Hola gente! ¿cómo están?

Bueno, como soy nueva en esto y pues no tengo mucha experiencia en los fanfics espero que me ayuden un poco a seguir mejorando con sus críticas "constructivas" (no sean crueles xD).

Hola gente! ¿cómo están?

Bueno, como soy nueva en esto y pues no tengo mucha experiencia en los fanfics espero que me ayuden un poco a seguir mejorando con sus críticas "constructivas" (no sean crueles xD).

Aclaración: Se perfectamente que Leon y Jill no son hermanos dentro de los juegos de Resident Evil. Pero decidí hacerlos de hermanos porque siempre pensé que tenían algo en común y sería interensante y necesario para esta historia (lo sabrán más adelante :D)

Declaimer: Resident Evil y sus personajes no me pertenecen, ya que son propiedad de Capcom. A excepción de la historia y algunos personajes propios que van a aparecer en este fic.

Capítulo 1. "Tarde en mi primer día de clases"

Era lunes por la mañana, y un nuevo día le esperaba a Leon Scott Kennedy.

Al rubio le costaba levantarse, y si no le despertaba el despertador, lo hacía su madre.

- hijo ya despierta que se te hace tarde para ir a la escuela! - decía su madre mientras le mecía para que se despertarse de una buena vez!

-cinco minutos más! - exclamaba el preadolescente debajo de la almohada.

-que cinco ni que nada. Que no puedes ser como tu hermana? - le regañaba poniendo a su hermana mayor como ejemplo.

De pronto una linda muchacha aparece en la puerta del joven y su madre.

-Veo que no quiere levantarse el bello durmiente ^_^! - decía la joven con una sonrisa que escondía una sorpresa.

-ni modo, veo que no tienes remedio hermano -_-! - decía mientras que detrás de ella saca un baso con agua fría, arrojándole al perezoso leon en toda la cara.

El pobre de Leon sale volando de la cama gritando furioso...

¡¿QUE TE PASA, ACASO TE VOLVISTE LOCA?! - le gritaba con la cara roja por el frío y el coraje.

Bien hecho Jill! - le felicitaba la madre de ambos a Jill por la hazaña realizada por su hija chocando las manos.

-Ya no te quejes y mejor alístate que llegaremos tarde Leon! :V - Decía su hermana para no perder más tiempo en otra discusión de hermanos.

Ya oíste a tu hermana Leon, y baja rápido que tu desayuno ya está listo!- decía la madre ya muy colérica.

El joven lo único que pudo decir fue - "huh mujeres".

Tras haber desayunado y estar todo listo, los hermanos emprendieron camino hacia su nuevo instituto. Jill estaba muy ansiosa de poder encontrarse después de mucho tiempo con sus amigos de la infancia, en especial con "los hermanos Redfield".

En cuanto al joven Kennedy, pues al igual que Jill le asia mucha ilusión poder encontrarse con sus amigos de la infancia. Después de que él se fuera a Canadá por cuestiones de trabajo de su padre. Y al igual que su hermana, el también mantenía una intensa relación con los hermanos Redfield.

El sol entraba por la ventana de una hermosa pelirroja, despertándola por los rayos que emanaba en todo su rostro.

Buaaaah - bostezaba la linda pelirroja mientras se rascaba sus ojos azules. Si, aun tenía sueño.

Supongo que no me queda de otra que alistarme - decía mientras se levantaba para ir directamente a bañarse.

En la habitación de al lado un fornido joven se encontraba frente al espejo.

Hola Jill como te fue... No! mejor - se corregía intentando encontrar las palabras adecuadas.

Jill... Que te parece si tú... yo... Huh olvídalo, solo un idiota hablaría de ese modo. - se rendía el joven Redfield tumbándose en la cama mirando hacia el techo - si tan sólo supieras lo que siento por ti Jill.

Se dispuso a preparar el desayuno y llamar a su hermana.

Claire ya estas lista? Porque tu desayuno ya está...- no terminó de descifrar la última palabra debido a que su hermana se encontraba sólo con una toalla cubriéndole todo su sexy y hermoso cuerpo. Al pobre Chris se le subió toda la sangre a la cara.

