Los personajes de Ranma 1/2 no me pertenece son propiedad de Rumiko Takahashi. Este proyecto esta hecho sin fines de lucro.

Cerca del amanecer se encontraban dos sujetos conversando en la cumbre de una montaña, positivos por el futuro y el devenir de todos. Uno de ellos sostenia en su mano derecha un cayado hecho completamente de oro puro, en la punta se observaba una esfera de cristal donde podia verse distintas persona, como si vivieran dentro.

-Fue lo mejor que pudo suceder, nadie se burla de mi absolutamente nadie, si ella no era mia no iba ser de nadie, ni siquiera de ese especimen que hosó desafiarme pobre buscó su propia muerte.- dijo su compañero, este traía ropas de color celeste claro con bordes de oro y unas botas que llegaban hasta por debajo de las rodillas, eran de color negro con cordones de oro, en su mano izquierda tría un anillo también de oro con una piedra negra ingrustado en el centro de esta. Su apariencia era la de un guerrero razgos finos sus ojos eran de un color indecifrables eran de un color negro mezclados con un vileta muy oscuro acompañando al negro, su cabello llegaban hasta por debajo de la cintura era plateados con algunos mechones de color violeta oscuro haciendo así juego con sus ojos.

-Si usted lo dice mi señor - contesto el que tiene el cayado en la mano, también de razgos finos pero su apariencia era mas calmada que el de otro sujeto, sus vestiduras eran igual que el de su compañero pero de un color roj pasión, sus ojos eran dorados una mirada tranquila su cabello son de color verde esmeralda con mechones dorados también haciendo juego con sus ojos.

-Nooo! Porqué esto tiene que suceder otra vez ¿Porqué?- gritaba decesperadamente una mujer de cabello castaño, delgada y ojos verdes que imnotizan, sus labios rojos como la sagre y una sonrisa deslumbrante, esa sonrrisa se borro desde el momento en que toda esta tragedia comenzo, una guerra, una guerra sin sentido.-¿Porqué? ¿Porqué ellos?.- Nada habían hecho NADA. El lugar donde se encontraba era frio, sentía frio no su cuerpo, su alma, no sabía donde se encontraba exactamente sus ojos derramaban lagrimas, tenia miedo se sentía sola realmente lo estaba en esa inmensa oscuridad, por más que buscara alguna luz no la encontraba empesaba a desesperarse - Quiero salir de aquí!! ayuda alguién me escucha?!! Dónde estoy? - gritaba la mujer desesperadamente.

- Nooo!!!! - fue el grito desesperado del chico de la trenza, se veía agitado como si acabara de dar la pelea de su vida, presipitadamente giro su cabeza a un lado y vio que la puerta de su habitación se abria, una chica de cabello azulado ingresaba por esta se notaba la preocupacion en sus ojos.

-Ranma estas bién? que fue lo que paso porqué esos gritos?- la chica se acerco a su prometido para ver como se encontraba pero al tocarlo lo sintió frio. -Ranma estas helado que te pasó?- lo miro con preocupación, era la primera vez que lo veía en ese estado, parecia un niño indefenso, las lagrimas corrian sin permiso por sus mejillas. Al darse cuenta el chico ya la estaba abeazando estaba a ella que la chica apenas y podia moverse.

-No te vayas, nunca te vayas quedate a mi lado - decia el chico entre llanto.

-Ra...Ran...Ranma... que pasa quw fue lo que soñaste me preocupas, nunca te había visto así- dijo la chica tomando el rostro de muchacho entre sus manos, estaba sorprendida por la actitud del chico de la trenza se veía desesperado. El ojiazul se quedo mirando los profundos ojos chocolate de su prometida, de alguna manera ese abrazo y su mirada lo habían calmado -Chicos se les hace tarde l desayuno ya esta listo!- era la suave voz de Kasumi qie se escuchaba por toda la casa.

-Este...creo que debemos bajar se nos hace tarde -dijo con una sonrisa dedicada al ojiazul.

