Cáp.1 - Unos pensamientos algo turbios.
"No soy alguien particularmente exorbitante. Tampoco me considero alguien peculiar pero si algo diferente. Se que le gusto a las chicas… ¡Como no ser así! Siempre consigo las mejores citas de toda la escuela. Soy uno de los mejores estudiantes (bueno, cuando me dedico a estudiar lo cual siempre ocurre cuando llegan los finales). Pero nadie puede decir que yo, a mis escasos 16 años nunca me salgo con la mía… ¿o si? Soy el primogénito de dos hijos y un gran, largo y orgulloso (según mis padres, de quienes no me siento preparado en hablar de ellos, en estos instantes) de descendientes de este apellido que lleva siglos en nuestra sociedad, representando una serie de cosas que ahora mismo, viendo pasar a la exquisita Susan March (ojos azules como el mar, cabello negro que llega a sus codos, siempre bien peinados y adornados con un listón azul), quien siempre captura mi atención de tal manera que siempre olvido lo que hago o por donde voy… si… esa es Susan, quien con solo respirar captura la presencia de casi todos los aquí presentes… es hermosa, independiente, inteligente, y bastante madura para alguien de su edad… bueno, mas madura que yo eso si. ¡Cosa que jamás admitiría a una mujer! Más aun mujer con la cual aun no he iniciado una relación… y es que las mujeres como Susan tienden a ser demasiado desprendidas, complicadas, autosuficientes y se creen lo más interesante del mundo. En verdad, creo que esto es lo que mas me llama la atención de ella… es decir, sabe sostener una conversación que no necesariamente va relacionada con cortes de pelo, vestidos, zapatos o ex novios. Una mujer así… es con la que deseas soñar siempre… y cuando sueño con ella, pienso cosas que escandalizaría a mi madre y me ganaría una bofetada de la mujer. Pero mujeres así… autosuficientes, independientes y altas son las que me matarán… o eso se dice. Esto lo aprendí de uno de mis primos. Casado tres veces y al final, fueron mujeres como Susan March quienes lo mataron. O eso dice mi madre.
Pero hay que admitir que, ahora que la veo bien, puedo llegar a creer que morir por alguien como Susan, no parece tan descabellado. La veo reír a su paso y ¿a mí? Me retira la mirada. ¡Mujeres! Juro que se sienten intimidadas por hombres como yo.
Me considero demasiado perfecto para cualquiera de estas mujeres… pero debo de admitir que por las noches, sueño solo con ella: sus cabellos, su sonrisa, sus ojos…
¡Cosa que jamás le diría en su cara¡Por favor seria como ponerme en evidencia ante ella! Esa es la peor arma de una mujer. Un hombre por regla, jamás dice en una primera cita lo que piensa realmente de ella, o por cuanto tiempo, tenía persiguiendo una oportunidad, una mirada… un beso… ¡Hombres, hay que ponerse los pantalones en su lugar! Jamás dejarse en evidencia delante de las mujeres…. Eso es un recurso, que, jamás quisiéramos darles como armas… y créanme… armas así no la queremos en las municiones del sexo femenino.
¿Por donde iba? Ya ven que cuando esa mujer cruza mi camino, hago estupideces y hasta pierdo hilo de conversación… nunca me humillaría así delante de una fémina. Pero no por eso pierdo el resto de mi juventud, esperando que ella, o yo, saque las agallas y la invite a salir…
¿Por qué si soy tan deseado, idolatrado y admirado, no la he invitado a salir? Por el simple hecho que es amiga de una conocida… y digamos que esa conocida y nosotros no nos llevamos bien. Cuando éramos mas jóvenes… éramos digamos, menos disciplinados. Ahora que crecemos, no molestamos tanto — al menos a Quejicus que, hablando de Susan, jamás pondría en el hilo de mi conversación pero conocerán a bola de pelo grasienta (Su segundo nombre según nuestro código de amigos).- pero nos han dejado con el sello de "Ovejas negras" o "Problemas" y así nos tienen tachados los profesores, y esas mujeres. o al menos, una de ellas, Pues Susan apoya incondicionalmente a su compañera de cuarto. Y una de sus leyes, está el "No Salir con ninguno de nosotros".
En resumen el asunto está en que, a ellas no les agradamos gracias a un incidente el año pasado. accidente que a mi compañero de cuarto, le gustaria tener un Gira Tiempo, volver al pasado y borrar todo lo ocurrido.
No tenemos permiso para usarlos.
Pero me salí de la conversación…
Ah, ya me recuerdo.
Ah si… Hablando de mis padres y de la genealogía que representa ser y llevar mi apellido. No soy llevadero con las reglas. No me rijo fuera de las reglas pactadas en mi grupo de amigos. Tenemos reglas como todas las sociedades pero no me inclino a obedecer aquellas que no vienen al caso y no van conmigo, con mi pensar, con mi parecer, no soy hipócrita.
