Los personajes le pertenecen a Hiro Mashima. La historia es completamente mia.


Capítulo 1

–¡Maldito Gray me la pagaras!- gritaba el peli rosa a su "rival" y mejor amigo

–¡Ja-ja no me hagas re...!- fue interrumpido el pelinegro ante un golpe de Dragneel. Ellos eran amigos hacía ya mucho tiempo, pero no importaba cuanto tiempo había pasado desde entonces o que tan unidos eran, ellos simplemente nunca cambiaban.

–¡Ya basta!- se escuchó desde el fondo, todos se quedaron callados abriéndole paso a la famosa presidenta estudiantil, a la que todos temían, Erza Scarlet. Gray y Natsu se quedaron congelados apenas notaron la presencia de la escarlata.

–¿Qué pasa aquí?- dijo separando a ambos sin ninguna dificultad

–Vamos Erza, no seas mala, ya sabes cómo son esos dos- dijo Mirajane con esa sonrisa tierna y tranquila muy característica de ella –además vamos tarde para reunirnos con el comité estudiantil.

–Está bien- contestó derrotada –solo esta vez se las pasare-

-Gracias Mira te debemos una- dijeron ambos al mismo tiempo agradeciéndole a la peliblanca

-Está bien, no necesitan agradecerme.

No había un solo día en el que esos dos no pelearan, ya era raro el día en que no lo hicieran. Pero era inicio de semana y Erza tenía muchas cosas por hacer ya que, como la presidenta estudiantil, debe cumplir con sus deberes y obligaciones para demostrar que podría a llegar a ser la mejor presidenta estudiantil que esa escuela haya tenido, o tal vez ya lo era. Se enmarco los lentes en el puente de su nariz orgullosa de sí misma al pensarse como una excelente presidenta estudiantil: siempre acatando y haciendo cumplir las reglas al pie de la letra. Y con ese aire tan autoritario se dirigió a la sala del comité seguida de una adorable pero peligrosa Mirajane.

Erza sin duda era hermosa y bien dotada, como una diosa griega pero también era muy autoritaria e incluso muy fuerte y valiente como una guerrera que empuña su espada de acero, toda una gran mujer, es por eso que se ganó el apodo de Titania. A diferencia que su amiga Mirajane, cualquiera que la viera diría que es un ángel pero apenas la hacías enojar se transformaba por completo mostrando lo más oscuro que llevaba en su interior, se transformaba en un demonio. Con el simple hecho de verlas juntas, incluso si estaban más que tranquilas, podían sembrar el terror en todos aquellos que las conocían, y en Fairy Tail no había nadie que no las conociera.

Llegaron a la sala del comité estudiantil. Lo que los conformaban eran: Mirajane que era la vicepresidenta y Levy, Yukuno, Meredy, Freed y Simón que conforman el comité estudiantil.

–Mira, Erza llegan un poco tarde- Dijo Levy al verlas llegar.

–Tuvimos un pequeño retardo nada más- contesto la peliblanca

–¿Gray y Natsu?- preguntó Yukino. Mirajane acento con la cabeza respondiéndole. Ambas entraron y se acomodaron en su respectivo lugar.

–Bien, empecemos- Estuvieron discutiendo algunos asuntos importantes, cuando el director, de baja estatura y cabellos grisáceos, Makarov interrumpió

–Buenos días a todos. Disculpen la interrupción. Erza necesito hablar contigo, te espero en veinte minutos en mi oficina ¿está bien?-

–Si director.

Mientras tanto en una de las aulas de la escuela, una pobre Lucy intentaba evitar un posible nuevo conflicto sin sentido entre Natsu y Gray

–Natsu ya deja a Gray si no quieres que Erza venga y... –le dio escalofrió a Lucy de solo pensar en el castigo que podría ponerles a hacer Erza. La última vez que esta los castigo los puso a limpiar a ambos los inodoros durante una semana, y nadie quería pensar en lo que batallaron para limpiar los de las mujeres sin que nadie entrase o mal pensara de ellos. Para ese par esa semana fue eterna.

