El lado oscuro
1. Sin recuerdos
Avanzaban con sigilo por el bosque. Acechando. La de hoy era una cacería muy difícil, se trataba de un hombre lobo, Sam tenía pánico a esos seres, Dean no. Él no teme a nada, o eso dice siempre. Un gruñido sonó entre las ramas de un matorral cercano. Perfecto.
Dean miró a Sam y le indicó con la mano que diera un rodeo por la izquierda mientras él iba por la derecha. El plan estaba perfectamente trazado, sólo hacia falta esperar a que el licántropo mordiera el anzuelo y capturarlo. Al rato Dean gritó y llamó al licántropo para que lo siguiera y corrió entre los árboles y las rocas para llegar al punto donde Sam lo estaría esperando. Allí capturarían a ese ser.
Era muy oscuro y no veía por donde pisaba, bajo sus pies crujían ramas y hojas secas. El licántropo lo seguía de cerca, olisqueando para seguirle la pista y gruñendo por el hambre. Corría muy deprisa ese endemoniado bicho. En principio tenía que ser Sam el que corriera y él el que estuviera esperando pistola en mano para disparar, pero no. A su hermano le daban miedo los licántropos y, por tanto, Dean accedió a cambiar los puestos, no sabía porqué le consentía esas cosas...
Estaba tan distraído que tropezó con las raíces de un árbol y cayó de bruces al suelo. Se levantó corriendo y siguió adelante sin pararse a revisar si se había herido. Al final llegó al claro donde Sam lo esperaba y se escondió.
Indicó a su hermano su posición pero éste no respondía. Dean volvió a indicar donde se encontraba pero no hubo señal de Sam. El licántropo llego en unos segundos, estaba en la posición exacta había que dispararle en ese momento! Dónde estaba Sam?
Dean no sabía que hacer, él y Sam se habían pasado toda una tarde en la habitación del motel para trazar el plan, era perfecto. Y ya pensó bien, era, porque ahora ya se había ido a la mierda. Además él no llevaba pistola, la llevaba Sam...
El licántropo se levantó sobre sus patas traseras y comenzó a olisquear al aire, tratando de hallar a su presa. Dean advirtiendo que no se hallaba en un lugar seguro decidió mirar hacia donde se dirigía el aire y colocarse de tal manera que el viento no llevara su pista al licántropo.
En cuanto ese bicho se hubiera largado correría en busca de Sam. Estaba asustado, no era normal que Sam fallara en un plan. Algo debía haberle pasado. Algo muy gordo. El licántropo se rindió y al fin abandonó el claro en dirección al bosque. Dean esperó hasta que ya no oyó las pisadas del hombre lobo y salió de su escondite.
"Bien, comencemos Dean...dónde puede estar Sammy?...Cómo puedes encontrarlo?..." se decía a sí mismo mientras volvía al bosque. Volvió sobre sus pasos dejando algunas señales en los árboles por si pasaba algo, esperaba poder salir de allí con Sam.
De repente recordó que era Sam el que tenía las mochilas, es decir que o encontraba a su hermano o no saldría de allí con vida. No tenía provisiones, ni linterna, ni móvil, ni brújula...todo estaba en la mochila de Sam.
Juró que nunca más dejaría a Sam sus cosas, prefería llevarlas encima y así lo hacía siempre pero Sam lo había convencido "Qué puede pasar porque te lleve las cosas una vez, eh?". Cómo odiaba haberse dejado engatusar...pero no podía negarle nada a Sammy.
No podía avanzar, se había enganchado con algo. Una maldita rama que se cruzaba por el camino a la altura de los hombros se había enganchado en su chaqueta. Al desengancharse se dio cuenta de que había también un trozo de tela blanco colgando de uno de los pinchos. Si no recordaba mal Sam llevaba una camiseta blanca...
