Noche tranquila, día tranquilo, mes tranquilo. Hyoma estaba sentado en el suelo con un montón de papeles a su alrededor. Observa cada uno de los papeles y se fijo en un uno con especial interés.
De repente Ginga irrumpe en la sala:
-Hyoma, sigues con esas estúpidas fotos del lugar del crimen.
-No son estúpidas y además, ese lunático lleva asesinado demasiado a demasiada gente.
-Pero ya sabes que te dijo la policía.
-Lo sé, lo sé, esté asunto no es para jóvenes.
-Ya sabes que harán la próxima vez si te pillan espiando por los lugares…
-No puedo quedarme quieto sabiendo que ese hombre o mujer anda suelto.
-Pero…
-¿Recuerdas lo que nos hizo?
-Sí, pero…
-Asesino a nuestra mamá.
-Lo sé, pero, recuerda que papá también te aviso, recuerdas te dijo aléjate de este asunto puedes acabar dañado o asesinado…
-¡Basta!, papá no vuelve hasta las cuatro de la mañana y yo solo quiero averiguar todo lo posible antes de que sean las cuatro y tenga que guardar todo esto en los cajones bajo llave.
-Está bien, ¿Has averiguado algo, detective Hyoma?
-Sí- dice riéndose, ya que su hermano lo toma coma como un juego.
-¿Qué es?
-Fíjate en esta foto, se ve una sombra…
-¡Qué miedo!
-Puede ser la sombra de nuestro sospechoso.
-pero… ¿Qué clase de asesino se queda mirando como la policía saca fotos a su crimen? Lo podrían encarcelar.
-A no ser que forme parte del cuerpo de policía.
-Um, eso no tiene sentido. ¿Has averiguado algo más?
-No, por el momento no.
En ese instante se abre la puerta de casa.
-Ya regrese…- mira inmediatamente el desorden de fotos del suelo- ¡Hyoma!
-Sí, papá.- dice Hyoma escondiéndose una de las fotos en el bolsillo porque ya sabe que les sucederá a las otras.
-Me encuentro mal, no tengo ganas de discutir.-dice mientras recoge todas las fotos del suelo.
-¿Qué harás con ellas, papá?- pregunta Ginga incrédulo .
-Quemarlas.
-Papá, no, las necesitamos…
-No quiero perderos a vosotros también.
-Pero, ese asesino o asesina seguirá matando personas.-dice Hyoma.
-De eso se encarga la policía.
-Pero…
-¡SILENCIO!- grita- me duele la cabeza, necesito descansar para ir mañana a trabajar, así que por favor, por unas horas no hagan ruido.
-Está bien.- dice Hyoma rindiéndose.
Ryo recoge todas las fotos del suelo.
-Mañana me encargo de ellas, ahora vosotros dos a la cama.
-Claro - Hyoma se va a su cama. Ginga lo sigue.
-¿Qué hará ahora el detective Hyoma? ¿Se rendirá o seguirá? …
-Se ira, porque ha quedado con una chica.
-¿A las dos de la mañana?
-Claro.
-Pero… ¿y el asesino?
-¡Ja,ja,ja! Por eso salgo a estas horas, voy a ver si lo atraigo hacia mí.
-Estás loco, no puedes salir a estás horas solo, te acompaño.
-Ginga, es una cita.
-¿Dónde?
-En el café de la calle Riachuelo.
-Eso está muy lejos.
-Solo a tres manzanas de edificios de casa.
Hyoma saca un píe por la ventana, la habitación está en el primer piso así que no tiene problemas para salir.
-¡ESPERA! Si no me llevas se lo digo a papá.
-Ni se te ocurra, entonces estoy muerto… está bien, puedes venir.
-Hawai, que bien nos lo vamos a pasar.
Salen por la ventana.
-¿Sabes porque escogí hoy?
-No.
-Porque este mes no ha habido víctimas, hoy es la noche esperada, pienso vengarme de lo que le hizo a mamá.
-Poniendo tu propia vida en peligro.
De repente se escucha una explosión.
-¿Qué fue eso?
-No sé.
En seguida Ryo sale de la casa.
-Vuelvan inmediatamente han hecho estallar un coche y podría caer en cualquier sitio.
-¿Cómo lo sabes?
-La policía ha detectado la bomba, pero no han podido desactivarla a tiempo, lo acabo de escuchar por la radio lo de la bomba.
En seguida se ve caer el coche a pocos metros de Hyoma y de Ginga.
-Pero… ¿Cómo?- pregunta Hyoma
CONTINUARÁ
