Tan tan tan taaaan, TAN TAN TAN TAAAAN (quinta sinfonia de Beethoven) LLEGO LA CONTINUACIÓN!! (las lectoras gritan euforicamente, se alocadan, una se desmaya)
Jajaja, tenia pensado tomarme mínimo un mes de descanso para limpiarme la mente (ayuno mental)... pero tras la tremenda cantidad de reviews y la buena aceptación que tuvo la primera misión, no pude evitar el ponerme a traducir la siguiente.
Y bueno, cuando empecé a traducir por primera vez, pensaba „si me voy a pervertir con esto, no me pervierto sola!" Así que con esta siguiente misión voy a rematarlas, jajajaja, vamos a terminar todas en el manicomio por Dios!
Mil gracias por todo el feedback, mujeres!
Disclaimer: Lugares y personajes de J.K. Rowling, historia de la inigualable Fervesco!
Aviso: (para los que no conocen la primera parte) Está historia es casi puro sexo y poco contenido, y no apta para menores! (para las que si conocen la primera parte) Esta misión está mucho más fuerte que la primera! No se vayan a asustar, además aca si que va a haber Slash...
Ahora si disfruten con este primer capítulo, está buenisimo!
XxXxXxXxXxXxXxXxXxXxXX
Para emplear un par de palabras del limitado vocabulario de Ron - ¡Maldita mierda! Pociones ha sido una pesadilla, y eso ya toda la semana. Y no por las razones que me hubiese imaginado. No, no han habido comentarios mordazes por parte del profesor Snape (al menos no más de lo usual), nada de miradas avergonzadas (de esas ya me ha dado el profesor Lupin suficientes compensando de una a Snape y a Sirius con el), ninguna confrontación incomoda (a escepción de la cena con Harry y su padrino, a la cual Harry insistió que Ron y yo asintiéramos), ni un gesto desubicado. ¡Al carajo! El hombre parece haber olvidado toda la orgía por completo. Tuve un pequeño ataque de pánico en el cual pense acerca de la poción multijugos y la posibilidad que Snape no haya sido Snape aquella noche, pero luego rápidamente recordé las guardias del Grimmauld Place. Solo me puse sobreparanoica- de ninguna manera pudo un Filch transformado pasar las guardias, ni hablar de Moody... Además, sus acciones de la noche anterior, solo pudieron provenir del maestro de pociones.
Así que después de haber sido completamente ignorada durante una semana, he decidido, y a pesar de la tendencia de Lupin por obedecer las instrucciones de Dumbledore, tal vez intentar convencerlo de doblar las reglas, si es que no piensa ignorarlas por una noche. Maldición, ¡Una hora y media bastaría! Pero ni bien lo he pensado, apasiblemente ocupada en preparar mi poción y convencida de tener que entretenerme el fin de semana yo sola, para el profesor Snape abruptamente frente a mi pupitre. Lo miro, preguntándome que mierda quiera ahora. O, mejor sería, a quien mierda quiere joder ahora.
"Detención, Miss Granger," dice relajado, mirandome a lo largo de su nariz.
Realmente intento esconder mi sonrisa, pero no se si lo consigo.
"¡¿Y por que demonios!?" replica Harry, saliendo en mi defensa. ¡Pequeño idiota!
"No es que sea tu problema, Potter, pero el comportamiento de Miss Granger el fin de semana pasado fue pésimo", responde Snape, alzando una ceja en mi dirección. Es una pregunta o mas bien una invitación- Al menos eso creo.
"Si, señor," digo, mirando a mi pupitre, esperando que todos piensen que estoy avergonzada. En realidad, estoy intentando esconder la amplia sonrisa que se ha apoderado de mi rostro y se niega a desaparecer.
"Ocho de la noche, mi oficina" gruñe. Me da una última mirada triunfante antes de deslizarse a su escritorio.
¡SI!
Okay, de verdad no tengo nada en contra de Sirius o Lupin – ambos (en mi particular y limitada experiencia) son los perfectos candidatos para una ronda número dos. Sin embargo, Lupin, que dios bendiga su honesta alma, es un poco demasiado bieneducado como para hacer algo que contradiga lo correcto (o no hacer, como en este caso tal vez), al menos sin Sirius detrás motivandolo y bajo la, ni tan buena, vigilancia de Dumbledore. Sirius, por supuesto, sería también una posibilidad, sin embargo está en Londres y por ende dificilmente asequible. Pero Snape está aquí, dispuesto y perfectamente capaz de resolver mi diminuto...problema. El problema es que estoy tan putamente caliente desde el ultimo fin de semana y si no tengo sexo pronto, o me volveré loca o me terminaré acostando con Ron – ninguna de las dos opciones serían particularmente favorables.
