Hola! De nuevo yo aquí. Bueno esta es otra historia mía, un poco relatada sobre lo que estoy pasando y un poco de fantasía no? Un mundo sin fantasía no es mundo. Espero que la disfruten.
Mi Ángel Guardián
Disclaimer: Rise of the Guardians o El origen de los guardianes no me pertenecen, solos los uso por diversión.
El despertador sonó.
De nuevo otro día de soledad para la triste Harried Stevens. Ella con su mano derecha apretó un botón del despertador y este dejó de sonar, con mucha pereza se sentó en su cama y dio un bostezo largo.
-Otra vez…-murmuro para sí misma y se paró de su cama y fue directo al baño a darse una ducha y lavarse los dientes.
Después de hacer todas sus necesidades básicas, ella se vistió con un suéter manga larga que le tapaba hasta las manos, un jean hasta los tobillos y unas converse. Se sentó en su tocador y tomo su cepillo para el cabello. No lo puedo pasar muy bien debido a sus rulos, así que lo ató en una coleta alta.
Se miró al espejo con mucha rabia y dolor, tomo un poco de mascarilla color piel y se la coloco debajo de los ojos para tapar sus ojeras. Tomo su mochila y bajo al comedor donde la esperaba su familia.
-Buenos días Harried-la saludo su abuela Marissa.
-Buenos días abuela-la saludo ella sentándose en medio de su hermano y de du hermana.
-Buenos días fea-la saludo su hermana pequeña de 11 años, Hayley.
-Hola Hayley-la saludo ella bajando un poco la mirada.
-Hayley respeta a tu hermana mayor, toma cariño-dijo su madre, Angie, entregándole el desayuno-Tomen su desayuno rápido el autobús está por llegar. Hoy llegaré tarde, así que por favor no peleen ¿sí?-dijo Angie tomando jugo apresurada y mirando la hora-Mira la hora, ya tengo que irme. Adiós-dijo yéndose apresurada.
Una bocina sonó afuera.
-Es el autobús, adiós abuela-dijo Hayley tomando su mochila y su almuerzo.
-Adiós abuela-dijo Harried y tomo su mochila y su almuerzo.
-Adiós chicas-se despidió Marissa y ellas salieron de la casa y se montaron en el autobús.
-Buenos días preciosas-las saludo la chofer del autobús, Gretta.
-Buenas Gretta-la saludo Harried y Hayley pasó de largo, yéndose a sentar al fondo con sus amigas.
-Que chica tan mal educada-dijo Gretta negando con la cabeza.
Harried se encogió de hombros avergonzada y paso a sentarse en la 4ta fila sola y mirando por la ventana. El bus tomo rumbo a la escuela y de vez en vez recogía a los alumnos en sus casas.
-Miren chicas, allí está la mal arreglada de Harried-dijo una chica rubia llamada Jeanette.
Harried se dispuso a ignorarla a ella y a sus amigas.
-¿Por qué no nos contestas niña tonta?-Jeanette la tomo por la coleta y la jalo.
-¡Ya déjame!-dijo Harried empujándola.
-¡Jeanette déjala!-dijo una voz varonil-¿No sabes hacer otra cosa si no molestar?-
-Hay ya cállate babotas-dijo Jeanette y se alejó con su grupo de amigas.
Harried mientras se acomodaba su coleta, el chico se sentó a su lado.
-Gracias Christopher, otra vez-dijo Harried mirándolo.
-De nada, de nuevo-sonrió.
Christopher Benson era un chico alto de cabello castaño, similar al de Harried solo que un poco más oscuro. Con ojos verdes, con lentes y pecas. Tiene 14 años al igual que Harried y es su único amigo.
-¿Si puedes venir a mi casa después de la escuela?-pregunto Christopher con una sonrisa.
Ella siguió mirando hacia la ventana.
-Supongo que sí, mama llegará hoy tarde y le diré Hayley que le diga a la abuela que llegaré un poco tarde-dijo resoplando Harried.
-Bien, te vas conmigo-dijo el mirando hacia adelante con una sonrisa.
Harried seguía mirando a la ventana, como todos los días. El bus paró a recoger al último chico, el cual era el peor de todos.
-Hola idiota-dijo Bruce dándole en la cabeza a Christopher.
