Este drabble también fue publicado en MSS.

Los personajes de Naruto no me pertenecen a mí; le pertenecen a Masashi Kishimoto.


Baka arrogante.

Un niño de nueve años, de aspecto maduro y serio, caminaba con tranquilidad hacia la academia. Como todos los días, había tomado el camino más largo con el fin de alejarse de aquellas niñas que hacían que su cabeza sangrara internamente. Voces chillonas, "verdaderas" declaraciones de amor y halagos que daban pena ajena atormentaban al pequeño Fugaku Uchiha todos lo días de su vida. ¡Las niñas sí que eran molestas! Si algún día llegaba a casarse esperaba que la mujer con la que uniría su vida fuera madura, pero dulce.

Tan concentrado estaba en sus pensamientos que ni cuenta se había dado de que cierta niña de cabellos azabaches se encontraba caminando hacia la dirección contraria a la de él. De un momento a otro, ambos chicos chocan ocasionando que tanto Fugaku como Mikoto cayeran al suelo. El joven muchachito levantó su rostro con el ceño fruncido pero se quedó con los ojos muy abiertos al ver, frente a él, a una linda niña de unos hermosos ojos negros.

Hmp, fíjate por dónde caminas —habló cambiando de expresión ganándose, por su comportamiento, una mirada fulminante.

Solo fue un leve golpecito —se excusó la jovencita cruzándose de brazos.

Torpe —murmuró el pelinegro sin saber que su insulto logró llegar hasta los oídos de la Uchiha.

Baka arrogante —insultó indignada Mikoto para después seguir caminando con el ceño totalmente fruncido.

Fugaku sonrió luego de ver a la dulce niña salir de su rango visual. Si algún día llegaba a casarse esperaba que su futura mujer tuviera el mismo carácter que aquella singular joven. Atrevida, ruda y audaz, esos eran los requisitos que había impuesto el joven para su futura esposa.

Mikoto, sin saberlo, había enamorado con su personalidad al pequeño Uchiha.


Gracias por leer.