Frine
El superbowl se transmitía la televisión por cable. De todas las acciones que los humanos puedan realizar la única que complacía al príncipe de los Saiyayins era mirar un juego de football americano. ¿Por qué? Observaba en él la estrategia militar de la batalla, algo digno de admirar. Lamentablemente, algo interrumpiría la final del juego.
: Vegetaaa!- el guerrero sólo cerró los ojos para tratar de controlarse y escuchar atentamente a su mujer, que por lo visto iba a pedirle algún favor que lo separaría del televisor el tiempo suficiente como para no ver el final del partido y eso no era algo que le agradara en lo más mínimo.
BL: Vegeta, no me escuchaste?- dijo entrando a la sala de televisión.
VG: Que quieres, mujer?- respondió fastidiado.
BL: Hablaron de la escuela de Trunks. Parece ser que se volvió a pelear y lo mandaron a la dirección. Hay que ir a hablar con la directora otra vez- le informó enojada y poniendose delante de la televisión.
VG: Lo bueno es que ganó- dijo moviendo la cabeza de un lado a otro tratando de ver el partido. -No sé porque tanto escandalo por una pelea en la escuela. No se supone que eso es lo que hacen los niños?
BL: No! Vegeta,
tú lo ves como un juego, una graciosidad, pero no lo es.
Trunks tiene que aprender a controlarse. Gracias a ti no es como los
demás, un día podría lastimar gravemente a algún
niño!... Vegeta! no me estás escuchando!- mientras
hablaba,
había caminado a otro lado de la habitación,
dejando la televisión de 50" sin niguna interferencia,
haciendo que Vegeta desviara su atención.- Vegeta!- dijo al
tiempo de que apagaba el televisor.
VG: Ey, que problema tienes, mujer!- dijo levantandose del sillón.
BL: El problema es que hoy tiene cita Bra con el pediatra, así que tienes que ayudarme. O llevas a la niña con el doctor o vas a hablar con la directora. Elige...
Una desición
dificil. Nunca había hecho ninguna de las dos cosas solo.
Siempre iba con Bulma, claro que obligado, pero nunca solo.
Si
elegía ir a hablar con la directora, no sabría que
decir. Bulma era la que siempre hablaba. Además, aun no
comprendía porque tanto escandalo por un pequeña riña.
Trunks no tenía la culpa de que los otros fueran unos insectos
débiles.
Llevar a Bra con el doctor era otra cosa. Adoraba
estar con su pequeña princesa y tenía facilidad para
calmarla cuando lloraba, pero nada más. Bulma era la que la
atendía, sabía su hora de comer, dormir, jugar, ir al
baño... Todo lo importante, aunque...
VG: ¿Por qué tienes que llevar a la niña con el doctor? Está perfectamente sana. Por algo es mi hija- dijo orgulloso, esperando que Bulma le contestara con un "Tienes razón, Veggi, tú siempre tan inteligente" por resolver el problema.
BL: Vegeta, si pusieras más atención en el desarrollo de tu hija, sabrías que una visita al mes con el pediatra es imprecindible. Es como tiene que ser! Así que elige de una vez, Trunks o Bra!
VG: Trunks...- despues de todo podía decirle a la directora que lo regañaría en su casa porque tenía prisa.
BL: Perfecto, la directora te está esperando- dijo abrazandolo como una niña que consigue lo que quiere.- Voy a terminar de arreglar a Bra para irnos.
Vegeta sólo
la vió salir de la habitación. ¿Como es que una
simple terricola podía dominarlo de esa forma? ¿Cuando
impondría su voluntad en la familia? En el fondo sabía
la respuesta: Nunca... Después de todo, ella se había
ganado el derecho de dominarlo. Le había dado dos hermosos
hijos y su corazón... además de casa, comida, dinero,
comodidades y una vida despreocupada. En fin,
por qué no
podía darle él el derecho de dominarlo?
Diez minutos más tarde, estaba en el patio delantero de la corporación a punto de ir a la escuela de Trunks. Bulma estaba también con la pequeña Bra en su portabebé.
BL: Amor, puedes poner a Bra en el coche, por favor?- dijo mientra introducía la contraseña que activaba la alarma de CC
Vegeta se acercó para levantar el portabebé, pero al hacerlo sintió algo, una extraña presencia, justamente encima de su hogar.
VG: Bulma, toma a Bra y métete a la casa- dijo mientras sacaba a su hija del mueble y se la daba a Bulma.
BL: Qué es lo que pasa?- le preguntó confundida.
VG: Hazlo, mujer!-
Bulma pudo ver
en sus ojos que algo no estaba bien. Algo lo inquietaba. Fue cuando
alzó la vista y vió dos siluetas flotando en el
aire.
Entonces comprendió a Vegeta. En ese momento, los dos
extraños comenzaron a decender a velocidad medía hasta
quedar en el jardín a unos cinco metros de Vegeta y Bulma.
