Farrah Godfairy seguía la coreografía que había ensayado desde hace tres meses con las chicas del equipo de porristas, Faybell lideraba la coreografía y la seguían a la perfección. El ritmo y las porras enloquecían al público, el equipo de la escuela iba ganando en el partido de libroball. El publico enloquecía, el tiempo se reducía, la tensión aumentaba y el partido se acababa. Las porristas aumentaron el ánimo, los jugadores sudaban y el partido terminaba. Farrah veía toda la alegría de la escuela, su equipo había ganado la final de la temporada. Y a pesar de todo el bullicio que generaba el estadio, su mente y ojos solo podían ver a la cancha, a aquel chico, una de las estrellas del equipo. Farrah miraba encantada como se quitaba su casco y su hermoso pelo se agitaba con el viento, la pequeña hada madrina suspiraba al ver la sonrisa de alegría de su príncipe encantado, los chicos celebraban y se abrazaban entre ellos, Farrah seguía brincando y festejando el triunfo de su amor desde la infancia. Pronto el equipo corrió hacia las porristas para festejar también. Farrah se preparo para empezar a guardar sus pompones, pero se sorprendió al ver al chico de sus sueños corriendo hacia ella, esto no era normal, él nunca se había acercado antes para festejar con ella.
Farrah decidió disfrutar el momento y por una vez en la vida fantasear en que el príncipe corría hacia ella para tomarla en sus brazos. Pero la magia se acabó, el chico paso de largo y el hechizo se rompió. Hunter Hutsman tomo a Ashlynn Ella en sus brazos y la hizo rodar en el aire, para terminar en un profundo beso. Farrah solo pudo sonreír y con tristeza se dispuso a continuar con lo que hacía, no sin dejar de ver la felicidad de su mejor amiga por siempre.
