NOTA DE LA AUTORA: Esta es una pequeña historia que se me ocurrió
para describir la amistad que existe entre Naruto y Sasuke. Tiene
pensamientos particularmente muy míos para describir los sentimientos
que se tienen mutuamente.
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La verdadera amistad sigue la ley del destino.
Ha pasado mucho tiempo desde el regreso de Sasuke a Konoha, su
verdadero hogar. Al principio fue difícil adaptarse de nuevo ya que la
gente lo veía con recelo. Pensaba que ya no pertenecía a aquel lugar. Se
sentía extraño, ajeno a todo, de hecho su antigua casa parecía pedirle
a gritos que saliera. Muchas veces deseó hacerlo pero siempre estaba
ahí su gran amigo Naruto, la única persona capaz de retenerlo. La
amistad entre ellos era tan fuerte que pareciera que el mal trago que
vivieron nunca había sucedido. Su relación se veía muy firme a pesar de
los años.
No fue nada sencillo ganarse la confianza, respeto, cariño y admiración
de la gente pero después de mucho esfuerzo lo logró. De corazón
arriesgaba su vida por Konoha y aceptaba (junto con Naruto) misiones
que otros temían. No había rival que pudiera contra ellos, razón por la
cual fueron apodados los héroes de la aldea.
El tiempo no pasó en vano. Ellos ya no eran esos adolescentes
descontrolados y sin responsabilidades, ahora eran dos padres de
familia que debían ver por el porvenir de sus herederos.
Naruto se casó con la única mujer de toda la Hoja que le tenía paciencia.
Su matrimonio era feliz, con las subidas y bajadas de cualquier pareja
normal, el comportamiento infantil que aveces mantenía Naruto
complicaba algunas cosas pero la paciencia y el amor de Hinata siempre
resaltaba. Tuvieron dos hermosos hijos (niño y niña).
Sasuke por su parte, se casó con Sakura. Después de tantas atenciones
por su parte terminó enamorandose por primera vez de otro ser. Ellos
habían tenido 3 hijos (2 varones y una niña) que salieron igual que su
padre, muy altaneros con los Uzumaki.
Los dos amigos cumplieron sus más grandes sueños. Sasuke ya había
vengado a su clan y Naruto era el nuevo Hokague. La dicha que cada
uno sentía se la transmitían mutuamente. Entre ellos ya no existía la
rivalidad ni la envidia.
Sus familias al igual que ellos eran muy unidas. Sus hijos disfrutaban la
compañia de los otros y sus esposas se llevaban muy bien. Tal ves no
eran las grandes amigas pero también mantenían un lazo irrompible de
amistad.
Un día decidieron salir de día de campo desde muy temprano. Se
instalaron cerca de la orilla de un río y disfrutaron de las bondades
regaladas por la madre Naturaleza. Los dos padres jugaron junto con sus
hijos por largas horas hasta que sus cuerpos ya no aguantaron más.
Sus niños en verdad que eran unos traviesos, sobre todos los de Naruto
que pareciese que nunca se cansaban. El pobre hombre quedó todo
desecho a pesar de la buena condición física que mantenía, con trabajos
Sasuke pudo llevarlo a la sombra de un árbol para descanzar en espera
de la comida. Mientras caminaban, a lo lejos podían escuchar risas
burlonas que se dirigian hacia ellos como viejos, vejestorios, abuelos...
etc. Sakura y Hinata sólo sonreían al ver el espectáculo.
Haciendo caso omiso, se sentarón sobre el primaveral pasto verde .
Quedaron con la vista fija hacia el juego inocente de sus hijos que se
correteaban unos a otros. A lo lejos veían a sus lindas esposas
platicando de lo más divertidas. En cambio ellos mantenían una seriedad
provocada por el agotamiento. Aquellas risas que retumbaban en sus
oídos se perdían entre el eco del espacio abierto y entre sus
pensamientos. Tanta alegría les había recordado las épocas en la
academia. "Que tiempos aquellos" pensó Sasuke sonriendo para él
mismo. Naruto también sonreía pero esa sonrisa se esfumó cuando
recordó la partida de su amigo.
"¿Por qué esa cara Naruto?". Preguntó Sasuke que lo veía algo
extrañado. "No, por nada" aseguró él. Los dos se quedaron quietos. Si
no parpadearan cualquiera pensaría que eran dos estatuas sentadas.
Cada uno revivia sus propias experiencias buenas y malas, esto les
causaba cierta melancolía pero no podían dejar de recordar.
Sasuke al seguir observando a sus hijos se acordó de que algún día él
había sido tan inocente y feliz como ellos. Volvió a sentir el dolor de
perder a seres queridos, con un nudo en la garganta a su cabeza
llegaron las imágenes de sus padres y la de su hermano, que apesar de
todo aún quería. Agachó la mirada y pensó en levantarse para abrazar
a sus hijos y esposa para decirles cuanto los queria, estaba a punto de
pararse pero sintió la presencia de Naruto, se había olvidado por
completo de él. Se miraron fijamente y Sasuke por segundos vio en su
amigo que ya estaba hecho un hombre la sonrisa que muchos años
atrás, cuando eran niños, le dedicaba. Se regresó a su lugar y miró hacia
el cielo pensando en lo que le recordaba aquella sonrisa picarona que
acostumbraba tener su viejo amigo. Naruto no entendió su
comportamiento, de hecho nunca lo había entendido así que sin
preguntar se encojió de hombros y le mandó un beso a su pequeña hija
que lo saludaba a lo lejos.