–Si Natsu- opino Lissana –Lucy tiene razón.

-¡Ja! No importa, igual jamás me vencerías Natsu- contesto Fullbuster orgulloso de si.

Mientras que detrás de la pared había una peli azul escuchando todo y disfrutando del espectáculo que ambos hacían –Gray-sama, juvia cree que es muy fuerte y jamás perdería ante Natsu- dijo una juvia muy roja a su amor platónico.

–¿Quieres ver?- contraataco Natsu y con una sonrisa y sin camisa obtuvo la respuesta de gray sin necesidad de alguna palabra. Uno estaba frente al otro –¡Estoy encendido!

Mientras tanto, Erza estaba ya en la oficina del director Makarov

–Erza, Ya que eres la presidenta estudiantil quiero que te encargues de algo.

–Si director ¿de qué?

–Llegará un estudiante nuevo y quiero que le muestres la escuela.

–Pero director, ese es trabajo de Levy, no estoy diciendo que no sería capaz de hacerlo pero estoy muy atareada con los preparativos para el festival de primavera y...

–Erza, me gustaría que tú le mostraras la escuela, pero tienes razón en que estas muy atareada, esos festivales quitan mucho tiempo pero ya le di a Levy una tarea y no quiero que pase lo de la última vez.

–Tiene razón director...

–Erza, enserio me gustaría que fueras tu quien se lo dará pero si tan ocupada estas- el director dio un suspiro antes de continuar –Puedes decirle a alguno de tus compañeros que lo haga por ti. Pero solo esta vez.

Aún podía recordar lo que paso la última vez que llegó alguien recién ingresado a Fairy Tail, pero todos estaban a tan atareados que ninguno de los del comité estudiantil pudo darle la bienvenida como correspondía y dejarla a su suerte

–Hola enana ¿Cuál es tu nombre? Ge-he.

–S-soy Levy, soy n-nueva aquí y busco a l-la presidenta Scarlet para e-el recorrido de la escuela- dijo la pequeña temerosa, con el simple hecho de ver la enorme figura imponente de aquel sombrío joven con un par de perforaciones -en las cejas y nariz principalmente- le había bastado a Levy para sentirse aún más pequeña y nerviosa

–Nosotros podemos dártelo, no es así Gajeel –le dijo su compañero Rouge al pelinegro

–Ge-he, claro que si- respondió con esa enorme sonrisa que mostraba sus dientes de tiburón

Así que ambos le dieron el "recorrido", y la pobre de Levy quedo con la ropa un poco sucia y puntada, así que desde entonces Erza se dijo que no podría dejar a ningún otro alumno así nada más por su propia suerte

¿Y ahora a quien le pediría ese favor? Todos en el Comité estudiantil están ocupados como para algo así pensaba Erza mientras caminaba por uno de los largos pasillos, en ese momento se halló con Gray y Natsu en otro de sus "enfrentamientos". En ese momento se le ilumino la cara ante la idea que tubo y sin más camino hacia ellos

–¡Gray! ¡Natsu!- Ambos se separaron y pusieron nerviosos al verla

–Les pasare esta pelea y las que han ocurrido esta semana- ambos se miraron entre si y de nuevo a ella un par de veces sin poder creerlo ¿habían escuchado bien? debía estar enferma o algo así, o al menos eso pensaron ellos –si me hacen un gran favor.

-¿Qué favor?- pregunto Fullbuster expectante y un poco más tranquilo, si había algo que daba más miedo que tener a Erza para imponer les los castigos era aún más horripilante que ella se comportara así con ellos

–Mañana vendrá un alumno nuevo y necesitó que le muestren la escuela en mi lugar.

