Notas de la autora:
N/A: Bueno, aquí va un pequeñísmo drabble. Tiene un poco de humor absurdo, así que aviso a la gente gruñona (que sé que los hay sin sentido del humor y luego protestan ¬¬).
Lo de la cuerda está basado en otro fic de KH que leí hace ya tiempo, del cual no recuerdo el nombre; así que no me lo adjudico. Lo demás es todo mío .
Juntos.
En una oscura cueva, con raíces e infantiles dibujos hechos con tiza en sus paredes, dos jóvenes estaban sentados en el suelo, cerca de una puerta que estaba colocada allí de una forma extraña, sin duda antinatural. A su vez, cerca de ésta había trazado un dibujo, sin duda hecho por niños pequeños. En él, dos personas se ofrecían mutuamente una fruta con forma de estrella: el Paopu, del que se decía que si lo compartías con alguien, los destinos se unían.
Tanto el chico, moreno con pelo de punta y ojos azules, de cara traviesa, como la chica, pelirroja y también de ojos azules, se parecían en cierto modo a los monigotes de la pared.
Ambos se miraron con timidez.
—Eh… ¿estás segura, Kairi? Ya sabes que después de esto no hay marcha atrás –dijo el chico nerviosamente.
—Sí, estoy segura –dijo ella, tirándose de un mechón de cabello, indudablemente inquieta-. Sé lo que hago, Sora.
—Entonces… –el moreno alzó la fruta que tenía en las manos.
La chica le sonrió. Tomó del otro lado el fruto amarillo, y a la vez tiraron. La estrella se rompió, y cada uno se quedó con la mitad. Sora acercó el trozo con el que él se había quedado a la boca de la pelirroja, y ella hizo lo mismo.
Se miraron fijamente, y a la vez mordieron el fruto.
La reacción fue prácticamente instantánea.
—¡¡¡AGUAAAAAA!!! –gritaron los dos a la vez, atropellándose para salir corriendo de la cueva "secreta", y ante los ojos de unos incrédulos Tidus, Wakka y Selphie se tiraron de cabeza al mar.
— ¿¡¡CODO PUEDE SED UE PIQUE TADTO!!? –exclamó Sora tras pegar un buen trago de "deliciosa" agua salada, sacando la lengua abrasada por el extrañamente picante sabor de la fruta de la eternidad.
Kairi, más inteligente que su…amigo, escupió el agua que usó para enjuagarse la boca. Aún así, picaba como mil demonios.
—Si denemos que haced ezto pada estar juntos, mejor pensamod en otra cosa –dijo, con la boca abrasada.
—Ya vez…prefiedo disfrazarme de pingüino andes que comer esa cosa…
Ambos compartieron una mirada cómplice.
—Pero… ¿qué estáis haciendo? –preguntó Riku, sorprendido a más no poder, al ver llegar a sus dos amigos con una cuerda atada a la cintura que los mantenía cerca el uno del otro.
—¡¡Créenos, es la mejor manera de estar juntos sin consecuencias desagradables!! –exclamó Kairi, algo enfadada, moviendo los…brazos.
—No, si eso lo puedo entender… –dijo el de pelo plateado llevándose una mano a la frente, mareado ante la absurda situación-. …lo que no entiendo es porqué vais disfrazados de pingüino.
—Riku –dijo Sora con una sonrisa burlona, agitando las alitas-, es mejor que no preguntes…
N/A: Que estupidez… U Bueno, pero si os gustó o os hizo sacar una sonrisita, dejadme un review para decírmelo n.n. ¡Gracias por leer, nos vemos en mi otro fic o!
