Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen.
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Hermanos
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Regulus Black era un joven sumamente racional, juicioso y correcto.
Siempre lo había sido.
No así su hermano mayor, Sirius, que siempre hacía idioteces que lo ponían en riesgo a él y a todos los que lo rodeaban sin importarle las consecuencias de sus desmedidas acciones.
Regulus siempre obedecía a sus padres, manteniendo en alto el legado de nobleza de su familia en todo momento; a diferencia de Sirius, a quien nunca le importó el privilegio de pertenecer a una casta tan gloriosa y antigua como la Ancestral Casa Black.
Regulus era todo un ejemplo de decoro y recato; no como Sirius, quien siempre había sido un desvergonzado y desobligado patán.
Regulus Black siempre había estado enamorado de Narcissa Black, la menor de sus primas; Sirius Black, también.
Regulus odiaba a su hermano, lo odiaba más que a ninguna otra cosa. No sólo por ser el hijo mayor, "robándole" de alguna forma el prestigio de ser el heredero Black. Odiaba su molesta desfachatez, su descaro, su falta de respeto hacia la casa que lo vio nacer; pero lo que más odiaba era saber que no tenía oportunidad contra él compitiendo en el amor.
Sirius siempre lo había tenido todo fácil: amigos, popularidad, admiradores… en cambio él siempre había tenido que luchar por lo que quería. Por ganarse el respeto y el aprecio de sus padres. Por ganarse el cariño de Narcissa…
Narcissa quería a Regulus, pero amaba a Sirius.
Sirius Black se unió a la Orden del Fénix. Regulus Black, a los Mortífagos.
Regulus Black perdió a la mujer que amaba. Sirius Black, también
Sirius Black era muy valiente, Regulus quiso serlo también. Por primera vez quiso ser como Sirius, tener su valentía y coraje.
Y falló.
Regulus Black siempre había vivido a la sombra de Sirius; lo que no se imaginaba era que Sirius también a la suya.
Regulus, sabiendo que iba a morir en aquella caverna, comprendió lo mucho que admiraba a su hermano mayor. Que nunca lo había odiado, sino que envidiaba la manera en que hacía imponer sus ideales sobre todo lo demás.
Y se fue de este mundo ya sin resentimiento alguno, esperando poder decirle todo aquello que no pudo en la otra vida.
Sirius se dio cuenta de que no importaba lo que Regulus hubiera hecho, ni cuanto se había equivocado; que siempre iba a amarlo. Amaría al niño inocente de ojos grandes y brillantes al que le había enseñado a montar su primer escoba, el mismo que se subía a sus hombros para alcanzar las varitas de regalíz que Kratcher escondía en la repisa más alta de la cocina; también al adolescente hosco y malhumorado que caía en sus bromas de mal gusto, así como a aquel joven de aspecto enfermizo que le dio aquel extraño y único abrazo esa tarde en Hogsmeade, el día anterior a que su cuerpo fuera encontrado flotando sin vida.
Porque, tal vez nunca pudieron ser amigos, ni los mejores compañeros. Tal vez Regulus se había equivocado, y él también al no ir detrás de él al intuir que tramaba algo.
Tal vez Regulus se había ido para siempre, pero siempre serían hermanos.
Nada era más importante.
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Hola!
¿Qué les pareció? ¿Merezco un Review?
Sé que es corto, pero necesitaba escribirlo.
Las relaciones entre dos hermanos, sobre todo dos tan diferentes, son siempre complicadas.
Nos leeremos!
H.S.
