Dragón ball z y sus personajes no me pertenecen.
"Estrellas Fugaces"
Era una tarde como cualquiera en la capital del oeste, los carros transitaban tranquilamente por las calles y las personas iban y venían igual.
Pero en la Corporación Capsula no todo era tan tranquilo…
—Mujer, ¡ya te dije que tengo que entrenar! —refunfuñó un nervioso Vegeta que terminaba de comer, listo para retirarse.
—Y yo te dije que tienes que pasar más tiempo con tus hijos —respondió Bulma molesta. Desde el nacimiento de Bra, Vegeta no les prestaba la atención debida, parecía que evitaba el cuidar de la bebe y el entrenamiento era solo una excusa.
—Hmp… ¿¡y por qué yo!? Para eso ya te tienen a ti, ¡su madre! —gritó enojado el saiyajin
—¡Argh! Pero también estás tú, ¡su padre! Y no me vengas con que tienes que estar preparado por si un nuevo enemigo aparece ¡la tierra lleva a salvo desde hace 6 años!—le respondió ella aun mas enojada.
—Tsk… —Vegeta ya no sabía qué contestar pues la mujer tenía razón; desde hace años que no había peligro, nada, ni meteoritos que chocaran contra la tierra, así no había razón de tanto ejercicio ni salidas extensas al bosque; pero de alguna forma tenía que evitar a la bebé le entraba un poco de grima cargar con ésa responsabilidad.
—Escucha, no te pido que te la pases todo el día pegado a nosotros… ¡pero aunque sea por una hora!, un paseíto al parque o una salida nocturna, es lo único que te deseo, Vegeta —le dijo ya más tranquila Bulma pero con una sonrisita.
—Sabes que no me gustan los lugares públicos, ¡odio convivir con tantos humanos! —alegó el príncipe cruzándose de brazos y cerrando los ojos.
Perfecto. Fue el pensamiento de la peliazul.
—Bueno… entonces…como no quieres salir al parque ¡tendrás que cuidar de Bra! —saltó burlonamente Bulma.
—Ehhh —Vegeta abrió los ojos de golpe, sorprendido y… asustado—, ¡No mujer! Me niego a hacer eso. Hmm, antes preferiría salir de noche…-
—¡Oh! Entonces eso harás —respondió felizmente la ojiazul.
—¿Qué…? —Vegeta estaba confundido, alzó una ceja.
—¡Que saldrás esta noche con nosotros!, Bra, Trunks, tú y yo ¡veremos la lluvia de estrellas esta noche! —la mujer grito feliz y le mostro un folleto que le confirmaba lo expresado anteriormente. «Una Noche con estrellas Fugaces» pintaba en la parte superior en letras doradas.
Vegeta solo atinó a tomar el papel, lo hizo bolita para después tirarlo al bote de la basura que tenían en la cocina.
—Bah tonterías, yo no iré a ver ridículas estrellas —dicho esto se dio la vuelta para retirarse. Pero al parecer Bulma aun tenía un as bajo la manga.
—Ushh Vegeta, tienes que ir ¡Bra está muy emocionada!...y si no vas te dejare sin comida durante dos meses. Y aparte tendrás que dormir en el sofá de la sala! —sonrió triunfante.
Esas últimas palabras hicieron que el príncipe detuviera su camino y retornara sus pasos para tenerla de frente de nuevo.
—No puedes hacer eso hmp… —descruzo sus brazos.
—Ja, ¡ponme a prueba! —contestó astuta con las manos en sus caderas.
—Argg… —él sabía que su esposa no amenazaba en vano, y el estar sin comer sonaba muy horrible, así que…
—Ah, está bien —susurró muy bajito.
—¿Eh? ¿Qué dijiste? —la peliazul se burlaba de él.
—Que sí iré, mujer ¡Pero será rápido! Apenas aparezcan las condenadas estrellas nos iremos ¿entendido? —dijo un resignado Vegeta que de nuevo a cruzo sus brazos.
—¡Ohhh, está bien cariño! —se acercó contenta y lo beso.
—Mphh… —murmuró para regresar a su amada cámara de gravedad.
*Esa noche a las 8:00 pm*
Bulma se preparaba para su gran noche de estrellas junto con la pequeña Bra; Trunks ya los estaría esperando fuera con Vegeta.
