Al fin lo terminé, originalmente iba a tener otro titulo pero era demasiado largo por lo que me vi obligado a pensar en otro... un lindo KotoUmi de casi 8 mil palabras :3 desde el punto de vista de indecencia-chan

Traté de hacer algo formal pero sin llegar a ser fastidioso con los tecnicismos y usos de palabras pero al final quienes deciden si es bueno o malo son ustedes...

Ni la waifu ni Umi me pertenecen, tampoco Honky yo solo les pedí que actuaran en esta historia y ellas dijeron que si. :v


Lo prometo.

Siempre me han criado con un estricto régimen de entrenamientos como heredera de mi familia, mis padres siempre han esperado lo mejor de mí y me esfuerzo por conseguir los mejores resultados en todo momento.

Mis padres nunca tuvieron quejas sobre mi persona, siempre ocupé los primeros puestos en la escuela y continúe hasta llegar a la preparatoria* donde no creí que fuera superada por alguien más.

Kusaka Honoka fue tan solo un punto pero ella terminó en el primer puesto de los exámenes de ingreso a Otonokisaka. Mentiría si dijera que no sentí una gran frustración al ver los resultados pero al mismo tiempo el deseo de conocer y tener la oportunidad de estudiar al lado de alguien de posiblemente mí mismo nivel me emocionaba, deseaba conocerla y saber qué tipo de método usó para estudiar, tal vez podríamos aprender la una de la otra.

Jamás olvidare esos 30 segundos donde todo en lo que creí fue pisoteado de la peor forma. Como dicta la tradición la alumna con mejor puntaje en el examen de ingreso era la encargada de dar el discurso para los nuevos estudiantes, la chica era de cabello naranja, un poco oscuro y sus ojos azules rebosaban confianza, definitivamente una buena primera impresión, se paró frente al micrófono y sostuvo el discursos entre sus manos, tomó un poco de aire y sus primeras palabras fueron.

— No entiendo ni una palabra —Todo el auditorio estallo en risas a los pocos segundos.

Yo no comprendía nada, ¿Cómo alguien así pudo vencerme? , ¿Es una broma?

Sin más remedio después de sus intentos por leer el discurso terminó molesta y arrojándolo al piso, al final terminó con un discurso propio donde no se quien terminó en un estado más confuso, ella o todos los presentes.

— Como sea —Dijo después de intentar comprender su propio discurso — Disfrutemos de estos tres años y demos lo mejor de nosotros, ¡Figth~dayo! —Concluyó.

La sala quedo en silencio unos momentos hasta que un grupo de chicas se levantó aplaudiendo y apoyando a la chica, poco después todos se unieron a la ovación.

Habían pasado dos semanas desde ese momento y la imagen de la chica aplicada que tenia de Kousaka se hundió como el titanic, siempre era de las últimas en llegar, dormía o se distraía con cualquier cosa en clase y siempre se metía en algún problema. ¿Cómo pude perder ante alguien como ella?

— Umi-chan —Llego casi al borde de las lágrimas a mi asiento — Déjame copiar tu tarea, por favor.

— No —Respondí sin dudar, aparte de todo lo anterior nunca hacía su tarea y siempre la pedía a alguien más, por si fuera poco no tiene el más mínimo respeto por nadie — Te he dicho muchas veces que tienes que hacer tu propia tarea —

— Pero la tienda estaba muy llena y tuve que ayudar —Intentó persuadirme con una cara de cachorro regañado pero no me dejaría arrastrar así de fácil.

Por lo que ella me contó su familia tiene una tienda de dulces japoneses a las afueras de Akihabara y muchas veces tiene que ayudar.

— Dije que no

— Umi-chan mala —Hizo un puchero y se fue a rogarle a alguien más.

— No comprendo cómo logro el primer lugar —Comenté frustrada al aire.

— Ese es uno de los misterios que rodean a Honoka

Salté de mi lugar casi cayendo de mi asiento pero por fortuna logré reponerme, no esperaba que alguien respondiera.

— Lo siento, ¿Te asuste? —Comentó una de mis compañeras de clase.

— N-no —Mentí tratando de calmarme, puse más atención en mi compañera, castaña de dos coletas y ojos purpuras, aun no lograba memorizar todos los nombres así que no sabía cómo contestar.

— Mika está bien — ¿Cómo lo supo? ¿Tan obvia soy? — Claro que sí y si quieres un consejo, nunca juegues cartas —Trágame tierra.

— Yo…

— Honoka nunca se ha destacado como una alumna perfecta —Comenzó sin darme tiempo a decir nada — Pero algo que siempre tiene es que cuando una idea se mete en su cabeza no para hasta lograrlo, quienes la conocemos de nuestra anterior escuela sabemos que por muy ilógico o imposible que parezca ella ganó su primer lugar sin ninguna ayuda —Sonrió alejándose de mí.

— ¿Por qué me cuentas todo esto? —Cuestioné, la verdad no tenía sentido, bueno un poco, pero no era para tanto.

— Porque quienes no la conocen tienden a juzgarla mal y crear malos rumores —Habló tranquila — Y Sonoda-san no parece mala persona además de que Honoka parece que quiere ser tu amiga.

— Umi está bien —Dije segundos después.

Ella me sonrió más tranquila.

— Ayuda a Honoka, ella no suele ver lo que la rodea cuando se mete en algo, Umi.

Esa conversación me ayudo a relajarme un poco y al poco tiempo Honoka no se alejaba de mí para nada, era algo sofocante pero al mismo tiempo comprendí las palabras de Mika-san. Siempre que había alguien que necesitara ayuda o simplemente un capricho de Honoka ella no paraba hasta lograr tener éxito sin importarle incluso su propia salud física.

— ¡Ten más cuidado, ¿Qué hubiera pasado si la rama se rompía?! —Regañé, otra vez, a mi descuidada amiga.

— Pero conseguí recuperar la pelota —Intentó debatir inútilmente.

— ¡Pero casi te caes, si no tienes más cuidado la próxima vez podrías terminar en el hospital! —Murmuró algo inentendible para mí — ¿Quieres agregar algo? —Pregunté molesta.

