió, tuve la impresión de que nos podríamos llevar muy bien.

"No puedo creer que estés aquí" dijo el hada de los animales. Si alguien viera a una escarchadora por aquí se quedaría con la boca abierta como mínimo.

"¿Qué? ¿Tienes suficiente frío?" le preguntó Des.

"Oh sí, es perfecto" contestó apartándose de la corriente de nieve "oh, ups" qué tierna, se parece mucho a Tink.

"Casi se me olvida, es para ti, ésta flor se llama periwinkle. Cómo tú" apreté los dientes por haber sido la única que no hizo nada para sorprenderla.

"Gracias, la conservaré siempre" y entonces con sus manos la envolvió en una esfera de escarcha. Todas nos sorprendimos, nunca vimos a un hada de la escarcha en acción.

"Wah, ¡mirad eso!"

"Es escarcha, ella y sus amigos practican en el bosque de la escarcha. Deberíais verlo"

"Deberíais ver como patina Tink, se le da muy bien" eso me encantaría.

"Por que tenías aquella cosa perdida" espera, no me digas que…

—¿Ella también colecciona cosas perdidas?—

"¡Sí!" dijeron las dos a la vez.

"Como os parecéis…" dijo Sil.

"Sí, y nuestras alas son idénticas, por eso brillaron. Vais a ver" cuando eché la mirada a Peri la vi con muy mala cara. Algo no va bien.

"No me encuentro muy…"

"¡Periwinkle!" mierda, sus alas. Me quedé sin habla al pensar que podría perderlas por nuestra culpa, no lo aceptaría.

"Creo que está pasando demasiado calor"

"Mis alas… no las siento. Creo que están demasiado calientes…" ¡hay que llevarla al Invierno ahora mismo!

"¡La máquina de nieve!"

"Oh, ¡se está quedando sin hielo!" dijo Clank agarrando el poco hielo que quedaba.

"Tenemos que llevarla de nuevo a la frontera"

"¡Clank! Trae un trozo de hielo, le envolveremos las alas" oh dios mío, ¿porqué no me habré dado cuenta antes? Ahora podría ser demasiado tarde… "de acuerdo, ¡vamos!" la cogimos entre Tink y yo mientras los demás empujaban la máquina de nieve a toda prisa.

Peri estaba cada vez más débil y apenas quedaba hielo, si no llegábamos a tiempo la pondríamos en serio peligro.

—Ya falta poco, lo conseguiremos, ¡lo conseguiremos!— al llegar al puente de la frontera la dejamos en Invierno y Tink le quitó el envoltorio que le proteja las alas.

"Espera, deja que te ayude" estaban todas arrugadas, me entró pánico con solo verlas, me aterraba pensar que no podría volver a volar nunca más "oh, lo siento, lo siento mucho" mierda, en menudo lío nos hemos metido. Entonces apareció un duende del Invierno encima de un búho y se acercó hacia nosotras rápidamente "Por favor, ¿puedes ayudarla?" se quedó mirándola con seriedad y decidí apartarla de ahí.

—Tink— la arrastré hacia el lado cálido al ver que él se ocupaba de su hermana ahora. Tink tiene que sentirse horrible ahora mismo.

"Despacio, despliega las alas, que las envuelva el frío" mi preocupación se redujo al ver que sus alas empezaron a coger forma y se puso a volar.

"Estás bien. Tus alas están bien" menos mal, ha ido por muy poco.

"Por eso es por lo que no cruzamos la frontera"

"No, pudo haber funcionado. Tal vez con un trozo de hielo más grande"

"¿Y cuando se hubiera derretido? Has estado a punto de perder tus alas"

"Pero no las he perdido… Estoy, estoy bien… gracias a ellos" su forma de ser era sin duda muy parecida a la de Tink.

"La norma existe para protegernos, lo siento. No debéis volver a veros" no puedes decirles algo así, ¿es que no tienes sentimientos?

"Por favor no nos hagas esto, debemos estar juntas" hazle caso a Peri maldito duende.

"Somos hermanas, nacimos de la misma risa" entonces se quedó quieto y se dio la vuelta.

"Razón de más para que queráis que la otra esté a salvo. Vuelve a casa" Peri se echó a llorar, me destrozó verla así, era todo demasiado triste, sobre todo porque no podíamos hacer nada.

—Tink, volvamos a casa—

"¡No! Lord Milori, tu norma no nos mantendrá separadas"

"Tinkerbell" la voz de la reina Clarión nos sorprendió "la norma no la impuso Lord Milori, fui yo"

"Reina Clarion…"

"Lo siento…" ahora sí que no podíamos hacer nada, si la mismísima reina le impedía ver a su hermana era muy probable que nunca más se volverían a ver. Joder, eso va a complicar las cosas, seguro que Tink volverá a Invierno de alguna forma u otra.

"Debes adentrarte en el frío" le dijo Milori "vuelve a la ladera norte de la montaña" y se fue andando destrozada.

"¡Peri!" se giró y fue corriendo hacia Tink para abrazarla y despedirse. No se dijeron nada, se quedaron mirando una a la otra, con sus ojos llorando dolor, como si pudieran comunicarse con la mirada y, finalmente, se largó volando adentrándose en el Invierno.

Qué rabia, a penas la habíamos conocido y ahora se va para siempre… no quiero ni pensar lo duro va a ser esto para Tink.

Se largó de la frontera enrabietada y fuimos todos detrás de ella.

—Tink… lo siento mucho…—

"¡Argh! ¿¡Por qué coño tiene que existir esa estúpida norma!? ¡¿Es que les da igual que seamos hermanas?!" su cara tomó su típico rojo-enfado y no era para menos.

"Como no se lo preguntes a la reina…" el comentario de Fawn le hizo salir de su enojo.

"Tienes razón, voy a hablar con ella ahora mismo, voy a hacer que cambie esa regla, que haga una excepción para las hermanas o algo" se fue directa hacia el árbol de polvo de hada y quise seguirla, pero Rosetta me paró cogiéndome del brazo y me negó con la cabeza. No entendí por qué me frenaba, quería ayudar.

—Tenemos que echarle una mano—

"La reina no cambiará las normas por Tink, no podemos hacer nada, y cuanto antes se dé cuenta de ello mejor" sus frías palabras me dolieron, pero por desgracia tenía razón.

—¿Y qué hacemos?— no respondió.

"Ni idea, no tengo ganas de hacer nada después de esto…" hasta Sil tenía lo ánimos por los suelos. No quería dejar a Tink sola, quería consolarla y ayudarla en lo que pudiera, aunque en ese momento yo tampoco estaba para echar cohetes.

Clank y Bobble se fueron a por la máquina de nieve y nos quedamos las cinco sin abrir la boca. Seguro que si estuviera ella no estaríamos tan calladas…

"Oh vamos, tiene que haber alguna forma de que puedan estar juntas, esto no puede terminar así"

"¿Y qué propones Fawn?"

"Yo que sé, sólo digo que algo se podrá hacer…" la única posibilidad de que ellas dos pudieran estar juntas estaba en que Tink se fuera al Invierno sin que la pillaran, y esa idea no me gustaba para nada. Podría pasarle lo mismo que a Peri y eso no se lo iba a permitir de ninguna forma.

—Creo que lo mejor será olvi…— el viento es más frío —¿qué demonios…? eso de ahí no es… ¿nieve?— desde lejos se veía una extraña nube que no había visto antes.

"Eso es imposible, tiene que ser otra cosa" fuimos a verlo y por el camino nos encontramos a Tink con Clarion.

"¡Hemos visto nieve!" le dijo Iridessa. De repente aparecieron los ministros informando de que la temperatura estaba cayendo en picado.

Nos quedamos atrás viendo aquella nube de nieve que estaba avanzando hacia el lado cálido y entonces vimos que el culpable de todo esto era la dichosa máquina de nieve. Esto aún no ha terminado.

"¡Chicas! ¡Venid aquí!" teníamos que sacar esa máquina de ahí para parar el cambio climático, estaba empezando a hacer frío de verdad.

—¡Vamos!— entre todos conseguimos sacarla de la rama en la que se había atascado y nuestro invento se hundió en el río.

"¡Lo conseguimos!" gritaron Clank y Bobble.

"Se acabó" anunció Tink, pero yo no estaba tan segura.

—Eh… me temo que no…— la rama se estaba congelando hacia el lado cálido rápidamente y alcanzó a los árboles en un momento.

"Cielo santo, se ha desestabilizado el equilibrio de las estaciones" las palabras de la reina eran todo menos tranquilizantes.

"Si las temperaturas continúan bajando Pixie Hollow se congelará" dijo el ministro de la primavera. Se fueron para ver el panorama y los seguimos.

Cuando nos paramos mirando el árbol de polvo de hada, Clarion nos anunció unas palabras aterradoras.

"La vida en Pixie Hollow cambiará para siempre, y ningún hada volverá a volar… ¡Rápido!, tenemos que hacer lo que sea para impedirlo" oh dios mío, y yo preocupada por las alas de Peri, si esto continúa así nadie podrá volver a volar nunca más, ¡nunca más!

Entré en pánico total, la helada seguía avanzando imparable y no teníamos mucho tiempo.

"¡Vamos! ¡Coged todas las mantas que podáis y dirigíos al árbol de polvo de hada!" no es el momento de pensar, tengo que actuar.

Con mi velocidad cogí mantas rápidamente para dejarlas en el árbol, esperaba que ese plan funcionara, pero no tenía muchas esperanzas en él, no podíamos cubrirlo entero. Los demás incluida Tink se pusieron a resguardar a los animales y cada vez estaba más preocupada por el polvo de hada.

Maldita sea, no podemos taparlo entero con esas mantas tan pequeñas, es imposible. Fui a hablar con la reina de eso.

—Reina Clarion, esto es inviable, nunca lo conseguiremos— encima, cada vez hacía más viento y habían algunas mantas que salían volando —¡tenemos que pensar en un plan mejor!—

"Deja que hable con los tintineadores" la seguí hasta donde se encontraban hada Mery, Clank, Bobble y Fawn.

"Reina Clarion, no da resultado" dijo Clank nada más verla.

"El viento es demasiado fuerte" prosiguió Bobble. Se quedó pensando en algo y recé para que se le ocurriera un plan perfecto que diera un giro a nuestro favor, si no estaríamos bien jodidos, sin volar ni siquiera podíamos traer las estaciones a Tierra Firme, sería el fin.

Entonces apareció un lince enorme con Tink encima y algunas hadas del Invierno entre las cuales estaba Peri.

