Disclairmer: Los personajes pertenecen a sus actuales autores, yo sólo hago uso de ellos para esta historia original creada por mi
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.~.~.Hielo y Calor.~.~.
Fanfiction Jigoku Sensei Nube
Rating T
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Como siempre, la hermosa mujer de las nieves iba a buscar a su querido novio a la escuela primaria de Domori, donde él, Meisuke Nueno era el profesor del salón tres. Siempre iba gustosa a dejarle en el horario de almuerzo la comida que cocinaba con amor, aunque le costase muchísimo por la cocina. Yukime era la mujer de las nieves, un monstruo para los humanos, pero para Nube, era la única mujer que quería. Yukime, sonríe feliz al recordar la última cita que había tenido con Nube.
Flash Back
- Yukime…- Estaba Nube un poco sonrojado en la puerta del departamento de la chica de cabellos celestes. Nube le costaba mucho abrirse ante los demás, aunque ella fuese su novia. Le había tomado de la mano de sorpresa antes de que ella entrase a su casa.
- ¿Si, Nube? – se giro con algo de sorpresa pero no escondiendo la hermosa sonrisa que siempre le daba a su dulce sensei.
- Yo…- se interrumpió para hallar las palabras precisas para decirle a Yukime cuanto le amaba, pero es que era realmente complicado. – Tú siempre serás la única mujer que quiera…- el sonrojo parecía tan adorable en las mejillas de ese hombre. Yukine sonríe más, y los ojos le brillan como dos cristales de nieve.
-¡Nube! – se lanza en sus brazos feliz y contenta. Siempre cuando Nube le decía frases tan románticas, sentía que su corazón bombeaba un calor que se propagaba en todo su cuerpo. ¿Es era amor verdadero? Para Yukime , Nube era el único hombre que amaría.
Fin Flash Back.
Cruza el portón de la escuela primaria Domori y se dirije a la sala de profesores. Saluda a algunos de los alumnos de Nueno, pero no decide conversar con ellos, ya que precisamente solamente quería estar con él…
Desliza la puerta de la sala de profesores y lo ve conversando con la Maestra Ritsuko. Con algo de sorpresa observa a la pareja de profesores que hablaban amistosos y con una sonrisa en sus labios. Yukime tiembla con temor y algo de miedo. ¿Estaba interrumpiendo algo muy privado? ¿Porqué Nube miraba así a Ritsuko?
Nube gira su rostro y observa a la mujer que acaba de entrar.
- ¡Ah Yukime!- sonríe contento al ver a la chica en la escuela. La aludida sonríe falsamente y se acerca al profesor.
- Creo que estoy molestando…- susurro con una sonrisa en sus labios, más sus ojos estaban brillosos y tristes.
- No. Claro que no molestas. Yukime – sonríe la de cabellos negros y cuerpo hermoso que estaba sentada en su silla mirando a la joven de ojos azules – Nube me contaba que tenían planeado viajar a Kioto…- Yukime abre los ojos con sorpresa para luego fruncir un poco el ceño. ¿Qué tenía que enterarse esa vieja de todo lo que hacía con Nube? ¿Porqué él siempre le contaba lo que hacían como parejas…? Yukime se alejo un paso de ellos y sonríe sin ganas.
- ¡Ah si! Tenemos planeado viajar el fin de semana…- dijo Yukime dejando el almuerzo de Nube en la mesa del maestro. El hombre le mira de reojo – Con el sueldo que le dan ahora el fin de mes, podremos costearnos los gastos. Por si quieres saber Ritsuko-san ya que tanto te has entrometido ..- dijo mirando algo molesta a la profesora, dejando ofendida a la joven de ojos negros. Nube frunce el ceño.
- ¡Yukime! – grita algo suave Nueno a la mujer de baja estatura que estaba al lado de él. – Disculpate con Ritsuko san –
- ¿Porqué? Es ella la entrometida que se mete en asuntos personales. – grito mirando enojada a Nube. Las cejas de el hombre empezan a dar un tic nervioso
- No. Yo le conté… ella no es la entrometida…- Yukime abre los ojos con sorpresa para luego recriminarle a él.
- ¿Le cuentas todo a ella? – hubo un silencio en aquella sala. Nube no se digno a contestar. Ya todo estaba claro para Yukime. Siempre habría alguien más en el corazón de Nube. Todo lo que había dicho en la última cita …todo era falso.
- ¡Adios Nube! – sus ojos soltaron lágrimas y se fue de la habitación. Cuando Nube trato de alcanzarla saliendo hacia el pasillo, ya era tarde. La chica de la nieves ya se había marchado.
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- ¡Tonto!¡Tonto! ¡Tonto Maestro Nueno! – gritaba enojada y ordenando su ropa. Estaba en su habitación guardando su ropa en una maleta. Hacía calor afuera, aunque estuviese anocheciendo, pero, que importaba. Ella igual iba a tomar un tren para dirigirse a la montaña; el hogar que nunca tuvo que dejar. Después de ordenar lo último se arrodilló al lado de la cama, juntando sus piernas hacia su tórax.
Ahí estaba, sola, sin la compañía de Nube. Y la hacía sentir miserable. Había realmente confiado en sus gestos, en sus palabras en sus tratos, y pensó, realmente pensó que él la quería a ella. Pero en realidad sólo era lastima, solo era amistad ya que en su corazón siempre estuvo Ritsuko.
