Disclaimer: Todos los personajes pertencen a J.K Rowling.

Nota: Gracias a MerodeadoraSB, que medio en broma, medio en serio me sugirió el nombre del fic.


Sirius miró la botella de whiskey y se sorprendió al ver que ya estaba por la mitad, parecía que lo único que podían hacer los prófugos de la justicia era quedarse encerrados en la casa de sus padres sin hacer absolutamente nada, sin ver si quiera la luz del sol, era un asco.

-No puedes beber hasta emborracharte -Remus tomó la botella, la cerró y la guardó donde correspondía.

-¿Quién dice que no? Nadie va a venir, la reunión de la Orden fue hace dos días, Tonks avisó que dormiría en casa de Andrómeda. Conclusión, tendremos que hacernos compañía mutuamente.

En serio no entendía como Remus lo soportaba, cuando quería podía ser un verdadero fastidio. Sirius siempre había sido una persona libre, hacía lo que quería y cuando quería, o casi siempre. Se había fugado de su casa a los 16 años para ir a vivir a casa de James y escapar de su asquerosa familia, y ahora tenía que estar encerrado en la casa de donde había escapado, una dulce ironía, casi prefería volver a Azkaban, casi.

-Sigue sin ser excusa para que te emborraches.

-No estoy borracho.

Sirius se levantó y al hacerlo rápido casi se cae, pero fingiendo que nada había pasado y que nada a su alrededor se movía, subió las escaleras hasta su habitación, cerró la puerta y vestido como estaba se quedó dormido.

Escuchaba que alguien golpeaba la puerta, y golpeaba, y golpeaba, y golpeaba. Sentía que alguien martillaba su cabeza desde adentro. Asquerosa resaca. Con su mejor cara de Quiero dormir y me estás molestando caminó hacia la puerta y la abrió, allí vio a Tonks con su habitual cabello rosa chillón. Demasiado chillón para el dolor de cabeza que sentía.

-¿Qué quieres?

-¿Con ese humor recibes a tu tan querida y amada sobrina?

-Si.

-Remus dijo que seguramente ibas a estar de mal humor, así que me mandó a mi porque me ibas a tratar mejor. Tienes que bañarte y bajar, los Weasley llegan en media hora.

-Lobo cobarde -susurró-, dile que si quiere seguir siendo mi amigo tiene que prepararme un café.

-Si, mi capitán -Tonks hizo un gesto militar y bajó por las escaleras, Sirius cerró la puerta de la habitación y unos segundos después escuchó como alguien caía de las escaleras. Solo su sobrina era tan torpe.

Tomó ropa, una toalla y se dirigió al baño que estaba junto a su habitación, esperó a que el agua este caliente y dejó que corra por todo su cuerpo. Había olvidado completamente que ese día llegarían los Weasley para quedarse en su casa. Luego del ascenso de Voldemort se había reinstaurado un miedo que hace años no se sentía, o por lo menos se había reinstaurado en las personas que tenían sentido común. Al ser Grimmauld Place la sede oficial de la Orden del Fénix era mucho más cómodo instalarse en la casa, además de que tenía habitaciones suficientes como para hospedar a toda la familia Weasley.

Sirius salió de bañarse con menos dolor de cabeza, bajó a la cocina y sentió un leve aroma a café, sonrió burlón y se sentó en la mesa.

-Sabia decisión la de hacerme el café, soy demasiado genial como para que te pierdas mi amistad -Remus rodó los ojos y le tendió el café a Sirius-. ¿Y tú por qué no estas en el Ministerio?

-Hoy no me toca trabajar, así que vengo a molestarte a ti -respondió Tonks.

Sirius iba a contestarle pero el timbre sonó haciendo que se despierte el cuadro de Walburga, haciendo que el pelinegro vuelva a sentir que le estaban martillando el cerebro. Sirius y Remus fueron a cerrar el retrato mientras Tonks abría la puerta. La familia Weasley casi al completo ingresó por la puerta, todos cargaban baúles y mochilas.

-Oh Sirius, aquí estás, quería preguntarte donde podíamos dejar los baúles -habló la matriarca Weasley.

-Pueden dejarlos en alguna habitación del primer piso, por lo menos hasta que cada uno se instale en una habitación.

Los Weasley hicieron caso a lo dicho por Sirius, subieron las escaleras y dejaron las cosas en la primera habitación que encontraron, mientras Remus, Tonks y Sirius esperaban en la cocina, para no estorbar.

Le gustaba la idea de que alguien más que Remus, y ocasionalmente Tonks, le hiciera compañía, conocía a Ron y tenía entendido que los gemelos eran bromistas, podía llegar a ser muy caótica la estadía de la familia pelirroja, al menos no iba a estar solo.