"Reina Clarion, van a ayudarnos" al ver a Tink con la ropa del Invierno deduje que fue a buscarlas para salvar el árbol. Se me erizó la piel al verlas juntas, con un plan en sus ojos. Eso es, mi pequeño genio.

"La escarcha, cubre con una manta, puede proteger el árbol" la idea gustó y la reina aceptó al instante, cualquier cosa era mejor que quedarnos de brazos cruzados.

"Adelante" y con su consentimiento, las tres hadas del Invierno se pusieron a escarchar el árbol. Esa era una imagen que nunca esperaba ver.

Aún así la helada estaba a punto de echársenos encima y difícilmente podrían conseguirlo a tiempo. Vamos escarchadoras, vosotras podéis.

Repartimos mantas para las hadas cálidas, empezaba a hacer mucho frío y teníamos que resguardarnos. Entonces una de las hadas de pelo negro nos dio malas noticias.

"El árbol es demasiado grande, jamás lo lograremos" maldita sea, ya podríais haber venido con un grup… ah, pero si ahí están. Vi que se acercaban un ejército de hadas del Invierno con búhos llevando cestos. Perfecto, ahora sí que lo conseguirán, espero que funcione.

Se pusieron a escarcharlo todo, incluso los árboles que había por los alrededores y en un momento Pixie Hollow se vistió de blanco.

"Tenemos la helada encima, debéis guareceros" hicimos caso a Milori y nos escondimos en una pequeña habitación que había por ahí. Tink fue la última en entrar, hacía mucho frío pero al estar juntos se pasaba un poco mejor.

En un momento todo quedó congelado, se quedó oscuro y el brillo del polvo de hada desapareció. Tenía miedo de que después de todo no saliera bien. En ese instante quise abrazar a Tink con todas mis fuerzas.

Pasaron unos angustiosos minutos en el que nuestras esperanzas menguaban, haciéndome imaginar un futuro oscuro y desolador. ¿Qué pasaría si la temperatura siguiera bajando? No quería congelarme. Por fortuna, un pequeño rayo de luz se dejó entrever por la entrada. Tink salió y fuimos detrás de ella, estaba todo completamente congelado, daba grima y todo.

Todos nos quedamos expectantes por ver qué ocurriría, del árbol ya no caía polvo de hada y si eso seguía así, nos íbamos a quedar sin poder volar. No quería ni imaginarme como sería la vida a partir de entonces.

La temperatura dejó de bajar y pareció que iba a subir, pero seguíamos sin polvo de hada.

De repente, un fuerte torrente dorado cayó dejándonos a todos asombrados por ese maravilloso espectáculo. No puedo describir el enorme alivio que sentí al verlo, por un momento pensé que estaba todo perdido.

Nos alegramos muchísimo, estaba tan contenta que abracé a Rosetta impulsivamente y me quedé mirando a todos como volaban felizmente junto a mi mejor amiga.

"Tink, ¡vamos!… ¿Tink?" ¿qué le pasa? Parece triste… "¿qué… qué ocurre?" le preguntó su hermana. ¿A qué viene esa cara? ¿será por lo de Peri? Noté que algo iba mal y no entendía por qué. Cuando me miró a los ojos un instante supe que era algo terriblemente malo, me arañó el corazón con su rostro quebrantado.

Le dio la espalda a Peri sin decir nada y se quitó el abrigo. Cuando vi que su ala izquierda estaba casi partida por la mitad se me encogió el alma, lo sentí como si me hubieran arrancado las alas a mí. No puede ser verdad… ¿cómo ha pasado esto? Tink… no.

No pude contener mis lágrimas, Tink no podría volar nunca más.

"Cuando volaste al Invierno… por eso te caíste" ¡mierda! seguro que se puso a volar por el frío y se le rompió. ¡Joder! ¿por qué coño no fuiste corriendo? ¿Por qué no me pediste ayuda? ¿Por qué…? Estaba por caer de rodillas por la tristeza que sentí en aquél momento, ella se sacrificó por todos nosotros y ahora no podría volver a volar nunca más "Tink… ¿porqué no me lo dijiste?" quise abrazarla con todas mis fuerzas.

"Teníamos que salvar el árbol. Además, una ala rota no tiene remedio" no pude silenciar más mis llantos, sus palabras eran demasiado dolorosas. Todo esto fue culpa nuestra y de la mierda de máquina de nieve, le hemos roto el ala, yo incluida. Jamás me lo iba a perdonar, ni yo, ni ella.

Me mordí los nudillos ahogando mi rabia, su vida iba a cambiar por completo.

"Lo siento mucho" se abrazaron y todos nos quedamos viendo esa desoladora escena, incluso la reina. Me moría de ganas de abrazarla también, hasta yo necesitaba un abrazo.

"Todo esto ha pasado por intentar manteneros separadas" dijo Lord Milori. No, fue por el jodido frío del Invierno, no me vengas con gilipolleces ahora.

"Pero no volverá a pasar, debéis estar juntas. Declaro abolida la norma de no cruzar al Invierno" romper la regla de la frontera era lo mínimo que podía hacer la reina por ellas. Odio el Invierno, odio el frío, odio a todos los escarchadores de ahí, ¿cómo pudisteis arrebatarle las alas?

Aún después de esa buena noticia, nuestro humor siguió subterráneo, Tink no volvería a ser la misma desde entonces.

"Empieza a hacer calor, tienes que volver al Invierno" dijo ella cogiendo la mano a su hermana, hecha polvo, con una voz triste.

"Sí…" dijo tras un suspiro. Se separó de ella muy triste, al igual que todos. Este día nos iba a dejar un muy mal sabor de boca, no podríamos volver a jugar al escondite con Tink así.

"Eh, podré vivir con ello. Nos reuniremos mañana en la frontera" no puedo creer lo fuerte que llega a ser Tink, después de esto y es capaz de sonreír, sin llorar, encontrando el optimismo… yo estaría destrozadísima en su situación "¿Hermanas?"

"Hermanas" se pusieron de espaldas y juntaron sus alas alineándolas. Debía de ser alguna cosa entre ellas dos. Sus alas son idénticas a la perfección… Entonces se pusieron a brillar y pegaron un chispazo que nos sorprendió a todos, pero a ellas les hizo gracia. ¿Qué cojones? ¿A ese brillo se refería cuando nos contó que juntaron sus alas? No esperaba que fuera tan intenso.

Cuando noté que el ala de Tink se estaba recomponiendo se me cayó la mandíbula al suelo, no me lo podía creer. Había perdido toda esperanza en que recuperara las alas pero quizás aún había una posibilidad.

Volvieron a juntarse y todos nos quedamos con los ojos como platos observando lo que hacían, el brillo de sus alas era cegador pero cuando paró su ala se recuperó por completo. El asombro fue absoluto, todos sabíamos muy bien que no había ninguna forma de curarlas, pero Tink nos volvió a dar una lección, demostrándonos que nada era imposible.

Fuimos todos a abrazarla, fue todo un milagro lo que ocurrió, no podía estar más feliz por ella. Mi cabeza era todo un caos de fuertes emociones.

Por si fuera poco, Lord Milori y Clarion se besaron delante de todos. ¿Ese par tienen un rollo? ¿Desde cuándo? Luego las dos hermanas salieron volando de allí dejándonos en el árbol. Pixie Hollow se estaba descongelando y las hadas del Invierno empezaron a volver a su hogar.

Fue una mañana cargada de emociones que tardaría en digerir. Quise ir a por Tink pero las chicas se quedaron ahí así que esperé con ellas, para recomponerme.

Cuando dejó de hacer frío, mi barriga me recordó que no había comido nada en todo el día.

—Chicas, ¿vamos a comer algo?— con tanto salvar Pixie Hollow nadie había comido aún.

"Sí por favor, estoy hambrienta" estábamos todas menos Tink, no quería comer sin ella, así que fui a buscarla.

—Vale Ro, quedamos donde siempre entonces, voy a por ella— salí rápidamente y vi a las hermanas cerca de la frontera cogiditas de la mano.

"¡Vidia! ¿cómo va?"

—Parece que todo volverá a la normalidad, aún no me lo creo… Vengo a buscarte, vamos a comer con las chicas, venga—

"Hmm… pero quiero quedarme un rato más con Peri…" no tener que llevarte a rastras… venga.

"Si quieres puedes comer con mis amigas, ¡así de paso te las presento!"

"¡Genial! Tengo muchas ganas de volver al Invierno" no quería que se fuera, no quería que volviera al malvado Invierno que le arrebató las alas por un momento.

—Pero Tink, piensa en tus alas, ¿es que no aprendes nunca o qué?— sabía que si le pasara algo podrían juntarlas como hicieron antes, pero no me pareció lo más sensato.

"Espera… se me ha ocurrido algo… si la escarcha cubre como una manta… y ha funcionado con el árbol de polvo de hada ¡seguro que también funciona con mis alas!" y ahí va la idea descabellada de Tink número tres-mil cuatrocientos cincuenta y dos "escárchame las alas Peri"

"¿Estás segura? Bueno, no pasa nada si se te dañan pero aún así…"

"Tú hazlo" no me lo puedo creer.

"Si te hago daño avísame…" se las escarchó y le dio un escalofrío.

—¿Estás bien?—

"Da gustito…" no si encima será buena idea y todo "ahora no habrá ningún problema con que vaya al Invierno. Es más, ¡podremos ir todos!"

"Oh sí, Sled se va a alegrar un montón cuando se lo diga" ¿quién será ese Sled?

"¿Te vienes Vidia? Conoceremos a hadas nuevas" irme con ellas dos a la aventura o quedarme con las chicas… difícil decisión, no quiero dejar a Tink pero les dije a las demás que iría a por ella… haré una cosa.

—Vale, pero antes deja que vaya a por las chicas y a por unos abrigos. En seguida vuelvo, no os mováis— no quiero perderte en Invierno.

"Muy bien, hasta ahora" volé rápidamente hacia mi casa, donde solíamos comer todas juntas y me estaban esperando.

—¡Chicas! Cambio de planes, nos vamos ahora mismo al Invierno, coged y un abrigo y ¡vámonos!— sonó un poco a broma, pero ese era el plan.

"Será una broma ¿no? Ahí hace mucho frío y nuestras alas-"

—Tink ha descubierto que si nos escarchan las alas no hay peligro de que se dañen. Apresuraos, nos están esperando— no parecían muy convencidas con la idea, pero Sil y Fawn se apuntaron. Rosetta cambió de opinión de repente sin saber por qué e Iridessa terminó apuntándose porque no quería quedarse sola.

