Disclaimer: Sólo la historia es mía… los personajes y todo lo que reconozcáis es de la maravillosa J K Rowling

Eh, una vez prometí no hacer esto… pero aquí estoy, escribiendo fan fiction de HP… Simplemente tenía que decirlo. Maldita imaginación.

En todo caso, este fic en particular es de la era MWPP (¿no amamos a esos? ^_^) y también es SLASH (alias, dos chicos juntos… ¡yupi!) Específicamente, este es un Remus/Sirius slash (esta es mi pareja favorita en HP ). Esto, probablemente será un long-fic…no os aburráis de mi muy pronto y seguid leyendo, ¿vale?

Bueno, espero que disfrutéis mi primer intento en la fan fiction de Harry Potter…

Por cierto, esto estará en el punto de vista de Remus, probablemente en todo el fic, ah y es un AU (lo que quiere decir que no tiene lugar en Hogwarts, sino en el Londres muggle) aunque no haya magia en el fic…bueno ya os enterareis ;)

Okey, *ehem* allá vamos. (:

Mezclas imposibles

Cap. 1: Atracción.

Atracción: Hace referencia a la capacidad para atraer el interés sexual de potenciales parejas reproductivas. En el ser humano se entiende como la habilidad para generar interés erótico en una persona.

"¿Ya está?" preguntó la Sra. Barret por quinta vez esa tarde.

"No, espere, no tardaré mucho más." le contesté, mi voz apenas superior a un susurro. Estaba concentrándome en mi lienzo, mientras trataba de capturar la textura del sujeto frente a mí.

Sí, soy pintor, y sí, estoy pintando a una mujer. Efectivamente, desnuda.

"Remus, cariño, me duele la espalda de estar en esta posición…" se quejó la Sra. Barret, de nuevo. Suspiré y dejé de pintar. La miré.

"Puedo seguir sin usted. Puede irse si quiere." le acabé por decir, cansado de sus quejas y lamentos. Ella chilló, un chillido agudo y se removió en el sofá del estudio de mi apartamento y se levantó para vestirse. Yo, mientras tanto, seguí con mi pintura.

Sentí a alguien moverse a mi lado y levanté la mirada para encontrarme otra, mirándome con un toque felino y seductor, el cual no entendí. Fruncí el ceño y abrí la boca para hablar. Fui interrumpido. Me cogió totalmente por sorpresa, pero en un momento, sus labios estaban sobre los míos. La aparté de golpe. No me entendáis mal, no es que me importe la edad que tiene (aunque 65 años son muchos), es porque no tiene lo que a mí me gusta que tenga mi pareja, algo que me parece imprescindible: pene.

Ella me miró con ojos tristes.

"Remus… ¿Qué…?" comenzó. La interrumpí con una mano alzada.

"Lo siento, Sra. Barret, pero no puedo, es usted una clienta y yo…" vacilé.

"Así que lo que dicen es cierto… A ti te gustan los hombres, ¿verdad, joven Remus?" me preguntó con una mirada de conocimiento.

¿Joven? ¿En serio? ¡Tengo 23 años! Bueno no es que sea mucho pero… pensé. Sacudí la cabeza, deshaciendo mis divagaciones. Y después dije:

"Cierto, Sra. Barret." Respondí sin más. En ese momento, empezó a sonar mi teléfono, con el tono específico de Frank. ¿Qué querría?

"Estás ocupado, bueno, yo me voy, ya me enviarás el retrato. Adiós, muchacho" se despidió y momentos después oí la puerta principal de mi apartamento cerrarse.

Fui corriendo a mi sala de estar y cogí mi teléfono móvil de encima de la mesa. Presioné el botón de responder.

"¿Hola?"

"¡Remus, amigo!" oí la amigable voz de Frank. Se le notaba que estaba sonriendo, le imité.

"Hola, Frank, ¿Qué pasa?"

"Bah, nada en especial, sólo comentarte un par de cosillas…"esperé"… ¡voy a ser papá!"

Abrí la boca de par en par, sorprendido. Me recompuse y sonreí como un loco.

"¡Me alegro por ti, compañero! ¡Felicidades!" se rió de felicidad y me dio las gracias.

"Quiero celebrarlo, ¿qué tal te va esta tarde a las ocho en Midnighters*?"

Dudé. Midnighters era un garito que no solía frecuentar, y a mí me gustaban los clubes que conocía. Pero lo haría por Frankie.

"De acuerdo, ¿nos vemos allí? ¿Alice viene?" pregunté. Él me afirmó que venía y le dije adiós. Colgué y dejé el celular sobre la mesa de nuevo. Me dejé caer al sofá y suspiré. ¿Cómo se supone que debía vestirme para ir a Midnighters?

Se me ocurrió ir al centro comercial, así que me levanté y me quité la bata de pintar. La colgué en el perchero y cogí mi chaqueta de verano marrón. Me giré hacia el espejo del recibidor y observé mi reflejo. Todo tan simple: ojos marrones, pelo rubio, nariz respingona (pero no demasiado) y labios finos y naturalmente rosados. Cuerpo escuálido y flacucho. No me extraña nada no encontrar una pareja…

Resoplé, haciendo que mi flequillo se moviera hacia arriba, me enderecé y salí del apartamento.

