Ciudad de Bayville
La noche se cernía sobre la ciudad de Bayville, devorando en las tinieblas la vida de la diurna ciudad. Todo buen ciudadano se ha retirado a su casa, seguros y despreocupados en sus casas, descansan sumidos en un tranquilo sueño. Niños sumidos en fantasías heroicas o mundos mágicos, hombres ambiciosos embriagados del mayor éxito, mujeres halagadas con coquetas palabras elogiadoras,......Todos ellos ajenos a la fría noche, inundada de los huecos pasos de sus protectores, la servil policía.
Con profesionalidad las patrullas vigilan la fría noche de otoño, velando por la seguridad de los ciudadanos ante la amenaza que asola el mundo desde hace años. Sólo ellos, los protectores de la justicia, pueden quebrantar el toque de queda en la ciudad, en busca de esos rebeldes, plaga de la sociedad. Ellos tienen el deber y honor de buscar y detener a aquellos que infundan el temor en los desvalidos ciudadanos.
Mientras las patrullas realizan su trabajo, una sombra se desliza entre los tejados de los edificios de la ciudad. Rápida, inaudible, se escabulle de los ojos de la policía, trepando y saltando con malabares movimientos, hasta alcanzar el tejado del museo. Cada puerta y ventana, están guardadas por infalibles equipos de seguridad. Con hábiles manos, el intruso de la noche, consigue desactivar el cierre electrónico que guarda una de los ventanales del techo.
Valiéndose de un rudimentario equipo de escalada, consigue deslizarse dentro del museo, justo a tiempo de ser descubierta por uno de los devotos policías. Una vez dentro, las instalaciones de seguridad no parecen un problema, demasiada confianza en las medidas de afuera del edificio. Eso sería una gran ventaja.
Con pasos silenciosos recorre las salas del enorme museo, evitando diestramente a guardas y cámaras de seguridad. Al fondo de la mayor de las salas se encuentra su objetivo: el ónice de Akenaton I. Una gema de gran valor en el mercado negro, por la que coleccionista y traficantes pagaran una buena suma por ella.
Viéndola ya en sus manos, se acerca lentamente a la vitrina que los separa. A escasos pasos se detiene repentinamente "esto es demasiado fácil" piensa antes de llevar la mano a una bolsa que cuelga de su cintura. De la bolsa toma un puñado del magneso que ésta contiene, para después espolvorear los polvos en el vacío que le separa de la gema.
Como si de un cuento de magia se tratase, en el aire se hacen visibles rayos rojos entrelazados como una red. Satisfecha consigo misma, la embozada figura, se despoja del grueso chaleco en donde guarda todos sus utensilios, quedándose su traje formado tan sólo por un mono negro de licra y un pasamontañas de igual color.
Tan sólo necesita rociar un pequeño spray alrededor de la vitrina y los lasers son visibles al ojo humano. Sin pausa pero sin prisa, con precisos movimientos y mecánicas piruetas, apretando entre los dientes un metálico utensilio, se desliza magistralmente entre los lasers de seguridad.
Tras una acrobática pirueta, al llegar ante su premio, toma de su boca el utensilio que el metálico utensilio que necesitará para su acto de desaparición. Una profunda bocanada de aire para relajarse y el acto final de su actuación. Con su pequeño utensilio corta limpiamente el vidrio, para después tomar el codiciado ónice.
Con ojos devoradores observa la pequeña gema, siendo interrumpido su deleite, por un pequeño ruido.
-sólo me queda dar un vistazo a esta sala, Joe. Después te veré en la sala de vigilancia-
-está bien Matt; pero date prisa-
-tú solo guárdame una de las deliciosas galletas de tu mujer-
-de acuerdo-rió el guarda
Con rapidez busco una salida, pero sólo había delatadores laseres a su alrededor. Pudo vislumbrar la luz de la linterna del guarda, tenía que actuar y rápido. Con agilidad subió sobre la vitrina que guardaba el ónice, respiró hondo y se lanzó, saltando sobre los laseres. Aterrizó apenas rozando los laseres, con las manos por delante, apoyó ambas palmas en el suelo, haciendo girar su cuerpo en el aire, para caer sobre sus pies, flexionado las rodillas ante el impacto, y aprovechando el movimiento para tomar su chaleco antes correr para esconderse tras una de las anchas columnas de la sala.
Con pesados pasos, el guarda inspeccionó ligeramente la estancia, abando-nándola lo más prontamente para no quedarse sin su deliciosa galleta. Bajo la lana del pasamontañas que cubría su rostro, suspiró con alivio, antes de emprender la huída.
De regreso a la sala de vigilancia, al atravesar la enorme sala romana, el guarda abandonó sus ensoñaciones ante un viento fresco en su nuca. Extrañado buscó con la luz de su linterna, hasta dar con el ventanal del techo, donde una de las pequeñas vidrieras estaba abierta.
-mierda!-maldijo en un asombrado susurro.
Instantes después, los coches de policía patrullaban por las calles cercanas al museo de la ciudad, en busca del infame ladrón. Mientras éste se escabullía entre los tejados de la mancillada ciudad.
Notas: bien, he aquí el primer capitulo de este nuevo fic, que como veis esta es una realidad alternativa donde nuestros personajes favoritos de x-men:evolution van a tener las cosas algo difíciles tan sólo por ser mutantes. Adelanto que este será un fic con muchas sorpresas y accion y amor y misterio y....bueno que habrá de todo U, y por supuesto será un fic basado en mi pareja favorita: Lance&Kitty.
Espero que os guste este fic, espero vuestra opinión en los reviews por favor.