Chris! Que no puedes tocar la puerta?! ¡LARGO DE AQUÍ! - Gritaba la pelirroja tirándole con todo lo que encontrase a su alrededor.

Chris salió corriendo por su vida. Por que aunque no lo crean su hermanita era fuerte, y demasiado que incluso hacía que el la temiese por los fuertes golpes que daba.

Una vez aclarado el "accidente", se dispusieron a desayunar tranquilamente, para después ir hacia el instituto.

Ya se encontraban muy cerca, a una sola cuadra del instituto. Hasta que Leon recordó algo muy importante!

-¡Hay no, olvide mi currículum! - gritaba alarmado con las manos en la cabeza.

QUE?! - gritó Jill.

Jill, no hay tiempo para discutir y mejor dime que hora es! - decía un desesperado Leon rogando que aun le quedara tiempo; Lo suficiente como para ir a su casa y volver con el maldito papel.

-Son las siete y cuarenta Solo tienes veinte minutos! ¿Crees poder llegar y volver a tiempo? -le decía mostrándole el reloj de su muñeca.

Claro que si!. Pero me temo que tendrás que ir al instituto tú sola - le decía un apenado Leon por su irresponsabilidad.

No te preocupes Leon, además ya casi no queda nada por llegar. Será mejor que te apures! - le decía una comprensible Jill (toda una hermana mayor xD).

Muy bien, nos vemos entonces! - decía mientras se iba a toda velocidad.

Leon había tardado en llegar 10 minutos aproximadamente a su casa. Y una vez encontrado la importante hoja, volvió a correr directo hacia el instituto a alcanzar a su hermana. Hasta que de repente... POW!

Leon y la supuestamente chica chocaron con la frente y cayeron con el trasero.

Auch!, eso si que me dolió... ¡Oye, la próxima será mejor que te fijes por donde... - y no pudo terminar, porque se quedó estático mirando con atención a la linda muchacha de rasgos asiáticos.

Ella se encontraba aún en el suelo intentando incorporarse. Hasta que notó que alguien la estaba mirando, y miró hacia el frente encontrándose con unos hermosos ojos azules que no dejaban de mirarla.

Entonces reaccionó y se dio cuenta de que su falda se encontraba un poco suspendida hacia arriba producto de la caída, dejando ver un poco su ropa interior. Se ruborizó al instante, y con mucha vergüenza se acomodó su falda.

A Leon le pareció muy divertido y a la vez tierno su reacción. Pero reaccionó al instante tendiéndole su mano para ayudarle a levantarse. Y ella con gusto aceptó.

Te encuentras bien? - preguntó un poco preocupado por ella.

Si. Estoy bien y perdón por no fijarme, es que llegaba tarde a mi primer día de clases - decía la asiática un poco apenada.

Oh. No te preocupes, que la culpa también fue mía por ir muy rápido sin fijarme, ya que también es mi primer día.

Que coincidencia. Por cierto, mi nombre es Ada Wong - se presentó ya con un carácter diferente y más tranquila.

Un placer, mi nombre es Leon, Leon Scott Kennedy.

Bueno Leon, fue un gusto conocerte. Pero creo que será mejor que siga mi camino - dijo mientras empezaba a caminar.

Ada espera! - le detuvo del brazo, haciendo que la otra se estremeciera. Leon al notar esto la soltó.

Lo siento, pero no te importaría si vamos juntos al instituto? - dijo mirando hacia abajo esperando que aceptara.

Hmm... pues andando, guapo - dijo caminando como una dama.

Que!... me dijiste guapo? - dijo un inocente y a la vez sonrojado Leon.

Ada rió por el gesto del rubio. Sin duda se divertiría un buen tiempo con el. - vienes o no?.

Ah?... Si! Claro - dijo siguiendo a la asiática.

Continuará en el siguiente capítulo…

Bueno, supongo que lo deraré hasta acá. Pero los proximos capítulos dependen de ustedes con sus reviews! Ya que me motiva a seguir con esto :)

Aún faltan más personajes por aparecer, peleas, risas, parejas y muchas cosas más!

Nos leemos en el proximo!