El sol le molestaba en los ojos, se estiró para desperezarse y su puño golpeó contra algo duro y rasposo. Al abrir los ojos se dio cuenta de que era un árbol. Estaba en un pequeño claro rodeado de árboles. No recordaba nada...y la cabeza le dolía como si un tren le hubiera pasado por encima. Miró a su alrededor y gritó "Mierda!", no podía haber pasado lo que creía que había pasado. Esa podía ser una de aquellas situaciones que parecían lo que no eran pero algo le decía que esta no lo era.
Dean se removió y él se volvió a estirar en el suelo fingiendo dormir. Dean maldijo bajito tratando de no despertar a Sam. Éste se sorprendió ya que su hermano lo acababa de llamar capullo. Sam intentó recordar una vez más lo que había pasado pero seguía sin acordarse. Era como si tuviera la mente en blanco, como si una parte de la noche anterior se hubiera esfumado. Dean enterró la cara entre sus manos, no podía creerlo. Era imposible que hubiese ocurrido eso. No quería volver a mirar a Sam, no sabía como enfrentarlo. Se levantó como pudo y fue recolectando su ropa que estaba sucia y esparcida por el suelo. Intentó ser sigiloso para que Sam no despertara, no quería hablar con él. Al terminar respiró hondo y llamó a Sam que "despertó" de repente.
Dean le dijo que se vistiera que cogería frío y se le encogería. Tan Dean como siempre. Quería fingir que no había pasado nada. Sam se levantó y le preguntó a Dean que qué hacía él desnudo. Dean no contesto, se limitó a encoger loa hombros, luego Sam dijo que no recordaba nada, al hacerlo le pareció que Dean suspiraba aliviado. Se ve que Dean tampoco se acordaba de nada. Era todo muy extraño... Dean dijo que lo último que lograba recordar era que estaba buscándolo por el bosque...nada más, a partir de ahí todo estaba borroso y confuso. Dean soltó un "Vamos" en cuanto Sam se terminó de vestir y ambos caminaron hacia el motel.
Una vez dentro Sam fue a ducharse y Dean decidió ir a comer algo al bar de la esquina. Sam notaba a Dean muy raro, su hermano no era como siempre aunque fingiera que sí. Algo tenía que haber pasado, eso que no recordaba debía ser importante como para dejar a Dean en ese estado. Al acabar de ducharse se sentó en la cama y dejó que las gotas cayeran por su espalda mientras se relajaba cerrando los ojos. Después suspiró y comenzó a secarse. Su hermano entró con unas bolsas y le lanzó una a él susurrando "desayuno" mientras dejaba la otra encima de una pequeña mesita vieja que había en la esquina de la habitación y comenzaba a sacar el portátil de la mochila de Sam.
-Dean...-comenzó Sam- ...que te pasa?Estas muy raro...-comenzó Sam siendo interrumpido por Dean.
- Yo? Raro? No me pasa nada Sam sólo que...-suspiró y pensó un momento antes de hablar- ...me revienta no recordar nada...es sólo eso.
Sam pareció darse por satisfecho y fue a su mochila a por ropa. Se quitó la toalla y comenzó a vestirse. En ese momento escucho un portazo, Dean ya no estaba en la habitación. La rabia de Sam estalló, su hermano le estaba sacando de sus casillas con ese comportamiento tan raro. Que había pasado? Necesitaba acordarse! Eso no podía seguir así.
Dean volvió a entrar diciendo que había ido al coche a por el diario de su padre que tal vez allí pusiera algo sobre fenómenos extraños en esa zona. Nada, tan sólo una pequeña nota a pie de página hablaba sobre la presencia de "criaturas" en el bosque. Dean tiró el diario encima de una de las camas y pegando una patada a la cama se fue al baño. Sam estaba seguro de que a Dean le pasaba algo muy raro. No era él mismo. Cogió el diario y se dedicó a repasarlo de arriba abajo. Cuando llegó a la parte de los hombres lobo intentó buscar alguna información nueva pero no había nada que hubieran pasado por alto, Dean se sabía tan bien el artículo que estaba seguro de que si le preguntaba podía recitárselo de memoria.
