hola se que no soy una gran escritora pero esta es un ahistoria la cual me gustaria que conocieran y dieran su punto de vista espero sus comentarios aunque sea para decirme que no les gusto y si les gusta tambien haganmelo saber para darme animos.

los personajes son de la saga crepusculo, solo la trama es mia. espero les guste.


Eran cerca de las diez de la mañana el curso comenzaba en menos de media hora no podía llegar tarde era lo único que me faltaba para poder graduarme y poder ejercer sicología infantil, me encantaban los niños y sentía que que podía estar cerca de ellos en esta profesión.

No tuve cuidado al cruzar el estacionamiento venia buscando mi cel. Para mandarle un mensaje a Edward e indicarle que era posible que saliera tarde por lo que no podría acompañarlo a comer, iba tan concentrada que no vi la furgoneta que derrapaba sobre la superficie congelada del estacionamiento y se dirigía directamente a mí el traer mi ipod a todo volumen tampoco ayudo.

Solo sentí el golpe sobre mi costado y en cuestión de segundos estaba sobre el frio pavimento, y un peso enorme que no me dejaba respirar bien, trate inútilmente de levantarme pero una mano sobre mi hombre derecho me lo impidió, fue en ese momento que caí en la cuenta que el peso era el cuerpo de un hombre sobre.

-Qué diablos- fue lo único que salió de mi boca después de lo sucedido.

-Bueno espera por lo menos un gracias pero dado el golpe recibido es comprensible- Escuche una voz burlona a la vez que áspera agregar a mi comentario para nada acorde con la situación.

El se incorporo y quedo sobre sus rodillas todavía con sus manos sobre mis hombros impidiéndome levantar.

-Deja que me levante, ¿Qué es lo que ha pasado?- Volví inútilmente a tratar de incorporarme-

-Quédate donde estas has recibido un buen golpeen la cabeza y estas sangrando es posible que tengas alguna contusión y el movimiento podría agravar las posibles heridas internas-

En ese momento sentí el olor de la sangre como a oxido y a sal y mi cabeza comenzó adarme vueltas, agradecí estar recostada para evitar caer pero tampoco era muy agradable el frio pavimento que ya comenzaba a penetrar mis ropas.

-solo quiero levantarme del pavimento está muy frio y húmedo y no me gusta lo frio y húmedo-

El soltó una risotada al escucharme y me ayudo levantarme lentamente, en cuanto se oyeron las sirenas, hasta ese momento vi la van estampada sobre una furgoneta roja de los años 50 creo no se mucho de auto, lo que si se es que tal vez a mi padre le encantaría verla es fanático de todo tipo de auto antiguo, no entendía el por qué necesitaba un volvo de reciente modelo.

Los camilleros me sacaron de los brazos del tipo que estaba sosteniéndome, y me colocaron el collarín, me subieron a la camilla y gemí ante el dolor en mi cabeza y distintas partes de mi cuerpo.

Comenzaron a inyectarme analgésicos que comenzaron a hacerme efecto y mis parpados comenzaron a cerrarse.

Todo era confuso, oscuro y solo recordaba una par de fuertes brazos sosteniéndome un aliento con aroma a yerbabuena, siempre me gusto la yerbabuena, un par de ojos negros que me penetraban y esa sonrisa picara tan cálida tan sencilla y fácil.

Todo me vino de golpe la van el golpe el frio suelo la ambulancia, trate de incorporarme y todo me dio vueltas y me volví a recostar sobre las almohadas me fije en la paredes eran de color pálido, las cortinas eran de color verde deslavado, daban un toque verdoso a las paredes cuando la luz se filtraba por entre ellas.

El ruido de la puerta al abrirse me saco de mis pensamientos, una enfermera de unos cuarenta y picos de años pero con una enorme sonrisa reflejada en el rostro, yo le devolví la sonrisa y ella se dedico a aplicar mas analgésicos al suero y agrego con voz rebosante de condescendencia.

_Hola pequeña qué bueno que ya despertaste, sientes algún dolor o molestia? Si necesitas algo avísame ok enseguida viene el médico que te está atendiendo eres muy afortunada todas quisiéramos tener ese doctor a nuestra disposición las 24 horas del día a parte de ser muy guapo también es muy agradable principalmente con las chicas lindas._

Al terminar la última frase me guiño el ojo en complicidad en ese momento la puerta se abrió y entro el médico, y tenía razón era muy guapo tenía una sonrisa tan cálida que te contagiaba a sonreír también, pero se me hacia conocido de algún lado, forcé mi mente ya que un tipo tan guapo no se puede olvidar.