"Sabes Naruto". Comenzó a hablar Sasuke con cierto esfuerzo, Naruto
sintió que le iba a decir algo importante por lo que rápidamente clavo su
atención en él. "nunca te lo había dicho.. pero..... gra-gracias". "¿Eh?"
se preguntó Naruto que no entendía aquel gracias. Sasuke se veía
sonrojado, un agradecimiento no era común escucharlo en su
vocabulario, Sasuke hizo un movimiento con sus labios en señal de que
seguiría hablando. Naruto entendió que lo mejor era callar y voltear
hacia cualquier lado para no mirarlo. Lo conocía tan bien que sabía que
si lo observaba nunca hablaría.
"De seguro te pregunturás. ¿Gracias de qué?. No sé ni por donde
comenzar ni como decirlo pero haré un gran esfuerzo. (Tenía la mirada
sobre sus pies). Gracias por traerme hacia la felicidad que siempre
busqué. Yo estaba exeptico sobre la amistad que me tenías. Llegué a
odiarte profundamente, deseaba matarte porque siempre que te
recordaba sentía la infelicidad en la que vivía. Pensaba que al matarte
me aseguraría de no tener más heridas en mi corazón. Muchas veces
estuve a punto de hacerlo pero la amistad sincera que reflejaban tus
ojos al verme me hacian retroceder y escapar. Corté todos los lazos que
había tenido en mi niñez pero el sentimiento que tenía hacia ti nunca
se rompió. No vayas a pensar mal, lo único que sentía por ti era amistad, bueno, más que amigo siempre te consideré mi verdadero
hermano y aunque ahora eres un hombre aún tienes esa alma de niño
que siempre te caracterizó y que yo sólo pude recordar en mis sueños
por largos años.
Recuerdo perfectamente que en los momentos difíciles que vivimos por
separado yo cambié demasiado, pero en cambio tú... tú seguiste tan
igual. La tranquilidad que me transmitias fue la que me hizo volver. Las
palabras de valor y fuerza que me dirijias en aquellas oscuras épocas
me daban la seguridad de que siempre estabas a mi lado,
molestandome para que regresará pero sabía que ahí estabas.
Si no hubiera sido por ti, ahora estaría muerto y no podría disfrutar de la
felicidad de tener una hermosa familia. Mis hijos son preciosos y que
decir de mi mujer, ella es divina y al no poder negarme a nada de lo
que me pide me he converito en un mandilon sin remedio".
Por su parte, Naruto no podía creer todo lo que su mejor amigo le había
dicho. Había sido tan extrañamente sincero que pensó que tal ves era
otra persona. No supo que decir y lo único que hizo fue reír por el
comentario final ya que era más que cierto. Cuando por fin supo que
contestar colocó uno de sus brazos sobre los hombros de Sasuke.
"Que extraño tú expresandote de esa manera Sasuke, tu frialdad
muchas veces me quemó pero sabía que así siempre habías sido por lo
que al pasar el tiempo me acostumbré y no me lo tomaba personal.
Ahora después de tu confesión estoy más que sorprendido y me haces
sentir que por fin me he ganado completamente tu reconocimiento.
Siempre fuiste mi rival y es un honor ahora ser tu amigo".
Sasuke despegó su vista del suelo y vio en el rostro de su amigo la
sonrisa más grande que jamás le había visto, por un lapso de tiempo
volvió a verlo como el niño que alguna vez fue. Era algo bastante raro.
Hinata y Sakura los observaban desde lejos. Nunca los habían visto tan
unidos y felices, aunque entre ellos no se hablaban la conexión que los
unía era más que evidente.
"¡Papá!¡Papá!¡Vente a jugar con nosotros!. Esos gritos provenian de los
descendientes de Naruto que le pedían que volviera a regresar.
¡Tú también papi vente!. Sasuke hizo un gesto de molestia, en verdad
estaba muy cansado. "No te enojes, la edad de nuestros hijos jamás
regresará. Disfrutalos ahora porque tal vez mañana ya no estarán".
Sasuke se quedó pensando y se levantó de su lugar. "Esa es una gran
verdad, me gusta tu honestidad. ¡¿Qué esperamos?!. Es nuestro turno
de torturarlos".
Naruto también se levantó. "Si es que podemos jaja ^^. El último que
llegue es un huevo podrido :P". Naruto corrió lo más rápido que pudo.
"Nunca cambiará". Pensó Sasuke que apresurado trató de seguirlo.
Hinata y Sakura también se unieron al juego. Padres e hijos empezaron
una persecución interminable y muy divertida. Caídas, chipotes,
empujones y patadas se hicieron presentes en esa inolvidable tarde de abril...
Y aquella amistad que se daba por muerta en el pasado seguía viva,
creciendo lentamente al paso de los años demostrando que cuando una
persona está destinada para ti no hay tiempo ni daños que la puedan
borrar de tu vida aunque lo desees.
FIN
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No sé ustedes pero yo si creo en el destino ^^
Espero haya sido de su agrado :D