Al final se dio por vencido pero en ese momento recordó una frase que había visto la semana anterior en la cacería de un espíritu. Abrió esa página y allí estaba: En el bosque también hay diversos espíritus, tal vez alguno esté relacionado con los asesinatos que ha habido en la zona. Ahora solo faltaba esperar a que Dean volviera y si no seguía con el humor de perros que llevaba o por alguna razón decidía escucharle se lo explicaría.
Dean no llegó hasta la hora de comer. Trajo unas hamburguesas del bar y unas bebidas. Se sentó en la cama y comenzó a engullir. Se había pasado toda la mañana en el bar ligando con las camareras pero o todas eran muy responsables o ese no era su día, ya que ninguna había accedido a dejar su puesto de trabajo durante un rato para ir con él al Impala. Eso sólo había empeorado su humor.
-Dean , en serio, te pasa algo? – preguntó Sam preocupado
- Ya te lo he dicho! No, no me pasa nada vale? –aclaró Dean- Pásame el diario de papá que buscaré sobre el hombre lobo.
- Dean, no evites el tema! Se tan bien como tu que si quisieras podrías recitar el artículo de memoria! No me vengas con esas vale?- dijo Sam.- Mira esto.
- El que?- preguntó Dean cuando Sam le pasó el diario
- La nota a pie de página. Papá sospechaba algo. Creo que deberíamos buscar.
Dean abrió el diario y hojeó algunas páginas en busca de alguna cosa más sobre fenómenos en el pueblo pero no había nada. Mientras Sam buscaba hechos extraños o que pudieran parecer sobrenaturales en el pueblo, no había gran cosa, aunque encontró un par de casos sin resolver que podían ser interesantes.
- Dean, hace 20 años hallaron a un hombre muerto en su casa, la mujer alegó que un hombre había entrado de noche en su casa y había matado a su marido. Al día siguiente encontraron a un hombre en el bosque, estaba tirado en el suelo, muerto.
- A ver, la mujer esta en casa con su marido. Un tío entra en casa, mata al marido y deja viva a la mujer. Algo debía haber pasado no? Creo que deberíamos ir a hablar con la mujer. Sigue viva?
- Estoy de acuerdo contigo. Voy a investigar dónde vive. Haré algunas llamadas, mientras busca a ver si hay algo similar antes o después de ese incidente.
Sam fue al bar a preguntar por la guía de teléfonos. La camarera le facilitó una y se dedicó a buscar alguno de los nombres que aparecían en el artículo. Encontró el nombre de la mujer, apuntó el número y la dirección y fue a la habitación a decírselo a Dean.
- Dean, lo tengo. Tina Reed...mmm...Wood street, 17.
- Bien, después iremos a verla pero antes lee esto. – dijo Dean indicando a su hermano que se sentara y señalándole un artículo que había en la pantalla del ordenador Otra victima nocturna, asesino muerto en el bosque de nuevo.- Esta es de hace 10 años, el mismo modo, la misma hora, esta vez murió la mujer...Además si te fijas bien ahora falta poco para que se cumplan los diez años de éste asesinato, igual que del primero al segundo también pasaron diez años. Estaría seguro que pronto ocurrirá algo...En cuanto terminemos de hablar con Tina iremos a ver al hombre del segundo caso. – Dean rebuscó en su bolsa y sacó un helado mientras Sam miraba-Eh!...no me mires así, tu también tienes uno en tu bolsa...- dijo Dean guardando su helado tras su espalda.
- Fresa??- dijo Sam decepcionado al mirar en la suya.- Yo lo quiero de chocolate...Dean...- Sam suplicó a Dean que le cambiara el helado. Ojos de cachorrito, falsos pucheros y morritos...siempre funcionaba.
Dean miró a su hermano engullir su helado de chocolate a cucharadas gigantes. No podía apartar la mirada de Sam...Porqué gemía al comer un helado? Analizó sus manos grandes, sus labios, su cuello...De repente movió la cabeza como intentando quitar esos pensamientos y volvió a su propio helado.