—Awww mi bebe, ¿Estás emocionada porque verás por primera vez estrellas fugaces? —decía mimosamente a la pequeña mientras la cambiaba de ropa por una mas abrigada, la noche era algo fresca y la bebé podía enfermar.
—aasddjs… —balbuceó la bebita mientras se movía alegremente entre los brazos de su madre.
De repente una noticia en la tele captó la atención de Bulma:
…Al parecer el cielo de esta noche será nublado con indicios de lluvia, lo cual resultará lamentable, ya que esta noche habría una lluvia de estrellas fugaces, pero al parecer en nuestra capital ya no se podrán apreciar…
La peliazul entristeció puesto que ya no podría tener esa "noche familiar" que tanto anhelaba y le había costado conseguir, convencer a Vegeta de salir algún otro día no sería cosa fácil.
—¡Ay no! —salió al balcón para corroborar lo dicho, el cielo estaba muy nublado no se apreciaba ni la luna—. ¡Estúpidas Nubes! Ushh.
—Lo siento mi bebé creo que esta noche no habrá estrellas fugaces.
—Uuuhsjah…—la niña pareció entender lo que dijo su madre, y también entristeció comenzando a llorar—. sniff…snif…mmmpmpp..¡Buaaaa!
—¡No llores pequeña! Ya verás que… —trató de calmarla, pero la bebita seguía llorando…
—¡BULMA! Apresúrate mujer, no tengo toda la noche, ¡terminemos con esto de una maldita vez antes de que me arrepienta! —gritó molesto Vegeta entrando a la habitación azotando la puerta, haciendo que Bra llorara más y más fuerte todavía.
—¡Oye! Pero qué te pasa grosero, ¡no vez que tu hija está llorando! —se enfureció la ojiazul.
—¿Qué le pasa a la mocosa? —indago curioso el saiyan.
—Pfff…lo que pasó es que el maldito cielo está nublado. Así no se apreciaran las estrellas —masculló ella cabizbaja.
Vegeta analizó lo dicho por su esposa. «Bien así podre tener mi noche tranquila… o entrenar»
—Mmmm…pues qué más da, así son las cosas, me iré a entrenar entonces, tu haz que la mocosa se calle para cuando regrese… —dijo simplemente dirigiéndose a la salida de la habitación.
—¿Haa? ¡Pero qué grosero eres! No tienes consideración ni con tu propia familia! —se cabreó aún más la peliazul.
—Mujer, el cielo está nublado yo no tengo la culpa d-
—Arghh pero aun así…tú podrías… —decía arrullando a Bra que no paraba de chillar—, ya bebé tranquila…shh…Jumm está bien ¡lárgate! No me importa, ¡Yo me quedo aquí con mi bebe! —dicho esto le cerró la puerta en las narices.
—Hmp maldita mujer…
—¿Qué ocurre papá? ¿Ya están listas mamá y Bra? —preguntó Trunks que apareció de la nada.
—No, y no lo estará, la salida se cancela.
—Pero ¿por qué?
—Porque el cielo está nublado —respondió simplemente y salió volando por la ventana.
—¿Uhh? Qué raro —susurró Trunks confundido pero feliz, él tampoco tenía mucho entusiasmo de ver las dichosas estrellas.
Después de un par de horas de estar tranquilizando y arrullando a la bebé, por fin se quedo dormida.
—Pfff… ¡al fin! —exclamó tranquila sobando sus adoloridos brazos; giró su vista hacia la ventana, observando el cielo aún atiborrado por gigantescas nubes.
—Ahhh qué mal, yo sí quería ver esas estrellas jmm —hizo un puchero, sentándose en la cama con los codos apoyados en sus piernas—. Pero ese Vegeta me las pagará, ¡es un desconsiderado! Que ni crea que dormirá conmigo ni le haré la cena —aseguró acostándose en la cama, Bra la había dejado agotada y necesitaba recobrar fuerzas—. Ahhh (bostezó) qué…sueño…uuuh —cerró los ojos por lo que pareció un instante, los volvió a abrir y… una silueta estaba parada delante de ella— Haa... ¿Quién...? —murmuró pero la persona le tapó la boca al instante.
—Shhh mujer despertaras a la mocosa —susurraron en su oído.