-Iré a darme una ducha- le contesto a la chica levantandose del futón extendio su mano para ayudar a su prometida a levantarse del suelo.- Yo ire al comedor - dijo saliendo del cuarto antes que el chico. El ojiazul al cuarto de baño pudo notar en el trayecto que su mano no paraba de temblar, no entendia el sueño que había tenido pero si sabía que ese dia no iba a ser para nada normal, nada en su vida era normal y mas desde que llego a la casa de su futura esposa...Todo el tiempo eran peleas, enemigos, secuestros, malos entendidos, insultos. Esa mañana estando uno frente al otro sintio la necesidad de abrazarla, así lo hizo por primera vez en su vida su sueños lo hicieron tener panico no entendia el por que, el no se comportaba así pero hoy si lo hiso.

-Ryoga gracias por ayudarme con todo aquí en mi casa- decia la chica de ojos azules y cabello castaño, -En este mes has sido un buen amigo me ayudas en todo- se dirigió al chico de la pañoleta con una sonrisa sincera.

-No es nada Ukyo tu me ayudaste cuando lo necesitaba y ahora tu necesitas una mano aquí lo hago con mucho gusto, eres una gran amiga y una gran persona- contesto el chico con una sonrisa que iluminaba todo aquel lugar, comenzo a recordar lo sucedido hace algunas semanas atras.

Flash back

Una jovencita de cabello castaño amarrado con un moño blanco caminaba por la bereda, llevaba consigo un canasto con algunos pedidos dentro, los entrego y caminaba de regreso a su casa cuando escucho un sonido extraño muy cerca de allí, a su parecer los sonidos eran desesperados, dio vuelta la esquina y se encontro a una jauria tratando de devorar a un cerdito negro muy peculiar corrio hacia ellos con su espatula en mano para defender al animalito que era victima de los perros callejeros, los animales al verla correr hacia ellos salieron corriendo dejando al cerdito mal herido e inconciente, la chica ojiazul lo tomo en brazos y lo llevo a su casa para curarlo.

Dos dias después

-Sera mejor que no te esfuerses para levantarte Ryoga estas muy lastimado aún-decia la chica de las espatulas mientras colocaba un paño frio en la frente del muchacho.

El chico de la pañoleta abria los ojos a duras penas, estaba completamente adolorido se veía que tenia varios rasguños y en partes del brazo llevaba vendas, eran donde los perros lo habían mordido. -Dónde...estoy? - Preguntó el chico al momento que se agarraba de la cabeza, sentía que le que explotaba.Estaba confundido y un poco mareado.

-No te esfuerses mucho Ryoga mejor descansa un poco mas luego te traigo un poco de comida, debes de estar con ambre haz dormido dos dias.-dijo la chiaca al ver que el muchacho trataba de levantarse.

El chico la vio salir se quedo observando el lugar esa chica de alguna manera se le hacia familiar sabia que la habia visto en alguna parte, escucho la puerta correrse y ahí la vio de nuevo esta vez traía una bandeja en las manos.

-Esto esta delicioso dijo el chico acabando de comer todo lo que la chica le trajo.

-Me alegro que te aya gustado- dijo la muchacha con una sonrisa en lo labios.

-Pues a mi me gusta mas, oye... te vez linda cuando sonries- contesto el muchacho al verla sonreir.

La cocinera al escuchar esas palabras sintió que su rostro de mil colores giro la cabeza al lado contrario de donde se encontra a el chico, solo pudo emitir balbuseos que fueron indesifrables para el chico, hasta que la chica aclaro su garganta y pudo articular algunas palabras - Gra...gracias por el... comentario-contesto la chica un poco mas recuperada de su sonrrojo pero aun así seguia sintiendo verguenza de lo que el chico le confeso.

-Creo que debes de sescansar un poco más si necesitas algo me llamas entendido? - dijo la muchacha con la vandeja en la mano saliendo del cuarto.