Fue
cuando pudieron distinguirse las dos siluetas. Claramente eran dos
mujeres. Una alcanzaba fácilmente los 60. No era muy alta y su
cabello era gris, pero con unos destellos naranjosos que denotaban
que ese había sido su color en la juventud, al igual que sus
ojos. Vestía una sencilla falda larga hasta el piso y un
blusón que llegaba un poco arriba de la rodillas, ambos negros
y sobrios. La otra no parecía tener más de 20. Tenía
unos grandes y misteriosos ojos negros. Un poco más alta que
Bulma, era en realidad muy hermosa. Su cabello, casi totalmente negro
de no ser por unos destellos de un color rosa muy claro, iba recogido
por la parte delantera, pero unos mechones salían de los
lados. Por detras, caía suelto hasta la cintura. Vestía
un entallado pantalón negro y una blusa rojo vino de manga
larga estilo corsé. Por detrás tenía una especie
de gasa negra que caía libre hasta un poco antes del suelo.
Vegeta se sentía muy confundido, sabía que había visto a esas mujeres antes, pero no estaba seguro de que fueran quienes él pensaba. No, era imposible.
Por unos segundos, nadie se movió; ni siquiera Bulma que debería haber entrado a la casa. Hasta que la joven por fin habló.
: Saludos, Principe Vegeta.- dijo haciendo en reverencia con la cabeza
VG: Que quieren conmigo?- poniendose a la defensiva
: Majestad, le dije que no valía la pena venir hasta aqui, él no la va a ayudar- Dijo la mayor dirigiendose a la joven.
: Calla, Cora, déjame hablar a mi...- le dijo en voz baja.- Alteza, mi nombre es Frine, Reina de Ison.
Vegeta estaba asombrado. Ison, aquel lejano planeta le traía muchos recuerdos de sus años al servicio de Frezzer; de una etapa de su vida que pensaba jamás necesitaría recordar.
VG: Como es posible!
FR: Estoy segura de que recuerda a mi madre, la difunta Reina Afra
VG: Está muerta?... Como es posible?
FR: Pasó hace ya mucho y yo quedé en su lugar siendo una niña...- dijo con un poco de tristeza.
Muchas cosas pasaron por la mente de Vegeta. Recuerdos... Un planeta cuyo cielo encarnaba una hermosa acuarela de tonos suaves. En donde la abundante vegetación hacía de él uno de los lugares más bellos del universo. Un imponente palacio resplandeciente a la orilla de un mar calmo y cristalino. Un soldado de Frezzer, principe de una raza casi extinta, aterrizando en el planeta con el objetivo de negociar el tributo que se le pagaría al imperio del tirano...
Un pequeño balbuceo detrás de él hizo que volviera a la realidad.
BL: Las conoces, Vegeta?
VG: Ehh...Sí...- le respondió a su mujer- Qué has venido a hacer a la tierra?
FR: He venido a pedir su ayuda. Mi planeta est...
VG: Lo siento, no puedo ayudarte, será mejor que te vayas...- interrumpió a la chica.
CR: Como se atreve a interrumpirla!- dijo la mujer mayor exaltada.- Ella es una reina y le debe respeto. Además, en su condición no está en derecho a no oír sus palabras.
VG: Hay cosas que es mejor enterrarlas en el pasado. Por eso no puedo ayudarla...
FR: Por favor, alteza. Sé que mi madre hizo una promesa, pero toda mi gente depende de esto!
Bulma, que había observado toda la escena, se compadeció de la joven e intervino, aun con su pequeña de 4 meses en brazos.
BL: Porqué no la escuchas, debe ser importante...- le dijo a su marido.
Frine la observo intrigada por un momento a lo que Bulma respondió
BL: Por cierto, ya que no nos presentan... mi nombre es Bulma.- a lo que la chica respondió con una gentil sonrisa inclinando la cabeza.
VG: No te interesa! Bulma, no te metas...
BL: Querida, si hay algo que podamos hacer por ustedes, por favor, diganlo...
CR: No necesitamos su ayuda! Majestad, le recomiendo que nos vayamos...
FR: Escuchame,
Cora, no vine desde tan lejos para rendirme tan fácilmente!-
le reclamó enojada - Vegeta, tiene que ayudarme,
aunque sea
por el lazo que nos une. Según entiendo, para los saiyayins es
muy importante esa conexión...
BL: Vegeta, de que habla?
VG: De nada, Bulma, la chica está loca... Frine, es necesario dejar las cosas como están.
FR: No puede negar que se mi boca sale la verdad! Alteza, es cuestión de vida o muerte. Su mujer tiene que saber!
BL: Vegeta...- viendolo a los ojos- De qué habla?... Por favor, dímelo!
FR: Es necesario!
CR: Majestad, no es pruden...
FR: Cállate! Que espera!
BL: Por favor... Vegeta...
VG: Ella...- las palabras no salían tan facilmente de su boca- Ella es... Bulma, ella es mi hija...