Soy tan honesto que a veces me asusto y me meto en más problemas de los que debería. No puedo entrar en detalles pues los aburriría y me pondría en penitencia de solo pensarlos dos veces: solo digamos esto… las reglas del Colegio respecto a disciplina, conducta y lenguaje, no las llevo. Soy demasiado espontáneo y explosivo lo que me ha llevado a más de una situación en donde no razono las cosas. Sino fuera por Remus (Remus Lupin, apodo Lunático… y el solo analizar su personalidad me pondría a nadar en aguas turbias que no quiero adentrarme en estos instantes), ya hubiera perdido toda porción de moral que pudiera quedarme entonces en estos instantes. Remus, es un chico que se dicta por el libro de reglas. Es prefecto, y tiene un club de fanáticas siguiendo sus pasos… pero Remus no le presta por ahora importancia al asunto, gracias a un par de problemas menores por los cuales cruza en estos momentos. Que puedo decir de el, es la inocencia, la destreza y al mimo tiempo una fiera que se esconde detrás del rostro y cuerpo de uno de mis mejores amigos y también es muy tierno con las chicas. Tanto así que las deja siempre suspirando a pesar de que es un tanto ingenuo que ni cuenta se da.
Me dedicaré a extender el tema un poco mas adelante.
El otro chico de quien quiero hablarles es, James Potter. Super héroe del equipo de Quiddicht, excelente en Artes Oscuras (a pesar que las odia). Ojos color café claro, cabello negro rebelde lo que le da ese porte de "Rebelde" que a veces envidio al igual que su paciencia, inocencia en ocasiones y calma aparente. James dice que soy inmaduro. Hasta me río de su interés por parecer mas maduro que el montón de jóvenes que nos graduamos el próximo año del colegio. Yo digo que, eso de parecer o comportarse mas maduro es para atraer la atención de alguien…
Alguien que, pensándolo un segundo, no sería nada correcto para James. ¡Se matarían en la primera cita! Son como agua y aceite. Tal vez por eso es que ella, lo odia.
Por eso y porque James tiene una lista de conquista que cubriríamos el campo de quiddicht con los nombres. Pero el quiere cambiar… quiere atreverse ahora que lo veo mirar al otro lado de la mesa, ponerse de pie, caminar a ella y besarla hasta que le quite el aire de sus pulmones.
Pienso al ver a Susan sentarse con Lily Evans (sino fuera porque James está loco por ella, yo mismo le invitara a salir pero creo que se reiría de mí en mi cara. Es lo que hace la perfecta pelirroja de ojos verdes y estrecha cintura), que tal vez nuestras vidas… mi vida, seria tan diferente a la que llevo ahora.
Mi hermano se llama Regulus y es lo que llamamos un idiota: le gusta parecer el niño ejemplar delante de mis padres. A James no le agrada debido a que siempre se comporta como un sabelotodo insufrible… debo de soportarle porque es mi hermano…
Nuestro tercer amigo, que completa nuestro cuadrado es Peter. Aquel chiquillo que sentado al lado de James, trata de entender su explicación de aritmancia. Pero James está demasiado ocupado lanzando miradas a la pelirroja que no se da cuenta, que Pëter, ha comenzado a distraerse de sus apuntes. James suspira por Lily que a veces, me da asco. ¡Suspirar tan abiertamente por una mujer! Por favor.
Lo que se me ha ocurrido es que, lo que necesita James es una cita.
Una cita con alguien opuesto a Lily Evans. La veo contarle algo a Susan y ambas ríen.
¡Que par de patéticos somos!"
-Despierta- Le dijo Sirius atrayendo su mirada. Los ojos avellana tras la montura de gafas redondas, se dirigieron a su amigo y este se sacudió la cabeza diciendo.- Limpia tu boca: te ha salido tanta baba por estar viéndola así.
Abochornado volteó su mirada a Sirius y revolteó sus cabellos- ¿Viendo a quien?
Sirius suspiró exasperado- ¿Crees que soy estúpido? Te quedaste viendo a Evans como si no trajera nada de ropa… ¿Por qué te pones tan claro para ella¡Esas mujeres buscarán un pretexto para hacernos la vida imposible!
-Hablas de las mujeres como si fueran el enemigo…- declaró James. — Además- viendo a Lily y Susan ponerse de pie para irse a clases- Sería interesante tal vez, invitarla a salir…
-¡Ni entres en esos detalles! — declaró Sirius molesto y con la mirada asesina sobre James. — A mi no me agradan las mujeres como ellas- viéndoles pasar a su lado y era mas discreto que James, pero para su desgracia, ninguna de aquellas chicas voltearon para verles.
Remus sacudió su cabeza en manera negativa. ¡Esos dos no tenían remedio!