¡No es que me tenga que importar eso ahora! Estoy dando justamente los últimos pasos hasta la oficina de Snape y me reaseguro que mi pelo no esté muy encrespado. No, parece estar bien por ahora. Alizo mi vestido antes de golpear la puerta de madera y espero, no muy pacientemente, a la respuesta. Que diablos, he estado ya esperando por lo que parece una eternidad. Estoy apunto de tocar de nuevo, cuando la puerta es abierta bruscamente.
"Que mier... Ah, Miss Granger," dice relajado, me inspecciona y dice bruscamente "¿Que hace aquí sin su uniforme?"
"Eeh", tartamudeo, "son las ocho de la noche de un viernes, señor. No pense que mi uniforme fuera necesario."
Snape me mira con el seño fruncido. "Es más que necesario, Miss Granger, es obligatorio." Me observa unos segundos disgustado, y añade, "Hay unas cosas de las que he de ocuparme en mi cuarto. Usted regresará a su habitación, se volverá a poner su uniforme, y luego procederá a bajar a mi pieza, ¿Está claro?"
Estoy en un dilema entre molestarme o excitarme. Curioso, como Snape es capaz de ocasionarme ambos sentimientos con las mismas palabras. Pero bueno, tal vez no. Después de todo, el hombre sigue siendo un gran bastardo y yo lo estoy persiguiendo como una colegiala idiotizada... mejor no pienso mucho acerca de eso...
"Bien."
Mientras regreso a las mazmorras, me cae en cuenta algo, que cosa precisamente podría estar tramando. Digo, es más que obvio porque me prefiere en mi uniforme, y creanme, no tengo nada en contra a esta simulación (aunque, ¿Es una simulación, si en realidad es así? Hmm... no es el momento oportuno para ponerse filosófica, Herm!) Como sea, el hombre solo quiere dejar en claro que el lleva el mando, y francamente, si eso es lo que quiere, puede tenerlo. Diablos, si quisiera jugar suavemente hubiese intentado emborrachar a Lupin. No, eso no es lo que quiero con Snape, por lo tanto supongo que tendré que seguir sus reglas.
Esta vez Snape atiende a la puerta más prontamente, y me deja entrar a sus aposentos dandole una nerviosa mirada al pasillo. Pero ni bien cierra la puerta, vuelve a comportarse como el maleducado, autosuficiente bastardo por el que vine.
"Eso es mucho más agradable. Creo que le di detención a usted, Miss Granger, no a Hermione."
Le doy una mirada adolorida, pero en realidad no me importa mucho. Me tomo un rato para observar el lugar donde vive. Aunque el cuarto es oscuro, como me lo esperaba, no es frío. La luz es algo opaca, viene de algunas velas, las cuales están en unos candelabros en forma de serpiente, pegados a las paredes, en las cuales en gran parte hay estantes de libros. Me encantaría dar una ojeada a un par de esos libros, pero ahora hay cosas más importantes por hacer.
"Bueno, Miss Granger, usted ha sido una niña traviesa, sin duda," dice Snape relajado, y una vez más, siento su severa mirada encima. "Jodiendo no con uno, sino con dos profesores el fin de semana pasado, tal como me he enterado. Sin mencionar al patético perro."
Sorprendentemente su sucio lenguaje me excita. Asiento seriamente con la cabeza, permitiendole seguir el juego.
"¿Y se arrepiente por sus acciones?" me pregunta, con una mano en mi mentón, levantandolo para que pueda verlo directamente.
¿Como mierda voy a responder a eso?
"Algo," respondo – después de todo, lamento que el juego se hubiese tenido que acabar!
"Estamos algo insolentes, ¿No, Miss Granger?"- Responde Snape pensativo. "Que hacer con una joven tan insolente..." Una malvada, muy malvada sonrisa retuerce su rostro, y de pronto desearía nunca haber bajado aquí. Dios, ¡Debí al menos haber sido lo suficientemente inteligente de contarle a Harry a donde estaba llendo, o algo! "Quiero dos metros de pergamino acerca de las insuficiencias de la juventud actual, Miss Granger. Tiene una hora."
¡¿Qué?! ¡¿QUÉ?! ¡No puede estar hablando en serio! Pero mientras lo miro con la boca abierta, dice unos hechizos y aparece un pergamino enrrollado, una pluma y una botella de tinta sobre la mesa frente a la chimenea.
"Bueno, ¿A que espera?" Me dice Snape con el seño fruncido. Mierda, ¡Habla jodidamente en serio! Y pensar que pude haberme pasado la noche administrandole whiskey a Lupin, hasta tenerlo lo suficientemente borracho como para que me vuelva a joder.