— No, nada —Rápidamente se levantó, puesto que la tenia de rodillas y se alejó tomando distancia.

Mala idea, una lluvia de globos con agua terminó empapándola.

— ¡Corran! —Gritó uno de los niños responsables huyendo de escena.

— ¡Niños regresen! —Llamé sin éxito, huyeron.

— ¿Quién juega con globos de agua en esta época? —Claramente Honoka no estaba feliz — ¡Aun hace frio! —Reclamó antes de estornudar.

— Mejor te apresuras y tomas un baño, te puedes enfermar —Aconsejé, ya continuaría con su regaño en otro momento.

— No te preocupes Umi-chan, dicen que los idiotas no se resfrían —Comentó despreocupada.

— ¿Está bien que lo digas tú?

Ella simplemente le restó importancia y se fue.

El fin de semana lo pasé practicando con mi familia en el dojo las distintas danzas y artes marciales por lo que tuve poco contacto con alguien más que no fueran los alumnos del dojo.

Al día siguiente como era de esperar la profesora anunció que Honoka no asistiría por un resfriado, suspiré con pesadez, esa chica no tiene remedio, al parecer no era grave pero su familia también tenía algunos problemas con la tienda por lo que posiblemente no asistiría toda la semana por lo que me escogieron como la representante para entregar sus trabajos, intente negarme pero fue algo inútil.

— También tengo otro anuncio —Hablo la profesora para llamar la atención — Hoy se integra a la clase una nueva alumna, normalmente habría ingresado con ustedes pero por problemas con su papeleo no pudo asistir hasta el día de hoy —

— Sensei ¿Acaso es extranjera? —Cuestionó una de mis compañeras, la verdad tenía algo de curiosidad por la nueva alumna, no es normal comenzar clases poco después de que estas iniciaron para los demás.

— No, es japonesa —Respondió con calma — De hecho, es la hija de la directora, pero como estuvo un tiempo estudiando en el extranjero como ya dije, hubo problemas con su transferencia.

Aclarando su garganta llamó a la nueva compañera.

— Adelante y preséntate a tus compañeras.

Las puertas se abrieron y la chica entro, su cabello gris y ojos miel eran idénticos a los de la directora, de hecho era una copia más joven de la misma.

— Minami Kotori, espero poder llevarnos bien —Después de una leve reverencia sonrió de tal forma que por un momento creí que no era real.

— Toma asiento en la parte trasera —Señaló la sensei y Minami-san tomó su lugar, por alguna razón seguí cada uno de sus movimientos tratando de ser discreta pero unos murmullos me distrajeron.

Al parecer varias de mis compañeras estaban murmurando algo sobre la hija de la directora pero no entendía nada.

— Muy bien, suficiente, guarden silencio y comencemos la clase —No necesitó decir más para que todas prestáramos atención.

O por lo menos eso intentaba ya que no podía evitar distraerme con mi nueva compañera.

Apenas sonó la campana tenía la intención de ir a presentarme con ella pero fui rodeada por varias de mis compañeras pidiéndome que almorzara con alguna de ellas durante la hora asignada, pero no se suponía que la nueva era Minami-san, ¿Por qué yo era el centro de atención? Antes de poder responder sonó nuevamente la campana y la profesora no tardó en entrar así que todo terminó sin resolver nada.

Me pareció extraño que nadie intentara acercarse a Minami-san durante el descanso.

— Umi, te sugiero que pienses en alguna excusa para el próximo descanso —Susurró otra de mis compañeras apenas se fueron las otras, ella se sentaba a mi lado puesto que no se movió de su lugar.

— ¿A qué te refieres Fumiko? —No entendía el porque me dijo eso.

— Ellas son parte de tu cub de fans —No, otra vez no, sufrí mucho durante la secundaria para poder evitar a esas chicas que decían ser mis fans y creí que en Otonokisaka por fin había escapado de eso — Al parecer todas se mantenían al margen porque Honoka siempre estaba a tu alrededor pero como no estará toda la semana ven esto como una oportunidad —Explicó mi amiga, en serio ¿Tan fácil soy de leer?

— Si, lo eres —Respondió con una sonrisa — Como muchas conocimos a Honoka durante la secundaria se podría decir que estamos de su lado, además de que también tiene a la presidenta del consejo así que no pueden hacer mucho en su contra —Es cierto, Honoka me presentó a Ayase Eli, una rubia de ojos azules con un excelente cuerpo y bastante popular entre alumnos y maestros, la presidenta del consejo estudiantil de la escuela y era una amiga de la infancia ya que su abuela era fan de los dulces de su familia por lo que seguido se veían.

Su relación era como la de una hermana mayor y una menor, después de conocerla realmente me cuestioné nuevamente ¿Cómo es que esa chica no tenía ni un poco de disciplina?

Trate de concentrarme en la clase mientras pensaba en las palabras de Fumiko y en cómo lidiar con mis nuevas fans.

En cuanto la campana sonó intenté un rápido acercamiento a Minami-san, tal vez si hablaba con ella y ofrecerme a ser su guía por la escuela podría mantenerme lejos de esas chicas; la idea no era muy agradable al sentirme que uso a una desconocida como escudo pero no se me ocurrió otra cosa. Para mi desgracia ellas fueron más rápidas que yo y terminé en otra lluvia de preguntas incomodas y nuevamente Minami-san estaba sola.

— Gracias nuevamente —Dije por tercera vez a la rubia que me guiaba a la sala del consejo estudiantil.

— No es nada, sin Honoka es normal que esas chicas se salgan de control —Comentó con calma dando un ligero suspiro — Irónicamente si esa chica no está todo se sale de control.

Pude ver pesar en sus palabras, como si ya hubiera pasado por situaciones así en el pasado.

— No sé qué hubiera hecho si no aparecía; se estaba saliendo mi control y.

— Sonoda —Me llamó con calma mientras abría la puerta del consejo — No tienes por qué ser tan formal; además realmente tenía otro motivo para ir a su salón.

— Elicchi le pide a su kohai que no sea formal pero ella sigue siéndolo —Habló la vicepresidenta del consejo sentada frente a algunos documentos sonriendo tranquilamente justo antes de que pudiera decir algo — Si Elicchi quiere que le obedezcan debe poner el ejemplo —Continuó sin perder la sonrisa.