–¿Y quién dice que te haríamos ese favor por tan poco?- contesto Natsu

Gray estuvo a punto de golpear a Natsu cuando dijo eso, aun recorvada el ultimo castigo que les puso Erza por haber peleado mucho aquella semana ¡les puso casi un trabajo por pelea! y ellos no peleaban solo una vez al día. Erza les clavo la mirada haciendo que ambos se sintieran un poco nerviosos.

–¿Y porque nosotros?- dijo Gray, y en ese momento se le ocurrió –Erza sabes que Natsu tiene celos de mi fuerza y por esa razón siempre terminamos peleando, no es mi culpa, ponlo a él solo a hacer eso, te aseguro que es en lo único que sabrá hacer bien.

–¡YO NO TENGO CELOS DE ALGUIEN TAN DÉBIL COMO TU FULLBUSTER! –contestó enfadado

–¡Basta! –les dijo Erza ya algo cabreada, todavía que les hacia el favor de no darles una reprimenda por las próximas peleas y se ponen a iniciarla frente a ella, eso fue la gota que derramo el vaso–Lo harán y punto y quiero que en ese momento no haya ninguna pelea enfrente del alumno nuevo ¡¿Entendido?!

–¡Si señora! –ambos dijeron al mismo tiempo con una postura de soldado

No permitiré que pase lo del año anterior con Levy pensó Erza.

Lucy y Lissana no paraban de reírse ante la reacción de "los más fuertes de Fairy Tail" como se hacían nombrar ellos. Mientras que a una expectante peli azul no le agradaba mucho la forma en que la escarlata controlaba a su amado Gray

–Juvia cree que Erza no debería de ser así con gray-sama.

Ya un poco más tranquila con respecto al nuevo alumno o alumna Erza fue de regreso al Salón del comité estudiantil. Aún tenía mucho trabajo, sobre todo con el festival de primavera que se celebraba cada año en Fairy Tail. Cada año trataban de hacer algo nuevo. El año pasado el festival consistió en algunas competencias de atletismo, voleibol y algunos otros deportes en los que se premiaban a los ganadores.

–¿Qué paso Erza?

–Nada Mira, solo era para decirme de la llegada de un estudiante nuevo.

–Erza

–¿Qué pasa Yukino?

–Ya tenemos a algunas ideas para el festival de primavera de este año.

Paso un rato en los que discutían que hacer para el festival y como se esperaba los chicos pedían hacer un café maid, de las chicas algunos concursos o rifas y diversas ideas más. Siempre solía ser así, pero a Erza le era agradable siempre escuchar esas ideas y algunas veces ver discutir sobre todo a Freed y a Mirajane defendiendo cada uno su propia idea en un ferviente debate.

Mientras la presidenta estudiantil y los del comité discutían sobre ello, en uno de los pasillos de la escuela pasaban otras cosas

–¿Qué dices Lucy- dijo un Natsu muy animado –¿Quiere ir?

–No lo sé Natsu-

–Vamos Lucy anímate- esta vez hablo Gray –solo será una salida entre amigos.

–Si Lucy- dijo Lissana

–Está bien- Contestó Lucy –iré.

Gray-sama ¿Cómo puede ir con el rival de amores de Juvia pensaba juvia, mientras mataba a la pobre de Lucy con su mirada. Mirada que ella sentía, hacía que un escalofrió recorriera su espalda, pero por más que volteaba no localizaba a la dueña de tan penetrante mirada.

–¿Qué tanto vez Juvia?

-¡Ah!- gritó- ¡Chelia asustaste a Juvia!

–Jaja Perdón Juvia- intentó parar de reír de la expresión que Juvia puso por haberla descubierto –¿Qué es lo que estás haciendo acá escondida Juvia?

La cara de Juvia se quedó completamente roja –a-a nadie.

–¿Juvia? ¿Qué haces aquí escondida?- Fueron Natsu, Lucy, Lissana y Gray a donde estaban Juvia y Chelia

–¡G-gray-sama!

