Esta es una historia que se me ocurrió cuando me enteré de la muerte de Arthur, la mascota de Dianna y la verdad es que me dio mucha pena así que decidí darle un toque de amor a la historia y dejé mi imaginación volar. Dicho esto espero que os guste, y os guste o no me lo decís, estoy abierta a todo tipo de criticas. La historia contará de dos capítulos, o sea, este y otro más.


"Últimamente no paro de pensar en ella. Desde que hemos empezado a rodar la cuarta temporada no me la quito de la cabeza." –Pensaba sentada es su tráiler mirando al infinito. –"Y es que desde que lo dejamos, bueno, sinceramente no sé qué es lo que dejamos, porque nunca supe lo que tuvimos. Sí, éramos amigas, muy buenas amigas, pero un día me besó, no, le besé, no, ¿le besé o me besó?, no sé, el caso es que nos besamos y desde aquel entonces siempre que estábamos solas, en nuestra casa o en cualquier sitio que estuviéramos solas nos dábamos besos, pero el caso es que nunca hablamos de ello, solo nos dedicábamos a vivir el momento. Que me apetecía besarla, la basaba. Luego a los meses de que esto pasase, Cory me besó, nunca imaginé tener algo con él, pero creo que necesitaba tener a alguien que me quisiese a mí lado, y sabía que Cory me quería y yo a él también. Empezamos a salir y evidentemente hable con ella, no podía estar con Cory y mientras tanto besándome con ella. Cuando se lo dije pude notar cierta tristeza en sus ojos, lágrimas querían salir de aquellos hipnotizantes ojos pero ella les denegaba el paso. Sabía que estaba molesta, que no le hacía ninguna gracia que saliese con Cory pero ella intentaba aparentar estar alegre por mí y por Cory, cosa que se le daba bastante mal. Después de esto me fui a vivir con Cory, y desde que le confesé que estaba con Cory estaba más distante, muy distante diría yo. Según pasaba el tiempo era como una desconocida para ella, no me miraba, no me buscaba en los descansos, no me llamaba, no me hablaba por Whatsapp, no me mencionaba por Twitter, no me sonreía como solo hacía ella, casi ni me hablaba, y si o hacía, era lo justo y necesario. Pasamos de ser dos imanes a nada.

Le conté a Cory lo que hubo entre nosotras y me dijo algo que no me gustó mucho, menos mal que ya no sois amigas sino tendríamos un problema, y después de esto se fue dejándome anonadada. Echo de menos tenerla a mi lado y ahora solo faltaba que si la tuviese conmigo Cory se pusiese celoso y me prohibiese estar con ella. Ya hacía un año desde que no habíamos vuelto a ser lo que éramos. Llegaba la vuelta al rodaje de la cuarta temporada, lo que significaba que volvería a saber de ella. Primer día de rodaje, ahí estaba más guapa que nunca, sin duda todo este tiempo sin verla me ha afectado. Mientras que la observaba discretamente vi cómo se acercaba a mí y a Cory, saludó alegre con una sonrisa de oreja a oreja dándonos dos besos a cada uno de nosotros, cosa que me extrañó ya que igual que no mantenía ningún tipo de contacto conmigo, tampoco lo hacía con él. Hablamos durante unos minutos, cosas tontas, sin importancia. Después de esto, la vida siguió, y seguía sin saber de ella, todo volvía a ser como antes, fue bonito mientras duró pero era un hecho, ella no quería saber nada de mí. Últimamente solo sabía de ella por la prensa y por algunas cosas que Jenna me contaba. Lo último que leí de ella es que se rumoreaba que estaba saliendo con un actor inglés, cosa, que no sé por qué, me molestó bastante. Le mandé un Whatsapp a Jenna para que me dijese si era verdad, y espero, que como buena amiga que es me conteste, y mejor aún si me dice que es mentira. Y ahora aquí estoy, esperando a que Jenna venga a contarme toda la verdad."

Toc-toc – Alguien golpeaba la puerta del tráiler. "Espero que sea de una vez Jenna" –Pensó mientras abría la puerta.

-Por fin, ¿dónde estabas? – Dijo estirándole del brazo para meterla dentro del tráiler.

-Hola eh. –Dijo Jenna tras el inexistente saludo de la chica.

-Hola, sí, bueno cuenta, ¿está con él? – Preguntó desesperada.

-Lea, esto ya es preocupante, parece que estas obsesionada con ella.

-¡Jenna contesta!

-Qué ya voy. A ver, resulta que sí que empezó a salir con él, pero resultó ser un mujeriego.

-¿Y qué me quieres decir con esto?

-Pues que le pilló con otra y la verdad es que estaba bastante ilusionada con esa relación, pensaba que era buen chico.

-Será hijo de puta el tío este… - Dijo Lea dando vueltas por la sala. - ¿Qué coño se habrá creído?

-Lea, ¿te puedo hacer una pregunta?