— ¡Nozomi!

Desde que la conozco es la primera vez que la veo levantar la voz de esa forma y ver sus mejillas rojas; jamás pensé que una chica tan seria pudiera hacer una expresión así.

— Hablaremos de eso luego; ¿La encontraste? —Preguntó la vicepresidenta después de reír un poco.

— No —Contestó recuperando la postura — Pero tenemos otra invitada.

— Mucho gusto, soy Sonoda Umi —Me presenté formalmente como me enseñaron.

— Es como ver una Elicchi en cabello negro azulado —Comentó con algo de burla en su voz — No tienes que ser tan formal; soy Toujo Nozomi, Nozomi está bien —Al contrario de la presidenta Toujo-sempai parecía alguien bastante despreocupada.

Después de una breve charla donde salieron varias bromas por parte de Nozomi-sempai a Ayase-sempai pude notar que pese a sus personalidades eran muy buenas amigas, aunque me perdí un poco cuando mencionaron a los parfaits y juegos nocturnos, no entendí su significado pero jamás vi a la presidenta con el rostro tan rojo.

Volví al salón justo antes de que la campana sonara anunciando el término del receso; poco después entró Minami-san tomando asiento sin mirar a nadie, había salido antes de que me diera cuenta durante el receso y ahora esto. Tal vez lo estaba pensando demasiado.

Tal vez no; durante las horas de clase se mantenía atenta pero apenas comenzaban los descansos desaparecía hasta que las clases se reiniciaban.

— Umi-san —Me llamó otra de mis compañeras que decían ser mis fans — Le sugiero que no se acerque a Minami.

— ¿Por qué lo dices? —No soy muy sociable y tampoco me agrada que me traten con tanta familiaridad sin mi consentimiento tal vez por eso mi voz sonó tan molesta.

— Escuche de unas chicas que iban con ella la secundaria que al parecer es una chica a la que le gusta usar sus influencias y que gracias a eso hacía todo tipo de trampas y causaba problemas sin recibir castigo —Por su apariencia no podía decir que era ese tipo de chica pero tampoco la conozco así que no pude decir nada en contra — También dicen que le gustaba quitarle el novio a todas las chicas que se creían más bonitas que ella —Sé que no debería juzgar a alguien sin conocerlo pero simplemente me deje llevar por la ira que me causaron esas palabras, ella sonaba exactamente como el tipo de persona que más detesto en el mundo.

Pasaron los días y yo continuaba evitando a Minami-san como el resto de la clase, en un principio Fumiko y Mika-san intentaron hablar con ella pero las rechazó por alguna razón.

Finalmente el lunes nuevamente llegó después de una agobiante semana donde siempre buscaba excusas para escapar de mis compañeras de clase a las cuales se le sumaron varias de otras clases y podría jurar que incluso algunas sempai; con ello el regreso de Honoka.

— ¡Ya llego por quien lloraban! —Gritó abriendo la puerta la hiperactiva chica.

— ¡Honoka! Acabas de regresar y ya haces escándalo, compórtate por una vez —Reprendí tal vez demasiado brusca pero estaba en mi límite, Eli-sempai y Nozomi-sempai me ayudaron a mantener a las locas chicas lejos de mí pero no podían estar siempre cuidándome y ni si quiera el fin de semana tuve un descanso de esas chicas.

— Umi-chan se volvió más gruñona en mi ausencia —Comentó usando a Fumiko como escudo.

— Bueno han pasado algunas cosas mientras no estabas —Comenzó Mika. acercándose a Honoka.

— ¿Cosas?

— Las fans de Umi acosándola hasta en el baño —Continuó Fumiko.

— La chica nueva —Habló Hideko, otra de nuestras compañeras, castaña de ojos azules, incluyéndose a la conversación.

— ¿Chica nueva? —Estaba por responder cuando la puerta nuevamente se abrió dejando ver al tema principal de los chismes y rumores de la semana — ¿Kotori-chan? —Inquirió mi inquieta amiga casi sin creer lo que veía.

— ¿Honoka-chan? —Igual de sorprendida Minami-san quedó estática en la puerta.

— ¡Kotori-chan! —Saltó prácticamente derribando a la hija de la directora al piso con un efusivo abrazo ¿Qué estaba pasando? Seguro no era la única con esa duda — A pasado mucho tiempo, ¿Por qué no me dijiste que habías vuelto?, ¿Desde cuándo?, ¿Cómo has estado? —Y más preguntas mientras no dejaba de abrazar y restregar su mejilla contra la de la otra chica.

— Honoka-chan por favor —Intentaba inultamente de tener su espacio personal de vuelta la pobre Minami-san.

No supe cómo o el porqué de lo que hice pero simplemente tome a Honoka y la separe bruscamente de mi otra compañera.

— ¡Ya fue suficiente! —Grité mientras ella se encogió como cachorro regañado — No ves que ni si quiera le das tiempo a responder o respirar, piensa en tus acciones antes de hacer las cosas —Y mi regaño habría continuado mucho más si la profesora no hubiera llegado.

La clase continuó como de costumbre pero me inquietaba que Honoka fuera amiga de Minami-san con todos esos rumores por la escuela. En cuanto la sensei abandonó la clase tras sonar la campana Honoka fue directo a Kotori.

— Kotori-chan, perdona por lo de antes, estaba emocionada y me deje llevar.

— No tienes de que preocuparte Honoka-chan —Sonrió como suele hacerlo al hablar con algún profesor, aunque solo la he visto hacerlo un par de veces.

— Kotori-chan, ven conmigo —Sin esperar respuesta Honoka tomo su mano y prácticamente la arrastró fuera del aula, estaba por protestar pero pude notar el rostro molesto de mi amiga de cabello jengibre lo cual me extrañó bastante, es la primera vez que la veo con esa expresión.

— ¿Honoka-chan?

Regresaron justo antes de que la profesora entrara al salón, Minami-san parecía preocupada por algo igual que Honoka pero ella continuaba molesta, no sé sobre qué conversaron pero debió ser algo delicado.