–¿Juvia nos espiabas?- dijo Lucy

–No mi rival de amores- dijo la peli azul en voz baja

–Bueno ya que estamos todos, Juvia, Chelia ¿No quieren venir con nosotros al parque de diversiones?

–¡SI!- contesto Juvia contenta, después de todo estaría con su Gray-sama y mantendría alejada a su "rival de amores"

–Yo no-dijo Chelia –Hoy quede para ir con Lyon pero ¡gracias por invitarme!

Al acabarse la escuela Lucy, Natsu, Lissana, Gray y Juvia, se encontraron en el parque de diversiones.

–¿Y bien? ¿A cuál nos subimos primero?- dijo Gray

–¡Estoy encendido!- dijo Natsu

–¿Qué les parece si vamos primero a la rueda de la fortuna?- opinó Lucy

–¡A que yo aguanto más que tú en la montaña rusa Gray!-¡Sigue soñando salamander!-

–¡Ya lo veremos Fullbuster!- ambos salieron uno tras otro hacia la montaña rusa

–Como siempre ellos en lo suyo- dijo Lissana con un suspiro

–Gray-sama...- dijo Juvia

Al final las chicas se fueron a la rueda de la fortuna y a los demás juegos que estaban, mientras que Gray y Natsu seguían dando vueltas y vueltas en la montaña rusa a pesar de que Natsu ya no las soportaba desde que se subió seguía ahí sin poder bajarse y queriendo seguirle demostrando a Gray que no lo va a vencer. Fue una tarde divertida para los chicos.

Al día siguiente, Natsu y Gray estaban listos para recibir al estudiante nuevo, así que se dirigieron a dirección tal como Erza les había indicado que los esperaría

–¿Cómo crees que sea?- dijo Natsu a Gray

–Mientras no sea como tú está bien- contesto burlándose Gray

–Puf, bueno no importa con tal de que Erza nos cumpla con su palabra- dijo Natsu con respecto a lo de sus peleas ya que si el director se enteraba de una más los corría y no les convenía.

Mientras tanto en el salón de clases.–Alumnos ¿han visto a mi hija cana?- La pregunta de todos los días del profesor Gildarts en su clase.

En eso interrumpieron Gray y Natsu con el estudiante nuevo

–Disculpe la molestia profe pero es un estudiante nuevo y le toco en esta aula también –Dijo Natsu

–está bien pásenle y siéntense, y usted estudiante nuevo pase a presentarse a toda la clase- contesto su profesor. Natsu y Gray se sentaron y entro el nuevo estudiante.

–Mi nombre es Jellal Fernández...

Erza no lo podía creer que él fuese el nuevo estudiante, estaba paralizada y algo roja, Natsu, Gray, Lucy, Wendy y Mirajane se quedaron sorprendidos al ver que la gran Titania se hubiera puesto roja y paralizada casi perdiendo la cordura por ver a Jellal. Pero Erza estaba tan perdida en si misma que después de escuchar el nombre del peli azul no escucho nada más de lo que dijo mientras se presentaba

–Muy bien señor Fernández, siéntese junto a la señorita Scarlet- Jellal se sentó enseguida de Erza una banca atrás –Muy bien sigamos con la clase...

¡¿J-Jellal?! Erza estaba muy perdida en su cabeza, no había forma de que fuese otra persona, el cabello azul ligeramente alborotado, esos ojos tan verdes y brillantes como una esmeralda y ese tatuaje rojo en la cara, no cabía duda alguna. Ahora era más alto, sus hombros y brazos más esbeltos, su espalda un poco más ancha, sin duda un hombre que toda mujer desearía tener. Incluso Erza, después de todo Jellal Fernández fue el primer amor de la gran Titania y también su mejor amigo.

Recordó ese momento en el que Jellal, Simón y ella eran unos pequeños niños

–Erza, ¡vamos Erza no te pasara nada yo te cuidare!- dijo el pequeño peli azul

–N-no lo sé- Contestó Erza temerosa –puede ser peligroso ir para allá.