El chico solo se limito a aséntir mientras la observaba marcharse del sitio se quedo un rato observando el lugar pensando en to ultimo que habia acontecido, definitivamente la conodia de alguna parte. Habian pasado una semana cuando el chico de la pañoleta recordo lo que había pasado, y, porsupuesto recordo también quién era la hermosa chica que lo había cuidado esos dias, al verse completamente recuperado decidio volver a su entrenamiento abitual, pero al mes de haberse marchado se encontraba de nuevo en el restaurante de su amiga. Ella lo recibio y le ofreció un cuarto para pasar la noche, ese dia a medianoche la chica fue a buscar agua al refrigerador pero al llegar a las escaleras se tropeso y rodo por estas hasta el primer piso.

Ryoga hasta el momento no podia conciliar el sueño y al escuchar el ruido supuso que algo nalo estaba pasando, de inmediato corrio por el pequeño pasillo sin saber exactamente a donde se dirigia solo gue guiado por sus instintos, la encontro sentada en el suelo y con un brazo sujetando el otro, su rostro gesticulaba dolor, la ayudo a sentarse en una de las sillas mientras le ayudaba a amarrar su brazo con uno de sus pañuelo sirviendole de apoyo. De eso ya hacia dos semanas el Dr. Tofu le dijo que dentro de algunos dias mas podria mover su brazo con toda libertad mientras tanto el muxhacho se quedo a su merced ayudandols en todo lo que ella nesesitara.

Fin del flash back

La cocinera se quedo mirando al muchacho de alguna manera verlo de esa manera y tan sonriente le daba paz a su alma no entendia el por que se sentia de esa manera estando cerca el chico perdido. -Bueno yo ya tengo que irme Ryoga te quedas a cargo, tengo que apresurarme o llegare tarde a clases.- dijo la chica saliendo de sus pensamientos, tomo su mochila y salio de su vivienda rumbo a la escuela no sin antes haberse despedido del chico con un beso en la mejilla. El chico se ponia de mil colores ante el acto de la muchacha pero ya se estaba acostumbrando. Era una amiatad que fue creciendo al correr de los dias, el chico se sentia bien en la compañia de la muchacha incluso pasaban ratos juntos jugando a cualquier cosa para matar el tiempo, pero en su interior se libraba una batalla entre lo que sentia por Akane y lo que empesaba a sentir por Ukyo no sabia qie pensar.

-Otra vez jugando con esos dos? en cerio que tu no cambias verdad?- dijo un hombre que se acercaba a donde estaba un sujeto mirando una fuente en el se observaba a dos jovenes adolescentes. Los razgos del sujeto eran finos llevaba un conjunto rojo con bordes blancos y la insignia de la forma de una flecha, tenia ojos color miel y de tez blanca sus labios tambien rojos, su cabello era completamente blanco podria decirse que era un anciano pero no era así su calzado llegaba hasta por devajo de las rodillas eran negras y lucian a sus costados dos hermosas flechas crusadas el dibujo era un bordados de oros.

-Pues para que te digo que no si si? sabes que no lo puedo evitar estan en mis genes guapo- contesto el chico guiñandole el ojo al sujeto, este era de aoariencia morena tenia los ojos mas oscuros que su compañero y al contrario de este su cabello era negro, de finas facciones, traía un conjunto verde con bordes de oro y unas sandalias tambiénn llegaban por debajo de las rodias también con bordes de oro.

-Definitivamente nunca cambiaras- le contesto. -Bueno solo venía a avisarte que la cena esta lista.- dijo saliendo del gran salón. El muchacho se disponia a salir para ditijirse al comedor, el lugar era imponente una construción digna de dioses tenia un diceni belico se observaban por fuera del gran ventanal una muralla, adentro una gran mesa con todas las exquisiteces que existian tentaban al paladar, se sento a cabezera a comer ese era su lugar el señor de la casa.

=Continuará=

Gracias por llegar hasta aquí. Y entre nos esto apenas comienza

Es una nueva historia ovbiamente es un fanfic 100% Ranma y Akane, por si las aguas n.n

No vemos en el siguiente capitulo besos

Antes una cosa mas

DISCULPEN MIS ERRORES ORTOGRAFICOS T.T