Llegué con mi auto al aparcamiento del centro comercial a las cinco y media. Aparqué junto a una camioneta (bastante sucia, déjenme añadir) y salí. Cerré la puerta y aseguré. Me volteé y caminé decididamente a la entrada.

Tras caminar un buen rato al fin llegué a la tienda que buscaba y entré.

Rebusqué entre toda la ropa y lo único que encontré fue cuero. Sí, pantalones, camisetas, chalecos y chaquetas de cuero de diferentes colores. ¿Dónde me había metido? ¿Qué había sido de mi tienda favorita? Ah, ya…llevaba dos años sin venir…

"Perdone, ¿puedo ayudarle? Es que le veo un poco perdido" una voz femenina dijo detrás de mí. Me giré y vi a una bonita pelirroja de ojos verdes vestida con unos shorts tejanos descoloridos y una camiseta verde ceñida que igualaba el color de sus ojos. Su mirada era amable, tanto como su sonrisa. Le sonreí.

"La verdad, es que no encuentro nada…de mi estilo." acabé. Ella me examinó, me pregunté qué estaría pensando.

"Hmm… pues aquí no va a encontrar nada como lo que lleva puesto… ¿Y si me dice cuál es la ocasión y le digo que podría comprarse?" ofreció. Asentí.

"Voy a un club esta noche con un amigo y su mujer a celebrar el reciente embarazo de ésta." Ella asintió. "¿A qué club van?"

"Midnighters" dije.

Sonrió de lado. "No creo que sea su estilo de garito tampoco, ¿no?" Reí y negué con la cabeza mientras me mordía el labio. "De acueeerdo… veamos lo que vemos… ¿Qué le parece el cuero marrón? Le iría bien con esos ojos miel, tan bonitos que tiene."

La miré y suspiré. "Lo que tú digas..." me fijé en su cartelito del pecho. "…Lily." Ella sonrió y sacó unos pantalones ceñidos de cuero marrón. Abrí los ojos de par en par.

Salí del centro comercial y me metí en el auto.

Dejé la bolsa con mi ropa en el asiento del pasajero y cerré la puerta, arranqué el motor.

Me dirigí hacia mi apartamento. Iba a llegar tarde si no me daba prisa; eran las ocho menos cuarto.

Cuando me puse esos pantalones, al instante en el que me miré en el espejo de mi cuarto, me arrepentí de haber aceptado ir a Midnighters.

Me resigné y salí corriendo de mi apartamento hacia mi auto de nuevo. Conduje hacia el garito y aparqué en la entrada. Salí y me dirigí hacia dentro. Justo en la barra estaban Frank y Alice, tomándose una bebidas. Fui hacia ellos.

"Hola" dije. Los dos se giraron hacia mí y me observaron mientras yo que quitaba la chaqueta. La dejé en el asiento y les miré. "¿Qué?"

"¿Cómo que 'qué'? ¿Qué haces vestido así, tío? No es para nada tu estilo." me dijo mi amigo. Me encogí de hombros y me senté junto a Alice, quién sonrió. "A mí, me gusta cómo vas, Rem." y me guiñó un ojo azul. Yo me sonrojé y sonreí mientras bajaba la cabeza, mirando a la barra. De pronto, vi una mano apoyarse en la barra, frente a mí. "¿Qué vas a tomar?" dijo una voz raspada y, a la vez atractiva. Miré al desconocido y casi me caigo del asiento. ¿Quién demonios era ése? ¿Acaso era un dios? Miré esos ojos grises, que parecían piscinas en las que te podías ahogar y después mi mirada pasó por sus labios, que poco a poco formaban una sonrisa pícara. Parpadeé y vi que estaba esperando. Se sacudió el pelo fuera de los ojos y me sorprendió ver que cada uno de los pelos se iba a donde se supone que deberían ir. Parecía tan suave… Oí carraspear a alguien. Era Frank. Le miré y levantó las cejas, expectante. Volví mi mirada al dios, la sonrisa del cual se había vuelto, de repente seductora. "¿Pe…perdón?" balbuceé.

Él se inclinó hacia mí y me susurró en su voz áspera. "Dije… que qué vas a tomar…" repitió. "Sor…sorpréndeme" a quien sorprendí fue a mí mismo, diciendo eso. Él sonrió más ampliamente y se giró para prepararme mi bebida. Me giré hacia Alice y Frank, la primera sonreía y el segundo levantaba las cejas arriba y abajo, repetidamente. Me sobresalté cuando un vaso fue puesto frente a mí. Lo miré. Era una bebida oscura y unos dedos pálidos la rodeaban. Miré al propietario de dichos dedos, el cual estaba mirándome también. Nuestras miradas se encontraron y sentí una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo. Mi mirada, de nuevo, se deslizó hacia sus labios y, de nuevo, estaba sonriendo seductoramente. Se lamió los labios y fue algo que me llegó. Literalmente, me llegó ahí abajo, ya sabéis dónde, no me lo hagáis decir…

Cogí el vaso y pegué un sorbo, su sabor agridulce me hizo estremecer, y cuando miré de nuevo al barman, ya se había ido.

¡Buahahaha! Me encanta el suspense, ¿no os encanta el suspense?

Vale, vale no me peguéis…

Postearé a menudo, espero. ¿Os gustó? ¿Review? *ojitos de cachorrito*