_Hola Isabela espero que la señorita cope no te este mareando con tanta charla tiende a marear a los pacientes con su plática sin necesidad de medicación, créeme lo e visto._

Sonreí ya que era imposible no hacerlo con tremendo tipo delante de mí por un momento me sentí adolecente deslumbrada por el médico lindo dios me siento como en grey anatomy*.

Trate de sacudir mis pensamientos fuera de mi mente ya que no era normal yo tenía un chico estupendo esperando por mí para llevarme al altar y yo con mis ensoñaciones y médicos sexys, dios tengo que salir de aquí.

El médico lindo tomo mi expediente y comenzó a hacer el chequeo de rutina yo seguí con el dilema de recordar donde lo había visto.

Tomo mi muñeca para verificar mi pulso y sentí una corriente recorrer toda mi espina la cual me hizo emitir un leve gemido que estoy segura por su reacción se dio cuenta, ya que levanto la vista y nos quedamos viendo durante segundos antes de que me soltara tomo el estetoscopio y pidió levantarme con la ayuda de la enferma y lo coloco sobre mi espalda estaba un poco frio por lo que me volví a estremecer, el siguió haciendo su chequeo y yo sentía que me quemaba con cada roce de su piel yo no sabía que es lo que me estaba pasando.

Decidi hablar para cortar el silencio incomodo en el cuarto, cuando se escucho una discusión el el pasillo.

"como que no puedo entrar acaso no sabe con quién está usted hablando, claro que puedo pasar y lo hare en este mismo momento este es el hospital de mi padre, y no me importa con quien este ella es mi prometida la quiero ver ahora"

La puerta se abrió de golpe y un muy molesto Edward entro por ella en cuanto me vio y su rostro se suavizo.

Bella cariño estas bien no había podido venir porque esta bola de ineptos no me dejaban pasar pero ya estoy aquí y todo va a salir bien ya lo veras pequeña.

El me tomo ambas manos y me las beso, luego inspecciono mi aspecto y frunció el ceno al doctor que se encontraba hasta ese momento parado frente a la cama viendo toda la escena sin hacer comentario alguno.

_Lamento informarle que estas no son horas de visita así le agradecería que se retirara y volviera por la mañana cuando sea el horario oportuno_

Puntualizo el médico algo molesto no estaba segura pero vi como se miraban Edward y el cómo retándose ambos.

_Pues lamento decirle que yo no me muevo de aquí, si tiene algún problema véalo con el director del hospital _
dijo tajante Edward a el doctor quien se fue refunfuñando de la habitación, nos quedamos solos y Edward volvió a preguntarme mi estado por mas que le decía que estaba bien el no me creía y tomo el expediente y comenzó a leerlo.

_En serio Edward estoy bien solo fueron unos puntos casi invisibles y algunos moretones de lo demás el doctor dijo que estaba bien, pero de todas maneras me alegra que hayas venido a verme no tengo ni idea de cuánto tiempo a pasado._

El como era de esperarse se quedo en el hospital a hacerme compañía dijeron que si al día siguiente no había complicaciones podría salir de aquí.

Porque en el momento que había visto a aquel hombre su cuerpo había reaccionado y Isabela no se lo podía creer, y estaba muy disgustada consigo misma.

Por la mañana llego el doctor lindo a inspeccionar mis heridas y sufrí de los mismos calores que la vez anterior para mi fortuna Edward había ido a arreglar todo para que una ambulancia me llevara hasta la casa de sus padres alegando que de esa manera su padre podía estar al pendiente de mi y ver personalmente mi recuperación.

Al momento de terminar el chequeo el doctor comenzó a hacerme preguntas sobre el accidente, del cual yo solo recordaba partes si y partes las tenía en blanco a lo que comento que se debía al trauma por la impresión recibida comento que en unos días cuando los golpes comenzaran a sanar lo recordaría todo y entonces nos volveríamos a ver, iba a preguntar el por qué de su comentario cuando Edward entro con su padre tras de él y un par de enfermeros con una camilla que me trasladaría a la ambulancia, el doctor se acerco simulando que tomaría mi presión y susurro al oído, el mundo es un pañuelo.

Antes de irse el médico me miró fijamente y no pudo evitar estremecerme.

Sus últimas palabras me dejaron con incertidumbre ya que no sabía a lo que se refería en realidad no recordaba muy bien lo que había sucedido Edward me lo había narrado pero no podía juntar su narración con el accidente que había sufrido decidí no darle importancia y tal vez como dijo el doctor todo estaría bien en cuanto mis heridas sanaran.

Llegamos a casa de los padres de Edward y Esme la madre de Edward estaba en la puerta esperando por mí, pedí que me dejaran caminar y lo único que conseguí fue que me metieran en silla de ruedas.