Nos abrigamos y al llegar a la frontera Peri nos escarchó las alas.

"Ahora te toca a ti enseñarnos tu mundo" dijo Tink sin separarse de ella. Me gustaba que se lo pasara bien con su hermana y que fuera feliz con ella, pero preferiría que no estuviera tan pegada a ella. Ni siquiera le quitaba ojo.

Rosetta parecía en busca de alguien y Fawn se sorprendía con cada cosa que veía. Notaba que Sil tenía un poco de frío y Des no dejaba de mirar hacia atrás.

"¿Estáis seguras de que esto es buena idea? Soy un hada de la luz y necesito el calor"

"Sí… yo tengo un poco de frío aquí" se quejó Sil. Rosetta fue a hablar con Peri un momento y volvió con cara de decepción.

"Chicas, vámonos. Aquí no tenemos nada que hacer" ¿y ese cambio de actitud? No me extrañaría que fuera por ese duende del Invierno que vio antes…

"Oh vamos chicas, es un lugar nuevo y emocionante, ¡no os lo podéis perder!" Tink intentó convencerlas pero no dio muchos resultados, Des ya se estaba yendo.

"¡Yo me quedo!" Fawn no me podía fallar, le encantaba hacer cosas diferentes y explorar nuevos sitios.

—Pues nada, si Ro, Des y Sil quieren irse… que se vayan—

"Vosotras os lo perdéis, nos lo pasaremos genial ¿a qué sí Peri?" nos separamos y quedamos las cuatro. Al menos lo intenté… suerte que Fawn se ha quedado, no quiero tener que volver al lado cálido.

"¡Mirad! Ahí están Spike y Gliss. Son mis amigas, también escarchan como yo"

"¡Peri!" ¿y quién es quién? Se acercó la del pelo blanco rápidamente, parecía muy enérgica " Pero ¿quién tenemos aquí?"

"Son unas amigas de Tink, esa es Vidia y esa es… ¿cómo te llamas?"

"Ah, sí. Soy Fawn, un hada de los animales. Creo que después de todo no nos han presentado hehe" tiene razón, entonces ¿cómo sabe mi nombre? En fin…

"¡Qué bien! ¡Hadas cálidas en el Invierno! Yo soy Gliss, y esa tímida de aquí es Spike"

"Y-yo no soy tímida… sólo… no me gusta estar con mucha gente…" su personalidad me recordó a mí hace un tiempo, sentí que podríamos hacernos amigas.

"En fin, ¿vamos a comer todas juntas? Por aquí no ha comido nadie todavía…" les dijo Peri.

"¡Yuhu! Por fin alguien piensa en nuestra barrigas" nos reímos ante el comentario de Gliss, era divertida. Seguro que ella y Fawn no tardarán nada en llevarse bien "¡Vámonos! Spike nos invita a su casa"

"Qué remedio, las vuestras son como una caja de cerillas…" y fuimos hacia casa de Spike, era espaciosa y el frío era bastante soportable. Me pregunto qué se comerá en Invierno… no tienen nada de lo que tenemos en el lado cálido. Cuando vi que Spike se fue sola hacia la cocina decidí ir tras ella.

—Buenas…—

"Ah, h-hola" Gliss no mentía cuando dijo que era tímida.

—Te… ayudaría a hacer la comida pero, no tengo ni idea de los platos que hacéis en Invierno. ¿Qué se supone que coméis? a parte de nieve— le hice reír y eso me gustó. Era una completa desconocida para mí pero sentía que nos íbamos a llevar bien.

"Bueno… para empezar no comemos nieve… No tenemos tantos ingredientes como vosotros pero tenemos unos platos muy originales y riquísimos…" me contó cuatro cosas por encima sobre lo que comían allí, era muy interesante, me gustaba cocinar y al parecer a ella también. Terminé ayudándola con lo que pude mientras hablábamos de recetas y nos contábamos consejos. Fue agradable.

Al cabo de unos minutos se abrió la puerta y el duende que vi en el árbol de polvo de hada con Rosetta apareció.

"Con que aquí estabas, te he estado buscando por todos los lados"

—¿Y ese pedazo de duende quién es?— Spike suspiró.

"Sled, el novio de Peri" caray con Peri, nunca me lo habría imaginado… aah, con que por eso se fue Rosetta.

—Tendremos que prepara más comida entonces…—

"No te molestes, ahora se irá" ¿y eso? Se acercó a él y tras susurrarle algo al oído se despidió y se fue.

—Pero si es el novio de Peri, ¿lo acabas de echar de casa?—

"Sí… básicamente. Digamos que no nos llevamos muy bien y ahora mismo lo último que quiero es comer con él. No preguntes más"

—Está bien— parece que no le gusta mucho hablar del tema, aún así… me gustaría. Ha dicho que no pregunte, pero no que no hable del tema —Quizás me meto donde no me llaman, pero creo que haríais buena pareja juntos— realmente lo creía, tanto por el aspecto como por la personalidad, aunque no tenía ni idea de cómo era él y acababa de conocer a Spike, podía sentir que había algo entre ellos dos.

Se puso roja de vergüenza y quería saber por qué.

"¿Sabes… guardar un secreto?" oh cielos, qué emoción, un secreto. Eso era buena señal, señal de que empezaba a confiar en mí.

—Por supuesto, no soy de las que van contándolo todo por ahí—

"Verás… hace tiempo estuve enamorada de él… y ahora creo que… también" toma bombazo, sabía que había algo ahí.

—¿Y qué vas a hacer al respecto?—

"¿Q-qué? Nada, él es feliz con Peri… creo" ¿qué ha sido ese creo?

—Bueno… supongo que será cierto. ¿Pero por qué no saliste con él cuando pudiste? ¿Te rechazó?—

"N-no, b-bueno, más o menos… no podía decirle directamente que me gustaba así que… le molestaba y le gastaba bromas pesadas para que se fijara en mí. Pero en vez de eso conseguía el efecto contrario, supongo que no le gustaba. Entonces empezó a salir con otra hada, me enfadé estúpidamente con él y le gasté una broma un tanto… inapropiada" no me atrevía a decir nada, era tan raro e interesante a la vez… "entonces explotó y se cabreó tanto conmigo que me pegó más fuerte de lo que debía…"

—Cielos… l-lo siento mucho… no debí preguntar— ahora me sabía mal haber insistido, pero no esperaba que fuera una historia tan trágica.

"No te preocupes… nos distanciamos un largo tiempo hasta que Peri se enamoró de él y nos hemos vuelto a acercar. Heh… justamente hace dos días le perdoné por lo que me hizo para que me dejara en paz pero sigo sin poder estar en la misma habitación que él, pierdo la cabeza nada más verlo"

—Entiendo… es una lástima que ahora esté con Peri pero estoy segura de que algún día te harás con él— dije intentando consolarla.

"Lo cierto es que… con lo que ha pasado esta mañana… creo que aún me quiere. Pero no quiero ser la culpable de que rompan" esto se está poniendo de lo más interesante.

—Hmm… o sea que os queréis locamente pero lo único que os impide estar juntos es Peri… la cual no se separa de Tink. ¿Sabes? No creo que Sled tarde mucho en dejarla cuando Peri empiece a pasar menos tiempo con él—

"¿Tú crees?"

—Lo digo por experiencia. Tink y yo somos muy buenas amigas y ya estoy celosa de Peri, imagínate si estuviera saliendo con ella. Ahora mismo cogería a Peri y la echaría por la ventana, pero es su hermana y si hago eso dudo que me vuelva a hablar— al escucharme decir eso me quedé asombrada. ¿Si estuviera saliendo con ella…? Deseché esa idea estúpida de mi cabeza.

"V-vaya hehe… pues sí que sois amigas…"

—Sí, bueno… este verano tuvimos un pequeño accidente con unos humanos, verás…— le conté todo lo que ocurrió entonces, hasta el más mínimo detalle, no me corté para nada. Ella había sido muy sincera con su historia así que yo también lo fui con la mía.

Terminamos de preparar la comida pero nos quedamos hablando en la cocina hasta que dejé de hablar, creo que nunca me había abierto tanto con alguien que no fuera Tink.

"Caray, pues fue toda una aventura, menos mal que todo salió bien… ¿no tuviste miedo?"

—Mucho, no te lo puedes ni imaginar, pero tuve que hacerlo, por ella… si no me hubiera dejado la piel me arrepentiría y… posiblemente no estaríamos aquí. La vida da muchas vueltas ¿no crees?—

"Sin duda… vamos a llevar esto" trajimos los platos a la mesa y vi a Fawn, Tink y Peri riéndose a carcajadas.

—¿Qué es eso que os hace tanta gracia?— entonces Gliss se giró y al ver su cara por poco se me caen los platos al suelo, hizo la mueca más terrible y divertida que había visto nunca.

"Oh, venga Gliss, compórtate un poco que tenemos invitadas" dijo Spike intentando aguantar la risa "espero que tengáis hambre, hemos hecho bastante comida" por descontado todas estábamos hambrientas. Me senté con las demás.

"Uoo, ¡qué buena pinta!" ya veía a Fawn atacando la comida con prisa.

"Espero que os guste, Vidia me ha ayudado a prepararlo"

"Oh, sí, Vidia es fantástica en la cocina, hace un chocolate caliente que es para derretirse" le agradecí el comentario con la mirada mientras reía por ser algo que las hadas del Invierno nunca podrían probar.

"¿No empezáis?" Fawn no podía esperarse más.

—Venga va, que aproveche— y así, empezamos a devorar la comida, tanto rato preparándolo para que en un abrir de ojos se estuviera terminando, pero estaba contenta de que les gustara y sobre todo, estaba contenta de haber hecho una nueva amistad.

En un extraño silencio el cual no esperaba que llegara por las bromas de Fawn y las tonterías de Gliss, aproveché para sacar un tema interesante. Vidia al ataque.

—Bueno Peri, ¿qué tal con tu novio? No nos has contado nada— Spike me golpeó la pierna por debajo de la mesa. Ups, creo que no debí abrir la boca.

"Eso Peri, ha venido y ni le has dado un beso. Además cambiaste de tema muy rápido" la curiosidad de Tink le sonsacaría información.

