-AAA una tierra, increíble y extraña, llena de cosas que parecen irreales y son muy bizarras, vivir hay es una increíble experiencia al igual que en OOO, esa es una tierra igual de increíble y extraña, a donde quiera que vallas tendrás una gran aventura, ambas están divididas por una frontera inexistente en un bosque
en la Tierra de AAA había un pequeño Orfanato no muy lejos del Dulce Reino, en ese Orfanato Vivian mucho niños, y la verdad todos eran dulces del Dulce Reino, pero había una niña en específico que era diferente a ellos y no por el simple hecho de que ella no era algún un Dulce como los demás niños
Ella tenía su piel grisácea y colmillos, pero lo que más resaltaban eran sus Ojos tan rojos como la sangre, nadie quería jugar con ella porque le tenían miedo
-Solo porque soy un vampiro no significa que sea mala- pensaba la niña, pero aun así nadie se le acercaba
Un día la pequeña decidió salir del orfanato mientras todos dormían, quería respirar aire fresco
-la pequeña vampiresa se encontraba caminando por las calles del Dulce Reino que en ese momento estaban desoladas ya que era más de media noche
-Hmm de noche no hay nada interesante que ver- se quejó la pequeña mientras se sentaba en una banca, aburrida comenzó a cantar
-Llorando suero
-Vuela, vuela un globo, alegre e indulgente
-¿y mañana?
-Mira ese cielo despejado en el que se balancea…
-¡Eh, mira aquí!
-En la ciudad lluviosa
-Los demonios susurran
-"Ranbara, Ranbara, Ranbara"
-Buscando lo que han perdido
-Comienza a sonar débil
-Tu respiración al dormir, tal que…
-"Roujira, Roujira, Roujira"
-Y no se dan cuenta, no se dan cuenta
-Las marcas de aguja….
-Quizás dan una impresión de agobio
-¡Qué Bonito!
- Mira ese globo, que aturdido esta
-Qué bonito es
-En ese momento la pequeña dejo de cantar ya que escucho a alguien detrás de ella, volteo rápidamente mostrando una cara furiosa mientras dejaba ver sus ojos rojos y sus colmillos
-Oye esa no es forma de tratar a las personas!- Dijo alguien con una vos femenina eh infantil
-Pues tu no deberías de asustar a las personas así!- dijo la pequeña vampiresa
- Te asuste? Disculpa- dijo la vos infantil mostrándose, era una niña de cabello hasta los hombros castaño, tenía una corona, los ojos rosados, un vestido corto rosado y una chaqueta con capucha rosada, incluso su piel tenía un toque rosado
-Lo siento mucho no pretendía asustarte, mi nombre es Eycar- dijo la niña con una tierna sonrisa, pero la vampiresa no dijo nada
-Estas molesta?- dijo Eycar con una cara medio triste- En verdad lo siento! Es que me gusto como cantabas y pues… quise venir a ver-
-Enserio te gusto como cantaba?- Pregunto la pequeña ruborizada mientras acomodaba un mechón de su cabello detrás de su oreja, Eycar asintió contenta, ambas se sentaron en la Banca y comenzaron a charlar
-Dime de dónde eres?- Pregunto Eycar de manera inocente a lo que la niña respondió
-Pues.. Soy de la Nocheosfera pero vivo en un orfanato no muy lejos del Reino, y tú?
