Symphogear no me pertenece, es de sus respectivos dueños.
- ¡Por el amor a Dios, Tsubasa, vuelve aquí! –Grito fúrico desde la habitación una mujer de ojos de coral de nombre María.
- ¡Ni loca voy! –Grito de vuelta en la segunda parte del apartamento Kazanari Tsubasa que se encuentra a salvo en la cocina.
Aquellas jóvenes no llevaban más de tres meses conviviendo en el mismo apartamento, si bien era cierto que su relación era los miembros de milenaria, por no decir que ya tengas ese estatus de "pareja perfecta", aún faltaba muchísimo para ser una pareja perfecta. Eran como un perro y un gato, mientras María estaba completamente ordenada y le encantaba mantener el apartamento limpio, Tsubasa no tenía más que tener un desorden en cada habitación que pisaba.
Los pasos de una molesta usuaria del engranaje se resuelven en el piso del apartamento, caminan furiosa y no era para menos- ¿Qué tanto dejar tus camisas sucias en el maldito cesto de ropa !?
-Pero María ... -la joven peliazul nunca tuvo miedo de nada, no podría hacer frente a una milla de ruido sin miedo, pero la mirada severa de la mayor fue la alarma.
- ¡Pero María nada! ¡Tienes que poner tus malditas camisas en el cesto! –Dicho le lanzo una camisa a la cara y salió de la cocina.
- ¿Por qué esto me pasa a mi…? –Suspiro derrotada y dirigida a su habitación compartida a recoger todas sus camisetas tiradas.
Ella simplemente no entendía ¿Por qué recoger algo que al final vas a lavar? Si te quedas en el piso era más fácil saber que tienes que lavar y tener en un lugar donde se puede olvidar o juntar con otro tipo de ropa.
Si bien era cierto, desde que comenzó a vivir con la Cadenzavna, el departamento estaba muy limpio, pero cada día era una batalla por el poder del lugar. María era una mujer decidida al igual que ella, pero con la diferencia que Tsubasa siempre tenía que presentar ante las peticiones del alcalde para que este no se enojara más de la cuenta y terminaría en una batalla campal.
- ¡Tsubasa!
¿Por qué? ¿Ahora por qué?
- ¿Qué paso, María? –Pregunto calmada en cuanto llego a la sala donde Maria limpiaba.
- ¿Cuándo será el día que guardes esa maldita consola que tienes? –Suspiro y se cruzo de brazos al menos a la menor.
-Maria, no la voy a guardar, ya discutimos esto –si la Cadenzavna quería ser ruda, ella también lo seria- eso es algo que no voy a mover, ese es su lugar.
- ¿Te das cuenta que hablas de tu consola como si viviera? –Arqueo la ceja y bufo- Tsubasa, ya estás muy bien como para estar jugando con esas cosas, mejor dedícate a un entrenamiento o limpieza, que hace falta.
-Se nota que no entiendes, maria. En esa máquina hay un simulador de batallas, una falta de personas que se puede entrenar conmigo, tengo que usar un simulador para mantenerme en forma.
- ¿Disculpa? ¿Insinúas que nuestros entrenamientos no son suficientes?
-Solo digo que necesito rivales a los que se puede golpear sin que me afecte.
- ¿Qué te va a golpear? ¿Tienes miedo que te venza? –La encaro con una mirada desafiante.
-Créeme, no tengo miedo a perder, tema de tu seguridad –sonrió con un aire victorioso.
-Si eso es lo que piensas entonces ... -Rápidamente se posicionó atrás de la menor y el empujo hacia la salida- te vas a cualquier réplica, María ya has sacado a Tsubasa del apartamento e incluso le cerró la puerta en su cara.
- Horas después-
-Senpai, eres a idiota –hablo la albina conocida como Yukine Chris.
- ¿Yo por qué? Solo le dije la verdad ... si somos sinceras, no me comparo con mi técnica o habilidad ... -Hola con sinceridad la peliazul.
Las chicas se encontraban en el parque más cercano al departamento de la alcaldía. Cuando fuéramos a la redacción de su departamento, fuimos directamente al parque con la esperanza, María, fuera de ella y la perdonara de cualquiera que haya sido su "pecado".
-Y con esos comentarios no esperes que te perdonen –Chris suspiro y vio a su senpai que estaba sentado al lado suyo. No tenía planeado tener una relación con el alcalde, sino que también me había gustado.
-No puedo tener otra cara ... cuando María se enoja me pongo así ... no me gusta verla así –dijo con tristeza. No era una mentira que cada vez que se discutió con su novia. Así fue desde que empezaron a salir, o más bien a discutir.
-Entonces no hay comentarios, si ya sabes como es ¿para que decir esas cosas?
-No puedo evitarlo, intento ser sincero en la mayoría de mis acciones ¿Qué es eso de malo? –La ojiazul vio a la menor con esa característica.
-Es como cuando te dije que estaba gorda ¡a ninguna mujer se dice eso!
-Pero… era verdad, María había engordado un poco… en verdad no entiendo a las mujeres –volvió a bajar la cabeza derrotada por su ignorancia sobre cómo tratar a una mujer.