Yukime baja la cabeza y dejar que las lágrimas empiecen a fluir en su rostro. Necesitaba salir ese mar de lágrimas antes de emprender su viaje, y dejar todo atrás y volver a ser nuevamente la mujer de las nieves.
- ¡Yukime! ¡Abre la puerta!- escucho en la puerta de entrada. Ya sabía quién era y no evito que su corazón golpeara en su pecho, y sus ojos se abrieran ante la penumbra que ya se colaba por las ventanas. El atardecer había acabado.
- Yukime – la voz de Nube se escuchaba más suave que la primera vez. Escuchó que había un golpe en la puerta, era su cabeza, golpeando la madera.
- Yukime, por favor déjame explicarte…- La cabeza de nube ya no estaba apoyada en la puerta porque acaba de ser abierta por la joven de cabellos azules, vestida con su atuendo de humana.
Nube abrió sus ojos y se enderezo arrepentido.
- ¿Puedo Pasar? – Yukime le observó. Estaba vestido con sus siempre pantalones negros y sus zapatos cafés oscuros. Colgaba de su mano derecha su chaqueta, teniendo su camisa blanca arremangada.
- No es necesario que pases si vas a darme una explicación, Meisuke Nueno – El chico se tensó cuando la mujer pronunció su nombre completo. Al parecer no iba a ser tan fácil persuadir que le perdonase.
- Esta bien…- dijo Nube aun parado en el depto. Yukine espero a que el comenzará a hablar. Él sonrió nervioso. - Ah si, verdad. Yukime, yo sólo quería pedirte que me disculparás. Yo se …- Yukime le interrumpe molesta.
- Qué el daño está hecho? Pues sí, Nueno, está hecho, y duele mucho. – susurro lo ultimo la mujer de las nieves con los ojos brillosos. Evito la mirada de Nube arrepentido. Nube le miró con sorpresa. Apoya sus manos en los hombros de Yukime.
- ¿Me dejarás pasar y poder explicarte mejor lo que pasó? – preguntó dudoso el hombre de ojos cafés. La oji azules se aleja del toque de él y le permite la entrada a su hogar.
Ya instalados en el living de la chica, que para él era un misterio como pagaba la renta, se sentaron en el suelo, cerca de la mesa.
- Yukime. Yo le comente algunas cosas a Ritsuko porque… - se sonrojo enormemente, dejando que el enojo de Yukime se fuera un poco de sus pensamientos para observarle curiosa. Nube se da cuenta de la mirada curiosa de ella y se sonroja más – por…que necesitaba consejos..-
- Consejos – hablo Yukime con voz sarcástica y girar el rostro enojada. Consejos; claro.. y ella era humana.
- Si…- hablo nube sonrojado al no notar el rostro enojado de Yukime. – Yo necesitaba consejos en cómo debía comportarme contigo; en cómo planear el viaje…contigo- Nube se sonrojo y miro apenado a Yukime. La chica se sonrojo. ¿De verdad Nube era tan tímido en esta relación? ¿Estaba tan preocupado por ella?
Nube ya con un poco de valor, levantó su rostro, borrándose su sonrojes para tomarle de la mano a la chica pálida de rostro angelical.
- Nunca he estado en alguna relación formal con alguna mujer. Para mi todo esto es nuevo. Necesitaba a alguien que me ayudará en cómo llevar la situación contigo; en cómo actuar y comportarme con la mujer más hermosa que he visto en mi vida…- lo ultimo lo dijo con tanta seriedad y con los ojos brillosos. Que la mujer no evito que su boca se abriera en forma de O y su sonrojes empezara a notarse en su fino rostro.
- Yo...yo – pronunció Yukime nerviosa. Y es que eran las pocas veces que podía observar de una forma tan seria y tan profunda de Nube, que no permitió que su cabeza formulará alguna respuesta.
- Pero, está bien que te enojes. Yo no debería haberte escondido aquello, pero es que de verdad para mí todo esto…- abrió sus ojos al sentir los labios de la chica en los suyos. Lo había tomado por sorpresa. Pero al pasar los segundos, dejo que lo demás fluyera para ambos. Nube se separo con sorpresa.
- Yukime…- susurro sonrojado y nervioso. La chica estaba con lagrimas corriendo su rostro y una sonrisa dibujada en sus labios.
- Nueno…eres el hombre más tierno y considerado del mundo. Te perdono – le abrazo desde el cuello para empujarlo hasta el suelo. Nube se sujeto de la cintura de la chica, se golpeo en la cabeza, pero aquello no importaba, sino en la posición en la que estaban. Ella estaba encima de él en el suelo.
- Yukime…- le observó con los ojos brillosos y tímidos. Yukime le sonríe apenada y sonrojada. Se acerca a sus labios y deja que él lo tome como de costumbre. El beso comienza siendo dulce y sincero para pasar a ser pasional y placentero para ambos. Se separan al agotarse el aire de ambos, él sonríe tiernamente.
- Te amo, Yukime…- susurra en el oído de ella tan suave y tan profundo que las lágrimas de Yukime bordean sus ojos.
- Y yo a ti, Nube…-
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¿Continuará? ¿Quién sabe? …
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Saludines
Atte
Ca211
