-¡Vamos a tomar helado! –gritó Tres mientras saltaba
-¡No! Mejor vamos a la dulcería –sugirió Dos
-Yo prefiero la dulcería –dijo Cinco
-A mi me da igual –les siguió Cuatro, mientras practicaba sus típicos puñetazos-, con tal de comer algo que me arruine los dientes...
-Supongo que esto lo decidirá Uno -dijo Dos mientras lo buscaba
Uno estaba detrás del grupo, cabizbajo. No había hablado mucho desde la llegada a La Casa del Árbol, después de una dura misión contra un adulto, Catarro.
-Uno¿tú qué opinas? –preguntó Tres
-¡Y le dije que le dije que me dijo que dije que le dijera que le decía que le dije!... Ejem, ejem, perdón¿qué decías? –respondió este
-¿Eh? En fin, queremos saber si prefieres ir a la heladería o a la dulcería
-¿Ah¿Qué¡Ah, sí! Me encantan los vegetales
-¿QUÉ! –gritaron todos al unísono en el momento en que se lanzaban sobre él para inmovilizarlo
-¡Retráctate de lo dicho, Uno! –gritó Cinco
-¿De qué cosa? –Uno no entendía nada
-Eso de que te gustaban los... –dijo Dos haciendo una pausa para poner cara de asco y continuar-... ¡LOS VEGETALES!
-Si, es que yo... ¿Qué dije QUÉ?
-¿En donde andabas, Uno? –preguntó Tres
-Lo siento, es que andaba pensando en la misión
¡Cuánto le costaba mentir a Uno! Sobre todo si era a sus amigos. ¿Sería que lo que vio fue un error? Eso esperaba, al igual de que sus amigos se levantaran y lo alejaran de meditar sobre aquello.
-Si vuelves a repetir eso, te pondré mis pataditas en tu trasero –dijo Cuatro mientras se arreglaba su polerón y sacudía sus pantalones
-¡Cállate Güero! Por lo menos Uno anda más preocupado de las misiones que de comer golosinas –le regañó Tres
-Vamos a comer, muero de hambre –dijo Dos
-Al final¿a dónde irán? –preguntó Cinco
-¡Uno tiene que decidir! –dijo con su típico tono Tres
-Supongo que a la dulcería –respondió éste
-Apurémonos... ¡MUERO DE HAMBRE! –alegó Dos
Como estaban a tres calles del lugar, no demoraron mucho en llegar, y por suerte, el estar tan cerca de allí, pasaron mucho menos tiempo escuchando los alaridos de Dos.
Como también era costumbre, saludaron al dueño de la dulcería, el Sr. Jalea, y le pidieron que cargara su consumo a la cuenta de KND.
-Tres, tú sabes lo que me gusta, por favor retíralo. Dile a Dos lo mismo, que saque lo que le gusta a Uno –ordenó Cinco
-¡A la orden! –dijo mientras se alejaba, girando sobre sí
Cinco se acercó cuidadosamente a Uno, pero éste la percibió a pesar de todo. No quería hablar con nadie, pero ella podría ser la excepción.
-Te noto algo raro¿pasó algo? –preguntó la Chica de la boina
-No... nada –respondió Uno, el cual por suerte que andaba con sus gafas, pues sus lágrimas (de impotencia) querían salir
-Te conozco, Uno. Sabes que puedes confiar en mi
-Gracias... Este, mmmm¿podemos conversar afuera?
-Claro
Salieron de la tienda y se sentaron en el suelo, cercanos a la puerta. Sólo deseaban que no se les escuchara. "¿Qué será aquello tan 'secreto' que me tiene que decir?", se preguntaba Cinco.
-Tengo un problema... ¿Qué pasa si una persona dice quererte, pero no es tan así?
-¿A qué te refieres? –Cinco quedó perpleja con tal pregunta
-Creo que me voy a complicar con esto, ya que es referente con Lizzie...
-¿Qué pasó, Uno?