"Creo que me iré, señor" , digo secamente, mientras me volteo hacia la puerta.
"No irá a ninguna parte, Miss Granger", Snape se ve oh tan entretenido con toda esta terrible y traumática experiencia. ¡Maldito sea! "¡Tiene detención!"
Suspiro y me enfurruño hacia la silla. Le lanzo una última mirada a Snape, esperando que todo sea una broma. Asiente con la cabeza hacia la mesa y me doy cuenta que todo es más que serio. Después de deslizarme en la silla, utilizo algo del tiempo agitando la pluma y desenrrollando el pergamino. No, aun no ha hecho ningún movimiento, aun está parado exactamente detrás mio, mirando sobre mi hombro. ¡Carajo, CARAJO, CARAJO!
Sumerjo la pluma en la botella de tinta y empiezo a escribir el título sobre el pergamino:
Insuficienc...
Entonces, antes de poder acabar la primera palabra, tengo los dedos de Snape en mis cabellos, acariciandolos sobre mis hombros. Me permito cerrar los ojos, concentrándome en la sensación de sus dedos acariciando mi cuello. ¡Mucho mejor!
"¡Miss Granger, no está trabajando!" asevera, quitando sus dedos.
Ah, así va el juego... que pena que no conozca las reglas. Da igual, después de todo soy una aprendiz veloz. Vuelvo a sumergir la pluma en la tinta y me demoro en completar el título. Soy recompensada por Snape, quien desliza sus dedos por mi clavícula, ocasionandome un delicioso escalofrio por la columna. Mi letra se pone algo temblorosa al final de la oración. Snape tira del nudo de mi corbata, aflojandola lo suficiente como para deslizar sus dedos por el cuello de mi blusa, bajando para provocar la carne sensitiva entre mis pechos. Ah, asi es como me gusta!
Me demoro un maldito, largo momento para subrayar el título, dandome la gran vida con la sensación de la piel de Snape sobre la mia. Sus labios se posan en mi cuello, provocandome con suaves besos, acentuados con mordidas perfectamente ubicadas. Ya puedo sentir mi ropa interior humedecerse. Oh, ¿A quien quiero engañar? ¡Está empapada!
"Creo que subrayarlo tres veces es más que suficiente", me gruñe en la oreja. Mierda. Bueno.
¿Qué mejor forma para empezar un ensayo que repitiendo la pregunta? Eso debería darme otro par de minutos. Mientras prosigo a escribir con la pluma sobre el pergamino, Snape desabotona lentamente mi blusa, sus dedos bailan sobre mi expuesta piel mientras su boca sigue atacando mi cuello.Cuando mi blusa queda completamente abierta, sus manos se deslizan a mi torso, para bordar el material de mi sujetador. Ah, divino...
"Miss Granger", me dice molesto al oido, retirando sus manos por completo."¡Está desatendiendo su trabajo!"
Bajo la mirada al pergamino – en el se está expandiendo ahora una mancha de tinta bastante grande, proveniente de mi ignorada pluma. ¡Ups! Ahora en serio, yo puedo hacerlo, puedo seguir escribiendo mientras el... ohhhh! Snape se ha deslizado entre mi y la mesa, ahora arrodillado frente a mí, me besa en mi desnudo estomago bajando en una muy agradable dirección sureña. Llega al borde de mi falda y luego para por un momento.
"¡No oigo su pluma, Miss Granger!"
Snape espera unos momentos más, hasta que yo comienzo ha rayar, sabe Merlin que cosa, sobre la página frente a mi. Obviamente satisfecho que yo siga trabajando, resbala sus manos por debajo de mi falda, separando suavemente mis rodillas. Suelto un suspiro de satisfacción al sentir esos deliciosos y largos dedos deslizarse por la parte interior de mis muslos para tirar la entrepierna de mi ropa interior hacia un lado. Cuando lo hace siento un suave roze contra mis pliegues.
"¡Profesor!" Jadeo.
Se retira. "¿Problemas, Miss Granger?" Pregunta suciamente. "Usted seguramente es capaz de completar una simple tarea como la de escribir un ensayo, ¿No?"
"Jodase," sisilleo, volviendo a recoger mi pluma soltada.
"En efecto." Snape sonrie triunfante y regresa a su lugar. Por suerte va directo al punto, enterrando su cara entre mis piernas, y empujando con su perfecta y larga nariz contra mis pliegues. Al demonio con el ensayo. Empiezo a garabatear toda la hoja, permitiendome cerrar los ojos. Su lengua sale y lame mi húmedo centro. Mierda, mierda, mierda ¡SI!
