Participa en la actividad del grupo de 'Boku no Hero'.


Fuego.

Fuerte, valiente… hermoso.

¿Cómo poder resistirse a él?

Es imposible.

Las llamas empiezan a consumir el papel que mantenía entre sus manos, no era un incendio, pero podía saciar su necesidad por el momento. ¿Por qué era tan difícil? Conseguir la llama perfecta, esa que nadie viniera a detener. No le parece justo, ellas eran libres, salvajes ¿por qué tenían que controlarlas?

¡Nunca!

Ellas merecían consumir lo que quisiera.

O lo que él quisiera.

Debe intentarlo, ¿y por qué no?

Sólo quedaba una hora para salir del trabajo.

Una hora, una hora y ellas serían libres.

¿Qué lugar?

—¿Escuchaste las noticias? —Los murmullos de sus compañeros eran molestos, nunca hablaban de nada interesante, y, por sobre todo, las mujeres parecían cuchichear más alto cuando él estaba cerca. Como si le importara lo que tuvieran para decir.

—¿Sobre los incendios que se han estado provocando?

—Sí, dicen que es un pirómano en serie.

—Wow…

¿Alguien compartía su pasión?

Eso sí era interesante.

Pero no era verídico, sólo eran rumores. No había pruebas. ¿Qué hacer? ¿Debería esperar a encontrar a su compañero perfecto? Suena interesante.

Pero no cualquiera entiende la belleza de las llamas.

Por fin puede ser libre.

Deambula de la ciudad, llevando consigo su pequeño kit para incendiar.

¿Algo normal?

No importa.

Para él lo era.

No importaba nada.

Su camino le lleva a su destino, el final. Llamas, tan hermosas, tan salvajes, que han consumido todo a su paso. Las lágrima se desbordan.

Lo más hermoso que ha visto en su vida.

Frente a ellas, hay un joven, cabello verde y pecas.

¿Quién es?

Pero él también llora.

Y cuando se observan… lo entienden.

La belleza.

Lo que tenían que hacer.

Se toman de las manos y entran juntos hacia la puerta del infierno.

Eran felices.

Se convertían en la más hermosa obra que el ser humano pudiera crear.