— Kotori-chan, almorcemos juntas —Nuevamente mi hiperactiva compañera sin esperar respuesta tomó a Minami-san prácticamente arrastrándola — Umi-chan tambien —Ni si quiera pude reaccionar cuando ya me estaba jalando fuera del salón.

— ¡Honoka-chan, espera! —Suplicó inútilmente la pobre chica siendo arrastrada al igual que yo pero estaba más extrañada de que si era como decían los rumores, ¿Por qué no se imponía?

Salimos al patio y comenzamos a comer nuestros almuerzos no sin antes reprender a mi amiga por su comportamiento tan impulsivo, mientras ella solo se ocultaba tras Minami-san intentando debatir, y en cuanto a la tercer miembro del grupo solo se limitó a sonreír nerviosa sin decir una palabra.

Durante la hora de almuerzo pude conocer más de esa chica por boca de Honoka, ella era su amiga de la infancia junto a Eli-sempai pero al entrar a secundaria recibió una oferta de estudiar en el extranjero de una escuela de diseño, al parecer el sueño de Minami-san era ser diseñadora de modas por lo que se fue a estudiar por dos años y ahora estaba de regreso; por lo menos eso explicaba por qué se llevaba tan bien con la directora.

A pesar de llevar poco tiempo conociéndola pude notar cierta incomodidad cada vez que Honoka le preguntaba sobre su estadía en esa escuela e intentaba cambiar de tema y no fui la única que notó ese nerviosismo.

— Minami-san —Intenté llamarla, necesitaba disculparme por dejarme llevar por rumores sin conocerla realmente como ahora lo hice.

— Solo llámame Kotori; no me gusta cuando me hablan por mi apellido.

Pasó de tranquila, a nerviosa y después asustada antes de volver a la calma.

— ¿Puedo llamarte Umi-chan? —Preguntó nerviosa jugando con sus dedos mientras desviaba la mirada con ligero rubor.

¿Cómo pude ser tan estúpida por creer esos rumores sobre una chica tan dulce?; ¿Soy solo yo o de pronto hace mucho calor en este lugar?

— N-no me mo-molesta, K-Ko-Kotori.

¡¿Qué rayos fue eso?! Me siento tan avergonzada y nerviosa y seguro pensara que soy rara por hablar de esa forma.

Una sutil risa de Kotori me sacó de mis pensamientos y posiblemente del mundo entero, era muy diferente a las veces anteriores e incluso la sonrisa que mostraba ahora se veía diferente, mucho más linda, ¿Pero qué? Honoka debió contagiarme su resfriado, aunque eso fue hace una semana.

— Umi-chan es muy linda —Comentó con su sonrisa y yo sentía mi rostro como si hubiera entrenado durante horas y mi corazón igualmente agitado como si corriera cien veces mi rutina normal.

— Consíganse un hotel —Interrumpió Honoka con una sonrisa burlona en su cara.

— ¡Honoka!

No sé si fue por arruinar el momento ¿Arruinar el momento?, ¿En qué estoy pensando? ¡Eso es indecente! Además ambas somos chicas; o fue por burlarse de nosotras de esa forma, si eso debió ser, el punto es que terminé en una persecución para darle una lección definitiva.

— ¡Kotori-chan adelántate al salón! —Gritó cuando intenté atraparla fallando desafortunadamente.

Para ser una holgazana es bastante rápida pero finalmente logré ponerle las manos encima.

— ¿Honoka? ¿Umi-san? ¿Qué está pasando?

— Directora —Por impulsó solté a Honoka que pudo recuperarse y colocarse tras la directora Minami — ¿Y bien?

Lo que faltaba, no quería tener una mala impresión en la directora y menos ahora con Kotori ¿Pero que tenía que ver Kotori en esto?

Honoka se levantó en la puta de sus pies para susurrarle algo a la directora que cambió su expresión a una sorprendida y después relajada.

— De acuerdo, por esta vez no habrá castigo pero el pasillo de la escuela no es para persecuciones —Comentó con calma la directora Minami, ¿Qué le dijo Honoka?

— Muchas gracias, tratare que no vuelva a pasar.

— Minami-san —Llamó Honoka extrañamente seria — ¿Quería preguntarle sobre Kotori-chan?

La directora observó a mi compañera durante unos segundos sin decir nada hasta finalmente suspirar.

— Supongo que es mejor que lo sepas —Habló con calma — Y conociéndote tal vez puedas hacer algo. Síganme.

Estaba por retirarme, esto no era algo en lo que yo debería meterme cuando Honoka tomó mi mano arrastrándome otra vez. Fuimos guiadas en silencio hasta su oficina donde un incómodo silencio se apoderó del lugar.

— Minami-san ¿Qué le pasó a Kotori-chan? —Preguntó Honoka preocupada.

— Te diste cuenta; bueno no me sorprende —Tomó asiento antes de continuar — Como sabes Kotori se fue a Europa para poder lograr su sueño de ser diseñadora y los primeros meses fueron difíciles pero satisfactorios por lo que me contaba cuando hablábamos por teléfono.

Hablaba con calma y una sonrisa llena de orgullo en su rostro.

— Entonces ¿Qué pasó? —Nuevamente Honoka habló comenzando a perder la paciencia.

— Kotori resulto ser una alumna sobresaliente y admirada por los profesores —Lentamente su rostro fue cambiando a una expresión más sobria — Pero muchos de sus compañeros vieron esto con celos y envidias; Kotori comenzó a ser víctima de burlas y bromas por parte de sus compañeros, así como sabotaje en sus trabajos.

Mientras continuaba ambas comenzamos a molestarnos, incluso la directora parecía molesta, con mucha razón, era su hija quien sufrió eso en un país extraño.

— Pero Kotori no se rindió, continuó con su trabajo y cumpliendo las expectativas de sus maestros, por todo un año no se rindió —Nuevamente esa mueca de orgullo se hizo presente ella — Entonces conoció a un chico que le dio la mano y la ayudo a mantenerse a flote.

Por alguna razón no me agrado escuchar esa parte, me sentí muy incómoda escuchar eso, pero ¿Por qué? Por lo que cuenta eso era algo bueno y Kotori tenía a alguien la cuidaba.

