Disclaimer: Todos los personajes pertenece a JKR!

BUSCANDO CULPABLES

Cap. 1 El amor se volvió negro.

Hermione se despertó ese día en la mañana empapada en sudor frío, había tenido el mismo sueño otra vez, nunca cambiaba siempre era el mismo, un hombre alto y musculoso que la toma entre sus brazos y la hacia brutalmente suya, y ella parecía disfrutar el acto inmensamente, todavía después de haber despertado tenia la sensación de que había disfrutado intensamente el dulce dolor que su amante le había proporcionado. Tenia veinticinco años era normal que tuviera sueños húmedos ¿Cierto?

Trato de apartar los cabellos que se habían adherido a su rostro, se tallo los ojos con ambas manos y giro hacia su lado derecho, en ese momento tuvo la clara visión de una espalda pálida y bien formada, los cabellos rubios desparramados en la almohada y las delicadas sabanas de seda, que cubrían desde la línea de las caderas hasta los pies de su esposo que respiraba tranquilamente ajeno a lo que pasaba a su alrededor.

"No, no es normal" pensó Hermione, "no es normal tener sueños húmedos con un amante desconocido, cuando tengo a un dios griego durmiendo en mi cama" pensó una vez mas.

Por que eso era lo que era Draco para ella, un dios, tan inalcanzable la mayor parte del tiempo. Se habían casado hacia ya tres meses, habían estado comprometidos por dos meses y antes de eso habían sido enemigos que se odiaban profundamente, lo que la había llevado a aceptar este compromiso era algo que no tenia nada que ver con el amor, a pesar de que nunca se había visto así misma como una persona frívola capaz de casarse por interés, lo había hecho. Talvez no fuera un interés económico el que la unía a su esposo, ni si quiera la impulsaba un deseo de venganza por todas aquellas vejaciones que había sufrido a manos de Draco cuando eran jóvenes, no, su interés en Draco había sido mas bien por el simple y sencillo hecho de que no quería estar sola, después de darse cuenta de que aun casada, la felicidad no llegaría automáticamente y de que la ansiedad, pero sobre todo la soledad no habían desaparecido, se encontraba a si misma preguntaba cada vez con mas frecuencia que habría pasado si no hubiese cedido a la propuesta de Lucius Malfoy.

Demasiado tarde ahora, a menos que alguien le prestara un giratiempo, nunca la sabría. Mientras observaba los débiles rayos del sol colándose por el inmenso ventanal de la habitación que compartía con su esposo, pensaba que talvez hubiera sido imposible encontrar a alguien que quisiera pasar el resto de su vida con ella, años atrás conforme pasaba el tiempo veía que a su alrededor sus mejores amigos se habían establecido; Ron finalmente había madurado, entre los dos habían decidido que nunca podrían ser otra cosa mas que amigos, después de esta resolución Ron los sorprendió a todos incluso a si mismo casándose con Luna, era lo que el necesitaba se había repetido infinidad de veces, cualquier tonto se daba cuenta como las extravagancias de Luna habían ayudado a que su amigo finalmente pusiera los pies en la tierra y Harry, bueno, hacia tiempo que no se veían por mas de unos minutos, ultimadamente se preguntaba si Ginny no estaba tratando de alejar a Harry de ella, cada que lo topaba en alguno de los pasillos de Ministerio Harry repentinamente recordaba que tenia lago muy importante que hacer, después de tantos años esos dos seguían profundamente enamorados, era muy probable que algún día Harry finalmente decidiera comprometerse.

El caso de Hermione había sido diferente, se había dedicado a ser espectadora de todo lo que pasaba a su alrededor y de repente se dio cuenta que su reloj biológico seguiría su curso y el pánico se adueño de ella.

"¿Qué tal si nunca tenia hijos?" Fue su primer temor, no era la bruja mas inteligente de su generación para darse cuenta de que para eso primero tenia que estar casada o al menos tenia que estar dentro de una relación

Después de ese pensamiento inicial se dio cuanto que había infinidad de cosas pendientes en su vida, nunca había tenido la verdadera oportunidad de amar a una persona incondicionalmente, nunca había sido amada incondicionalmente, nunca se había entregado apasionadamente a alguien, nunca alguien se había entregado a ella, no había sentido el calor que emanaba del ser amado después de haber hecho el amor.