-Eh… Sí, claro, dime.

-¿Te gusta Dianna? –Dijo sin ningún tipo de preámbulo.

-¿Qué? Eh… No, ¿por qué?

-Yo creo que sí. Desde que os besasteis estas enamorada de ella y no te atrevas a decirme que no que no cuela.

-Jenna, es absurdo, yo estoy con Cory.

-Porque eres tonta. Aceptaste estar con él porque necesitabas a alguien a tu lado, lo que pasa es que te equivocaste de persona, no era Cory esa persona… -Lea le interrumpió.

-Era Dianna… -Dijo mirando al infinito dándose cuenta de muchas cosas.

-Exacto.

-Pero, no, no puede ser, yo quiero a Cory… -Ahora le interrumpió Jenna.

-Mira, no quiero oír como intentas engañarte, diciendo que estas enamorada de Cory cuando es MENTIRA. – Dijo dirigiéndose a la puerta. – Por cierto, supongo que Dianna no te habrá dicho nada, pero, Arthur… Arthur ha muerto.

Lea se quedó sin aliento después de escuchar esto. Hacía mucho tiempo que no lo veía, pero cuando vivía con Dianna le cogió mucho cariño, era un perro realmente encantador. Y lo más importante, sabía que Dianna quería ase perro más que a su vida, lo amaba. Realmente lo debe estar pasando mal, entre lo del tío ese y ahora esto…

Jenna se marchó dejando a Lea sentada en el sofá.

Ahora Dianna se encontraba en Los Ángeles rodando mientras que Lea estaba en New York rodando las últimas escenas de Glee, no le faltaban muchas escenas por rodar en New York, no más de dos semanas. Cory se dirigía ahora a New York para terminar de rodar las escenas, llegaría esa misma noche.

"No puedo dejarla sola, debe estar destrozada…" – Pensó.

Tras una hora más Lea termino de grabar ese día y ahora se dirigía hacia su coche para marcharse cuando se encontró de nuevo a Jenna.

-Jenna, espera.

-Dime.

-¿Cómo está Dianna? Sé que estas cansada de que te pregunté siempre por ella pero por favor contéstame.

-¿Cómo quieres que esté? Está hecha una mierda.

-Vale. –Dijo con gesta triste marchándose.

-Lea, tanto tú como ella os necesitáis, has pasado rachas muy malas y tenías a Cory pero sé que para ti era como no tener nada, solo la necesitabas a ella y ahora ella es la que te necesita y ella ahora no tiene a nadie.

Jenna tenía razón y Lea ahora lo sabía, era ella con la que siempre ha deseado estar, cuando ha pasado rachas malas en las que tenía bajones de ánimo pensaba en Dianna inconscientemente. Si en esos momentos hubiera estado entre los brazos de Dianna en el sofá de su casa viendouna película mientras que le miraba de reojo sabía que estaría mucho mejor, que seguramente no estaría mal. Pero todo ese tiempo lo único que ha hecho es engañarse. Era hora de actuar.

Ahí estaba Lea, conduciendo como si no hubiera mañana, saltándose semáforos, ganándose alguna que otra multa. Desde que se enteró de la muerte de Arthur ya tenía una cosa muy clara, no la iba a dejar sola.

Llegó a su casa y pudo ver que las luces estaban encendidas y eso solo significaba una cosa, Cory había llegado. "¿No se podía haber suspendido el vuelo o algo?"

Lea subía decidida hacerlo, iba a ir con ella, le gustase a Cory o no, así que nada más entrar, lo primero que iba hacer llamar a Bob, su representante, para que le cogiese un vuelo para Los Ángeles esa misma noche.

Entraba en casa y lo primero que vio fue todo decorado con velas y rosas que hacían un camino hacia la mesa en la cual había más velas, una botella de champagne y dos platos de comida que a simple vista no sabía identificar que era.

-Hola cariño. –Dijo Cory abrazándole por detrás.

-Cory… ¿Qué… Qué es esto? – Preguntó Lea. "Oye, que me sale todo como el puto culo"

-Una cena romántica. – Dijo con obviedad.

-Pero… Yo, no, no voy a poder quedarme.

-¿Cómo? – Pregunto sin entender nada.

-Me voy a Los Ángeles.

-Acabo de volver de allí, ¿para qué te vas?

-Espera un momento. – Dijo cogiendo el móvil para llamar a Bob.

-Bob, cógeme un billete de avión para Los Ángeles esta misma noche.

-¿Para qué? – Pregunto el chico sin entender nada tampoco.

-Tú hazme caso, ya he hablado con Ryan para ausentarme cuatro días.

-Vale, cuando lo tenga te mando un mensaje. – Dicho esto colgaron.

Lea se giró dándose de bruces con Cory que no había parado de mirarla con cara de enfadado.

-¿Ahora te vas a ir sin ni siquiera consultármelo?- Dijo el chico.