"Eh… bueno hemos empezado a salir hace poco, la verdad. Y… es muy cariñoso y tal pero… hay un tema pendiente que tenemos que solucionar" Peri le echó una mirada a Spike. ¿Ella lo sabe? ¿Ese es el tema que tienen que solucionar? Ya veo…

"Tranquila, si no se porta bien le daremos una buena patada en los huevos" ya volvemos con las bromas de Fawn… era un tema en el que quería indagar… jo…

"Oh sí, como aquella vez con Terence, veréis, un día…" otra vez la anécdota de los huevos de Terence, ¿cuántas veces la habré escuchado ya? Me enfadé un momento con Tink por haber desviado la conversación pero Peri y Spike parecían aliviadas por eso, así que lo olvidé por el momento.

Cuando terminamos de comer y limpiar todo el desastre de platos y comida que causamos, salimos hacia la pista de patinaje para hacer el ridículo un rato.

No teníamos ni la más remota idea de patinar, pero por lo visto Tink se le daba de maravilla. ¿Cómo lo hace tan bien? Viéndola parece fácil pero… Fawn no tardó mucho en pillarle el truco. Argh, qué rabia, ¿por qué me cuesta tanto? No estaba acostumbrada a usar mucho las piernas.

"Hahaha, así no vas a patinar nunca…" a mí no me hace tanta gracia "dame la mano"

—Gracias Spike— le di la mano y me tiró de golpe —uo uo uo, espera—

"¡Flexiona las piernas!" al coger velocidad pude mantener mejor el equilibrio y me deslicé bastante bien durante unos diez segundos, hasta que caí "Tienes que ser más ágil con los pies" ui sí, como los uso tanto para volar… "Otra vez, vamos"

Y al final, tras unos minutos de caídas y consejos, conseguí patinar como las demás y pude ir con Tink.

"Hey, veo que ya lo dominas… y… has hecho una amiga ¿eh?"

—S-sí… me cae muy bien—

"Me alegro por ti. Cógeme la mano" se la cogí y nos pusimos a hacer eses por el hielo hasta terminar dando vueltas en círculos cada vez más pequeños "¡Esto es genial!" uff, puede que para ti sí pero yo me estoy…

La solté por el mareo y caí de espalda al hielo. Todo me daba vueltas y no podía levantarme.

"¡Vidia! ¡Oye!" las caras de Tink y Peri se mezclaron en mi mente, no sabía cuál era cuál.

"¿Qué ha pasado?"

"Creo que ha mareado"

—Tú… me has mareado…—

"P-perdona, no sabía que te mareabas tan fácilmente. Llevémosla a la nieve" me cogió del brazo y me empezó a deslizar.

"No seas tan bruta, deja que se levante" aconsejó Peri. Luego aparecieron Fawn, Spike y Gliss y me ayudaron a levantarme para llevarme al borde.

Spike, al ver que Fawn y Tink se lo pasaban tan bien con Gliss y Peri se quedó a mi lado para no dejarme sola.

"Qué raro que te marees siendo un hada de vuelo veloz ¿no? heh…" qué graciosa "¿estás bien?"

—Estoy mejor, gracias… Una cosa— con todo el tema del lío entre Sled, Peri y Spike se me pasó una idea descabellada por mi cabeza.

"Dime" a ver como se lo digo…

—A parte de Sled… ¿hay algún duendecillo por aquí disponible? Tampoco es que busque un lío, pero creo que tengo demasiadas amigas y muy pocos amigos—

"Ah, hmm… déjame pensar. Está Slush que… bueno, va un poco a su bola y dudo mucho que esté saliendo con alguien"

—¿Cómo es?—

"Es… bajito, siempre lleva gorro-"

—No, digo de personalidad—

"Ah, pues… es difícil de explicar, no tiene una personalidad muy definida. Es un tanto solitario, pero disfruta de ello. Nosotras lo tachamos como un caso aparte. Siempre nos ayuda cuando se lo pedimos pero él nunca nos la pide a nosotras. Es… bueno, es un duende de los glaciares solitario" no me estaba desagradando lo que escuchaba, tenía más en común conmigo de lo que pensé "no solemos quedar mucho con él"

—Y… ¿dónde puedo encontrarlo?—

"Uff, ni idea, por las tardes es muy difícil dar con él, a veces está por el centro, hay días que lo vemos en las montañas del norte… no tiene ninguna rutina así que es complicado saber dónde está. Pero mañana por la mañana si quieres pasamos por su casa y te lo presento" era una decisión que podría cambiar mi vida y me tomé unos segundos para responder.

—Vale sí, ¿por qué no? Seguro que Tink estará ansiosa por volver aquí por la mañana, así que vendré con ella—

"Interesante…" se quedó pensativa un momento.

—¿El qué?—

"Todo, ahora que la frontera se ha roto, las hadas cálidas podéis ir y venir cuando queráis… Invierno cambiará mucho a partir de ahora" tenía razón.

"¡Hey! ¡Vidia!" se acercó Tink deslizándose y Peri la siguió por detrás "¿Ya estás mejor?"

—Sí y no, no pienso volver a la pista— ya sabía lo que iba a preguntar.

"Joo, pero si es muy divertido… ¡oh! Ya sé, ¿y si les enseñamos el Invierno? Aún es temprano y ahora que podemos volar será más fácil. ¿Qué os parece?"

—Por mí vale—

"Sí, venga"

"Guay, ya somos mayoría así que… ¡Fawn, Gliss! ¡A hacer turismo!" Tink es imparable…

Y nos fuimos a visitar los diferentes sitios que tenía el Invierno mientras pensaba en conocer a ese tal Slush. Vimos un montón de sitios de lo más curiosos y blancos, sobre todo blancos.

Como era de esperar, a Fawn le encantó la zona donde tenían a los animales del Invierno en la ladera norte. Allí volvimos a cruzarnos con Sled, por lo visto era un duende de los animales. Se acercó a Peri que estaba junto a Tink y las demás nos quedamos en segundo plano.

Cuando le dio un rápido beso en los labios me quedé mirando a Spike y vi como sus ojos rojizos ardían de rabia. Después de eso, Sled le echó una mirada a Spike.

—Oye, ¿has visto como te ha mirado? Creo que está loco por ti— le susurré.

"Tengo que irme, no aguanto más" se dio la vuelta y la seguí un momento hasta que se detuvo "Es que… ¡argh qué rabia! ¿por qué tuvo que empezar a gustarle ahora que sale con Peri? ¿No podía ser antes? Como lo odio…"

—Dicen que entre el odio y el amor solo hay un aleteo— dije al saber que lo quería con ganas.

"Eso no me ayuda… ¿Qué hago? ¿Qué se supone que debería hacer? No quiero ni puedo esperar a que Sled termine con Peri, lo necesito ya" ¿tengo que decidir por ella? Uff, esto es serio.

—Te diré lo que haría yo. Pensando fríamente, Sled sólo tiene ojos para ti así que yo volvería allí y le provocaría para que lanzara. Peri va a terminar perdiendo tarde o temprano, cuanto antes mejor ¿no? Todos saldremos ganando, hasta Tink podrá pasar más tiempo con Peri— podría haberle dicho que se calmara y se tomara las cosas con calma, pero yo no haría eso.

"Bien…" ¿ah, que me hará caso? "vamos" estaba ansiosa por verlo.

Nos acercamos con Peri y Tink, Sled seguía hablando con Peri, al parecer le estaba presentando a Tink. Spike no pasó desapercibida entre Peri y Sled y todos nos quedamos en silencio.

Spike se le quedó mirando fijamente, como si pudiera hablar con los ojos. El ambiente se volvió intenso, pero se volvió muy extraño fue cuando Spike le dio un bofetón a Sled y se largó. ¿Qué cojones? ¿A eso lo llamas tú provocarle?

Todos alucinamos con lo ocurrido y Sled fue el único que se largó detrás de ella. Espero que sea parte de algún plan, si no lo entiendo.

"¿A qué ha venido eso? ¿no habían hecho las paces…?" Gliss al parecer también sabía del tema.

"En serio, ¿qué pasa con Spike? ¡Me está volviendo loca!"

"Tranquila Peri, seguro que no es nada…" Tink no se creía sus propias palabras.

"Bueno… ¿seguimos? Me gusta estar aquí pero quiero ver más sitios" aprobamos la idea de Fawn y seguimos con nuestra visita guiada, ahora sin mi Spike.

Fuimos al bosque de la escarcha el cual le encantó a Tink, como era de esperar, y yo me quedé impresionada cuando fuimos a ver aquellos enormes acantilados bañados de nieve, eran bastos y poderosos. Ya me estaba imaginando la ruta de un circuito con el que echar carreras con Zephyr.

Me quedé con Gliss y Fawn, era imposible meterse entre las dos hermanas.

Nuestra visita terminó en el tronco de polvo de hada, el cual nos iluminaba bajo el cielo que cada vez era más oscuro. Yo estaba empezando a helarme al igual que Tink pero Fawn seguía tan enérgica como siempre.

"¿Tienes frío verdad? Por la noche bajan bastante las temperaturas, así que supongo que tendremos que despedirnos pronto" nos dijo Gliss.

—Sí, a ver si Tink se despega de Peri y nos vamos— esas dos hermanas no dejaban de hablar, eran incansables —Tink, venga, es hora de irse. No quiero llegar a casa como un cubito de hielo—

"P-pero si no hace frío" dijo casi tiritando.

—¿A quién pretendes engañar? Va~amos, a la frontera, ya— y nos dirigimos hacia allí. Estaba agotada de ese largo e intenso día y quería tumbarme en la cama cuanto antes.

Cruzamos al tan esperado lado cálido y nos despedimos.

"Buenas noches Tink, nos veremos mañana"

"Ojalá pudiera quedarme a dormir en tu casa…" venga, claro que sí, vete a vivir con ella ya que estás… Espero que Spike recuerde pasar por casa de Slush…

—Buenas noches chicas— tuve que llevarme a Tink arrastras porque si no, no iba a marcharse de ahí nunca, la vi capaz de acampar en la frontera para estar más tiempo con ella —Vaya día ¿eh chicas?—

"Ya ves, no saben lo que se han perdido las demás, ¡Invierno mola un montón!" no me refería a eso Fawn, pero también.

"Ni que lo digas, tengo unas ganas de volver mañana…" no comentamos lo ocurrido con Sled.

—Te acompañaré, he quedado con Spike—

"¡Yo me apunto!" bueno, ella se puede quedar con Gliss.

"Espero que mañana vengan las chicas también… ¡Oh! ¿Y si conseguimos que venga todo el lado cálido?" y ahí va la idea descabellada de Tink número tres-mil cuatrocientos cincuenta y tres "podríamos hacer una fiesta en Invierno"

"Uoo, ¡eso sería total! Tenemos que avisar a Lyria para que venga todo el mundo"

"Buena idea Fawn" vaya par… mientras no nos metamos en más líos…

—Pues diles que se lleven ropa de abrigo, yo tengo los dedos helados— debí de haberme abrigado más, aunque no sé con qué, no tengo ropa de abrigo.