Que tal si nunca llegaba la oportunidad de amar y ser amada, o el solo hecho de pasar el resto de su vida con alguien, de morir al lado de alguien. Por eso cuando Lucius Malfoy sugirió que ella seria una excelente Malfoy y Draco le pidió que se casaran, Hermione no lo dudo ni un momento y dijo que si, y eso era lo que la había traído aquí, tres meses de casada, compartiendo la cama con Draco y teniendo sueños húmedos con un amante desconocido.

Se sentía tan patética por no poder ser capaz de despertar ninguna tipo de pasión en Draco, sus encuentros hasta el momento habían sido por llamarlos de alguna manera mecánicos, su esposo era un amante considerado, la trataba con un cuidado abrumador la trataba como si ella fuera una muñeca de cristal a punto de romperse. Siempre se preguntaba si el disfrutaba las veces que habían estado juntos, no estaba segura, Hermione no estaba segura por que razón pero hubiera preferido mil veces al Draco de la escuela, al menos esa persona despertaba alguna reacción en ella. Esta persona, este Draco con el que estaba casada, no era el mismo, era pasivo y cariñoso, era verdad que nunca le había negado nada, pero a veces era como si no la viera como si ella realmente ella no estuviera ahí, mientras los días pasaban se sentía como un mueble mas en la inmensa mansión que ahora compartía con Draco y sus padres.

Toda la situación era cada vez mas frustrante ¿habría algo que ella pueda hacer, para cambiarla?, no lo sabia, y su hubiera algo que pudiera hacer ¿lo haría?, este matrimonio realmente valía la pena, por que de una cosa estaba segura; ella no amaba a Draco, pero ¿realmente valía la pena luchar por algo así? Podría ella Hermione Granger vivir por el resto de su vida sin sentir esa pasión que se moría por experimentar, la pasión que solamente sentía cuando estaba dormida.

Podría ella pasar el resto de su vida con un marido indiferente que la trataba como si fuera parte del mobiliario de Malfoy Manor.

Sacudió su cabeza, demasiadas preguntas, para las seis de la mañana, se recostó sobre la almohada mirando fijamente hacia el techo.

Será imposible intentar volver a dormir, lentamente deslizo sus piernas fuera de la cama, se puso de pie y se dirigió al baño. Diez minutos después emergió del baño envuelta en una nube de vapor, se dirigió al armario, lo abrió y una vez mas se deslumbro con todas las cosas que este guardaba en su interior, los mejores vestidos muggles y las mas lujosas túnicas se encontraban colgadas dentro del armario- estaban ahí al alcance de su mano, era algo tan absurdo, ella nunca había estado obsesionada con la moda, el que Draco le hubiera comprado todas estas cosas para hacerla feliz, le daba a entender lo poco que se conocían uno al otro.

"Vaya manera de empezar el día" murmuro Hermione, su estado de animo era completamente gris y ya no había nada que pudiera hacer para cambiarlo, se sentía viviendo en una jaula de oro, tenia todo y a la vez nada, que absurdo sonaba eso, pero era así como realmente se sentía.

Termino de vestirse con una falda y una blusa de cuello de tortuga color negro y encima de eso una elegante túnica color gris, zapatos de tacón negros, se dio la vuelta dirigió una ultima mirada a su esposo que aun seguía dormido y lo que vio hizo que la boca se le secara. Draco había extendido todo su cuerpo sobre la cama, la sabanas ya no cubrían su cuerpo desnudo y Hermione pudo ver su erección matutina, trago saliva ruidosamente y con pasos temblorosos se acerco al borde de la cama, después de todo ella era una Gryffindor, valía la pena luchar por cualquier causa se dijo así misma , se sentó al borde de la cama y deslizo su mano lentamente a través de uno de los muslos de Draco, se inclino y comenzó a besar lentamente el marcado abdomen de su esposo cubierto por escaso bello rubio, sin pensarlo dos veces tomo el miembro de Draco en su boca y comenzó a succionarlo lentamente, Draco gimió suavemente, mientras las manos de Hermione acariciaban sus muslos con movimientos cada vez más apremiantes, Draco comenzó a arquear su espalda y empujar cada vez mas fuerte sus caderas, Hermione podía sentir como el cuerpo de su esposo sufría pequeñas convulsiones, clara señal de que estaba a punto de llegar al orgasmo, después mientras su esposo alcanzaba el punto de máximo de placer, Hermione escucho algo que nunca pensó escuchar de labios de Draco Malfoy.

– ¡Dios Harry, Te amo! –grito Draco antes de vaciarse con fuerza en la boca de su esposa Hermione Granger.

TBC