-No creo que tenga que consultarte nada Cory… -Dijo dirigiéndose a su habitación para hacer la maleta.

-Soy tu novio. – Y tras esto no hubo contestación por parte de Lea. - ¿Se puede saber para que te vas a Los Ángeles?

"¿Se lo digo? ¿Le digo que la razón es Dianna…? Sí."

-Por Dianna. – "Ahí estamos Lea, estoy orgullosa de ti"

-¿Por Dianna? – Dijo con el tono más elevado y realmente enfadado.

-Sí.

-Espera, espera, recopilemos, no os habláis, ni si quiera os decís hola.

-Me necesita, así que iré.

-¿Cómo que te necesita? – Cory no paraba de dar vueltas por la habitación mientras que Lea se dedicaba a terminar su maleta.

-Está mal, ha muerto Arthur y tiene más cosas…

-Qué yo sepa ella nunca estuvo contigo cuando estabas mal, estaba yo. -Eso le dolió a Lea, que pensase que Dianna no estaba con ella era porque Dianna no quería, porque sabía perfectamente que si por la rubia se tratase habría estado a su lado SIEMPRE.

-¡Si no ha estado ha sido porque yo no he querido! – Dijo girándose para mirarle a la cara por primera vez en toda la discusión.

-¿Entonces? No entiendo nada.

-Me he equivoqué quitando a Dianna de mí lado. – Dijo casi en susurro mientras que volvía a su maleta.

-¿Prefieres ir a consolar a Dianna antes que estar conmigo?

Lea no contestó dando por hecho de que así era. De repente el móvil de Lea sonó, un mensaje, Lea ya tengo los billetes, estoy en el aeropuerto, yo iré contigo, tengo unos asuntos pendientes allí así que aprovecho. Visto el mensaje cerró su maleta.

-Lea… - Dijo en susurro. Pero no le hizo caso, siguió andando. – ¡Lea, hazme caso! – Dijo cogiéndola del brazo para que se girase.

-¿Qué quieres Cory?

-Si te vas, me pierdes.

-¿Qué?

-Si atraviesas esa puerta para coger ese vuelo, esto se ha terminado, así que elige, ella, o yo.

-No me lo puedo creer Cory, me estás dando a elegir como si nada, pareces un niño…

-Elige.

Lea se soltó del brazo de Cory y sin más se marchó dejando en casa el resonante ruido de la puerta y a un Cory con cara de abducido.

Había perdido mucho tiempo engañándose, ya no había más tiempo que perder.

Ya había llegado al aeropuerto y ahí estaba Bob esperándola para embarcar. En el viaje aprovecho para contarle todo a Bob. Sorprendentemente le entendió, le dijo que había hecho bien, que hacía mucho tiempo que debería haberlo hecho, pero que lo importante es que ahora lo iba hacer.

Los Ángeles, 03:45 a.m. El aeropuerto estaba desierto, tan solo estaban las escasas personas que habían llegado de ese vuelo.

-Bueno, aquí ya me despido. Espero que la rubia te acepte. – Dijo Bob dándole un abrazo.

-Gracias, ya te contaré. – Dijo Lea mientras que pedía un taxi.

"Estoy súper nerviosa, ¿y si no me acepta? ¿y si no quiere saber nada de mí? Madre mía, el corazón se me va a salir." – Pensaba ya muy cerca de la casa de Dianna.

-24 dólares señorita. – Dijo el taxista.

-Tome. Gracias. – "Vale, aquí estoy, vamos Lea, tranquilízate."

"Aún tenía las llaves de cuando vivía aquí, me las quede por si acaso… La puerta del rellano sí que la abriré pero la de arriba no, ahora es su casa, no puedo entrar como si nada"

Ahí estaba Lea, enfrente de la puerta, pensando en si había hecho bien o se había dejado llevar por sus pensamientos.

"A la mierda" – Y pensado esto llamo con dos suaves golpes.

Nadie habría. Lógico. Llamó de nuevo pero ahora bastante más fuerte. Nada. Otra vez, pero ahora mucho más.

-Voy, voy… - Se oyó de dentro, lo justo para que Lea sonriese.

La puerta se abrió, ahí estaba, tenía los ojos rojos y las mejillas hinchadas.

Pasaban los minutos pero para ellas eran segundos. Se habían perdido en los ojos de la otra.

-¿Qué haces aquí? – Dianna rompía el silencio.

"No sé qué contestar…" – Pensaba Lea.

-Vale, no lo sabes, ¿no? – Dijo Dianna.

"Como me conoce… Es tan dulce"

-No, no lo sé.- Dianna rio al comentario de Lea.

-Pasa. – Dijo apartándose de la puerta. - ¿Y esa maleta?

-Lo he dejado con Cory.

-Oh, mmh… Lo siento.

-No, lo he dejado yo. No sabía qué hacía con él… - Dianna no entendía nada. - ¿Estas bien?