— Trabajaron juntos mucho tiempo y crearon toda una línea de moda para un concurso nacional donde los mejores diseñadores estarían presentes, si lograban impresionarlos tendrían las puertas abiertas —Por su expresión pude darme cuenta que algo no salió bien de todo eso — Pero ese maldito la engañó, solo se aprovechó del talento de mi hija; se acercó a ella y se volvió su amigo solo para robar sus diseños, el día del concurso la engaño para que no se presentara y se quedó con todo el crédito —La directora cubría su rostro con ambas manos pero incluso así podía ver rastros de lágrimas y escuchar los leves sollozos de esa mujer.

Honoka estaba molesta, no, furiosa, tras escuchar eso, la conozco y escuchar que alguien se aprovechara de esa forma de su amiga debe molestarle mucho. Yo no puedo decir que estaba en mejor estado, si tuviera a ese tipo justo frente a mi seguro que soy capaz de romperle unos cuantos huesos.

— Kotori suele guardarse todo para ella con tal de no preocupar a nadie —Habló la directora recuperando la calma poco a poco — No me dijo nada de esto, ella un día solo llamó pidiendo volver, tuve que investigar todo por mi cuenta; seguro fue lo mismo contigo ¿No es así Honoka?

Ella solo asintió preocupada.

— Cuando vi esa falsa sonrisa me di cuenta que algo no estaba bien, esa no es la sonrisa de Kotori-chan, por eso le pregunte pero ella no me dijo nada, aunque le insistí mucho no quiso decirme nada —Eso explicaba porque estaban tan misteriosas horas antes.

— He intentado muchas cosas pero no logró que se abra conmigo, incluso Eli lo ha intentado.

¿Eli-sempai? Eso explicaba porque iba tan seguido al salón toda esa semana.

— Por favor, ayuda a mi hija; ambas, por favor —La suplica era palpable en su mirada.

Yo aún estaba confundida, eso era demasiado, ella sufrió mucho en su antigua escuela y ahora en su regreso la trataban igual que en el otro, bueno tal vez no al mismo nivel ya que temían que la directora tomara acciones en su contra pero la soledad y el rechazo era la misma.

— Deje todo en nuestras manos —Habló Honoka bastante segura.

¿De dónde saca esa confianza?

— Al parecer estuvieron esparciendo rumores sobre Kotori toda la semana que estuviste ausente —No pude evitar tensarme ante eso, sé que no inicie nada pero tampoco hice nada para detenerlos — Fueron iniciados por las algunas de esas chicas de secundaria que Eli detuvo hace tiempo.

— Pensé lo mismo cuando las vi en clases; seguro siguen culpando a Kotori por eso.

Para estas alturas estaba perdida en la conversación pero era claro que todo fue parte de una venganza del pasado.

— Ya hablaremos con más calma en otro momento, por ahora vuelvan a su clase —Apenas ordenó la campana sonó terminando el receso.

Nos despedimos de la directora y fuimos directamente a clases, en el trayecto Honoka me contó un poco de lo ocurrido con esas chicas, al parecer eran fans de Eli-sempai pero envidiaban a Honoka y Kotori por estar acaparando la atención de ella y lo mejor que se les ocurrió fue jugarle una broma pesada a ambas pero solo Kotori terminó siendo la única que se vio envuelta, Eli-sempai se enteró de todo y encaró a esas chicas humillándolas frente a toda la escuela.

— Desde entonces todos le temían a Eli-chan y evitaban verla a los ojos —Terminó Honoka con su relato.

— Debo disculparme con ella —Suspiré nuevamente sintiendo la culpa en mis hombros.

— Sabía que Umi-chan era buena.

— ¿Qué se supone que significa eso?

— Nada —Se adelantó abriendo la puerta.

Al entrar notamos a Fumiko, Hideko y Mika rodeando y charlando con Kotori junto con un par de chicas de otra clase. Inconscientemente sonreí al verla charlar con alguien, pero también estaba inquieta.

— Umi-chan está celosa —Comentó Honoka con burla.

Estaba por reclamar pero la profesora llegó y todas tomamos nuestros asientos. La conversación con la directora no salía de mi cabeza, tampoco podía apartar la vista de Kotori, parecía tranquila intentando concentrarse en la clase cosa que yo debería hacer también. De un momento a otro noté un extraño comportamiento en ella su cuerpo pareció tensarse por un segundo y miraba en todas direcciones como si buscara algo, sacudió su cabeza y volvió a concentrarse en la profesora.

Yo también debería hacer lo mismo; cuando me dispuse a intentarlo y olvidar por un momento lo ocurrido en la dirección pude notar como algunas compañeras murmuraban algo, algunas de mi club de fans y otras con quienes casi no he conversado, de vez en cuando miraban en dirección a Kotori con molestia ¿Cómo fui tan ciega todo este tiempo?

El resto del curso fue complicado, no porque fuera difícil de comprender lo que exponía la profesora si no porque no podía evitar desviar mi atención a Kotori y el resto de las chicas de mi clase observando por mí misma cada cuadro y esta vez sacar mis propias conclusiones sin la opinión de nadie más. Por suerte, o tal vez no, Honoka no insistió en hablarme y de inmediato se reunía con Kotori apenas teníamos un descanso entre clases, la mala noticia para mí era que las otras chicas no desperdiciaban la oportunidad para rodearme y volver con rumores sobre Kotori y ahora incluso sobre Honoka, estuve tentada a golpear a más de una pero logre contenerme, no puedo manchar mi historial escolar por un impulso.

— Sonoda-san, hoy no tienes practica en tu club ¿Cierto? —Me llamó una de mis fans apenas terminó la última hora — ¿Quieres ir con nosotras a dar una vuelta? —Preguntó con una sonrisa y otras de sus amigas junto a ella con la misma emoción en su rostro.

— Lo siento; quede con Honoka y Kotori hoy —Me disculpé con mi cortesía de siempre.

La expresión de antes desapareció de su rostro en un segundo.

— Sonoda-san no debería estar con ellas —Habló en voz baja — Que tal si también se ve envuelta en todo lo que hacen.