Estaba algo molesta por lo exagerado de la situación nunca me había gustado depender de nadie para hacer mis cosas y ellos no dejaban que moviera un dedo, incluso Edward se negó a dormir conmigo en la misma cama por miedo a lastimar mis heridas, por lo que pidió se metiera otra cama en la habitación para pudiéramos dormir cerca.

_Edward es una necedad no tengo heridas abiertas mas que los puntos de la cabeza no es necesario que hagas esto, además si voy estar en la misma habitación que tú te necesito a mi lado abrazándome._

Lo más que conseguí fue que aceptara acostarse conmigo hasta que me durmiera.

Esa noche soñé con el doctor que por cierto nunca le pregunte su nombre solo sabía que se apellidaba Black, un apellido acorde al color de sus ojos negros como boca de lobo.

Lo peor era que la atracción había sido mutua. Mi experiencia con hombres no es muy dilatada, pero sabía perfectamente cuándo le gustaba a uno y había aprendido a evitarlo.

Ya habian pasado una semana y tenia que ir al hospital para que me retirarn los puntos de la cabeza Edward había insistido en que lo hiciera su padre pero me negué con la escusa de salir un poco accedió con la condición que lo esperara a que llegara para que el me trasladara personalmente.

Esa mañana había esta cavilando de que manera se vestiría ya que sabia que el doctor Black seria el encargado de retirarle los puntos.

Sin embargo, sentía la necesidad de maquillarme, de ponerme un vestido algo más femenino y de soltarme el pelo.

«No seas estúpida», murmure determinada a no deshacerme el moño mientras me miraba al espejo.

me había puesto una falda negra, una chaqueta del mismo color y una blusa blanca, y pensaba llevarlo todo bien atado hasta arriba.

Mi apariencia recordaba a Jackie Kennedy y, por supuesto, no necesitaba maquillaje ni joyas.

Perfecta.

_Buenos días, señorita Swan. Siéntese, por favor.

Aquel hombre tenía una voz segura y fuerte. El deseo se apoderó de mi con una urgencia sorprendente. No había tenido una reacción física tan intensa con sólo ver a un hombre u oír su voz desde la adolescencia.

_He leído su expediente y me ha parecido que ha mejorado usted estupendamente bien. También me interesa saber cómo se siente emocionalmente_

Sentirme atraída por él hacía que me muriera de miedo, porque sabía que el deseo hacía que una mujer inteligente tomara decisiones estúpidas. Por eso, decidi centrarme en mi salud y no en el deseo que producía en mi.

_Buenos días doctor Black._

_Por favor, llámame Jacob —contestó él.

_Bueno, ¿quieres que hablemos de mis resultados?

_Primero, me gustaría saber un poco más sobre ti.

_Tienes toda la información que necesitas en mi expediente.

_Prefiero oírla de tu boca.

_Creía que esta cita iba a ser una para revisar mis resultados_

Comente sin querer ofender al doctor, pero con tono serio.

_Mis mejores amigos han sido primero pacientes míos —me dijo.

_No tienes aspecto de tener muchos amigos _comente en tono sarcastico.

_Pareces una mujer muy intuitiva _contestó el en tono desafiante_Eso no quiere decir que tú y yo no pudiéramos llegar a ser grandes amigos.

_Veo que dices las cosas a las claras._ Comente en el mismo tono.

—De no ser así, jamás habría llegado a donde he llegado. En esta vida, hay que saber pedir lo que se quiere.

_Si esto va a ayudar a que me den de alta que lo dudo, no hay ningún problema _dije demasiado brusco_. Si lo que me estás proponiendo es una relación personal, mi respuesta es no —concluí.

El asintió.

No parecía en absoluto ofendido.

_Respeto tu decisión _comentó_. Claro que eso no quiere decir que no vaya a intentar que cambies de opinión.

_Preferiría que no lo hicieras.

_Y yo preferiría que no me trataras como a un paria por el mero hecho de ser doctor del hospital en el que estas afiliada.

_Querer hablar de mi salud no es tratarte como a un marginado.

_Pero negarme la posibilidad de una amistad...

_Tú no necesitas mi amistad para nada.

_En eso, te equivocas —contestó el con sinceridad.

_No tengo ningún interés en convertirme en la amiguita de un hombre de negocios.

En ese momento entro una enfermera con los utensilios para que me quitaran los puntos, lo agradeci tenia decidio no volver a verlo despues de este dia tenia una vida planeada la cual no pensaba tirar por la borda por un deslis.


hola espero les haya gustado espero su rew con sus comentarios.

saludos