-...Más bien creo que estuve alucinando. Vi a Lizzie, o tal vez a alguien muy parecido a ella, de la mano con otro tipo
-¿Lo conocías?
-Sí, y para mí, fue sorprendente
-¿Quién? Dime quien...
-Era uno de... –cambió su tono casi a punto de llorar-... Uno de la Otra Cuadra
-¿QUÉ! Pero¿estás seguro de que era ella? Es que no puedes hacer una acusación así y menos con uno de ellos
-Como ya te dije chaparra, puede haber sido alguien muy parecido
-Cinco piensa que debes hablar con ella
-¿Eso crees?
Le mostró una sonrisa, y no pudo decir nada más, ya que se abrió la puerta y empezaron a salir los tres restantes, hablando e intercambiando las golosinas que acababan de obtener
-Atención Chicos del Barrio –dijo poniéndose serio Uno-, debemos ir rápidamente a La Casa del Árbol –todos lo miraban en silencio mientras este cambiaba radicalmente su tono- para... ¡Comer los dulces! En marcha.
"¡Qué cambio de actitud! Pero mejor así" pensó Abby, que con la idea, no le dio mucha importancia. Su mente ahora estaba, junto con sus ojos, sobre su bolsa, al que llevaba Kuki.
Llegaron a La Casa del Árbol, en donde comenzó un gran desastre: paletas pegadas a los sillones, chicle por todas partes, en resumen, todo un despelote. Esos eran los efectos de dulces recién salidos del envase
-Mmmmm... nunca ha... bían estado... tan buenos –dijo entrecortado Dos mientras saboreaba su Chicloso
-Y esta paleta nueva¡está deliciosa! –decía Tres
Cinco tenía como costumbre el guardar sus dulces en un baúl que tenía escondido en un lugar secreto, para todos desconocido, pero ese día andaba diferente, cosa que todos se percataron.
-Cinco¿cómo es que estás comiendo los dulces de la bolsa y no de tu baúl? –preguntó Tres
-¿Ah¿Qué¡Oh, eso! Simplemente quería acompañarles –respondió
-Andas media rara –comentó Dos
-Acuérdate en la tienda –dijo Cuatro mientras le pegaba un codazo en el estómago a Dos-, estaba conversando con Uno a solitas –siguió con un tono burlón
-Era un tema de misiones –se defendió
-¡Abigail y Migue! –corearon Dos y Cuatro en tono burlón
-No la molesten, aparte que no se saben la canción –dijo Tres
-¿Y cómo sería? –preguntaron nuevamente en coro
-Es... Ejem, ejem... –usó su mano como micrófono - ¡A ABBY LE GUSTA MIGUE!
-Gracias Kuki por el apoyo
Abby tomó su bolso y salió de aquella pieza, dejando en aquella el duro sonido de un portazo. Se dirigió a su habitación, necesitaba pensar, tanto lo que le había dicho Uno como los comentarios de los demás.
¿Sería verdad que le gustaba Uno? "No, no puede ser" se respondió a sí misma, "el que seamos buenos amigos NO significa eso".
Podría ser así, ya que cuando la molestaban hace un rato, ella desapareció, cosa que no acostumbraba hacer. Con ese acto estaba corroborando sus sentimientos hacia él.
Por otra parte, estaba Uno pensando en Lizzie con aquel chico, el más pequeño de los hermanos de la Otra Cuadra. ¿Cómo le pudo haber fallado así¿Y si no era ella¿Cómo se perdonaría el hecho de haberla calumniado de esa forma?
-¡Auch!
Como estaba pensando en otra cosa y a la vez, arreglaba uno de los controles de una nave, al distraerse, le dio la corriente. Prefirió no seguir indagando entre los cables y decidió irse a dormir, aunque no lo creía tan posible, ya que su cabeza estaba llena de dudas.
Les Agradezco a todos quienes me leyeron, este es mi primer FanFic, y obviamente lo hice de KND Gracias tb a mi familia del cole por el apoyo, espero sus reviews