Sirius sacó de su túnica una tableta de chocolate con almendras y empezó a devorarla.- Mujeres así son las que guiaron a mi primo Herbert a la muerte.
-¿No fue su fascinación al firewhisky?
-Ellas lo provocaron…
-Por favor- intervino Remus- Tu primo Herbert se le ocurrió beber, montar su barredora doce, desnudo y estaba lloviendo. Era lo mas natural que, le cayera un rayo.
-¡Provocado por las mujeres como esas dos! — señaló a la puerta. James sonrió lamentándose que Sirius, en ocasiones, no era el mas brillante del grupo.
-Lo que necesitamos es salir…- declaró sonriendo a James.
-No por favor. No otra de tus inútiles citas dobles…
-¡Ey! Son Fiona y Fiora Darkren de Ravenclaw- declaró Sirius claramente ofendido.
-No tienen un maní en inteligencia…
-Pero lo compensan cuando se pasan de tragos en las tres escobas…- dijo Sirius con un brillo libidinoso en su mirada (tratándose de jóvenes de dieciséis años ¿Cómo no?), además que lo que carecen de cerebro lo tienen en cuerpo — haciendo una pantomima de la figura de las hermanas Darkren.
James suspiró y declaró-.- Yo paso- tomando sus libros de la mesa.
-¿Podría entonces quedarme yo con Fiora? — preguntó Peter esperanzado.
James hizo un ademán con sus hombros.
-Bueno, claro Peter — declaró Sirius con un ademán de sus hombros- Con pura suerte, regresarás hecho un hombre de la cita.
-¿En serio lo crees Sirius? — preguntó él con los ojos como platos y una media sonrisa en su rostro.
-Si.- - declaró Sirius poniéndose de Pie para alcanzar a James- Tal vez, no te orines en la cama…- saliendo a toda prisa del comedor en pos de su amigo.
Le dio alcance en un momento. Muchas chicas saludaban a su paso diciendo- Hola Sirius…- con una risilla tonta y sonrisas coquetas.
James suspiró. - ¿Qué pasa¿Vienes a rellenarme porque no quiero salir con una de esas chicas?
-Si y no- declaró su amigo deteniéndole en el pasillo. — Ella… esa mujer es complicada Cornamenta… vive para estudiar y nada de diversión… ¿Por qué no la olvidas? Nunca la invitas a salir, ella no nos mira… se la vive con sus amigas.
-Lo se. Pero no me apetece salir con chicas que, al final ni significan nada para mí. Quiero que una chica me quiera por ser yo… no por ser campeón de quiddicht o por ser tu amigo…
-¡Ey! Eso en algunos lugares es una excelente carta de referencia…
-Pero no en el mundo real- le discutió James siguiendo su camino.
-¡Estás muy extraño Cornamenta! — Le gritó su amigo.- ¡Cuando encuentres a mi amigo James, dile que lo buscaré! — sacudiendo su mano y James le respondió el saludo. Ellos no tomaban la clase de Runas antiguas juntos. James prosiguió por el pasillo, recibiendo saludos de algunas chicas.
Pero ninguna era la que él quería.
Quería de verdad…
Ella lo consideraba de lo peor. …l lo sabía. Pero últimamente, las chicas con quienes salía para sacarse a Evans de la cabeza, no eran de lo mejor. Eran lo peor que pudo haberle pasado.
Se sentó en una banca en la parte más adelante del salón. Remus llegaría en cualquier momento. Cuando escuchó su voz llegar al salón se volteó y sorprendido observó que Remus hablaba con ¿una chica? Miró más fijamente y notó que solamente veía la espalda de la joven y unos cabellos rojos como fuego formaban parte de su cabeza. Frunció su mirada al reconocer inmediatamente a la dueña de tal melena.
Remus sonreía sutilmente y se despidió ingresando al salón. Notó la mirada intensa de su amigo y supuso, inmediatamente, que, vio con quien hablaba.
Armándose de valor se sentó a su lado, esperando la bomba.
Pero esta nunca llegó. Para su sorpresa, James, ni siquiera le dirigió la palabra.
Aquello le preocupó bastante.
Tendría que esperar a que, el profesor terminara su disertación para poder ser cuestionado.
Pero algo pasaría que, no le permitiría ser cuestionado como creía.
Algo ocurriría que sería de beneficio para todos. Y también cambiaría el curso de Hogwarts, de los protagonistas y de la historia, para siempre.
Continuarà.
Una Nueva historia que espero que sea del agrado de todos. Es de Merodeadores, y estaran algunos nombres conocidos de ustedes. Esta historia comencé a publicarla en Harry Argentino - Ahora conocido como PotterFics- y Atico. Ahora la comparto con todos ustedes, fanaticas de los merodeadores tanto como yo y con motivo del estreno de HP5 mañana.