Al reconocer que se trataba de Vegeta, Bulma se tranquilizó, volteó para ver que Bra seguía dormida en su cuna, miró el reloj de pared, se sorprendió pues ya marcaba las 11:40, se había quedado dormida sin querer, y ahora Vegeta estaba ahí con quien sabe qué intenciones.
—...Qué es lo que quieres...Vegeta —logró susurrar para no despertar a su hija.
—Shhh, vamos —la tomó de la cintura y salieron volando por el balcón.
—¿PERO QUÉ? ¡Vegeta! Adónde crees que me llevas —gritó conmocionada la peliazul por la fuerte velocidad con la que volaban, tanto que tuvo que cerrar sus ojos.
—¡No grites mujer escandalosa! Ya casi llegamos —contestó algo molesto él porque le gritaran en su sensible oído.
—Mph…
Después de un rato de estar volando por los cielos llegaron a una zona abandonada y apartada de la ciudad.
—Pero... ¿dónde estamos Vegeta? —preguntó confundida cuando aterrizaron en el techo de un edificio abandonado.
—Tú querías ver las estrellas ¿o no, mujer?
—Así es Vegeta, pero están imperceptibles… —calló de pronto al abrir sus ojos y observar el cielo estrellado que en esa parte se encontraba despejado—. ¡Uhh! pero el cielo…? —se sorprendió.
—Al parecer esta es la única zona por donde las nubes no lo cubren —dijo tranquilamente el saiyan—. Pero es de difícil acceso que ningún otro terrícola se daría cuenta.
—Owwww ¡Vegeta! ¿No me digas que saliste especificamente a buscar este lugar donde se apreciaran las estrellas? —le preguntó animada la peliazul.
—Mphh…sí —susurró suavemente.
—oww ¡eres tan lindo! —exclamó feliz Bulma para luego sentarse en la orilla del techo del edificio.
—Como quisiera que Bra estuviese aquí —murmuró después de un tiempo de estar observando las estrellas e hizo un puchero.
—La mocosa cayó dormida.
—Lo sé... ¡y eso fue porque te tardaste Vegeta! Jmm de haber sabido ni la duermo —le recriminó algo burlona cruzándose de brazos.
—¿Qué dices, Mujer!? —se molesto él.
—Shh Vegeta…Tranquilo, está bien, discúlpame por lo que dije —le dijo para relajarlo, y así lo hizo.
—Hmm.
—Ahora no quiero pelear, hay que disfrutar el momento, relajarnos y esperar las esos hermosos destellos dorados —la peliazul volvió a fijar su mirada en el cielo, Vegeta solo la observaba; esperaban que pasara algo. Pero…¡nada!, estuvieron así un rato más…
—No aparece nada que pena… llevamos aquí ya una hora y nada de estrellas fugaces —dijo decepcionada y suspiró—. Vamos a casa mejor vegeta, es probable que las estrellas ya hayan pasado...
—No —fue su escueta respuesta—. Cierra tus ojos.
—¿Qué? Pero…
—¡Solo cierra los malditos ojos Bulma! —gritó exasperado.
—Ok, ok está bien —dijo para hacer lo que el hombre a su lado decía
Así, Vegeta lanzó una esfera de energía hacia el cielo y segundos después exploto, dando como resultado millones de resplandores que simulaban "estrellas fugaces".
—Ahora puedes abrirlos.
Bulma a abrió sus ojos para dirigir su mirada al cielo y observar las 'estrellas' y destellos.
—Oh… pero… ¿son reales?... ¿son estrellas fugaces? —la peliazul estaba anonada, puesto que hace un momento no había nada ¡y de repente había miles!
—¿Te gustó? —sonrió de medio lado el príncipe.
—Son increíbles… ¿Cómo lo hiciste? —preguntó la mujer sin apartar la vista de las 'estrellas fugaces'.
—Es secreto —fue su respuesta.
—¡Oh Vegeta! ¡Eres tan romántico cuando te lo propones! —dijo emocionada para después lanzarse a abrazarlo.
—G… gracias… —el príncipe estaba algo aturdido pero correspondió al abrazo.
—Ahhh ya cálmate mujer —Bulma no lo soltaba.
«Creo que no debería decirle que acabo de destruir Venus solo para verla sonreír».
Fue el ultimo pensamiento de Vegeta antes de besarla.
FIN.
Es mi primera historia y fue más que nada para una tarea xD está basado en una imagen que tal vez ya conozcan, espero que no se molesten de ahí me inspire:)