–Jellal no la obligues- esta vez hablo Simón –Erza si no quieres ir está bien.

–S-si quiero pero y si...

–Yo te cuidare Erza vamos- dijo el pequeño Jellal extendiéndole la mano a la pequeña Erza

–e-está bien Jellal.

Y por primera vez en mucho tiempo, Erza no puso atención a la clase, solo se estuvo sumergida en lo más profundo de sus pensamientos y recuerdos. Recuerdos que había tenido que guardar para poder seguir y sentarse en sus objetivos.

Solo el timbre que indicaba el final de la clase la trajo de regreso a la realidad, a su presente. Sin mirar a ningún otro lado que no fuese sus cuadernos y mochila recogió todo y trato de tranquilizarse recordarse que eso ya había pasado hace mucho. Ya más tranquila y con casi todos los alumnos ya fuera del salón agarro sus cosas para dirigirse de nuevo con el comité estudiantil, aun tenia cosas por hacer y estaba perdiendo el tiempo metida en algo que ya había pasado, además si él aun la recordara la habría saludado o algo así ¿no?

–Erza- no pudo evitar que se le erizara la piel al escuchar su nombre. Volteo y Jellal estaba solo ahí, sentado con ambas manos dentro de las bolsas de sus pantalones, recargado en el escritorio del profesor. Observándola. Estudiándola con su mirada. Un nuevo escalofrió recorrió lo largo de su espalda. –¿Puedo hablar un momento contigo?- preguntó sin apartar sus ojos esmeralda de los cafés de ella. Se acercó a él ocultando todo lo que aquel hombre había causado con el simple hecho de estar frente a ella.

–Está bien, solo te pido que sea rápido porque tengo muchas cosas que hacer.

Una sonrisa se dibujó en su rostro. Cuando ella la vio recordó a el Jellal que era de niño ¿cuantas veces esa sonrisa no la había hecho sentirse segura? Esta vez la guardia de Erza calló dejando ver un leve sonrojo en sus mejillas. Y él mejor que nadie lo reconocía, era la misma forma en la que cuando eran niños Erza reaccionaba de esa misma forma cuando él le sonreía.

–Me alegra saber que aun te acuerdas de mí después de todos estos años.

–sí, bueno yo, digo eras mi mejor amigo de la infancia c-como olvidarte- en ese momento quería ocultar su rostro de la vergüenza que sintió ¡había tartamudeado frente a él! Había sido como volver a aquella niña insegura que fue hace muchos años atrás

–supongo que tienes razón... Erza yo...

Fue interrumpido por Natsu –Jellal perdón que interrumpa pero tenemos que mostrarte la escuela antes de la entrada a la siguiente clase.

–Está bien- respondió Jellal y salió junto con Gray y Natsu

Cuando por fin salió junto a Gray y Natsu soltó el aire que ni ella misma se había dado cuenta que contenía. Aun se preguntaba porque se había puesto tan nerviosa delante de él, después de todo se supone que ya lo había superado. Pero al igual que como lo había hecho antes, dejo todo a un lado y se dirigió a seguir con sus obligaciones de presidenta estudiantil.

Ese día estaba muy nervioso, después de todo había entrado a una nueva escuela, de nuevo, pero esta vez sabía que estaría bien en Fairy Tail tal vez esta vez tendría suerte. Cuando recién llegó esperaba encontrarse con la presidenta estudiantil, pero en su lugar se había encontrado con Natsu y Gray y tal como les había dicho Erza, ellos comenzaron a mostrarle la escuela. Pero en lugar de ponerles atención miraba a la gente, esperanzado de encontrar lo que durante años había estado buscando sin parar escuela por escuela. Para suerte de Jellal estaba en el mismo grupo que el de ambos chicos, porque si no se hubiese perdido por la poca atención que había puesto buscando una cabellera escarlata.

