Further From You

You said move on
Where do I go
I guess second best
Is all I will know

Era tanto, lo era todo, quizá este equivocada pero no creo que tan errada como para creerme loca, porque estoy cuerda, tan cuerda para sentir el dolor punzante que me provoca la pérdida.
-Lo era todo- seguí repitiéndome a medida que mis mejillas se enrojecían tras el correr de las lagrimas, solloce con más fuerza intentando sacar toda la pena con los gritos ahogados y entrecortados de mi llanto, dolía mas que un puñal clavado en el pecho, mucho más que el mordisco de un lobo y mas que el correr de los años.
Era octubre y caminaba por la húmeda y alborotada avenida, -me gustaría poder recordar más detalladamente pero aunque lo intente es solo eso lo que obtengo de mi precaria memoria- tenía el café que me quemaba agudo entre las manos, sentía como el liquido se agitaba a cada paso que daba, como saltaba y se revolvía en el recipiente y la satisfacción que eso me daba en aquel día de invierno.
Mis mejillas congeladas por la brisa del amanecer enrojecían hasta el punto de parecer sangrar con cada roce, ardía –no tanto como el dolor que siento ahora- y quemaba, si que quemaba. Me ajuste la bufanda hasta cubrirme la nariz y continúe caminando encapuchada y fría –no tan fría y vacía como me siento en estos momentos-.
Entre en el edificio y suspire, cuanto necesitaba del calor artificial, frote mis manos alrededor del vaso de cartón y entre dentro del ascensor, la luz de este era tan brillante que necesite despegar una mano de aquel agradable liquido para cubrirme los ojos, seria acaso porque afuera era tan gris y húmedo o realmente la luz era tan potente, no lo dude ni un segundo.
Salí de la cabina, pero volví a entrar en un golpe brusco, los papeles cayeron al suelo en un golpe sordo y el café se derramo en mi blusa quemándome la piel, quizá un poco mas de lo deseado, deje escapar un alarido de dolor y me di la cabeza contra el acero frio del ascensor.
Abrí los ojos y me encontré con el dulce calor que los suyos destilaban, no pude pronunciar palabra alguna.
-Lo siento- susurro avergonzado y me ayudo a levantarme
-No importa- suspire y me perdí en sus ojos castaños
-Te sientes bien?- sonrío sosteniéndome por los hombros
-Hmm si- musite, pero realmente me sentía bastante mareada
-Juro que no te vi, lo siento muchísimo, necesitas algo?-
Las palabras parecían ir demasiado rápido o yo estaba siendo demasiado lenta para procesarlas, pero me abrumo cuán rápido me sumergí en la oscuridad.

Va dedicado a mi mejor amiga Jessica, siempre van a venir otros hombres, te quiero y siempre estare a tu lado (:
Esto se suponía que sería una novela, pero como no se me da bien hacer algo largo veremos si lo sigo o queda así, ustedes deciden, un beso
Palu