Notas: Hola y bienvenidos a este nueva serialización de la cual no garantizo nada (?) siempre quise hacer un abecedario y bueno, aquí estoy haciéndolo.

Si quieren alguna palabra en particular con alguna letra en concreto siempre pueden ser fuente de inspiración (?)

Por favor lean las advertencias generales


Advertencias:

» [SakuHarem]: Sakura Haruno x Todos. Me pondré a mi misma la clausula de no repetir pareja es decir, en cada drabble/oneshot elegiré a un chico o chica del mundo ninja diferente (nada de OC's de mi creación). Por lo tanto si quieren que aparezca algún personaje tomen en cuenta que solo apecerá una vez. No duden en pedir y nombrar gente, por más crack que parezca la pareja(?)

» [Posible presencia de OOC]: Pero admitamos que siempre que escribamos sobre sucesos no canónicos (como las parejas) esto sucede. A pesar de esto intentaré que no se note tanto.

» [Advertencias particulares del drabble del día]:Ninguna.


Especificaciones:

» Cantidad de palabras: 778

» El candidato del día: Kiba Inuzuka.

» Edades: ambos 13 años.

» Época: posterior a la ida de Sasuke de la aldea.

» Summary de la fecha: Ella suspiró, la mirada perdida en el campo de entrenamiento. Debía resignarse, si quería entrenar al perro debía hacerlo primero con el dueño.


Disclaimer: Ni la imagen que utilizo como portada ni esta serie de anime me pertenecen, Naruto es propiedad de Kishimoto, por lo tanto créditos a su respectivos autores. Sin embargo la idea de este fic si es de mi autoría.


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Abecedario de rosas


Capítulo I: A de amaestrar

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Sakura volvió a tirar la rama pero Akamaru solo ladeó la cabeza mirándola intrigado, sin mover su trasero de donde se encontraba apoyado. Él era un buen perrito y solo le hacía caso a su amo, y a los amos de su amo, aunque seguía sin comprender porque el joven se empeñaba en llamarles como "mamá" y "hermana".

Por su lado, en su interior, la chica sabía que aquel pequeño saco de pulgas solo le estaba tomando el pelo. Bufó y apretó los puños, testaruda como era no se iba a rendir, a su lado Kiba se encontraba exasperado.

—Te lo dije no encontrarás forma de darle ordenes a Akamaru sin que yo intervenga de por medio, — su tono aburrido, sus manos relajadas sobre su cabeza. Y es que habían pasado las últimas semanas junto a la kunoichi que no daba el brazo a torcer en sus intentos por conseguir su objetivo.

Al principio, el Inuzuka había reconocido que era gracioso ver las ideas alocadas de la pelirrosa en pos de domesticar a su cachorro. Pero con el paso de los días y horas, sus intentos se volvían patéticos y penosos. Kiba no hubiese protestado si ella se hubiese rendido el primer día, incluso hubiese soportado sin quejas y con buen humor los tres o cuatro días que le prosiguieron. Pero este no era el caso y, por lo tanto, ya se encontraba harto.

Sakura sospeso sus posibilidades de victoria. Había hecho una apuesta con su rubia mejor amiga y por ningún motivo quería perder. En ello se jugaban el pago de una cena en compañía de Chōji y Shikamaru. Una salida de amigos mensual que organizaban desde la partida de Sasuke con Orochimaru y Naruto con Jiraya, hacía poco más de tres meses. El problema no recaía en lo que comían Ino, Shikamaru o incluso ella misma. El quid de la cuestión era el tercer integrante del equipo diez.

La verdad era que la pupila de Tsunade había visto un par de libros sobre ninjutsu que, a pesar de ser caros, le llamaban la atención y por los cuales había ahorrado. Le parecía una pena entonces, gastar todo su esfuerzo en una cena para Chōji.

Su objetivo impuesto por la Yamanaka era en principio simple. Y consistía en hacer que Akamaru desobedeciera a Kiba por una orden que ella imponía. Suspiró, sintiéndose derrotada, con la mirada perdida en el campo de entrenamiento donde se encontraban. Debía resignarse a sus posibilidades y comprendía que aquello que utilizaría era su último recurso disponible: si quería entrenar al perro debía primero domesticar a su dueño.

Confiaba en que sus encantos fuesen los suficientes como para cumplir aquello. Se dio la vuelta sobre sus talones, encarando a su amigo. Su pelo, al que había comenzado a mantener corto a partir de lo sucedido durante los exámenes chūnins, se meció grácil con el movimiento.

Kiba la observó y alzó una ceja a manera de interrogación, esperando que la joven decidiera por fin acabar su calvario. Mas sus dudas aumentaron cuando noto la inquietante cercanía que la joven había logrado con solo dos pasos. Vio un sonrojo en la lechosa piel femenina y sintió su cara arder. La proximidad se hizo más escasa y sintió como sus labios eran rosados en una caricia casta por los labios opuestos.

Ella lo estaba besando ¡Lo estaba besando, joder! Era su primer beso y nunca había creído que este fuera a suceder con aquella muchacha. Sintió sus piernas temblar al percatarse de lo linda que era Sakura. Si, ella era algo frentona como Ino decía y sí, ella tenía un carácter de los mil demonios cuando se frustraba. Pero no por eso era fea. El calor en su cara se había hecho insoportable, y como si de Hinata se tratase, acabó por desmayarse.

Sakura sonrió girándose para encarar al perro ninja que ahora corría a socorrer a su dueño.

—Escuchame, pequeño y hermoso saco de pulgas — su tono de amenaza flaqueaba por la ternura pero continuo — si no quieres que tu dueño vuelva a acabar así — señaló al Inuzuka tendido sobre la hierba — será mejor que me hagas caso.—

Akamaru ladró enérgico, había visto como su dueño era amaestrado con una sola acción por aquella chica ¡Algo realmente admirable! Por lo que le había cogido cierto respeto a la nueva "ama" de Kiba. Eso claro, si su compañero volvía a despertar, el perro nunca se arriesgaría en perder a su mejor amigo.

La pelirrosa sonrió satisfecha, había cumplido con lo que quería. Observó al chico tendido en el suelo y con un leve sonrojo pensó en que tal vez no podría cumplirle aquella promesa a Akamaru.

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Más notas: Bueno, espero que les haya gustado, no solo el drabble si no la idea de esto.

Los animo a dejar sus comentarios respecto al fic.

Recuerden que un comentario motiva a seguir.

Gracias por leer y hasta la próxima.