Esa tarde ambos de dirigieron a casa de Tina. Picaron a la puerta y esperaron a que alguien abriera.
- Si, ya voy!!- se escuchó desde dentro de la casa.- alguien abrió la puerta.- Buenas tardes jóvenes...puedo ayudarles en algo? – preguntó una mujer ya mayor.
- Oh si...esto, somos de la policía. Estuvieron revisando casos, ya sabe, hay algunos que no están cerrados y, bueno...- contestó Dean con torpeza
- Perdone a mi compañero. Soy el agente Gradner, él es el agente Judd. Venimos para volver a hacer el interrogatorio, sólo es por verificar los datos, sé que puede ser pesado pero es necesario.- aclaró Sam
- Está bien. Pasen.- dijo la mujer mientras ambos hermanos pasaban hacia el salón. Dean dio un codazo a Sam "Déjame a mí...".
Ambos se sentaron el sofá de la sala. Era una casa bastante rustica, de esas con la cabeza de un ciervo adornando la pared que hay sobre la chimenea. La mujer les ofreció limonada pero negaron con la cabeza y comenzaron el interrogatorio. La mujer dijo que ella estaba en su casa haciendo la cena y llegó su marido. Esos días no se hablaban y bueno, le trajo unas flores para que le perdonara pero ella no lo hizo y dejaron de hablarse hasta la hora de cenar. Dean y Sam le dijeron que por favor explicara el motivo de la discusión, que tal vez eso ayudara a sacar algo en claro. La mujer los miró triste y dijo que su marido la engañaba. Y que ella lo había descubierto una semana atrás.
Mientras cenaban su marido intentó hacerle creer que todo eran imaginaciones suyas, que en realidad no la había engañado. Pero ella no lo creía, sabía que no eran ciertas todas aquellas excusas sobre trabajo, era obvio. Discutieron y ella fue a lavar los platos, mientras él miraba la tele. Tenía una mala sensación que no lograba quitarse de encima, como uno de esos malos presentimientos. Y entonces fue cuando su marido gritó. Ella fue corriendo a la sala de estar y vio a un hombre agachado sobre su marido, sosteniendo un puñal, lo dejó caer y salió corriendo. Ella llamó a la policía y a la ambulancia pero su marido murió antes de que llegaran.
Dean y Sam preguntaron sobre el asesino, si la policía le había dicho algo sobre él. Estudiante, aficionado al senderismo, amable...era un tipo perfecto, no había razón para que tuviera nada contra su marido, ni siquiera lo conocía. Y tampoco tenía motivos para suicidarse. Lo encontraron muerto en el bosque, un suicidio, se dice que subió a un árbol y se lazó abajo.
- Y su marido había estado raro últimamente? Visiones, dolores de cabeza o algo?
Cuando salieron de la casa agradecieron a la mujer su tiempo y subieron al Impala.
- Dean...esto es muy raro. Una posesión tal vez? Un fantasma? Creo que sería lo más probable. Ella afirma haber escuchado a su marido hablar de un hombre que lo seguía...
- Vamos a la biblioteca. Allí a lo mejor encontramos algo, no? Ya iremos mañana a interrogar a la otra mujer. Sammy podrías volver a mirar el artículo de hace 10 años? Si pone los nombres buscaremos en la biblioteca, allí debe haber una guía telefónica.
En la biblioteca Sam estaba escondido entre una montaña de libros y archivos del pueblo. Había infinidad de accidentes sin clasificar...Y no ayudaba nada la actitud de Dean. Se dedicaba a ligar con las universitarias mientras él hacía todo el trabajo. Eso era típico pero ahora le reventaba mucho más. Dean se acercó sonriendo y enseñando a Sam un trozo de papel con un número de teléfono.
- Si te doy mi número vas a ayudarme de una vez?- preguntó Sam enojado.
- Wow Sammy...y esos humos? No será que hace mucho que no...-Dean no acabó la frase, no quería que Sam lo asesinara con la mirada. Bufó y se fue a buscar la guía telefónica. – Que Sam, algún asesinato o muerte violenta? –preguntó al volver.
