Saint Seiya: 10 tíos en el paro

La Fundación Grad ha despedido 10 de los Caballeros de Oro por traicionar a Saori Kido y, en extensión, a Atenea. Qué harán los 10 caballeros para ganarse la vida ahora?

Esta es su historia.

CAPÍTULO 1: MÁSCARA DE LA MUERTE

A Máscara de la Muerte se la sudaba si le despedían. A él lo que le gustaba era cargarse a la gente, que por algo era el Caballero psicópata, así que se volvió para Italia y decidió ir a Palermo para preguntar por el jerarca de la Cosa Nostra y ofrecerle sus servicios como "arreglador de problemas con traidores, jueces y chivatos" (asesino, vaya).

El Don quedó impresionado con su currículum (más de un centenar de vícimas, entre ellas varios niños. Él se justificó con lo de los daños colaterales esos...), y decidió probarlo enviándolo a Marbella para que se encargara de cierto chivato que habia hecho que la Guardia Civil trincara a su hijito por un quítame allá esas furcias lituanas sin papeles. Así pues, Máscara de la Muerte se disfrazó de camionero y entró en el centro penitenciario de la ciudad malagueña. Tras mandar a 70 guardias directitos al Hades de un solo puñetazo, se metió en la celda y se llevó al chaval.

Tras volver a Sicilia, empezó a ganrse la confianza del Don, y éste le mandó a matar jueces, políticos y toda esa maldita gente del buen vivir que no dejaba trabajar al pobrecito Padrino. Hasta que un día Máscara de la Muerte le dijo al Don que por ser su cumpleaños, le invitaba él y a toda su familia a boquerones. Nadie volvió a ver ni al Don ni a su familia, y así, Máscara de la Muerte se convirtió en el jefe absoluto de la Mafia.

Después se trasladó a Nueva York, dónde impuso su ley en toda la ciudad. Mató a todos los polis honrados, pasó a dominar todo el comercio, se convirtió en el amo de Wall Street de la noche a la mañana... Esto de tener un cosmos potente le dió mucha ventaja. Como que se veía el rey del mambo, se presentó a las elecciones para la alcaldiá de NY y salió elegido. Después decidió presentarse a presidente de los USA... Y volvió a ganar.

Y allí sigue, en su despachito oval. Gracias a su cosmos, ya se ha cargado varios gobiernos él solito. La gente allí está muy contenta, porque su país ya puede dominar el mundo sin ejército.