- ¿Tengo que grabar que tu eres mujer? –Yukine arqueo la ceja ante el idioma que estaba siendo su Senpai en esos momentos.
-Se que lo soy -acepto tras suspirar- ¿Por qué no puedo entender a María?
- ¡Solo tienes que moderar tus palabras! –Le dio un pequeño golpe en la cabeza y se cruzó de brazos-, debe moderar sus palabras, una cosa que es el mar sincero y otra es el mar una lengua como la lengua.
¿Qué fue un pleonasmo? -alzo la ceja dudosa- Porque a eso sonó…
-Mejor cállate y piensa en una manera en que puedas arreglar tu idiotez –sin más se refiere a la banca- tengo que ir, Kirika y Shirabe han de tener hambre.
Tsubasa también se levanto y el tomo de la muñeca-Por favor Yukine, no te vayas ... -pidió en suplica, algo raro en ella- no quiero estar sola sola ...
- ¿Q-que? –Las mejillas de la menor estaba que le había dicho las acciones. Nunca he tenido que ver con la vulnerabilidad.
-Pero no quiero una niñera, quiero una amiga que me acompañe… -esa mirada y esa voz de niña regañada era la mejor arma de la Kazanari.
-N-no puedo, Kirika y Shirabe ... -comenzó a forcejear con la mayor- senpai, debo irme ... ¡ah!
Entre su forcejeo, Yukine cayó sobre Tsubasa, una escena sumamente incomoda, ya que estaban solos. La albina era un punto de levantarse e incluso de lanzar unas cuantas bofetadas a su superior, hasta que un fuerte carraspeo "arruino la escena", el lugar estaba cubierto por un aura negra y una oscuridad que no podía asustar al comandante.
Ambas chicas vieron quien era la promotora de semejante ambiente, no era nada más ni nada menos que María Cadenzavna Eva, novia fúrica de Tsubasa ...
-M-Maria esto ... no es lo que parece –la Kazanari se encuentra más rápido que el piso, incluso a Chris cuando se levanto.
- ¿No es lo que pienso? ¿Y que es lo que pienso? –Pregunto con una sonrisa irónica- ¿Qué es lo que estaba en un punto de besar y si no hubiera llegado hasta aquí?
-N-no es eso, en serio -miro a la mayor y luego a Kouhai con miedo a la muerte que se avecinaba- lo que paso es que ...
-Yo me caí arriba de ella, eso es todo –termino la albina fingiendo completamente que no estaba nerviosa.
-Muy bien, Yukine Chris –callo en cualquier intento del menor por arreglar las cosas con su mirada. Tsubasa, vid por ti para arreglar las cosas, pero también tengo estas relaciones con tu compañera. Cuando termine te espero en el departamento, con un tono de voz se enviará en el mismo.
- ¡M-María, espera! –Grito y corrió atrás de tu novia que ya te ha llevado bastante ventaja, porque es mucho tiempo en reaccionar y salir tras ella.
- En el apartamento-
- ¡María, abre la puerta, debemos hablar! –Grito la ojiazul afuera de su departamento.
-Ve y habla con Yukine Chris, parece que esa es la calma y la verdad. –Un con su monótono tono de voz se alejo de la puerta. Tanto se ha tratado como si hubiera sido fastidiada, un buen baño le haría bien.
- ¡María! María… ¿Por qué soy tan idiota?
Entre sus lamentos, no se ha dado cuenta de un factor muy importante, ¡ella también tiene las llaves del apartamento!
-Pero que idiota puedo llegar a ser, podría competir con Tachibana sobre el premio a la mayor idiota –se regaño a si mismo y abrió la puerta del apartamento con sus llaves- ¿María? –Centro de la cautela, pero no lo vio en la sala- ¿Se va a dar un baño? –Giro su cabeza hasta las escaleras.
Subió las escaleras con cautela hasta que llegué al cuarto de baño, se abrió la puerta pensando que María no se pudo abrir la llave del agua caliente ... error grave al pensar eso. La Cadenzavna ya se verá completamente desnuda y dándole la espalda. Esas vueltas y ese cabello rosado casi húmedo por el vapor de la habitación le dan un aura irresistible y apetecible ante los ojos de Tsubasa.
Tenía muchas opciones en ese momento, la más simple era lanzarse sobre ella, pero la de María significaba su propia muerte, la pelirrosa no era muy fan de ser atacada en el baño. Así es que seguimos el sentido común y el alejo de la puerta del baño para ir a la cocina, ya eran casi las ocho de la noche y aún no había cenado ... no era buena en la cocina, pero siempre puedo improvisar algo sencillo.
Así fue como se hizo en la cocina, mientras que su novia tomaba una ducha.
-Tiempo después-
-Así que ... ¿hiciste la cena? –Hablo la ojiverde con la ceja levantada. No esperaba que su novia la elaborara la cena, menos que no se quemara o pareciera comprada en la tienda de autoservicio.
-Si, ¿te gusta? –Pregunto algo nerviosa.