-Yo vivo en el castillo con mi hermano el Dulce príncipe
- valla… eso explica la corona, y el porqué de tanto rosado
-Sip, También tengo una Hermana en OOO la Dulce princesa- decía Eycar con su gran sonrisa, las horas pasaron y pasaron, se entretuvieron mucho hablando
Ambas se dieron cuenta de que ya había amanecido
-Debo volver al Orfanato ya se deben preguntar en donde estoy- dijo la Vampira
-Yo también debo volver, si mi hermano nota que me volví a escapar me castigara- dijo Eycar divertida
La pequeña vampiresa volvió al orfanato, entro en silencio y a hurtadillas a su habitación para que no la atraparan pero cuando abrió la puerta alguien la llamo
-Te hemos buscado por todas partes donde estabas!- Dijo una señora mientras la tomaba del brazo
-Pues yo… estaba…. Hamm- La pequeña no sabía que decir
-No importa, ven rápido hay una familia que te quiere conocer, tienen interés en adoptarte- Dijo la señora con una sonrisa
-Enserio!? Qué bien!- Exclamo la niña con alegría mientras salía corriendo
La pequeña se encontraba sentada en una silla con una sonrisa mientras la familia que la quería adoptar estaba sentada enfrente de ella, la familia consistía de solo tres personas, la madre, el padre, y su hijo, todos tenían cabello negro largo, tenían las uñas largas y afiladas sus ojos eras dorados y tenían orejas como de perro y al parecer también tenían colmillos, ellos miraron a la niña
-Definitivo! Nos llevaremos a esta niña- Dijo el padre, la pequeña sonrió mientras la que sería su nueva madre la tomaba de la mano
-Vendrás a vivir con nosotros hoy mismo- dijo con una sonrisa
La pequeña ahora estaba en su nuevo hogar, la verdad estaba feliz… pero sentía que había algo que estaba mal aunque no sabía que era, en ese momento llega el que era ahora su nuevo hermano y comienza a olfatearla
-Qué te pasa!- Dijo la niña empujándolo
-Lo sabía, eres un vampiro- Dijo el niño con una sonrisa traviesa- Mis padres ya están viejos para esto, no se dieron cuenta pero yo si- la pequeña tenía una cara de enojo mientras mostraba sus colmillos
-Soy una tonta No me di cuenta que eran hombres lobo! Sabía que algo no estaba bien!- dijo la niña
-Exacto! Y debes saber que por naturaleza los hombres lobo y los vampiros no se llevan bien!- Dijo el niño mientras se lanzaba hacia la pequeña y atacarla, aruño su rostro con sus garras, ella lo golpeo tirándolo en el suelo, se colocó encima de él sujetando sus dos brazos
-No debiste meterte conmigo!- dijo la pequeña para luego morder el cuello del niño
En ese momento llegaron sus padres presenciando la escena, la mujer salió corriendo y empujo a la pequeña lejos de su hijo, luego volteo a verla mostrando sus colmillos y sus ojos dorados que se encontraban dilatados, la pequeña vampiresa intento salir de ahí pero cuando lo hiso vio que alrededor de la casa habían más hombres lobo
-Creíste que el aroma de un vampiro saldría desapercibido por aquí?- dijo uno de ellos, dos personas le llegaron por detrás tumbándola y amarrándola de manos y pies
-Oigan! Suéltenme!- exigió la pequeña pero ellos no le hicieron caso
-Que deberíamos hacer con ella?
-Qué tal si nos la comemos?
- que trabaje para nosotros!
-Mejor quemémosla en una hoguera!
-Esa idea me gusta!
-Si! Quemémosla en la Hoguera!
-Todos estaban alrededor de la hoguera para presenciar la muerte de la vampiresa, ella estaba amarrada en una gran estaca
-Bien! Es hora de encenderla!- Dijo el que se encargaría de prender la hoguera, todos estaban gritando y festejando para ver el "Espectáculo"
Estaban a punto de encenderla pero de pronto del el suelo comenzaron a salir unos esqueletos los cuales se pusieron a luchar con los hombres lobo, alguien se acercó a la pequeña y la desato
-Quien eres tú?- Pregunto la vampira al extraño niño que la salvo, tenía una piel grisácea, cabello negro y ojos rojos
-No hay tiempo! Vámonos ya!- Dijo el mientras la tomaba del brazo y salían corriendo
En el bosque estaban los dos, tratando de recuperar el aliento de tanto correr
-Bien, ahora que no hay que seguir corriendo por nuestras vidas me presento, Soy Marshall Lee- Dijo el pequeño con una sonrisa- Cuál es tu nombre?- pregunto curioso, pero la niña no respondió
-Oye! Si no me vas a agradecer por salvarte al menos dime tu nombre!- dijo Marshall enojado, la pequeña lo miro algo sorprendida, él tenía razón
-Soy Scarlett, y gracias por salvarme- dijo algo avergonzada
-No hay de que- dijo Marshall con una sonrisa amistosa- Veo que también eres vampiro, que hacías en una aldea de hombres lobo?- pregunto el, ella suspiro
-Es una larga historia- Respondió Scarlett
-Pues tengo tiempo, así que cuéntame- dijo el mientras se sentaba
-De acuerdo- dijo Scarlett sentándose al lado de Marshall y comenzaba a contarle todo