No va a durar mucho más, estoy ya tan cerca. ¿Quien hubiese pensado que una semana de abstinencia pudiera parecer una vida entera? Da igual. Mi mente está de momento completamente sumergida en la aterciopelada sensación que emana de mi clítoris – si, el hombre realmente sabe lo que hace! No puedo evitar retorcerme en mi asiento, mientras me aproximo más y más a mi meta... Dios, Snape parece que lee mi mente, desliza un dedo y después el segundo bombeandolos larga y languidamente en mi.
"¡Ya casi!" jadeo, casi callendome de la silla.
Alguien toca fuertemente la puerta.¡MIERDA!
"Simplemente ignorelo," me ordena Snape. Lo intento, realmente lo intento, pero los golpes insisten y pensar de que tal vez se pudiera tratar de Dumbledore tocando no me ayuda a concentrarme!
"¿Severus?"
Esperen, no es Dumbledore. Reconozco esa voz – casi tan sarcástica como la de Snape, pero con un rasgo más distintivo. Aunque no tan sedosa, mas bien aspera...
Una única blasfemia se escapa de la boca de Snape, mientras rápidamente se separa de mí, retirando sus dedos como si se hubiese quemado.
"¡Vistase, niña estupida!" Me sisillea, poniendose de pie.
De prisa abotono mi blusa, e intento localizar aquella voz en mi memoria. No es de Hogwarts...
Ah, que porqueria. Mi cerebro parece haberse apagado desde el momento en que la nariz de Snape tocó mis pliegues humedos. ¡Mierda!
"¿Severus? ¡Tengo asuntos importantes que discutir contigo!"
Demonios, demonios, ¿quien es? Ajusto apresuradamente mi corbata.
"Hagase la tonta", me gruñe Snape, dirigiendose a la puerta. Se voltea como habiendo recordado algo y añade, "No es que se le vaya a hacer tan dificil..."
¡Como se atreve! Le responderia algo igualmente insultante, pero ya ha abierto la puerta.
"Lucius," saluda Snape secamente.
"Severus. Ah, veo que tienes...compañia?" Agh, Malfoy Padre me mira completamente repugnado con la nariz en alto. Bueno, el sentimiento es mutuo, querido...
"Miss Granger estaba por irse." Esto lo dice frunciendo deliberadamente el seño en mi dirección.
¡Ja! ¡No pienso irme así de facil! Y además, Lucius Malfoy tal vez sea un pendejo, pero aun estoy sumamente frustrada y estoy segura que el hombre para algo servirá.
"No me parece que haya acabado mi ensayo, profesor," respondo con una sonrisa. "Estoy segura que al señor Malfoy no le importaría...eh... ¿ayudarnos?"
Bueno, si las miradas pudieran matar, estaria ahora mismo dos metros bajo tierra.
"No tengo idea a que este jugando, Miss Granger, pero ya está librada de su carga," me dice Snape bastante calmado, pero puedo ver esa expresión en sus ojos. La que dice, que voy a pagarlo muy caro más tarde. La que me dice que estas no son las reglas del juego. "Puede marcharse."
A pesar de sentirme algo aterrada bajo la examinante mirada de Malfoy y los apuñalantes ojos de Snape, aun logro sacudir indiferentemente los hombros y pararme.
Snape va a la mesa y levanta el pergamino.
"No es uno de sus mejores trabajos, Miss Granger. Parece que estuvo algo... ¿distraida?"
¡Bastardo!
"Sugiero que lo acabe en su cuarto. Creo que lo logrará sin mi ayuda, hm?"
¡Bastardo, bastardo, BASTARDO! ¡No, no lo lograré! Y creame, me la he pasado toda la semana intentandolo! ¡BASTARDO!
Algo se me viene a la mente. Rápidamente cojo el pergamino y corro a la puerta. Justo mientras me estoy llendo le grito sobre mi hombro "Bueno, al parecer usted no piensa ayudarme, así que tendré que hacerlo sola. ¿Ó quizas me pueda ayudar el profesor Lupin?"
Realmente no debi haber aprovechado el momento para mirarlo a la cara antes de cerrar la puerta de un golpe. ¡Pociones el lunes va a ser el infierno!
Ah, al carajo con eso. Ahora hay asuntos más importantes que tratar – como el hecho que estoy más arrecha que Fluffy en celo, e igual de peligrosa. ¡Ya siento lastima por el pobre infeliz que se interponga en mi camino hasta la oficina de Lupin!
Al parecer acabo de recibir otra directiva de mi cuartel general de hormonas.
MISIÓN II: ¡Cojanse a Hermione de nuevo!
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Ay Dios como me he reido traduciendo este capítulo! Ojala tambien les haya gustado.
Bueno esta Misión II va a tener 9 capitulos, vayanse preparando jejejejeje
reviewbeén! Adiosiiiin