-No lo sabre hasta probarlo, ¿verdad? –Sin más se acomodó en su asiento.
Hay que ser sinceros, la comida de Tsubasa no era más que un sándwich tostado, pero al menos no se había quemado o algo peor.
La opinión de Kazanari con la atención como la mayor parte de los resultados probados, no se realiza ninguna expresión, simplemente termino de comer inexpresiva.
- ¿Cómo… como estuvo? –Pregunto la ojiazul con algo de miedo.
-Digamos que estuvo aceptable, nada mal.
Tsubasa sonrió, eso es en el idioma de Maria significaba que le gustaba y no tenia quejas.
-Yo lavo los platos, ve a ponerte el pijama o bañarte, lo que veas conveniente –dijo sin más y tomo los platos para lavarlos.
-Entendido –la sonrisa de la menor se amplia. Sabía que había ganado puntos y que faltaba poco para la perdonar.
En la habitación, María fue la primera en acostarse, la indiferencia frente a su novia que no la dejará de ver con una sonrisa. Claro que a Tsubasa no le gustaba ni a su novia molesta, sino que le gustaba la manera en que la mujer ignoraba, se trataba de una niña chiquita que hacía una berrinche para no tener un juguete o algo así.
- ¿No te vas a acostar? –Pregunto a la pelirrosa aún con la espalda a la menor para que no viera el nivel de sonido que se había formado en sus mejillas.
-Estaba esperando a que me lo dijeras –mantuvo su sonrisa y se acostó en su cama atrás del mayor.
Hubo un silencio mortal, en el que la vida del amor no ha sido usado solamente para el cabello de María con una sonrisa, le gustaba ese ondulado cabello de donde lo viera. Mientras tanto, en la mente de la oradora solo pasaba una cosa ¿Cuánto tardaría Tsubasa en abrazarla? Esa mujer es imposible en la mayoría de las veces, sin embargo, no es tan fácil como en su vida.
Así es, como medida del último recurso, se giró para ver a su novia con una cara de puchero, a lo que Tsubasa solamente rio levemente y la tomo entre sus brazos.
-Eres una espada muy desobediente, ¿te lo han dicho? –Pronuncio María con algo de reproche en su voz.
-Eres la primera –volvió a reír and beso gentilmente en el frente de la menor- aunque eres you very caprichosa. Eres una gatita muy consentida, eso deberías saberlo.
-Espada grosera ... ¿Qué clase de espada del centinela eres? –Frunció el ceño y se recargo en el pecho de la menor.
-Solo soy la mejor espada de Japón –dijo orgullosa.
-No olvides que también eres muy tonta para hablar.
-Lo sé, me vuelvo una espada inútil cuando estoy contigo ¿Me puedes culpar por eso? –Dijo con la mayor sencillez del mundo.
María oculto su rostro en el pecho de Tsubasa con el fin de que no viera su creciente sonrojo- ¿Quitaras tus juegos de la sala?
-Puedo ponerlos en un gabinete donde no se vean, ¿eso te parece bien? –Sonrió satisfecha cuando su novia asintió levemente- mañana los moveré, lo prometo.
-Así que espero. Kazanari Tsubasa… -hablo con algo de somnolencia, pero con cierta seriedad en su voz- la próxima vez que me quieras ver en el baño es mas cuidadosa y no digas cosas como "cuerpo de diosa, cuerpo de diosa" ... es algo vergonzoso eso ...
-Y-yo ... -ahora la sonrojada y apenada era Tsubasa- E-es hora de dormir ... este ... creo que debemos descansar ...
-Solo por hoy te dejare descansar sin reclamar, tengo mucho sueño y ya sabes como pongo cuando no descanso ... -Más que aclarar fue una amenaza para cuando Tsubasa no la dejara dormir.
La Kazanari suspiro aliviado y su barbilla en la cabeza de la alcaldía - buenas noches, María.
-Buenas noches, Tsubasa.
El único deseo nocturno de Tsubasa era que tu novia no volviera a enojarse así y si lo hiciera, al menos fuera por algo más importante ... que se hiciera para merecer el perdón María. Ella tuvo que disculparse. Pero así era Tsubasa, una mujer sumamente sencilla.
¡Oye! ¿Cómo están? Hace mucho que no hay nada en esta súper pareja ... La razón por la que esto está es porque Ayrton Scar tuvo un día especial que fue el 18 y quería darle un pequeño regaño. Muchos de ellos han sido de mis más vigentes escritores de symphogear y que actualiza más de esta hermosa pareja, así que, felicitaciones y todo el amor que se merece.
¡Bien! Volviendo a la programación, el día de hoy tenemos un fanático escrito de una de las aventuras locas de mi hermana y yo xD. Estas cosas solo salen en nuestra hora de tomar el té. Posiblemente traiga pequeños capítulos solo con el fin de divertir n_nU
Sin más que decir: dudas, críticas o alguna cosa por favor no duden en comentarlo. Sus comentarios alimentan la creatividad de cualquier escritor, así como de manera real, aunque una revisión de la historia de Lean en sus hermosas vidas.
Nos vemos en la siguiente actualización ~ n_n