"¡Hecho! Hasta mañana" y Fawn se fue hacia su casa en otoño. La próxima parada era la mía.

—¿Cómo puede tener aún tanta energía? Yo estoy agotada…—

"Será porque trata con animales que son peores que ella. En fin, veo que tú también te lo pasaste bien en Invierno eh~"

—Sí, ha estado bien…—

"¿Ha estado bien? Te lo has pasado bomba y lo sé" engañarla era inútil a esas alturas "Bueno y ¿qué opinas de mi hermana? ¿Qué te ha parecido?"

—¿Tu hermana…?— no he hablado mucho con ella al final… —pues… opino que tiene un novio estupendo—

"¡¿A qué sí?! No sé por qué no me lo dijo antes, está para comérselo. No pude evitar imaginármelo en la cama mientras comíamos…" vale que esté bien, ¿pero tanto como para tener fantasías con él…?

—Así que ibas medio cachonda mientras comíamos por el novio de tu hermana. Eso es muy inapropiado ¿no crees?—

"Bueno, no pude evitarlo, ¿qué quieres que haga?" me reí y recordé al bajito del gorro al que iba a conocer mañana. ¿Cómo podrá ser? Tengo curiosidad.

—En fin, ya es tarde, ¿quieres quedarte a cenar?—

"Sí porfa, no tengo ganas ni fuerzas para prepara nada…" tendrá morro…

—¡Oye! Yo tampoco ¿sabes? No esperarás que lo haga todo yo. Me vas a ayudar—

"Vale, está bien" cuando entramos en casa me tumbé rendida al sofá, no tenía fuerzas ni para mover un dedo. Dulce placer de dioses… no puedo más.

—Cuando esté listo me avisas— dije bromeando.

"Vamos levanta, no seas comodona" me tiró del brazo y me dejé caer al suelo soltando un rugido de zombi.

—Aah~ ayúdame a levantarme— me cogió la mano, la empujé hacia mí y se me cayó encima —No tengo ganas de cocinar, y ya preparé la comida antes…—

"Pues yo también estoy cansada…" me hice la muerta como si así no fuera a oírla "Vamos Vidia~ Que tengo hambre~" me zarandeó y se puso a hacerme cosquillas. Se las sabe todas.

—Va~ale ya me levanto pero para— me ayudó a levantarme y fuimos a la cocina para preparar algo —Oye Tink— me puse seria por un momento.

"¿Qué?"

—Sobre tu hermana… no… Hmm… no sé si me gusta que pases tanto tiempo con ella…— debí haber pensado mejor las palabras antes de empezar a hablar, eso fue demasiado directo…

"¿Perdona? ¿A qué viene eso?" lo enfocaré de otra forma.

—Mañana vas a ir al Invierno, y seguramente pasado mañana también. Sólo digo que no te obsesiones y que no dejes a tus amigas de lado. Hoy no te has separado de ella ni un momento…—

"Ah… ya… lo tendré en cuenta" eso no ha sonado muy convincente "Pero es que somos como uña y carne, no lo puedo evitar"

—¿Qué tal con Terence?— la ataqué, fui directamente donde duele, lo último que me dijo sobre él fue que le pidió salir y le dijo que necesitaba pensárselo.

"¿Porqué sacas ese tema ahora…? No quiero pensar en eso"

—Lo digo porque los últimos días los hemos pasado juntas y te has olvidado completamente de él. Yo estoy encantada con ello, pero no quiero que nosotras nos convirtamos en tu nuevo Terence, ¿entiendes?— no quería que nos dejara de lado y ella tenía que saberlo.

"Oh… qué dulce, ¿tienes miedo de perderme?" me dio un beso en la mejilla que mi corazón agradeció "Tranquila, eso nunca pasará, os quiero demasiado a todas, sobre todo a ti" me ruboricé en ese momento, no esperaba que se pusiera tan tierna.

—Toma, te has ganado una baya— se la metí en la boca y se la comió.

"Pego hi me do comedé dehpués"

—No se habla con la boca llena— se lo tragó y lo repitió.

"Pego hi me do comedé despu- haha" no pudo aguantarse la risa ni yo tampoco. ¿Qué hice para merecer tanto cariño por tu parte? Amaba esos pequeños momentos de felicidad con ella, antes de que fuéramos amigas no los tenía y no sabía lo que me perdía.

Llevamos la comida a la mesa al terminar y cenamos con toda tranquilidad. Nada ni nadie nos iba a molestar en mi casa.

Me habló de su hermana y de un montón de cosas que le contó, estaba deseando contarle lo de Spike y Sled, pero como era un secreto tuve que morderme la lengua.

En un momento que me dejó hablar para comer le comenté lo de Slush, el misterioso duende de los glaciares y que quería que Spike me lo presentara.

"Espera espera espera, ¿el del gorro? ¿ese bajito?"

—¿Sabes quién es? ¿Lo viste?—

"¡Sí! Lo vi junto a las chicas y Sled, cuando trajeron el bloque de hielo esta mañana"

—¿Y qué te pareció? ¿Hablaste con él?—

"No, Peri apenas me presentó a esos dos. Pero ese Slush me pareció… uff, si piensas lo que creo que estás pensando creo que no vas bien" se rió.

—¿Por qué? Por lo que me dijo Spike…—

"No os veo a vosotros dos saliendo"

—¿Quién ha dicho nada de salir? Yo sólo quería hacer amigos…— la idea de tener un rollito de Invierno perdió fuerza entonces.

"Bueno, a lo mejor me equivoco yo qué sé. Spike me pareció un poco sosa cuando la conocí y tú no te has separado de ella en toda la tarde, quizás te guste y todo"

—Te he dicho que sólo busco un amigo…— me miró con cara de 'a quién pretendes engañar' —Y Spike no es sosa, tiene sus cosas raras pero es buen hada—

"Por cierto, ¿qué demonios le pasó ella? ¿A qué vino ese bofetón?" ni yo misma lo sé.

—No tengo ni idea, quizás sea un saludo especial que tienen en Invierno, quién sabe…—

"Venga ya, eso para mí fue un 'te odio y no quiero volver a verte nunca más'" pues no esa era la idea, espero que Sled no piense lo mismo "¿Se han peleado? ¿Sabes algo? has estado la mañana con ella"

—No sé, ya se lo preguntaremos— me miró frunciendo el ceño, como si supiera que estaba mintiendo. Fui rápida en cambiar de tema —Mañana nos espera una gran fiesta—

"Sí, espero que Fawn se ocupe de todo" a ver si es verdad.

Terminamos de cenar hablando un poco más de Peri y tras dejar la cocina hecho un desastre me tumbé rendida en el sofá. Mi cuerpo pedía cama pero no podía ir aún con Tink por ahí.

"¿Vas a dejar la cocina así?"

—Sí, ya lo lavaré— conociéndola, me dirá buenas noches y se irá.

"Está bien, mañana te pasaré a recoger. Te traeré una sorpresa" ¿una sorpresa?

—¿Es algo relacionado con Peri?— todo lo que decía tenía que ver con su hermana, llegaba a ser un poco molesto y todo.

"Bueno, más o menos. Ponte de pié" ¿qué podrá ser? Me levanté y se quedó mirando mi cuerpo detenidamente. Me estaba empezando a poner nerviosa hasta que caí en la cuenta de lo que podría ser "Vale, ya está"

—No te quedes hasta muy tarde haciéndolo— está cansada para cocinar y no para hacerme un abrigo… es un caso.

"Hehe… buenas noches"

—Qué duermas bien— espero que duerma… Cuando se fue me dirigí hacia mi cama para caer rendida en ella. Ese había sido uno de los días más movidos que había tenido jamás, y pese a que mi cuerpo estaba destrozado, mi mente no paraba quieta.

Tenía demasiadas cosas en mi cabeza, el caos de esa mañana, las alas de Tink, su hermana, el lío que hay entre Spike y Sled, todo Invierno, Slush… No podía dejar de pensar en esas cosas y daba vueltas y vueltas por la cama sin parar. Qué horror, llevo como dos horas intentando dormir… voy a beber agua.

Me levanté y me quité la parte de arriba del vestido, con tantas vueltas se había vuelto incómoda. Tras beber agua volví a la cama más fresca y pensé en cómo podría ser. ¿Y si llega a ir tan bien que nos besamos? ¿Y si llegamos a más que eso…?

Entonces una escena de Slush con un interrogante en la cara haciéndome el amor en Invierno se formó en mi cabeza. Al no tener cara le puse inconscientemente la de Sled y sin darme cuenta me estaba tocando los pechos con las manos. Me estaba poniendo cachonda al imaginarme tener sexo con él y me deslicé hasta terminar debajo de mis pantalones. Masturbarme me ayudará a dormir.

El cansancio desapareció conforme el placer aumentaba, me metí los dedos y entonces, por alguna extraña razón me imaginé a Sled follando con Peri y eso me puso a cien. Empecé a jadear y el calor me obligó a destaparme y a quitarme toda la ropa. Dispuesta a llegar al final, busqué más morbo con el que pudiera fantasear y esa escena se convirtió en un trío añadiendo a Tink. Dos hermanas y un apuesto duende embistiéndolas en un ambiente cargado de gemidos.

Me estaba excitando una barbaridad, mi mano empezó a empaparse con mis fluidos y me arqueé al sustituir a Peri por mí. Yo y mi mejor a miga teniendo sexo duro con esa máquina sexual, me volví loca, estaba llegando a mi límite y justo antes de correrme, sin saber por qué, me imaginé besando a Tink apasionadamente, sintiendo su cuerpo, disfrutando de ella.

Tuve uno de mis mejores orgasmos, pero me desconcertó que terminara pensando en Tink y sobretodo que disfrutara de eso. Traté de no darle muchas vueltas y me acabé dormida por el agotamiento, mi cuerpo necesitaba descansar.


(VIII) [Sled ~ medio día antes]

Fui directo a casa de Peri ignorando todo lo demás, necesitaba que me contara todo lo ocurrido pero sobretodo, quería verla y estar con ella para asegurarme de que estaba bien.

Llegué pero no había nadie, quizás no había llegado aún pero ya debería estar en Invierno. Me empecé a preocupar al pensar que podría no ser así.

La busqué por los caminos que podía haber cogido para ir del lado cálido a su casa pero no la vi.