Chris solo suspiro y bajo la cabeza. El bus se detuvo frente a la entrada de la escuela y todos los chicos bajaron y no dejaron de empujar a Christopher y Harried hasta que bajaron.
-Te veo en el almuerzo Chris-dijo Harried caminando con la cabeza baja hacia su salón de clases.
-Claro…-dijo con una media sonrisa y luego bajo la cabeza.
Harried camino rápido hasta su casillero para sacar los libros de su clase y cerró su casillero, al cerrarlo se encontró con bruce.
-Hola tonta-dijo con dos chicos a su lado.
-Llego tarde a clases-dijo Harried dándose la vuelta un poco asustada y avanzando. Rogando porque no la agredieran esta vez.
-Tranquila chiquita-dijo Bruce detrás de ella volteándola bruscamente-Solo quiero tu almuerzo, así no te golpeare-dijo Bruce.
Harried asintió lentamente mirando hacia abajo y votando unas lágrimas.
-¡Hay! ¡Ya no llores!-exclamo Bruce molesto poniéndola contra los casilleros con brusquedad.
No había nadie por los pasillos para que la ayudara. Así que tuvo que darle su almuerzo.
-Oye Bruce, déjala tranquila y vete a tu clase-dijo una voz desconocida para ella, peor no levanto la cabeza y siguió derramando lágrimas en silencio.
-¡Tú cállate nuevo!-le grito Bruce hacia él.
El chico nuevo se acercó a Bruce.
-¿Por qué no te metes con un hombre? ¡Cobarde!-grito el chico nuevo.
Bruce se volteó hacia él y los dos se miraron con rabia.
-No voy a pelear contigo-dijo el chico nuevo entre dientes-Iré a clases y ella se va conmigo-dijo refiriéndose a Harried.
Bruce se alejó y Harried empezó a recoger los libros que se le habían caído limpiando sus lágrimas.
-Yo te ayudo-dijo el chico nuevo poniéndose en cuclillas ayudando a Harried.
-Gracias-dijo ella sin levantar la mirada.
Él le entrego sus libros y ella se levantó.
-Me llamo Jack Frost-dijo y ella levanto la mirada.
Miro los intensos y grandes ojos azules. Bajo la mirada de nuevo.
-Me llamo Harried-dijo caminando en dirección a su clase.
Él se quedó mirando a Harried un rato y luego se encamino el a su clase. Harried llegó al salón de clases y entro.
-Vaya, señorita Stevens. Llegando tarde de nuevo-dijo el profesor de ciencias.
-Lo siento-dijo Harried con la cabeza baja.
Los alumnos de allí se burlaban de ella y le tiraban papeles.
-Vaya a sentarse por favor-dijo el profesor.
Harried asintió y se sentó en la última fila.
-Tonta-le susurraban y se reían.
Ella fingía no prestarles atención.
-No deberías estar viva-susurraron y toda la clase rió.
-¡Silenció!-grito el profesor y todos se callaron.
El siguió dando la clase, pero los alumnos se reían en silenció. Harried tomaba anotaciones, pero a veces escribía en la última hoja de su cuaderno cosas como "Eres tan fea Harried" Y sufría en silenció. La campana sonó y todos salieron al recreo, ella como siempre salió de última y todos le daban pellizcos o le pegaban en la cabeza. Harried como siempre, no se defendía y llegaba a la cafetería toda desarreglada. Se sentó en una mesa solitaria y saco su almuerzo.
-Hola Harried-dijo Christopher sentándose frente a ella.
-Hola Chris-dijo ella comiendo.
Ella levanto la mirada y solo estaba comiéndose una manzana.
-¿Te quitaron el almuerzo?-pregunto ella.
El asintió con la mirada baja.
-Compartiré el mío contigo-dijo ella sonriendo de medio lado.
Christopher sonrió y Harried le dio la mitad de su comida. Jack estaba comprando su almuerzo cuando una amiga suya llego.
-Hola campeón, ¿Cómo te fue en tu nueva clase?-pregunto la chica.
-Hola Tooth-dijo Jack sonriendo y eligiendo su comida-Tuve un imprevisto antes de llegar, y todos me vieron extraño por mi cabello blanco, pero todo fue bien-dijo Jack mirándola.
-¡Me alegro de eso!-dijo Tooth también eligiendo su comida-Y…¿Ya tienes amigos?-pregunto con una sonrisa.