Dieron un paso atrás por una razón que desconocía y todo el mundo quedo en silencio.

— Vamos Umi-chan —Honoka me tomo la mano y rápidamente me alejó apenas pude notar que también Kotori estaba en la misma situación — Gracias por lo que hiciste Umi-chan, pero si vez a la gente con esos ojos seguro que no conseguirás muchos amigos.

Trató de bromear pero yo no tenía ni idea de lo que estaba diciendo.

— Por cierto ¿A dónde vamos?

— Creí que Umi-chan ya había decidido por lo que dijo antes —Dijo Honoka frenando de pronto chocando las tres por la inercia casi caemos.

— ¡No frenes de la nada! —Regañé pero en parte era culpa mía por lo que dije en el salón y después soltar esa pregunta.

— ¡Ya se! Vamos a mi casa; podremos hablar con más calma y también aprovechamos para que Kotori-chan salude a mis padres y Yukiho y presentarles a Umi-chan.

Iba a protestar pero antes de que pudiera hacerlo nuevamente nos arrastró con ella; Kotori y yo gritamos el nombre de nuestra amiga, claro con diferentes tonos, el mío era molesto pero el de ella era suplicante, el resultado fue el mismo, nos ignoró por completo.

— Llegamos.

Anunció deteniéndose unos momentos, estaba por regañarla, otra vez, pero antes de hacerlo nos arrastró a la parte trasera de la tienda donde entró armando el mismo alboroto que en la escuela.

Conociendo a Honoka creí que alguno de sus padres tendría algún parecido con ella pero sus personalidades contrastaban bastante incluso con su hermana menor quien era bastante tranquila y madura. Después de una charla corta donde toda la familia parecía apreciar mucho a Kotori subimos a la habitación de mi energética compañera, sorprendentemente el lugar estaba más ordenado de lo que esperaba.

— Eres cruel Umi-chan; Kotori-chan dile algo.

Después de expresar mis pensamientos en voz alta Honoka se quejó de forma infantil abrazando a Kotori, por alguna razón eso me molestó.

— Bueno la verdad, yo también.

— ¡Incluso Kotori-chan! Creí que éramos amigas.

Lloriqueó de forma dramática tirándose al piso quejándose de como teníamos tan mala imagen de ella y que no había dado motivos para que la viéramos así.

— ¿Por qué no se ponen cómodas? Voy por Té y dulces; ahora regreso.

Como si lo anterior nunca hubiera pasado se levantó y salió de la habitación antes de que pudiera replicar, realmente no creo que llegue el día en el que le pueda seguir el ritmo a esa chica.

Al reaccionar me entré en cuenta de un detalle importante, me encontraba a solas con Kotori, no pude evitar que los nervios se apoderaran de mí otra vez. Pasaron varios minutos donde ninguna de las dos pronunció palabra alguna, nos limitamos a tomar asiento e inspeccionar la habitación con la mirada aunque a veces nuestros ojos se cruzaban, al menos parecía no ser la única con problemas para iniciar la conversación.

¿Qué es lo que haces Sonoda Umi?, ¿No se suponía que esperabas esta oportunidad para poder disculparte como es debido?, ¿Piensas avergonzar el apellido Sonoda?

— Kotori —Tal vez hablé más fuerte de lo que creí porque ella dio un pequeño salto — Quisiera, pedirte disculpas —Ladeó ligeramente la cabeza confundida.

— ¿Umi-chan hizo algo malo? —Preguntó tratando de recordar algo.

Suspiré tomando confianza.

— Es por lo de los rumores —Noté como se tensó aunque trató de disimular — Quería disculparme por dejarme llevar por ellos en lugar de tratar de conocerte, realmente lo siento.

Incliné mi cuerpo lo más posible en esa situación en mi disculpa; pasaron unos momentos que para mí fueron minutos pero realmente no sé cuánto tiempo pasó realmente. Escuché una dulce risa por lo que levanté mi vista confundida encontrando una de los cuadros más bellos que haya contemplado hasta ahora.

Frente a mí Kotori reía tratando de ocultar su boca con sus manos, no sabía la razón pero no podía dejar de verla, ese rostro sonrojado y esos ojos tratando de no soltar las pequeñas lagrimas acumulados en ellos, y sobre todo esa risa era mucho mejor que en el receso, deseaba escucharla cada día ¿Pero qué estoy pensando?, ¿De verdad me habré enfermado? Siento mi cara arder y mis pecho nuevamente se siente extraño.

— Umi-chan realmente es muy estricta —Comentó tranquilizándose un poco — No tienes por qué disculparte, no hiciste nada malo.

— No, si lo hice —Me incorporé nuevamente — Debí haber tratado contigo en lugar de escuchar lo que otros decían, si lo hubiera hecho.

— Si lo hubieras hecho, Umi-chan también sería víctima de rumores —Me interrumpió con calma — No me hubiera gustado que una estudiante de honor como Umi-chan se viera envuelta en todo eso.

Sonrió comprensiva, maldición, se suponía que debía aceptar mis disculpas y comenzar otra vez pero ella va y dice que estuvo bien y que no quería perjudicarme ¿Cómo es que alguien como ella tuvo que sufrir tanto? Ahora me sentía peor, lo único que pasaba por mi cabeza era buscar la forma de que ella sonriera como lo ahora y protegerla siempre para que no volviera a pasar por algo similar.

Pero ¿Qué debía hacer?

— Pero —Nuevamente volvió a hablar — Gracias por dejarme conocerte mejor, Umi-chan.

— No, soy yo quien debería darte las gracias; eres una maravillosa persona Kotori.

Volteó el rostro colocando sus manos en su pecho.

— Umi-chan, puedo pedirte un favor —Habló sin volver la vista.

— Lo que sea.

— ¿Podrías por favor no ser tan amable conmigo?

Eso no me lo esperaba, creí que estaba bromeando pero por su actitud no parecía ser así.

— Kotori ¿Acaso dije algo desagradable?

Tal vez sin darme cuenta dije algo indebido y ahora está molesta, pero ella negó.

— Es solo —Calló unos momentos mordiendo su labio inferior debatiéndose si continuar o no.

