314 Lucky Stiff
Castle se acomodó en el asiento de conductor de su Ferrari y esperó impaciente. Sabía que no tendrían demasiado tiempo, pero confiaba en la rapidez de su auto.
Ella llegó unos minutos después y le sonrió cuando vio la forma en que él la observaba, sin perder un solo detalle. Llevaba el abrigo abierto y él no podía quitar la vista de sus largas piernas…
-Castle solo llévame a mi casa… está bien? Tengo que cambiarme para ir al interrogatorio…- dijo ella mientras se subía.
-Lo que sea… ven aquí de una vez…- le dijo él y arrancó, velozmente, esquivando los pocos autos que había a esa hora en la calle.
Hey, tranquilo…- dijo mirándolo de costado, adoraba la forma en que él ya no se molestaba en ocultar ante ella su deseo.
-Cómo crees que puedo estar tranquilo con ese vestido que llevas puesto?- le dijo deslizando su mano sobre la pierna de ella.
-Estamos trabajando…- dijo ella con una media sonrisa, quería que su argumento fuera creíble… pero a pesar de todo, tenía que admitir para si misma que el vestido había sido un señuelo para conquistar a Oz, pero más para provocar a Castle.
-Kate… bailaste para mi… me hablaste al oído… tuve que verte avanzando hacia otro hombre y que él te tocara… Dios! ese vestido me está matando…- dijo y se detuvo frente a un semáforo en rojo. La calle estaba bastante desierta, pero no se animó a seguir.
-Castle… fue solo trabajo… - le dijo y se acercó a él, mirando hacia todos lados, aún se sentía expuesta cuando no estaban en la casa de alguno de los dos.
-Necesito media hora en tu casa… contigo y ese vestido…- le dijo y ella lanzó una carcajada.
-No, Castle… olvídalo…- le dijo divertida.
-Quince minutos… y te lo quito en seguida?- dijo alzando ambas cejas en señal de ruego.
-Castle…- le dijo y se inclinó, besando suavemente su cuello.
-Ok… diez minutos es mi última oferta…- le dijo y arrancó el auto tratando de olvidar la sensación que esa leve demostración de afecto había hecho en sus pantalones.
Kate no contestó, solo se reclinó en el asiento y miró el cielo. Había estado lloviendo pero ahora podía divisar algunas estrellas. En realidad sabía que debía apurarse, pero no había nada de malo en que él la ayudara a cambiarse…
Cinco minutos más tarde, él estacionaba frente a su casa y la observaba bajar del auto.
Kate miró por detrás de su hombro cuando no lo vio a su lado y alzó la ceja.
-Vienes o no?
-Voy…- dijo él y sonrió, apurado, cerrando el auto y siguiéndola.
Subieron al ascensor y ni bien ella tocó el botón, sintió su cuerpo pegado al de él. Castle deslizó sus manos por debajo del abrigo y la tomó de las caderas, posesivamente. Kate sonrió y sintió su boca mordisqueando el lóbulo de su oreja.
Aunque estaba de espaldas a él, ella podía adivinar su expresión. Y no lo culpaba, había estado toda la noche provocándolo.
El ascensor se detuvo y él se separó gentilmente de ella, besando su cabello. Increíblemente mantuvo la cordura en el pasillo mientras ella abría la puerta, pero ni bien traspasado el umbral, la tomó en sus brazos, casi le arrancó el abrigo y la besó profundamente mientras sus manos recorrían ávidas su cuerpo.
Kate se sentía increíblemente excitada. Ambos habían aprendido a manejarse con disimulo frente a sus compañeros y en el trabajo. Incluso cuando estaban solos, si estaban trabajando, se mantenían profesionales… pero había momentos como este, en los que se dejaban llevar y daban rienda suelta a sus deseos…
Mientras él seguía besándola, ella pateó sus zapatos y le quitó el saco. Sus dedos se movieron ágilmente y desabotonaron su camisa en segundos. Él la ayudó y desbrochó su pantalón, dejándolo caer rápidamente.
-Castle…- jadeó ella cuando él la colocó contra la puerta y levantó su vestido, acariciando sus muslos y elevándola hasta que acomodó las piernas alrededor de su cadera- tienes que prometerme que será rápido…- le dijo en un tono agudo, anhelando sentirlo parte suya.
-Te lo juro…- dijo él mientras se movía contra ella, y la besaba con pasión.
A los pocos minutos, ambos se recuperaban de un intenso clímax, al lado de la puerta.
Castle la miró a los ojos y sonrió casi sin fuerzas.
-Vamos?- le dijo aún respirando con dificultad.
-Mmhmm…- dijo ella y lo ayudó a ponerse de pie. Se dirigió lo más rápido que pudo a su guardarropa y se puso un sencillo traje oscuro, y una camisa blanca.
Cuando salió de su habitación, él estaba terminando de cambiarse y la miró con ternura.
-Eres increíble, Kate…- le dijo tomándola de la cintura y colocando su frente sobre la de ella, tiernamente.
-Tú también tienes lo tuyo, Castle…- le dijo él.
-Sabes qué? Nunca me molestó que me llames Castle… pero no crees que deberías llamarme por mi nombre?- le dijo mirándola de cerca.
-No crees tú, que si te llamo Rick, los demás se darán cuenta de que algo pasa?- le dijo mirándolo sugestivamente.
-Es cierto…- estuvo de acuerdo él y besó sus labios.
-Vámonos ya… Oz está esperando para ser interrogado.
-Te advierto que estaré presente… así no podrá hacerte esas sonrisitas…- le dijo achicando los ojos con fastidio.
-Estás celoso, Castle?- le dijo ella divertida mientras tomaba su abrigo.
-Celoso yo? Por favor… estoy seguro de lo que soy para ti…
-Y que eres para mi?- le preguntó ella con curiosidad.
-Por ahora… solo tu amante… - le dijo y le guiñó el ojo.
Kate lo tomó de la mano hasta que subieron al auto. Sabía que tarde o temprano debía tomar una decisión con respecto a su vida. Estaba pasando un momento increíble junto a Castle… pero no quería lastimar a Josh, que también era un buen tipo. Y ella no era de esas mujeres que estuvieran escondiéndose para tener un romance pasajero… sobre todo porque su romance con Castle si algo no era… es pasajero…