- Si, escucha esto- dijo Sam mientras Dean se sentaba a su lado.Sam había encontrado diversas leyendas, incidentes no resueltos y varios casos interesantes pero uno de ellos sobresalía por encima de los demás. Era de hace 50 años.- Un suicidio.
- Hombre eso podría cuadrar...alguien se suicida y busca venganza...
- Hace 50 años se encontró a un hombre colgado en el bosque, fue un suicidio, diversas heridas y hemorragias internas, raspaduras en el cuerpo por haber subido al árbol...todo cuadra. Pero eso no es lo interesante. La mujer murió una semana después, la gente decía que el suicidio de su marido la había vuelto loca y que decía ver al fantasma de su difundo esposo- dijo Sam mirando a Dean que afirmaba con la cabeza- Y bueno...según la policía había signos de que alguien forzó la puerta para entrar.
- Creo que el marido suicida es el que anda detrás de todo. Debemos descubrir porqué se suicidó. Creo que si averiguamos eso podremos acabar con todo de una vez.- dijo Dean sacando la guía telefónica.- Dime el nombre del marido o la mujer que vive, del caso de hace diez años...
- Bien, busca a Thomas Bellager.- dijo Sam.
- El marido? Es cierto, en este caso había muerto la mujer...Esta bien,...- Dean miraba la guía mientras Sam iba a hacer unas fotocopias de la información que habían obtenido. Al volver Dean le dio la dirección y el teléfono.
- Bien, pues.- dijo Sam levantándose se la silla.- Volvamos al motel que ya es tarde y allí planeamos el día de mañana.
Al llegar Sam se estiró en su cama. Dean dejó las cosas y tomó las fotocopias de la mochila de Sam para releerlas en busca de algún detalle nuevo que pudiera servir.
- Hey, Dean. Has...has conseguido recordar algo?- preguntó Sam mirando a Dean.
- No, nada...- dijo Dean apartando la mirada.
- Sabes? Lo último que recuerdo es que ambos salíamos del coche para cazar al licántropo, nada más...Todo está borroso.
- Sammy...yo bueno, recuerdo que salí corriendo hacia el lugar donde tenías que estar esperando para disparar y no estabas allí. Después de que el licántropo se fuera decidí ir a buscarte. Y lo único que recuerdo es haber encontrado un pedazo de tela blanca en una rama...
- Dean...- Sam se acercó y le paso la mano por encima de los hombros.- Ya recordaremos...no pasa nada vale?- dijo Sam intentando relajar a su hermano que en cuanto sintió su brazo en los hombros salió disparado de la cama buscando el diario de su padre.
Sam bufó y comenzó a desnudarse y se metió en la cama tapándose hasta las orejas. Dean estaba insoportable! Su hermano lo imitó y le dijo que a la mañana siguiente irían a casa de Thomas. Sam no podía dormir y no paraba de dar vueltas en la cama. Al final lo logró, pero no por muchas horas. Dos horas más tarde se levantó cubierto de sudor y gritando "Jess". Había vuelto a soñar con ella, con su muerte. Ese sueño lo atormentaba y cada vez era peor. Dean se levantó asustado por el grito y fue a la cama de Sam.
- Hey...otra pesadilla?- preguntó Dean
- Sí...no logro dejar de tenerlas, nunca se van, siempre vuelven, una y otra vez...- dijo Sam con los ojos llorosos. Le dolía tener que revivir ese momento una y otra vez todas las noches.
- Me quedaré contigo hasta que te vuelvas a dormir. Vale?- dijo Dean metiéndose en la cama y estirándose junto a Sam, abrazándolo. No podía tenerle rencor por lo que había pasado, ni siquiera lo recordaba y además él no había puesto impedimentos, era culpa suya también. Estuvo pensando en eso mientras acariciaba el pelo de Sam, que ya se había dormido.
Fin del capítulo
