Disclaimer: los personajes usados para este fic son propiedad de J.K. Rowling.

Este fic participa en el Mini reto: "¡Feliz cumpleaños Ron y Remus!" del foro First Generation: The story before books.

La elección de personaje cayó en Ron esta vez.


RECUERDOS

Ese año había sido muy duro para todos. Hablando por mí y mí familia más de lo que se pueda imaginar.

Durante todo el año habíamos estado luchando en la guerra, cada uno en un frente distinto de la misma: yo con Harry y Hermione en una carpa, Ginny en Hogwarts, Fred y George con su Potterwatch, mis padres, Bill y Charlie con la Orden del Fénix, por no hablar de Percy en el Ministerio.

Desde luego que cuando nos pudimos reunir todos y ver que estuviéramos a salvo no fue un momento agradable:

Fue el día de la Batalla Final cuando pudimos estar todos juntos, en el descanso que nos dio Voldemort a condición de entregar a Harry. Pero no fue feliz, en absoluto: ocurrió cuando todos vimos el cuerpo sin vida de Fred y ese momento, que en teoría tenía que ser fantástico, por estar rodeado de tu familia, se convirtió en el peor del mundo, en uno en el que apenas podíamos hablarnos o consolarnos de la inmensa pena y tristeza que sentíamos.

Sentimientos que nunca se olvidaron y que estuvieron más presentes que nunca en las ocasiones especiales como cumpleaños, bodas o nacimientos.

Como lo fue en la celebración de cumpleaños para mi, George y mi padre que hicimos dos meses después de la Batalla de Hogwarts.

Habíamos juntado todos en el mismo día ya que al ser todos después de navidad y no habernos desde esa fecha era una buena idea realizar la celebración.


El primer regalo que recuerdo fue un osito de peluche marrón clarito que me regalaron por mi tercer cumpleaños, en realidad ya había sido de Bill, pero como mi hermano era tan cuidadoso con sus cosas, me había llegado tal y como se lo habían regalado a él.

Mi familia siempre fue muy pobre, pero a pesar de eso, mis padres siempre habían intentado que no nos faltara nada y menos en las ocasiones especiales.


Ese año no hubo regalos, y la celebración sólo consistió en una reunión de todos junto con nuestras parejas y amigos para comer y pasar la tarde. Para recordarnos que todavía estábamos vivos y ahí, que a pesar de haber perdido a Fred, seguíamos siendo una familia que está unida tanto en lo bueno como en lo malo.

Por supuesto, estuvimos llorando la mitad de la velada, pero eran lágrimas de nostalgia y de alivio. Aunque sabía que para George fue uno de los días más duros de su vida.


Después de ese día, George se negó a llorar mas por su gemelo e hizo que todos le obedeciéramos.

—Fred quería que lo recordáramos con risas y con alegría, no con la tristeza de haberse ido, así que hacer honor a su memoria y en vez de llorar, reír, en vez de esas caras largas, sonreír.


Cada vez que llega mi cumpleaños, lo primero que hago nada más levantarme es sonreír pensando en Fred y hacer una broma en su memoria, conmemorándolo como él se merece.


Se suponía que iba a ser alegre y eso, pero al parecer mi subconsciente quería algo triste, espero que de igual manera os guste.