Pero algo que no olvidaría desde que salió de su primera clase -junto con Gray y Natsu a que le mostraran lo que faltaba- era la cara que puso Erza cuando lo vio. Estaba levemente sonrojada y sorprendida de verlo ahí. Lo podía ver en sus ojos ¿Cómo olvidar esos ojos color chocolate? eran aquellos ojos que lo habían enamorado de niño, desde hacía tiempo él se había enamorado de Erza Scarlet pero siempre creía no merecerla, ella era tan frágil y él por más que quisiera y lo intentara no era lo bastante fuerte para protegerla. Pero esta vez todo había cambiado...y él la había buscado para estar con ella. Ya que cuando Erza se había mudado a otro estado él se dio cuenta que no podía perderla y fue tras ella, la busco hasta el último rincón y al fin la había encontrado.

Ella ya no era aquella niña asustada, ahora era una mujer hermosa, exitosa y muy buena en todo lo que hacía que podía cuidarse por sí sola. Tal vez en lugar de yo protegerla a ella, ella me protegerá a mí pensó y no pudo evitar esbozar una sonrisa de adolescente enamorado

A pesar de haber estado gran parte del tiempo dentro de su cabeza, puso atención a alguna que otra cosa que le decían Gray y Natsu. Fairy Tail era una escuela realmente grande a como aparenta ser desde fuera. Cuando termino el tour Jellal Prefirió irse por su lado y dar un vistazo por si solo a la escuela.

A pesar de que algunos se le quedaban viendo por la marca que tenía en el rostro el pareció inmutarse, después de todo estaba acostumbrado. Sabía que no le quedaba mucho tiempo para explorar, pronto comenzaría la clase. Pero un grito evito que siguiera de regreso, se apresuró a ver de dónde provenía o que era lo que ocurría.

Se encontró con un tipo alto, güero con una enorme chaqueta colgando de los hombros y a otro tipo extraño que mantenía la lengua afuera. Estaban molestando a un pequeño niño.

–Vamos Romeo, danos el dinero y te dejaremos en paz- le decía el sujeto de cabello amarillo

–¡No les daré nada! –replicó el pequeño, Jellal reconoció que el pequeño tenia agallas pero si se metía en algún problema no le iría nada bien

–Ya- dijo Jellal poniéndose a un lado del niño –déjenlo en paz.

– ¿eh? Y tú quién eres para mandarme a mí en lo que pueda hacer o no.

–Si no te metas con Laxus ingenuo- dijo el otro tipo junto a él. A Jellal se le acabo la paciencia y soltó el primer golpe, no tardó mucho para que la gente se fuera juntando a su alrededor viendo la pelea entre el que al parecer era el nieto del director y el recién llegado.

Todo un espectáculo.

–¿Qué es lo que pasa aquí?- la gente comenzó a distribuirse al ver quien era la dueña de aquella voz –Laxus ¿de nuevo?- Erza suspiro –Espera a que Makarov lo sepa, tal vez de esta no te sables.

–Pero si es la gran Titania, no te preocupes por eso, solo quería darle una pequeña lección, no hace falta hacer malos entendidos con el viejo- Laxus se encogió de hombros –de igual modo ya nos íbamos- y ambos se fueron

Cuando Erza vio el labio partido y sangrante de Jellal se le hiso un nudo en el estómago, no le gustaba verlo lastimado. Jellal vio la cara de preocupación que tenía Erza y por un momento se sintió mal por haber hecho que se preocupara pero a la vez se sentía muy feliz, la mujer que tanto amaba se preocupaba por él

–Jellal ¿estás bien? ¿Que acaso estás loco? Ven vamos a la enfermería a que te curen esa herida en el labio antes de que se infecte.

–Está bien.

Ya en la enfermería no había nadie así que ella decidió hacerlo, agarro un pequeño pedazo de algodón lo mojo y me empezó a limpiar la pequeña herida.