Gliss, ella sabrá dónde está. Volé hacia su casa pero allí tampoco había nadie. Me preocupé aún más, ¿y si por alguna razón no han podido regresar al Invierno? En el lado cálido ya debería hacer demasiado calor.

Mierda chicas, ¿dónde estáis? Mi corazón se puso a correr, pasé por todos los sitios en los que podrían estar menos en uno en especial. La casa de Spike.

No quería ni acercarme a su casa, después de como terminaron las cosas por la mañana no me atrevería ni a mirarle a la cara, pero tenía ir.

Un tremendo alivio corrió por mi cuerpo al llegar y escucharlas desde fuera. Estaban todas en el peor lugar, no quería encontrarme a Spike. Quería ver a Peri y olvidarme de todas mis preocupaciones por un momento.

Qué remedio, tengo que entrar. Vamos… Abrí la puerta y vi a Peri, Gliss, Tink y otra hada cálida que no sabía quién era. Me acerqué a Peri tranquilamente al no ver a Spike.

—Con que aquí estabas, te he estado buscando por todos los lados— sanas y salvas, menos mal.

"¡Sled! Mira, Tink ha traído a dos amigas suyas. Esta es Fawn y la que está en la…" se calló al ver que se acercaba Spike desde la cocina. Me puse nervioso, me estaba degollando con la mirada.

Se acercó a mí, más de lo que debía. Una combinación de miedo, emoción y nervios corrieron por mis venas. Me quedé inmóvil sin ni siquiera respirar y se puso de puntillas para susurrarme al oído.

"Lárgate, tengo invitados" sus frías y determinantes palabras hicieron erizaron mi piel. No dijo nada más y volvió a la cocina dejando a los demás expectantes con los ojos abiertos.

Respiré hondo para volver en mí e intenté actuar de la mejor forma posible.

—Me… alegro de que estéis bien. No quisiera molestar así que mejor os dejo tranquilas. Un placer conocerte Fawn. Nos vemos después Peri— me di la vuelta y salí sin más.

Una vez fuera, respiré y me pregunté a mí mismo si debí de haberle hecho caso a Spike. Vale que sea su casa, pero no tiene el derecho de echarme de esa forma, privándome de estar con mi novia. ¿Por qué lo ha hecho? Se ha pasado esta vez, ¿qué intenta? ¿A caso quiere separarme de Peri? ¿O quizás sea otra de sus bromas pesadas? Entiendo que no quiera verme por lo de esta mañana pero aún así…

Estaba solo, por extraño que parezca mis únicas verdaderas amigas estaban en casa de Spike. Al quedarme sin nada que hacer fui a mi casa un tanto molesto. Me preparé algo para comer y pensé en Spike y Peri, en lo mucho que me afectaría si algo malo les hubiera ocurrido.

Tras comer me sentí vacío, no soportaría pasar el resto de los días de esa forma, solo, sin estar al lado de ellas. Pensé en volver a casa de Spike, o al menos acercarme, pero sus órdenes eran claras, no podía desobedecerla, no quería enfadarla más.

Ya aburrido de pensar en el tema, decidí ir al único sitio en el que siempre sería bienvenido, la ladera norte de la montaña. Los animales eran mi escapatoria para olvidarme de todo, ellos desprendían despreocupación y energía y siempre conseguían ponerme de buen humor en esos momentos.

Me animé un poco jugando con los animales y hablando con mi supervisora sobre todo lo que había pasado esa mañana. Fue toda una suerte que la helada durara tan poco, los daños no habían sido muy graves y, bueno, al final pude visitar el lado cálido, al igual que Peri.

Entonces, al cabo de un par de horas, Fawn apareció por ahí chillando muy emocionada. Por cómo abrazó a una comadreja pude entender que ella también era un hada de los animales. Por detrás vi a las demás chicas y sin dudarlo, me acerqué a Peri.

—Hey, ¿qué hacéis por aquí?— ¿habrán venido a visitarme?

"Hola cariño" nos dimos un rápido beso y continuó "Estamos enseñándoles el Invierno a Tink, Fawn y Vidia" vaya, qué decepción. Miré a Spike a los ojos y por lo visto seguía igual, con esa mirada de odio tan típica de ella "¿Por qué te has ido tan deprisa? Te podrías haber quedado a comer…" entonces Spike se fue con Vidia unos aleteos para hablar, seguramente de mí.

—No te preocupes, tenía cosas que hacer… sólo pasé a saludar. Bueno, dime Tink, ¿qué te parece el Invierno?— sus ojos no se apartaban de mí y cambié de tema.

"Oh, ¡es fantástico! Me encanta, ¡pero lo mejor es que puedo estar con Peri!" le abrazó el brazo impulsiva.

—Creo que no nos han presentado formalmente. Me llamo Sled y soy un duende de los animales. Espero que te parezca bien que salga con tu hermana…—

"¡Por supuesto! Hacéis una pareja estupenda" Peri se avergonzó un poco "Oh, ahora me toca a mí. Soy Tinkerbell pero llámame Tink y soy tintineadora…" entonces de reojo vi como se acercaban Spike y Vidia. ¿Qué querrán? "Tuve un poco la culpa de todo el desastre de esta mañana hehe…" Tink calló y quedó en segundo plano al tener a Spike tan cerca.

Peri se apartó un poco para que pudieran unirse y nos quedamos en absoluto silencio a la espera de que alguien dijera algo. El ambiente se tensó muchísimo. Esperaba a que ese alguien fuera Spike, sus ojos estaban ansiosos por hablar, parecía muy decidida a decir algo pero tras unos segundos, me dio un bofetón de los buenos dejando a todos confusos.

Salió volando sin más y no me quedó otra que perseguirla para encontrar una respuesta a ese acto tan gratuito. Aumentó la velocidad al ver que la seguía, pero no iba a darme por vencido fácilmente. Estaba un poco harto de que su solución para todo fuera huir por alas.

Esperaba a que se dirigiera al bosque de la escarcha, pero en vez de eso, pasó de largo y llegamos hasta su casa. No me digas que se va a encerrar y no me va a dejar entrar… Al llegar después de ella me sorprendió que dejara la puerta abierta. Entré, y la vi de pie en la entrada, mirando al suelo.

—Spike… ¡Maldita sea! ¿¡Qué demonios te pasa!?— estaba enfadado, enfadado por terminar siempre así, enfadado por no llegar nunca a nada claro y enfadado de estar tan enamorado de ella sin saber por qué.

"¿¡Qué quieres Sled!?" ¿otra vez esa pregunta? A la mierda todo.

—¡A ti joder! ¡Te quiero a ti! ¡Estoy jodidamente enamorado de ti!— levantó la cabeza de repente, su expresión cambió y el odio desapareció de su rostro. Tras unos segundos se tapó la boca con las manos y sus ojos se achinaron, poniéndose a brillar por las lágrimas.

"¿E-en serio? ¿Entonces… me quieres?" estaba por cogerla de las manos y matarla a besos, pero me controlé.

—S-sí… y estoy harto de que me des portazos en la cara. Quiero estar contigo Spike— di un paso hacia ella y se acercó para dejarse rodear por mis brazos. Me sentí tan bien al volver a sentir su aroma, si por mí fuera no la soltaría jamás.

"Aún con todo lo que te hice… me quieres…" eso también podría aplicarse a ella.

—Spike, no vuelvas a separarte de mí por favor— alzó la vista para mirarme, tenía una mirada adorable que no le había visto antes.

"No te muevas y cierra los ojos" oh cielos, ¿va a besarme? Tragué saliva y me preparé para el momento, me puse nervioso. Se separó de mí y seguí con los ojos cerrados como si sus órdenes fueran imposibles de desobedecer. Por el ligero ruido de su aleteo alejándose, intuí que se había hacia su habitación.

¿Qué irá a buscar?

Entonces la sentí detrás de mí y me llevó las manos a la espalda para echarles escarcha. Me las inmobilizó. Esto empieza a ser raro. ¿Y el beso?

—¿S-Spike?— me estaba incomodando y desde que llegué en ningún momento me dijo que ella sentía lo mismo por mí. ¿Iba a torturarme?

"Shh…" sentí algo suave a la altura de mis ojos y como lo ataba a mi cabeza. Debía de ser una cinta o algo por el estilo. Genial, y ahora sí que no puedo ver… Me estaba impacientando y poniéndome nervioso al no decir nada.

Sus manos corrieron por mi nuca y terminaron en mi torso. Pude sentir ligeramente su rápida pulsación con el tacto de sus manos. No podía aguantar más, tenía que besarla pero no la veía ni podía usar las manos. Era frustrante.

Me fue empujando ligeramente hasta que choqué contra la pared y entonces, pude oír su agitada respiración cerca de mi cara. Un dedo se paseó por mis labios y mi paciencia estaba bordeó mi límite. Vamos, hazlo, hazlo…

—Hazlo…— bésame por lo que más quieras…

Me cogió la cara con sus manos y noté el dulce tacto de su lengua en mi labio superior, corriendo lentamente de izquierda a derecha y luego, por el inferior de derecha a izquierda. Intenté quitarme la escarcha de las manos, ya no podía más, pero aún no se había derretido lo suficiente como para poder romperlo. Por suerte, mi temperatura estaba subiendo por momentos.

Intenté acercar mis labios a ella pero se apartó, y entonces su lengua siguió por mi mejilla dándome lentos y excitantes besos.

—S-Spike… quiero tus… labios— no podía moverme, pero hablar sí, aunque me costó un poco en esa situación.

"¿A sí…? ¿Los quieres…?" dijo susurrándome al oído. Mi cuerpo estaba por estallar, tenía el cuerpo con los pelos de punta y mi miembro se estaba angustiando.

—Sí…— por la cálida respiración de su boca intuí que se dirigía hacia ellos. Y los rozó. Fue tan rápido como un pestañeo pero nuestros labios se rozaron por un momento y mi vientre dio un vuelco.

"¿Que… harás con Peri?" la definición de bajón se quedaba corta para expresar ese momento. Peri era la única cosa en la que no quería pensar en ese preciso instante. Me negué a contestar, primero porque no sabía qué hacer con ella y segundo porque no quería hablar de ese tema ahora "¿No querías mis labios?" eres mala, cruel, vengativa y despiadada, ¿cómo puedo quererte tanto?

—Vale… La voy a… dejar…— dije lo que quería oír, en ese momento vendería mi alma por esos labios. Entonces me escarchó los pies en el suelo para que no pudiera escarpar de ahí.

"Dime la verdad o te dejo aquí y me voy" mierda, va en serio, estoy entre la espada y la pared.