— Por favor Kotori, si algo te preocupa puedes decirme, quiero ayudarte desde ahora y que confíes en mí.

— Umi-chan es injusta —Comentó bajando la mirada — Pero si se lo digo, seguro Umi-chan se alejará.

No comprendía sus palabras en absoluto.

— Eso no pasará.

— ¿Lo prometes?

Por fin levantó la vista y la mirada en sus ojos demostraba miedo pero al mismo tiempo esperanza.

— Lo prometo —Sonreí para darle confianza y ella nuevamente bajó el rostro.

— Yo soy —Nuevamente dudó pero sujeté su mano para darle confianza — A mí me gustan las chicas.

Eso no lo vi venir, me quede congelada con su confesión, siempre fui criada al estilo tradicional y escuchar algo así creo una tormenta llena de contradicciones en mi cabeza.

— A mí —Reinició Kotori con el rostro rojo mirándome fijamente, esa sensación regresó a mí con más fuerza que antes y mis ojos se negaban ver algo que no fueran cada reacción de ella — ¡Me gusta Umi-chan!

Si antes creí que mi cabeza no podía estar más confundida ahora era un caos total, ¿Qué pregunta debía contestar primero?, ¿Realmente es real?, ¿Kotori me está jugando una broma?, ¿Qué debería responder?, ¿No estoy soñando?

Había perdido la noción del tiempo pero tal vez pasó mucho tiempo ya que Kotori pareció impacientarse y sin poder reaccionar unió sus labios con los míos, mi amiga acababa de robar mi primer beso, pero ¿Por qué el sabor fue salado?

Reaccioné solo una fracción de segundo cuando se alejó viendo sus ojos miel cubiertos de lágrimas intentando sonreír.

— Lo siento —Murmuró antes de levantarse y salir corriendo.

Solo pude ver su cabellera gris al salir de la habitación; inmediatamente después entró Honoka, yo aún continuaba en estado de shock.

— ¿Qué crees que haces? —Me regañó para variar mi amiga de cabellera naranja.

Trataba de poner mis pensamientos en orden.

— Umi-chan —Me tomó por los hombros colocando su cara muy cerca de la mía — ¡Kotori-chan hizo su mejor esfuerzo! ¿Tú actuaras como una cobarde?

Nadie me llama cobarde.

— Eso está mejor; ahora ve y dile lo que sientes.

Señaló la salida y sin detenerme a pensar en porqué la estoy obedeciendo o la respuesta que le daré a Kotori salí corriendo con toda prisa. Al salir no pude evitar pensar en lo tonto que era todo esto principalmente porque ella salió mucho antes que yo y no tengo idea ni donde vive para mi suerte pude ver nuevamente su cabellera gris perderse en una esquina, sin perder tiempo corrí para alcanzarla.

Al girar en la esquina aun con dudas todas desaparecieron casi por completo centrándose solo en una cosa, Kotori caminaba lentamente claramente decaída luchando por detener las lágrimas y limpiando las que bajaban por sus mejillas.

Y el saber que yo era en parte responsable de eso no me ayudaba mucho.

— Kotori.

La detuve tomándola de su muñeca obligándola a girar; ella me vio con sus ojos miel llenos de sorpresa y dolor, solo unos segundos se mantuvo completamente quieta pero al salir de la sorpresa de inmediato desvió la mirada e intentó huir nuevamente pero ejercí fuerza en su muñeca sin lastimarla pero lo suficiente para evitar que volviera a escapar.

— Umi-chan suéltame —Pidió suavemente sin dirigirme su mirada.

— No —Sujete con firmeza su mano, no la soltaría tan fácil, verla en ese estado me dolía demasiado — No lo hare hasta que me escuches.

— No tengo nada que escuchar; sé que eres de una familia tradicional y el que yo te confesara algo así.

Ahora me doy cuenta de lo difícil que debió ser para ella confesarme algo así; sin darme cuenta afloje el agarre de su mano lo cual aprovechó para liberarse.

— No tienes que responderme, solo prométeme que seguiremos siendo amigas.

— No.

— Entiendo.

Nuevamente sus ojos amenazaban con liberar las lágrimas acumuladas.

— Honoka me dijo que te contara como me siento pero la verdad es que ni yo sé lo que siento —Comenzaba a desesperarme — Por un lado están las tradiciones y costumbres que me han inculcado desde que tengo memoria, como tal debería actuar de esa forma y continuar con todo eso.

— Umi-chan no tienes que

— Pero empecé a dudar —No le permití continuar, si iba a ser sincera era ahora, Honoka tenía razón, era momento de dejar salir todas mis dudas, temores y lo que siento por Kotori en lugar de ocultarme, ya ha sufrido demasiado y no merece seguir sufriendo.

— Desde que llegaste, desde que te vi entrar al salón no he podido dejar de pensar en ti, ¿Por qué siempre está sola?, ¿Por qué a pesar de tener esa solitaria mirada rechaza las ofertas de todas?, ¿Es verdad todo lo que dicen sobre ella?, No había día o noche que no pensara en eso —La sujeté de los hombros, note como temblaba o ¿Acaso era yo? — Cuando por fin conocí a la verdadera Kotori me sentí la peor persona del mundo por dejar sola a tan increíble persona y dejar que sufriera en silencio.

Levantó su mano colocándola en mi mejilla, fue hasta ese momento que noté que yo también estaba llorando.

— Ya te dije que no importa, era mejor así.

— ¡No, no lo era! —Creo que la asuste por lo fuerte que fue mi grito — Alguien como tú no merece sufrir, merece sonreír y ser feliz.

— ¿Umi-chan?

No fui consiente de mis actos solo me deje llevar y antes de notarlo ya la tenía firmemente sujeta entre mis brazos.

— Aun no sé lo que siento por ti —Susurré a su oído; ella se tensó — Pero sé que es diferente a lo que siento por Honoka, mis padres o cualquier otra persona, ahora es mi turno de pedirte un favor Kotori.

— ¿Un favor?