–Como se te ocurre pelearte el primer día- le decía algo molesta. Pero a él solo le parecía algo adorable ¿Verla molesta, preocupada, sonrojada, nerviosa por él? sin duda era como un sueño para Jellal. Ahora la tenía frente a él mientras lo curaba, solo estaban ellos. Por un momento pensó en acorralarla en la pared detrás de ella y robarle aquel beso que tanto había ansiado por años pero la puerta hiso que despertase de su fantasía. Simón había entrado.

–Erza te estuve buscando por toda la escuela y... -le dijo a Erza cando se dio cuenta de la presencia del peli azul como si se tratase de un fantasma –¿Jellal?- Había sido más una afirmación que una pregunta. El cuerpo de Simón se tensó por completo y apretó tanto la mandíbula que parecía que podría romperse los dientes

–Hola Simón- le contestó Jellal un poco seco

En cambio Erza parecía no notar la repentina tensión que había en aquella habitación, solo se concentró en acabar de limpiar la herida de Jellal. Apenas terminó su trabajo salió de la habitación, no sin antes hacerle señas a Simón para que la siguiera. Cuando ella salió, Simón se detuvo en la puerta, se volteo y dijo

–Ella ya es mía Fernández así que haznos un favor y quítate de nuestro camino.

Y salió tras de Erza. La sangre de Jellal comenzó a hervir, su mandíbula estaba tan apretada y tensa como el resto de su cuerpo que se reabrió la herida un poco, las uñas se le encajaban en las palmas de la mano y sus nudillos ya se tornaban blanquecinos. Él lo sabía, desde que eran niños, Simón se lo había dicho, a él le gustaba Erza y me había pedido que lo ayudase a conquistarla pero en cambio él no hiso nada porque a él también le gustaba desde ese entonces, él se dio cuenta y cuando le dije de mis sentimientos por ella y dese entonces aquella amistad entre ellos se fue abajo, pero no le importo mientras tuviese a Erza a su lado. Pero esta vez ¿había perdido? eso lo hiso enfurecer aún más, detestaba, le repugnaba la simple idea de que Erza estuviese con otro hombre que no fuera él.

Del otro lado de la enfermería mientras Jellal intentaba relajarse, Mirajane estaba también curando a Laxus del ojo morado que le había hecho Jellal

–Debes de dejar de meterte en tantos problemas Laxus- le decía Mira mientras le ponía algo de hielo al pobre hombre y le ocultaba el hematoma con algo de maquillaje

–Lo siento Mira, pero ese pequeño engendro ya van varias veces que intenta incluso estafar nos.

–Pues a mí no me gusta mucho que seas así de aprovechado Laxus Dreyar

Y en ese momento supo que se había metido en un problema, cuando su hermosa demonio decía su nombre completo debía estar preparado para lo peor.

Cuando Erza vio a Simón salir de la enfermería no se veía muy contento, incluso mientras comenzaron a caminar, el silencio entre ellos se sentía algo incomodo

–¿Erza puedo preguntarte algo?

–Sí Simón dime- él comenzó a pasarse una mano por su cabello

–Tú... tú ¿sientes algo por Jellal?

Sus mejillas comenzaron a tornarse rosa de nuevo ¿Si sentía algo por Jellal? hace tiempo lo sintió, pero ¿Aún podía sentirlo? Pero y si lo hacía ¿Que importaba? seguramente él solo había entrado a esa escuela por coincidencia después de todo es la mejor escuela de todo Fiore y al igual que cuando eran niños la rececharía. No pudo evitar soltar un suspiro al recordar como él le había prometido ser siempre mejores amigos.

–Si –finalmente respondió –después de todo lo quiero al igual que a ti ambos son mis mejores amigos- le respondió aunque para Simón esa no era una muy buena respuesta.

Después de eso regresaron en silencio a lo que debían hacer, su trabajo de organizar todo para el festival de verano.