—E-está bien. No puedo hacerle eso a Peri, soy… incapaz ¿vale? No soportaría romperle el corazón… no sé qué voy a hacer— tendría que haberle mentido.

"Lo sabía" me liberó de su escarcha, poniéndome tenso "Sabía que tenías un buen corazón" respiré aliviado. Hice lo correcto, pues me besó en los labios sin cesar. Me estaba derritiendo por dentro, nuestras lenguas no tardaron mucho en conocerse y pelearse por el espacio ahí dentro. Al fin pude abrazarla y poseerla como tanto había deseado.

Me olvidé por completo de quitarme la venda de los ojos, no necesitaba ver nada, con sentirla era más que suficiente. Tras unos minutos de estar en una nube compartiendo nuestras bocas y nuestros cuerpos, Spike se apartó de mí para respirar y quitarme la camiseta. Entonces mis ojos se quedaron al descubierto y pude ver lo tremendamente enrojecida que estaba Spike.

Era puro fuego, sus ojos ardían más que nunca por el deseo y la locura. Tenía que poseerla, le quité el cinturón para desnudarla pero me frenó con sus manos.

"No… aún no…" sus palabras y su cuerpo no estaban de acuerdo "no mientras salgas con Peri" me deprimí al saber que no podría hacerlo hasta que rompiera el corazón de mi novia, era muy injusto pararnos ahí, pero si ella se enteraba de que hice el amor con Spike me mataría, la creía capaz.

—¿Estás segura?—

"No… pero no quiero hacerle eso a Peri… si tanto me quieres, termina con ella. Hazlo por mí" le di un intenso beso antes de contestar.

—Bien, lo haré, pero no ahora— estaba decidido a hacerlo por ella, estaba dispuesto a partirle el corazón a mi novia a la cual apreciaba tanto por estar con ella.

Asintió con la cabeza y le besé el cuello. Amaba cada parte de su cuerpo, me volvía loco y cada vez perdía más el control.

No puso mucha resistencia al quitarle poco a poco el vestido y me dejó que me adueñara de sus pechos. Caliente, muy caliente. Nuestros cuerpos nos pedían más y nada nos iba a poder parar.

Mi mano descendió hasta su sexualidad. Estaba ardiendo, más de lo que esperaba.

"P-para… para… no… sigas…" la besé para que no pudiera decir más y entre nuestros labios empezaron a surgir gemidos ahogados. Su diosa entrepierna estaba más que preparada para el asalto y yo moría impaciente por compartir fluidos.

Por desgracia ella no estaba dispuesta a hacerlo y me escarchó el brazo con el que le estaba dando placer para que me detuviera.

"Lo… siento… no puedo" joder, ¿y nos vas a dejar así? Golpeé mi brazo contra el suelo para romper la escarcha y la cogí de las muñecas para que no pudiera hacer nada. Se las eché encima de la cabeza con una mano y me quité los pantalones con la otra. Cambié la posición para apoyar su espalda a la pared. Sus ojos me pedían a gritos que lo hiciera y no opuso mucha resistencia así que, sin apartarle la mirada, le subí sus piernas y rodeándome la cintura con ellas, empecé a penetrarla con amor.

—Te deseo con todas mis ganas— fue mágico, sus gemidos, su cuerpo, ella. Nos habíamos hecho uno en ese momento y disfruté como nunca compartiendo nuestro placer. Disfruté como nunca antes, cada penetración nos hacía sentir mucho más y mucho mejor. Inolvidable, increíble, indescriptible, palabras que se quedaban cortas para expresar ese mágico momento.

Llegamos al éxtasi juntos, fue con diferencia, el mejor polvo de mi vida. Terminamos en el suelo exhaustos por tal dosis de placer, uno al lado del otro.

No hacían falta las palabras, para ella también fue increíble y lo sabía. Tras unos minutos de besuqueos, nos tranquilizamos y Spike se levantó.

"¿Cuando lo harás?" entendiendo que se refería a terminar mi relación con Peri, respondí.

—Hoy mismo, quiero pasar la noche contigo— sonrió. Ella también quería, pero no sabía muy bien como terminaría la cosa y qué humor tendría después de romper con Peri.

Recogió esa venda que me puso en los ojos y me la ató en el brazo.

"No la pierdas" nos besamos y se fue al baño. Uau, aún no me creo lo que acabamos de hacer. No podía borrar la sonrisa de mi cara.

Me levanté y fui hacia el baño. La vi sentada con los codos apoyados a las rodillas y la cabeza entre sus manos. ¿Está llorando? No puede ser.

—Eh… ¿qué te-—

"Soy horrible. Soy un hada horrible…" no me gustó para nada verla así después de hacer el amor "Peri jamás me perdonará" me sentí muy culpable por hacerla sentir así, fui yo quien insistí en hacerlo después de todo.

—Oh vamos, Spike— me arrodillé para ponerme a su altura —eres un hada maravillosa y me encantas. No te preocupes por Peri, yo me encargaré de ella ¿vale? Todo saldrá bien, ya verás—

"Pero… he roto vuestra relación por mi culpa… Peri no querrá que sigamos siendo amigas después de esto" entendía su situación, su posición era un tanto delicada, aunque no tanto como la mía. Yo era quien tenía que cortar con Peri.

—Eso no ocurrirá, puedes estar segura. Escúchame, tú no has hecho nada malo, aquí el culpable soy yo así que si Peri tiene que dejar de ser amigo de alguien, será de mí, y haré lo posible para que eso no pase— que Peri no quisiera volver a dirigirme la palabra era algo muy probable y no me gustaba para nada, pero era un riesgo que tenía que tomar si quería estar con Spike —Vamos, levanta—

La ayudé a levantarse y nos quedamos de pié, desnudos, mirándonos.

"¿Qué p-" esperé a que dijera algo para cortarla.

—¿Sabes jugar al 'me hubiera'?— ella tenía que dejar de pensar en Peri y ponerse a pensar en nosotros, así se animaría.

"¿Ese juego en el que dices algo que te gustaría haber hecho y el otro dice si es verdad o no?"

—Sí, vamos a jugar, y si acertamos, un beso. ¿Qué te parece?— ese juego era muy bueno para conocer los secretos más profundos del otro, no era la primera vez que lo usaba para conocer a hadas.

"Vale, empieza"

—Muy bien, vamos al comedor mejor— el baño no era un precisamente el mejor sitio para jugar. Nos vestimos por si aparecía alguien y empezamos —A ver… Me hubiera gustado… pasar más tiempo contigo estos años—

"Cierto" sonrió y esperó el beso que tiernamente le di "Vale me toca. Me hubiera… gustado hacer un trío contigo y Peri" eso me desconcertó por completo, no sabía si era cierto o no, ni tampoco si quería que lo fuera. A ver… ella y Peri… no creo que tengan una relación tan estrecha.

—Falso, no serías capaz— levantó una ceja y me miró con cara de '¿estás seguro?' pero luego me besó sonriendo.

"Era broma, sólo quería ver cómo reaccionabas" menos mal que he dicho falso…

—Muy bien, ahora yo. A mí me hubiera gustado no haber empezado a salir con Peri—

"Hmm… cierto. Así no tendrías que dejarla"

—Es falso. Si no lo hubiera hecho no creo que estuviera aquí contigo. Te toca—

"Vale… me hubiera gustado que comieras con nosotros" interesante… parece cierto pero no creo que lo sea.

—¿Falso?—

"Acertaste" bien. Me dio un beso "estoy segura de que si te hubieras quedado la habría liado y habría echado la comida a perder, tenía invitadas del lado cálido ¿sabes? No puedo estar en la misma habitación que tú sin pensar en cosas… ya sabes"

—¿Pervertidas?— su sonrisa la delató —¿Por eso huías casi cada vez que estábamos juntos?—

"Bueno… casi todas. Te toca" si me lo hubieras dicho antes

—Me hubiera gustado jugar a este juego contigo hace mucho tiempo—

"No se vale, este es demasiado obvio. Otro" cierto. Le di un beso igualmente.

—Vale, a ver… me hubiera gustado que me mordieras mientras hacíamos el amor—

"Ostras… em… ¿falso?" su cara hizo reírme.

—Pues no. No me preguntes por qué, pero tus mordiscos me ponen, gatita—

"¿Te gusta… el sado?" la confundí.

—N-no, es decir… tampoco es que lo haya hecho nunca pero, si fuera contigo, no me parecería mal…— su reacción no fue del todo mala, lo cual me gustó. Al parecer estaba abierta a probar cosas nuevas.

"Muy bien. Pues a mí me hubiera gustado tener sexo duro en público" ¿en serio? No puede ser.

—¿En público? Espero que sea falso…— me dio el beso y seguimos jugando durante más de una hora. Compartimos gustos, aficiones, peculiaridades nuestras y un agradable etcétera. Me encantaba saber más cosas de ella, después de tanto tiempo y no sabía muchas cosas de ella.

Me lo pasé genial aquella tarde, pero llegó un momento crítico. Se estaba haciendo tarde y la visita guiada de las demás ya debería de estar terminando, lo cual significaba que faltaba poco para la rotura.

"¿Cuando vas a ir?"

—Ahora, supongo que cuanto antes me lo quite de encima mejor… supongo que las del lado cálido se habrán ido. Qué pocas ganas tengo de hacerlo…—

"Ni se te ocurra echarte atrás. Si no se lo dices tú se lo diré yo" eso sí que no.

—Tranquila, lo haré. Será mejor que vaya ya, dentro de poco se hará de noche—

"De acuerdo. Ah, si puedes, pídele consejo a Gliss antes, ella sabe más que nadie cómo tratar a Peri"

—Vale, gracias. Nos vemos luego cariño— tras un beso de despedida, fui hacia casa de Peri, sin prisa pero sin pausa, preocupado por su reacción. Allí no había nadie, aún debían de estar con las hadas del lado cálido, pero no podían tardar mucho en irse por el frío.

Fui hacia la frontera y me las encontré volviendo por el camino. Vale, seguiré el consejo de Spike.

"¡Sled! Por fin apareces, ¿qué ha pasado con Spike? ¿ya os habéis vuelto a pelear?" casi que mejor que no lo sepas.

—Em… Gliss. ¿Puedo hablar contigo un momento? A solas— Peri se extrañó.

"Vale, claro…" dejamos a Peri ahí sola, algo preocupada, y nos fuimos a un pequeño bosque que había por ahí "¿qué pasa Sled? ¿Qué le has hecho a Spike?" si supieras

—Pues… digamos que hemos hecho las paces. Mucho— lo pilló a la primera —y… tengo que romper con Peri— dije en voz baja por si acaso.