— Si, ayúdame a entender mis sentimientos, no quiero darte falsas esperanzas pero si lo que sentimos es igual quiero luchar para no perderlo y principalmente para evitar que vuelvas a sufrir —Enterré mi rostro en el espacio entre su hombro y su cuello, todo el valor reunido estaba desapareciendo dejando solo vergüenza, pero no puedo flaquear aun — Quiero protegerte Kotori.

— ¿No me estas mintiendo? —Preguntó con un hilo de voz.

En un segundo llegó a mi mente la confesión de la directora.

— No lo hago —Me separé de ella y tomando su rostro bañado en lágrimas la mire fijamente — No lo haré, jamás, quiero estar siempre para ti.

Se lanzó a mis brazos enterrando su rostro en mi pecho aferrando sus manos en mi espalda.

— Prometo ayudarte a entender lo que sientes —Habló sin despegarse un milímetro — Pero prométeme que si no es lo mismo me lo dirás y no permitirás que me ilusione.

— Lo prometo.

Continuamos en esa posición por varios minutos mientras ella lloraba en mi pecho y yo acariciaba su cabello para tranquilizarla, me pareció un poco extraño que no hubiera nadie cerca o pasara por esa calle pero al mismo tiempo agradecí por ello.

Aun no estoy segura de lo que siento por Kotori ni el cómo lo tomaran mis padres o los suyos pero si quiero que esto funcione debo enfrentarlos lo más pronto posible. Después de que se calmara un poco decidí acompañarla parte del camino de vuelta a su casa, nuestros bolsos aún estaban en casa de Honoka pero ella había escrito a mi celular diciendo que podíamos volver por ellos mañana antes de iniciar las clases, para nuestra fortuna no teníamos tareas de ninguna clase así que podía estar tranquila ¿Estar tranquila por no estudiar?, ¿En qué te has convertido Sonoda Umi?

También me confesó que sus padres ya sabían sobre sus preferencias y que antes ella estaba enamorada de Eli-sempai después de haber sido salvada, pero fue algo como un amor de verano o un amor platónico el cual fue desapareciendo o cambiando en su estadía en el extranjero.

Antes de llegar a la casa de quien ahora era mi novia, lo cual aún no asimilo del todo, pero eso no evita que me sienta mucho más tranquila y feliz, me pidió que volviera a mi propia casa, insistí en acompañarla hasta la puerta pero ella negó, Kotori quería hablar con su familia primero sola y yo tenía que hacer lo mismo; sin opciones acepté y ella se despidió besando mi mejilla, por su puesto me sorprendí y avergoncé pero aunque ella mantenía ese tono carmesí en su rostro sonreía, eso hacía que valiera la pena.

Suspiré aun sin poder creer todo lo que había pasado el día de ayer.

— Y pensar que mis padres tenían ese tipo de preocupaciones —Murmure recordando la noche anterior donde después de la cena reuní todo el valor que pude para confesarles todo a mis padres, era lo más correcto.

Sabía que a veces no presto mucha atención a mí alrededor pero ver a mis padres sonreír aliviados después de mi confesión y que salgo con una chica me dejó desconcertada pero nada me preparo para el comentario de mi padre «Que bueno, ya me preocupaba que mi hija se convirtiera en una fría asexual» y el de mi madre tampoco ayudo «Incluso cuando el dojo estaba lleno de chicos y chicas bastante lindos Umi los ignoraba como si fueran un simple adorno» después de eso pase la noche más vergonzosa de mi vida gracias a las preguntas indecentes de las personas que jamás esperé.

Sé que dicen que los adolescentes tienen sus hormonas alborotadas pero para eso es solo debido a su falta de entrenamiento, porque si se entrena adecuadamente como lo he hecho durante todos mis años algo como las hormonas no gobernarían el juicio de nadie.

— ¡Umi-chan! —Sorpresivamente Kotori saltó sobre mí abrazándome por el cuello.

— K-ko-Kotori —No otra vez.

— Cuando Umi-chan está avergonzada también es linda.

Quise decir algo pero las palabras se atoraron en mi garganta, esto no es bueno y todo empeoró cuando Honoka apareció.

— Si quieren puedo decirle a la sensei que ocurrió un incidente para que puedan disfrutar su tiempo a solas.

En cuanto tenga mi arco le clavaré una flecha justo en su lengua.

Arrojó un bolso hacia mí el cual note que era el mío antes de salir corriendo, grave error Kousaka, ahora tengo un arma y no vas a huir.

— ¡Umi-chan espera!

Escuché a Kotori gritar a mis espaldas intentando alcanzarme; reduje un poco la velocidad tomando su mano para después continuar con mi persecución.

Al llegar a la escuela claramente llamamos la atención, en primera por llegar corriendo pese a que aún faltaba tiempo, en segunda yo no era alguien que se destacaba por ese tipo de exhibicionismo y en tercera y supongo que la principal, aun sostenía la mano de Kotori mientras perseguíamos a Honoka.

¿Qué importa? Mis padres me apoyaban, tenía personas en las cuales confiar y lo más importante, no dejaría que nadie dañara a Kotori otra vez.

— Umi-chan —Habló Kotori con el poco aliento que conservaba después de la carrera — Mi mamá; quiere hablar contigo, durante el receso.

Su expresión trataba de transmitirme tranquilidad pero por alguna razón solo logro inquietarme, tal vez si deba preocuparme un poco.

**Omake**

Kousaka Honoka se encontraba en medio de la calle con un traje similar a los del tráfico usando un silbato y banderas desviando a la gente que transitaba por esa calle en otra dirección, para su hermana ya podría considerar eso algo normal pero la curiosidad fue más fuerte.

— ¿Qué estás haciendo onee-chan? —Preguntó con miedo a la respuesta la menor.

Su hermana solo señaló con la mirada a la calle detrás de ella donde se observaba a una tierna escena de las amigas de Honoka abrazadas, mientras una de ellas era consolada.

Volvió la vista a su hermana la cual continuaba con su labor, no entendía si era una buena y compresiva persona o simplemente le gustaba buscar pretextos para hacer algo extraño.


Bueno he pensado en sacar una segunda parte de esta historia con el punto de vista de la pajarita pero aun estoy indeciso... y no se si salga tan largo... ¿quien dijo yo?... por el momento veré si puedo escribir algo más.