-No lo sé, supongo que no-dijo Jack pagando su comida.
-Que emoción-dijo Tooth mientras pagaba la de ella.
-¿Qué?-rió Jack.
-Que estudies conmigo-dijo Tooth sonriendo.
Jack sonrió negando con la cabeza. Buscando una mesa, visualizo en la que estaban Harried y Christopher.
-Oye, sentémonos allá-dijo Jack señalando la mesa.
-Eh, tenía pensado que conocieras a mis amigas-dijo Tooth desconcertada viendo la mesa con sus amigas.
-Oh, bueno…Esta bien, supongo-dijo Jack sonriendo, miro por última vez la mesa de Harried y luego se sentó con las amigas de Tooth.
-Muchas gracias por compartir tu almuerzo conmigo Harried-dijo Christopher con una sonrisa.
-No hay de que Chris-Harried sonrió de lado.
-¿Por qué no te quitaron el almuerzo a ti?-pregunto Christopher.
-Oye, que malo-dijo Harried bajando la mirada.
-No, no, no, no-dijo Christopher arrepintiéndose de lo que había dicho-No lo dije en ese sentido, lo que pasa es que siempre nos quitan el almuerzo a los dos ¿Por qué esta vez a ti no?-pregunto Christopher.
-Bueno, el chico nuevo me defendió-dijo Harried rascándose la muñeca por encima del suéter.
-¿El de pelo blanco?-pregunto Christopher.
-Supongo que si-dijo Harried.
Christopher asintió. Sonó la campana de nuevo.
-¿Qué te toca?-pregunto Christopher.
-Matemáticas-dijo Harried-¿A ti?-
-Gimnasia-dijo Christopher.
-Suerte con eso-dijo Harried y sonrió.
-Gracias-dijo Christopher y los dos se levantaron de la mesa.
Harried volvió a su casillero, cambió los libros rápidamente y fue al salón.
-Miren quien vino, la chica monstruo-dijo Jeanette cuando Harried entró al salón.
Harried bajo de nuevo la cabeza y se sentó en el último puesto como siempre. La clase empezó y Harried tomaba apuntes. Un papel llego hasta su escritorio y ella lo abrió, decía "Te haremos la vida imposible-Jeanette" Ella miro hacia Jeanette y luego se levantó de su asiento.
-¿Pasa algo señorita Stevens?-pregunto el profesor y toda la clase la miro.
-Es-Es que me siento mal-dijo Harried con una voz triste y quebrada-¿Puedo irme a casa?-
-Si claro-dijo el profesor.
Harried tomo sus cosas y salió del salón. Ella votando un montón de lágrimas se dirigió al baño de chicas y se encerró en un cubículo a llorar en silenció.
-¿Por qué no pude ser como una de esas chicas bonitas?-murmuro ella sollozando-¿Por qué me hiciste así dios?-susurro esta vez.
En ese momento Tooth iba entrando en el baño y escucho los sollozos.
-¿Hay alguien aquí?-pregunto en voz alta.
Harried no respondió y trato de para sus sollozos.
-Respondan-dijo Tooth.
Nadie respondió. Ella salió del baño y Harried salió del cubículo, se lavó la cara y salió del baño para irse a su casa. Se fue caminando y al llegar la recibió su abuela.
-¿Qué haces aquí? ¿Y la escuela?-pregunto Marissa.
-Me sentía mal abuela-dijo Harried pasando y dejando su mochila en el sofá-Iré a darme un baño-dijo Harried.
Subió a su habitación y se sentó en la cama viendo a la nada. Tomo su teléfono y le mando un mensaje a Christopher.
[Chris lo siento, no puedo ir a tu casa-Harried]
Dejo su teléfono en la mesita de noche y luego fue al baño. Se quedó la mitad de la tarde allí, pudo escuchar a su hermana llegar. A las 6:00 pm se metió a la bañera, tomo una hojilla y la paso por su muñeca izquierda. La sangre caía en gotas a la bañera y con ella las lágrimas de Harried.
-Es la única forma de sentirme aliviada-murmuro llorando y dejando la hojilla en el lava manos.
Luego metió su muñeca en el agua, hasta que el sangrado cesara y hasta que ella dejará de llorar.