"Jo-der. No hay quién os entienda, en serio, estáis como una cabra. ¿Estás seguro de que quieres hacerlo? ¿Lo has pensado bien? Ella está loca por ti y lo sabes"

—Sí, ya lo sé, pero tengo que hacerlo. Ayúdame por favor, no quiero destrozarle el corazón, solo… rompérselo un poquito—

"Uff… no te va a ser fácil. Peri es muy cabezona y caprichosa, supongo que te habrás dado cuenta" recordé cuando ayer mismo me atacó sexualmente por sorpresa "A ver, si vas a hacerlo, tienes que ir muy despacio, con alas de plomo. No puedes soltarle que la dejas por Spike tal cual, sé cauteloso y escoge muy bien tus palabras. Ah, y hazlo en su casa si no quieres que empiece a romperlo todo, a veces se pone muy agresiva"

—¿Tan agresiva es? No lo parece—

"Cuando se enfada sí, y no quiero ni imaginarme lo enfadada que llegará a estar contigo, eres su primer amor. Después de esto dudo que volváis a ser amigos… pero bueno, nunca se sabe"

—Me lo imaginaba… vale, ¿algo más que deba saber antes de que me mate?—

"Pues… no le grites por nada del mundo, y si te pega… ni se te ocurra hacerle lo que le hiciste a Spike" su voz seria me dio miedo y todo, me sentí muy amenazado.

—Tranquila, no sería capaz— entonces escuché un ruido de fondo —Creo que nos está espiando un poco—

"Sí, su curiosidad puede con ella. Espero que no nos haya escuchado"

—¡Peri! ya puedes salir— apareció de su escondite y se acercó.

"Hehe… sólo quería saber de qué hablabais… ¿qué pasa con Spike?" bien, no ha escuchado nada.

"Nada, esos dos, que no hay quién los entienda. Bueno, yo me voy a ir a casa que mañana hay que madrugar. Qué os lo paséis bien chicos~" y nos dejó solos.

"Vaya… y ¿porqué no os podéis llevar bien de una vez…?"

—Te lo contaré cuando lleguemos a casa. ¿Te parece bien que vayamos a la tuya?—

"Sí, claro, ningún problema. Te has perdido la visita guiada, fue muy divertido. Fuimos a patinar, al bosque de la escarcha…" me contó todo lo que hicieron por el camino mientras pensaba en cómo cortar con ella "bueno, ya estamos aquí… ¿Ocurre algo Sled? te veo muy distraído"

—Bueno…— allá vamos —Tengo que hablar contigo—

"Pues hazlo, ¿a qué esperas?" no entendió el tono de mis palabras.

—Bien, siéntate— nos sentamos y me preparé por el momento —como ya sabrás, Spike estuvo colada por mí hace un tiempo y por lo que parece ahora también lo está— frunció el ceño sin saber a dónde quería llegar.

"Aha…"

—Es precisamente por eso que nos es difícil estar juntos y actuar como si fuéramos amigos…—

"¿Quieres decir que nunca podréis ser amigos? ¿Es eso?"

—No exactamente. Verás Peri, me gustas mucho y te aprecio, de verdad, pero tengo que ser sincero contigo— sus ojos aterrados me preocupaban, y mucho —Me he enamorado de ella—

"¿¡Qué!?" mierda, fui demasiado directo "¿¡Estás de coña!? ¿¡De Spike!?" se levantó de golpe, casi tirando la silla al suelo.

—Mira Peri, n-—

"¡Pero si os lleváis de pena! Tiene que ser una broma ¡te dio un bofetón por qué sí esta misma tarde! ¡Delante de todos!"

—Sé que puede ser difícil de entender pero a-—

"¡¿Difícil?!" vino hacia mí muy enfadada, hasta que se dio cuenta de algo que al parecer estaba pasando por alto "Espera, ¿vas a romper conmigo? ¿¡Estás rompiendo conmigo!?" me levanté despacio y mantuve una distancia prudencial por miedo, luego asentí con la cabeza.

—Peri, no quiero que pienses que ha sido por tu culpa o algo. Tú eres genial y te aseg-—

"Dime una cosa," no me estaba escuchando "¿estabas enamorado de mí cuando empezamos a salir?" mierda, no puedo responder a eso.

—El caso es que-—

"¡Contesta! ¡Sí, o no! Y más te vale que digas la verdad" mierda.

—No… pero me empezaste a gustar al estar contigo y conocerte más, me enamoré de ti al primer día—

"¿¡Cuántas mentiras me has contado!? Partiendo de esa base… ¿cómo he podido ser tan inocente…? ¡Maldito mentiroso de mierda!" se lanzó hacia mí y empezó a pegarme en el pecho sin mucha fuerza mientras se puso a llorar. La abracé y no pude aguantar mis lágrimas.

—Lo siento mucho Peri, para mí también es difícil todo esto…—

"¿¡Otra de tus putas mentiras!?" le subí la barbilla para que me mirara y viera la penosa cara que debía de tener como respuesta "Joder…" sollozó "¿por qué…? ¿cómo puedes dejarme por… Spike? Soy mucho mejor que ella…"

—Lo sé, eres la mejor hada que he conocido jamás… pero con todo lo que pasó con Spike… no puedo ignorarla. No espero que me perdones por esto— me empujó de golpe y me dio la espalda.

"¡Pues claro que no te voy a perdonar! ¡No pienso perdonarte nunca! ¡Vete ahora mismo!"

—No. No me iré dejándote así—

"¡Te odio! ¡Lárgate de una puta vez! ¡Vete con ella y déjame en paz!" me acerqué a ella y puse la mano encima de su hombro para tranquilizarla pero reaccionó dándome un tremendo codazo en toda la barriga que me dejó de rodillas. Era fuerte después de todo.

—Me lo… merezco…— me costaba respirar, pero si con eso se sentía mejor…

"¡Pues sí! ¡Por mentiroso! ¡Que te jodan! Se va a enterar esa loca" ¿qué? Me dejó ahí tirado y se fue de casa. Mierda, se ha ido a casa de Spike.

Me levanté como pude y con un dolor intenso en mi costado, me puse a volar hacia allí. Tenía miedo de que esas dos se pelearan, podría ser la fin del mundo.

Tardé un rato en llegar, pero es que cada aleteo dolía cada vez más. Por los gritos que escuché, supe que no iba bien la cosa. Nada más tocar el suelo de su casa caí rendido al suelo.

"¡Serás marica! ¿Es que no aguantas ni un puto golpe?"

"Oh dios mío ¡Sled! ¿Qué te ha hecho?" se acercó Spike para atenderme "¡Peri! Te has pasado"

"¡Se lo merece, por capullo!"

"Veo que no ha salido bien la cosa eh…" dijo en voz baja "A ver Peri, entiende la situación, sé que quieres mucho a Sled pero a veces-"

"¡No me vengas con gilipolleces! ¡Qué te jodan!" fue hacia ella y le dio una patada en toda la cara, me dolió hasta a mí "¡Haced lo que queráis!" y se largó dejando a Spike con un moratón en la frente.

"Genial… ahora nos odia a los dos… Argh…"

—¿E-estás bien…? Lo… siento Spike. Hice lo que… pude— me dolía al hablar y casi ni me podía mover.

"No te preocupes, no ha sido un golpe muy fuerte. Ven aquí anda, te llevaré a la cama" me cogió en brazos y me tumbó en su habitación con cuidado. Realmente me había dado un buen codazo, no me extrañaría que tuviera alguna costilla rota "¿Estás mejor?"

—S-sí… gracias ¿y tú?—

"Te he dicho que no es nada… déjame ver tu herida" me quitó la camiseta para comprobarla "Uff… t-te duele cuando-"

—Aa~ah… para para— dolía, y mucho, demasiado para ser una herida leve.

"Hm… deja que te escarche la zona. Puede que tengas una costilla fracturada, mañana te llevaré a las hadas sanadoras" joder, me salió caro romper con Peri.

—V-vale… ¿y por qué mañana y no hoy?—

"Shh, a callar. Tienes que descansar" me dio un beso que tanto necesitaba "Sabía que te gustaba que te pegaran, pero no tanto…" al reír me dolió la herida "Vale, nada de bromas… te prepararé algo de comida, no te muevas" no podría moverme aunque quisiera.

Descansé en su cama y respiré despacio para que el dolor desapareciera poco a poco. Cerré los ojos y pensé en la corta relación que tuve con Peri. Maldita sea, no quería que ella y Spike se pelearan… no fue culpa suya.

Al cabo de unos minutos volvió con la cena.

"¿Cómo tenemos al enfermo hoy?" ¿ahora jugamos a los médicos? "no te muevas, te daré de comer" se puso una baya entre los dientes y me la puso en la boca.

—Así saben mejor— me fue dándolas entre besos cada vez más duraderos y terminamos enrollándonos sin terminar la cena. Me desató la cinta que aún llevaba en el brazo y me ató las manos en el cabezal de la cama —oye… que tengo una grave herida…—

"No te preocupes, no tendrás que hacer nada" se desnudó delante de mí y me bajó los pantalones para jugar conmigo. Con un ligero roce se me endureció "Relájate…"

Me calmé hasta que cambió su mano por la lengua, la recorrió toda antes de metérsela en la boca. Por su habilidad supe que no era la primera vez que lo hacía. Se sentía tan bien, me masajeaba mientras me chupaba con su lengua pero al poco rato me empezaron a doler las costillas. Aún así no quería que parara, aguanté unos segundos más hasta no pude callar un quejido de dolor.

"Hm… ¿te duele?"

—U-un poco… sí—

"¿Y por qué no me lo decías…? Perdona, creí que así no te dolería… Es que tenía muchas ganas de…"

—No pasa nada… ¿me desatas? Tengo los brazos dormidos— lo hizo y ahí estaba otra vez, aquella odiosa sensación en mis brazos —Tendremos que dejarlo para otro día gatita—

"Qué le vamos a hacer. ¿Quieres echarte a dormir o te llevo al centro médico?"

—Dormir— se echó a mi lado abrazándome suavemente, desnuda

"Mañana estarás mejor, ya verás"

—Eso espero…— y así, con alguna molestia al no poder moverme ni tumbarme hacia los lados, conseguí caer en sueño.

Había sido un día muy duro y necesitaba descansar la cabeza unas largas horas. Quería arreglar las cosas con Peri, me gustaría que pudiéramos ser amigos aunque lo veía complicado. Pese a todo, conseguí estar con Spike y eso era lo que importaba.